Leer, el remedio del alma

Leer, el remedio del alma
Imagen creada por Ilea Serafín

10 de junio de 2020

Diario de un confinamiento (IX)


DÍA 81 (1 de junio)
Llevamos una semana en fase 1 y yo sigo sin poder sentarme en una terraza a tomarme una caña. Estoy llevando esto peor que el confinamiento absoluto de las primeras semanas de cuarentena. Me pongo mala al ver las terrazas llenas y yo sin poder catarlas.
Hoy me he ido a pasear al cementerio, ahí al menos no hay mesas con gente tomando cerveza que me pongan los dientes largos. Entre cipreses y sepulturas he caminado divinamente porque todos los habitantes de la zona respetan la distancia de seguridad, es una gozada tanta educación. 
Sentada en una tumba me he puesto a rememorar tiempos pasados: cuando me iba a un bar y me comía con las manos un bocata de calamares rodeada de gente, o cuando tomando unas cervezas con los amigos comíamos aceitunas todos del mismo cuenco o una ración de patatas bravas y hacíamos mojete en el mismo plato. Me he puesto muy triste recordando esos tiempos pasados, tan lejanos, esas cosas que yo hacía… en el mes de febrero.

DÍA 86 (6 de junio)
No hay mal que por bien no venga. Ahora que no se puede estar rodeado de personas porque se considera un delito de salud pública, he aprovechado la reapertura del Museo del Prado con poca gente. Hoy abrían por primera vez desde que se declaró el estado de alarma, pero con aforo reducido y además con entradas gratuitas. Me he ido disparada para el museo a primera hora, mucho antes del horario de apertura, para ser de las primeras en la cola. 
Cuando he llegado no había nadie, y eso me pareció raro. Me he puesto delante de la taquilla a esperar a que abrieran y mientras, me he relamido pensando en la gozada de ver los cuadros de Goya sin tener que esquivar cabezas, o poder contemplar El Jardín de las Delicias de cerca para ver bien todos los detalles. ¡Qué ilusión! Justo cuando estaba imaginándome delante de las Meninas sin mogollón de turistas que me lo impidieran, ha venido un guardia jurado a interrumpirme la ensoñación. 
Que qué hago ahí, me dice, esperar para entrar en el museo, le digo yo, que si tengo entrada, me dice él, que estoy en la taquilla para cogerla, le digo yo, que eso se hace por internet, me dice él, pues ahora la pillo, le digo yo mientras accedía a la web con el móvil, que no me moleste me dice él riéndose, que ya están agotadas las entradas desde que se anunció la apertura, pues qué putada, le digo yo, pues tiene usted razón, me dice él, pero haga el favor de irse de aquí que no se puede estar parado en la calle a no ser que sea una reunión familiar. 
Me fui de allí cabizbaja mientras el vigilante se reunía con su compañero y le oía decirle algo de que soy una panoli.
Estaremos a punto de entrar en la fase 2, pero yo sigo sin poder hacer las mismas cosas que cuando estaba en la fase 0. ¡Qué asco!

DÍA 89 (9 de junio)
Después de intentarlo más de quince días, he conseguido tomarme una cerveza en una terraza de mi barrio. Incapaz de contener la emoción me he echado a llorar en cuanto me la han servido. El camarero, como me ha visto tan nerviosa, me ha preguntado si en lugar de cerveza prefería una tila; he agarrado la caña y la he sujetado fuertemente contra mí; si llega a quitármela lo escabecho. Creo que se me ha puesto cara de Gollum.
Voy con una fase de retraso. Estoy haciendo en la fase 2 lo que se supone se podía hacer en la fase 1 en la cual he seguido haciendo lo que era de la fase 0. Tanta ansiedad y pensar en las fases me han levantado dolor de cabeza, me he tomado un paracetamol. El camarero que no me ha quitado ojo, se ha acercado y me ha preguntado que si me sentía mal, que si tosía o tenía dolores musculares. Le he dicho que no, que solo me dolía la cabeza, se ha ido y ha vuelto con un termómetro. Le he mandado a paseo. Un cliente de la mesa vecina ha dicho que si tenía síntomas de coronavirus debía marcharme de allí, yo le he dicho que se metiera en sus asuntos y otro ha contestado que si estoy contagiada eso es asunto de todos. Al final me he tenido que ir y me he tomado la cerveza en mi casa. Vuelvo a estar en la fase 0. Tengo que aprender a dominar mis emociones o estaré confinada toda la vida.





