Con motivo del reciente fallecimiento de Stephen Hawking hoy traigo en la sección de “Demencia, la madre de la Ciencia”, una
semblanza suya a modo de homenaje.
Stephen nace en el año 1942, estamos en la Segunda
Guerra Mundial y Londres, donde viven sus padres, es bombardeado sin
misericordia por la Luftwaffe, por lo que su familia decide trasladarse a Oxford y allí
acaba naciendo el ocho de enero (otro ocho de enero, pero de trescientos años
antes, falleció Galileo Galilei).
|
University College de Oxford |
Sus años escolares los cursa en Saint Albans. A
Stephen le gustan las matemáticas, y es esta disciplina la que quiere estudiar
en la Universidad, pero su padre –un especialista en parasitología– quiere que
estudie en el University College de Oxford, y ahí no imparten ese grado, por lo
que el joven Stephen inicia allí sus estudios en Ciencias Naturales, para
especializarse luego en Física. Tras conseguir el grado universitario se
traslada al Trinity Hall de Cambridge para cursar el posgrado y allí se doctora en Física, tiene veinticuatro años.
|
Trinity Hall de Cambridge |
Mientras se prepara el doctorado, se casa con Jane
Wayline. De este matrimonio tendrá tres hijos.
Antes de iniciar el doctorado, Hawking muestra
signos de la enfermedad que le acompañaría durante toda su vida. Un día,
patinando en el hielo, se cae y tiene dificultades para levantarse. Con veintiún
años le diagnostican la enfermedad lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad
neurodegenerativa que produce parálisis muscular progresiva y que le obliga a
desplazarse en silla de ruedas. En 1985, a causa de una neumonía, le tienen que
practicar una traqueotomía y a consecuencia de esta maniobra pierde el habla;
desde entonces solo puede comunicarse mediante un sintetizador de voz que pronuncia
en voz alta sus pensamientos.
En 1990, y tras veinticinco años de matrimonio, se
divorcia y se casa, cinco años después, con Elaine Mason, una de las enfermeras
encargadas de cuidarlo. Este matrimonio duraría hasta el año 2007.
Hawking fue profesor en la universidad de Cambridge
como titular de la cátedra de Matemáticas (la misma que ostentó Newton). Se
jubila en 2009 y fallece, a la edad de setenta y seis años, el 14 de marzo de
2018.
|
Hawking con los protagonistas de la serie televisiva 'Big Bang Theory' |
Como físico se dedicó a la investigación, siendo
muchas sus contribuciones en este campo. Recibió múltiples galardones, entre
los que cabe destacar la Orden del Imperio Británico y el premio Príncipe de
Asturias a la Concordia, o los doce (doce, ahí es nada) doctorados Honoris Causa.
Sus teorías son muchas y también muy complejas. En
un principio su interés se centró en la termodinámica, la relatividad y la
mecánica cuántica. Enunció varios teoremas de singularidad donde probaba la
existencia de una singularidad espaciotemporal en el espacio-tiempo y que las
singularidades son una característica bastante genérica de la relatividad
general. No me voy a poner a explicar en qué consisten las singularidades,
entre otras cosas porque no las entiendo. Como tampoco entiendo en qué
consisten la mayoría de sus trabajos. A lo más que llego es a medio comprender que intentó conciliar la teoría de la relatividad de Einstein con la teoría cuántica.
También trabajó el concepto de “agujero negro” –zonas
geométricamente bien delimitadas en el espacio, donde existe tanta gravedad y masa
concentrada que impide el paso de la luz–. Según él, el espacio y el tiempo
tienen un principio en el big bang y un final dentro de agujeros negros.
Asimismo, afirmó que debería haber una ley que
hacía imposible viajar en el tiempo, pero al no encontrarla –lo que no implica
que no exista– llegó a decir, haciendo gala de un gran sentido del humor:
“Quizá el viaje en el tiempo sea posible, pero no
es práctico”
Pero creo que a Hawking se le conoce especialmente
por sus ideas religiosas –o sería más correcto decir no-religiosas–, entrando en
el terreno de la filosofía a través de la física. Aspecto este que a mí me
fascina mucho. Para mostrar qué pensaba este maravilloso científico citaré aquí
alguna de sus frases más ilustrativas –perfectamente comprensibles–.
