"Ninguna mujer es culpable de que la amen dos hombres a la vez" Esta es la frase que define el argumento de la novela. La mujer es Amelia y los dos hombres que se enamoran de ella, Alberto y Martín, lo hacen en los meses previos a la Guerra Civil, cada uno de ellos toma un bando en la contienda siendo el amor por Amelia lo único que los une además del odio recíproco que se tienen.
Con saltos en el tiempo, hacia adelante y hacia atrás, se nos desvela la historia de estos personajes y el sino tan triste que se cierne sobre ellos, cada uno con sus miserias, sus miedos y sus sueños. Con un estilo narrativo muy bueno, Javier Lorenzo nos habla del amor de dos hombres por la misma mujer y lo que les lleva a hacer a ambos, desde lo más vil a lo más sublime.
Pero también nos habla de la postguerra, sobretodo la de los vencidos, de una manera sencilla pero implacable. Durante toda la novela se respira la desesperanza, el abatimiento que llega al constatar que uno se encuentra en el bando perdedor. En algunos momentos esa tristeza se diluye un poco cuando hace gala de un fino sarcasmo, "el humor y la ironía suelen hacer más daño que una bala de cañón y es la última trinchera de los indefensos".
No me suelen gustar demasiado las historias de amor pero esta tiene tantos ingredientes añadidos que me ha conmovido especialmente.
Kirke