23 comentarios:

  1. Yo ya he probado varias terrazas. Un beso

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    1. Jo, pues qué suerte, yo tenía que esperar un montón y prefería irme a casa.
      Un besote.

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  2. Es que esto de la normalización está muy bien sobre el papel, pero la realidad es otra bien distinta. Muy simpática tu entrada.
    SAludos.

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    1. Eso me parece a mí, que una cosa es la teoría y otra la práctica.
      Un abrazo.

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  3. Gracias, Paloma, por tu buen humor. Me he reído mucho con lo de "cara de Gollum".
    Un abrazo

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    1. Después de casi tres meses sin estar en una terraza no estaba yo para renunciar a tomarme la cerveza. Hubiera sido capaz de matar ;)
      Un abrazo.

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  4. Del mismo modo que hay efectos secundarios medicamentosos que desaparecen sin necesidad de interrumpir el tratamiento, espero que toda esa ansiadad y tristeza que sientes se vaya desvaneciendo poco a poco aunque el coronavirus siga habitando entre nosotros por largo tiempo.
    Lo de ir al cementerio a distraerte ya son palabras mayores. Has comentado en más de una ocasión que te gusta deambular entre las tumbas. Si solo es porque te viene de paso o vives muy cerca y buscas un retiro espiritual momentáneo, tiene un pase, pero si es una atracción que va más allá de lo cotidiano, me lo haría mirar, ja,ja,ja. Claro que en un cementario, si no ligar, sí se pueden hacer amistades. Ahora mismo estoy viendo una serie británica titulada "After Life", en la que un viudo reciente de mediana edad conoce a una mujer mayor que visita diariamente, al igual que él, la tumba de su pareja fallecida, y acaban trabando una bella amistad, je,je.
    Un beso.

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    1. Es genial esa serie. Vi la primera temporada y hoy empezaré con la segunda que veo que ya se ha doblado en español de España. Mira que es borde el tío. Yo querría ser igual, pero mi amabilidad congénita heredada de mi padre me lo impide. Ya me podía haber dejado en herencia varios cortijos...😂😜

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    2. ¡Qué fantástica casualidad, Josep y Rosa! También en casa la estamos viendo. En dos o tres días nos hemos cepillado la Primera temporada y ayer iniciamos la Segunda. Me parece genial esa evolución del personaje y los otros tipos que aparecen: la prostituta, el cartero, la compañera petarda, el compañero buenazo y algo bobalicón... Mi mujer y yo hay momentos en que nos reímos de verdad.

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    3. Jobar, la que me habéis liado con la serie. Resulta que yo vi una serie que se llamaba igual, Afterlife (pero todo seguido) pero hace ya varios años, iba también de muertos, y no me sonaba nada de carteros, ni prostitutas, ni compañeras petardas... estaba pensando que ya tenía demencia y había perdido la memoria. Pero no, es otra serie. Me la apunto.

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    4. Josep Mª, siempre he vivido cerca de un cementerio porque, aunque me he cambiado varias veces de casa, siempre ha sido en el mismo barrio y al ser uno de los cementerios más grandes de Europa, ese sitio ha estado presente en la zona.
      Para mí, los cementerios son lugares corrientes y molientes, quizás por esa conviviencia cercana. No sé si tengo algún problema psíquico (es posible, pero no por lo de los cementerios, ja, ja, ja) pero me gusta la tranquilidad de esos sitios, y más ahora que todos salimos a la calle con ansia.
      Es verdad que el confinamiento nos ha hecho desear hacer las cosas que no hemos podido en el encierro, con más ansiedad y eso juega en contra, Supongo que poco a poco iremos adaptándonos, porque de lo contrario, una servidora lo va a pasar fatal.
      Un besote.

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  5. No me extraña que tengas ansiedad. Yo creo que voy a tener más con la nueva normalidad. Eso de que le llamen normalidad, pero tengamos que ir con mascarilla y seguir sin poder besar a padres e hijos, me va a deprimir hasta la inhabilitación. Yo la verdad es que sigo en fase 1. Solo me permito el paseo de una hora y alguna reunión con amigos en casa.
    Un beso.