"No soy religioso en el sentido normal de la
palabra. Creo que el Universo está gobernado por las leyes de la ciencia. Esas
leyes pudieron haber sido creadas por Dios; pero Dios no interviene para romper
las leyes."
“Dado que existe una ley como la de la gravedad, el
Universo pudo y se creó de la nada. La creación espontánea es la razón de que
haya algo en lugar de nada, es la razón por la que existe el Universo, de que
existamos. No es necesario invocar a Dios como el que encendió la mecha y creó
el Universo.”
Siempre se definió a sí mismo como ateo. De hecho,
manifestó que para él ciencia y religión son incompatibles. Puede que no
entienda muchas de sus teorías y/o demostraciones, pero con esta última
aseveración estoy plenamente de acuerdo.
“En el pasado, antes de que entendiéramos la
ciencia, era lógico creer que Dios creó el Universo. Pero ahora la ciencia
ofrece una explicación más convincente. Lo que quise decir cuando dije que
conoceríamos 'la mente de Dios' era que comprenderíamos todo lo que Dios sería
capaz de comprender si acaso existiera. Pero no hay ningún Dios. Soy ateo. La
religión cree en los milagros, pero estos no son compatibles con la ciencia.”
Dicen de Hawking que fue un luchador, que asumió su
enfermedad con entereza y que dio muestras de un gran valor para seguir con sus
trabajos a pesar de sus limitaciones físicas. Sin negar ni un ápice de valía a
esto, yo creo que donde realmente demostró que estaba hecho de una pasta
especial fue al dedicarse a divulgar sus ideas. Eso sí que tiene mérito.
No es fácil explicar alguna de las cosas que él
desarrolló y, con todo y con eso, consiguió que los simples mortales
entendiéramos, más o menos, qué es un agujero negro. Tenía muy claro que los
conceptos científicos no son exclusivos de los investigadores, que el hombre de
la calle tiene el derecho de estar al tanto de lo que hacen los científicos.
“Si la gente no sabe qué hacen los científicos, no
apoyará a la Ciencia y eso será un desastre para la Humanidad”
Publicó varios libros de divulgación. Breve
historia del tiempo: del Big Bang a los agujeros negros, Brevísima historia del
tiempo o El universo en una cáscara de nuez son los títulos más conocidos.
Aunque no sé yo hasta qué punto alguno de estos libros se puede considerar al
alcance del entendimiento de todos. Yo me leí Brevísima historia del tiempo y
algunos pasajes se me hicieron muy cuesta arriba, pero con El universo en una
cáscara de nuez no llegué a pasar de los dos primeros capítulos. Torpe que es
una.
También se atrevió con la literatura juvenil y
escribió algunos libros en colaboración con su hija Lucy. Mi propia hija leyó
dos de ellos y se entusiasmó con el Universo y sus leyes. Creo que esas
lecturas supusieron el empujón definitivo para que se decantara por el estudio
de las Ciencias.
|
Dos de los libros para niños que escribió Stephen Hawking en colaboración con su hija Lucy |
Pero, además de todo esto, no tuvo ningún
inconveniente en aparecer, y así manifestar su apoyo incondicional, en series
con trasfondo científico, como es la desternillante “Big Bang Theory”. Siempre
fue un firme defensor de la difusión de los conocimientos científicos, algo que
le hace aún más grande.
Podría escribir muchas más páginas sobre él. Sus
ideas sobre la existencia de vida extraterrestre y su oposición al proyecto METI
[Messaging Extraterrestrial Intelligence (enviando mensajes a la inteligencia
extraterrestre)] darían para otra publicación. Pero no me voy a extender más.
Cuando, con veintiún años, le diagnosticaron su espantosa
enfermedad, le pronosticaron una esperanza de vida no superior a tres años.
Fueron cincuenta y cinco los que sobrevivió a ese terrible mal, contradiciendo
a los médicos y a los tratados de medicina, pues fue un caso excepcional.
Yo comparto el ateísmo de Hawking, pero en este
caso tiendo a creer en un Dios que obró el milagro de retrasar –en contra de
las leyes médicas– la degeneración mortal para que pudiéramos todos
beneficiarnos de su maravillosa inteligencia.
Va por usted, míster Hawking.