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    1. Siempre he creído que he llevado bien el confinamiento, pero ahora sé que echo de menos muchas cosas, que tengo muchas ganas de volver a lo de antes, aunque sé que nada será igual a lo que había antes. Tengo ganas de socializar, de ir a los restaurantes, a los bares, sin tener que mirar en todo momento no hacer alguna incorrección que pueda general algún problema de salud. Es estresante ir a los sitios y estar con los cinco sentidos alerta para no hacer nada mal.
      Un besote.

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  6. Divertidísimo tu Diario del Confinamiento. Veo -tú misma lo dices- que vas retrasada en la cuestión de las Fases. Es normal que te suceda pues este encierro hace perder la cuenta al más pintado. Ese camarero vigilante y esos clientes que sospechan esperemos que no pasen a formar parte de la denominada Nueva Normalidad (lo Nuevo no puede ser normal precisamente por ser nuevo, reciente) porque si no será terrible vivir en una sociedad de delatores y denunciantes constantes.
    En España no tenemos hábito de pasear por los Cementerios a pesar de que su denominación suele ser la de Parque Cementerio. En los países anglos es más normal porque están muy integrados en la propia urbe. Em otros países católicos como el nuestro sin embargo se visitan como exponentes artísticos que son o por reposar en ellos genios artísticos o personajes simplementes populares. Me refiero al parisino "Père Lachaise" o el bonaerense de "La Chacarita". Quizás en Madrid, "La Almudena", que es el que tú visitarías, sea lo más parecido a los anteriores que nombro.
    Bueno, amiga mía, te diré que estamos en Fase 2 y que no sé si la Fase 3 existirá entre nosotros dado que el Estado de Alarma finaliza el próximo día 21. Yo deseo que por fin se pueda viajar entre provincias y salir de este Madrid donde vivo confinado desde hace casi 90 días.
    Un beso

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    1. El cementerio al que voy a pasear es, efectivamente, el de la Almudena. Es cierto que en este cementerio en concreto hay tumbas de famosos, pero a mí me gusta pasear sin fijarme mucho en el nombre de los finados, me da igual si son famosos o del montón. El caso es que hay zonas realmente bonitas, a pesar de lo que significan. El aire decimonónico que se respira por las avenidas principales me gusta mucho.
      Creo que sí vamos a estar en la fase 3 a pesar de que antes se acabará el estado de alarma, según acabo de oír en las noticias. No sé hasta qué punto eso es posible si la comunidad autónoma no tiene potestad para prohibir los desplazamientos en el territorio. En fin, yo haré lo que me manden, más que nada porque me puede caer una multa, bueeeno y también por responsabilidad ;)
      Algún día esto se acabará, más o menos, y tendremos una normalidad rara, o sea, nada normal, pero el caso es que tendremos que adaptarnos a la nueva situación. Solo es cuestión de tiempo.
      Un besote.

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  7. Y también estoy en al Fase 1, aunque por mi zona dicen que ya hemos pasado a la fase 2, pero yo sigo haciendo las mismas cosas. para sentarse en una terraza hay que reservarlo una semana antes ¿y qué se yo si dentro de una semana me va a apetecer sentarme o no? ¡Menudo rollo! La gente está deseando salir y llenarlo todo. Se ven colas por todas partes. No sé cuando vamos a terminar con esto. Al final lo mejor será hacer lo que tú y tomarlo con un poco de humor.
    Un abrazo

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    1. Creo que todos tenemos muchas ganas de volver a hacer las mismas cosas que antes de la cuarentena, aunque todas, lo que se dice todas, pues va a ser que no, porque lo de antes no va a volver. Tenemos que asumir que esto es muy gordo y hay que cambiar para que no nos vuelva a pasar lo mismo que en el mes de marzo y abril.
      Supongo que acabaremos adaptándonos y ese ansia se aplacará.
      Desde luego, es mejor siempre reír que llorar ;)
      Un abrazo, Rita.

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  8. No te preocupes Paloma nosotros estamos en la fase 3 y creo que vamos hacia atrás están brotando nuevos brotes, no se si nos volverán a confinar en casa. Querían que abrieran a las provincias colindante pero me parece que va a ser que no. Así que es mejor que hay que tener prisa. Nosotros vamos a caminar por donde no hay gente como cuando abrieron la fase 1. Y de sentarme en una terraza ni hablar, aunque a veces haya mesa libre. Un abrazo.

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    1. He visto las noticias de lo que está pasando en algunos hospitales vascos y es preocupante, pero creo que lo tienen más o menos controlado. Desde luego hay que ir con pies de plomo y, como decía mi abuela, el que mucho corre, pronto para.
      Solo me he sentado en una terraza una vez, pero en esa ocasión las normas se respetaron así que no vi riesgo ninguno.
      Cuídate mucho.
      Un besote.

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  9. Te parecerá una tonteria, pero para mi parecía una bonita excursión, cuando ibamos desde San Blas (caminando por esos descampados) mi madre, alguno de mis muchos hermanos y mi tía que se desplazaba desde la otra punta de Madrid a visitar la tumba de mi abuelo. Al cementerio del "Este" no he vuelto hace ya casi cincuenta años, pero casi siempre que he viajado al extranjero, he procurado visitar el cementerio y los mercados municipales. ¡ Madre mia! como me enrollo. Yo si me he podido tomar una cerveza en una terraza, pero en una urbanización privada y previa petición de hora, y aunque no estuvo mal, decidimos que de momento ibamos a seguir quedando por skype los fines de semana, que es mucho más relajante, comodo y de momento en el grupo de amigos creemos que todavía no se ha infiltrado ningún miembro de la "Stasi", aunque no puedo asegurar que tengamos alguno en el futuro. No sé que me da mas miedo, si los "irresponsables" o los censores y policias que estan saliendo como setas. En cualquier caso sigue tomandotelo con humor aunque este sea negro ( afroamericano)creo que se dice ahora, porque sino no va a ver manera de llevar esto con un poquito de dignidad. Un beso.

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    1. A mí también me dan un poco de miedito los policías de balcón, porque algunos creo que están obsesionados y eso tampoco es bueno.
      Salir cumpliendo todas la normas me genera mucha ansiedad y quita disfrute a las cosas que tantas ganas tenía de hacer, es frustrante. Supongo que con el tiempo me acabaré acostumbrando, pero ahora mismo estoy algo deprimida, la verdad.
      El cementerio de la Almudena (a mí me gustaba más el primer nombre, el de cementerio del Este) es bonito, teniendo en cuenta que es un lugar lleno de tumbas, pero algunos lugares tienen su encanto. A algunos esa paz que se respira les da mal rollo, pero a mí no.
      Puedes enrollarte todo lo que quieras por aquí, tus vivencias e impresiones son muy bienvenidas.
      Un beso, Pura.

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  10. Personalmente me temo que ese proyecto que han dado en llamar la nueva realidad me suena mucho a eso que otros en otra época más oscura llamaban la nueva España. Todo va a ser más vigilado, vamos a estar más controlados y las normas serán, sospecho, más restrictivas. Vamos a tener que hacer las cosas de antes con más sigilo, nocturnidad y alevosía por las ansias puras de poder hacerlo. Así está pasando, que ni hemos salido reforzados en responsabilidad ni somos conscientes todavía de la que se prepara y actuamos a tontas y a locas. Solo esperemos que por causa de la insensatez de algunos no volvamos a quedarnos en casa todos.
    A seguir humoreando con el tema para no amargarnos. Yo estoy harto de tanto imbécil suelto por playas y terrazas o haciendo botellón en los parques sin ninguna medida de seguridad sanitaria.
    La madre que los parió los soltó al mundo y ellos solitos se juntan.
    Besos.

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    1. A mí también me cabrea tanto irresponsable, pero en el fondo creo que la mayoría nos hemos portado muy bien. Me quedo con los que respetaron las normas, con los que se esfuerzan por seguir tanta pauta y tanta regla que es mareante, todo hay que decirlo.
      Yo no creo que la nueva normalidad busque controlarnos, a mí me parece que lo que se quiere controlar es la difusión de un virus que nos ha tenido en jaque y que puede volver a ponernos contra las cuerdas.
      Ahora mismo acabo de publicar la última y definitiva entrada de este diario que ya ha llegado a su fin, y en ella comento la cantidad de vidas que se han salvado gracias al confinamiento, creo que ha merecido la pena y adaptarnos a las nuevas normas también seguirá evitando mucho mal.
      De los imbéciles que van a su bola no te hagas mala sangre, Javier, no merece la pena. Piensa que la buena gente abunda más, pero esos no salen en las noticias.
      Un besote.

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Hada verde:Cursores
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