Leer, el remedio del alma

Leer, el remedio del alma
Imagen creada por Ilea Serafín

20 de octubre de 2019

Quien espera, desespera




―¿Y usted, cuánto tiempo lleva aquí?
―Pues… unas tres horas. No sabría decirle. Aquí el tiempo pasa tan despacio.
―Parece que llevan retraso, esto está a rebosar.
―No se crea, el otro día fue peor, había gente de pie por los pasillos, algunos tuvieron que esperar en la calle.
―Entonces hoy hemos tenido suerte.
―Igual sí. Pero no es cosa de risa, si se va a pitorrear de mí, lo dejamos ¿vale?
―No se enfade. No me estoy riendo, el gesto que hice no es de risa, es de dolor.
―Vaya, lo siento. Lo confundí, ha puesto usted una cara… ¿Qué le pasa?
―Pues eso me gustaría a mí saber, por eso he venido. Me duele mucho el costado, debajo de las costillas. No he pegado ojo en toda la noche.
―Eso va a ser flato.
―Señora, ¿qué sabrá usted? Si tanto entiende no sé qué hace aquí todos los días.
―No vengo todos los días, solo de vez en cuando. ¿Qué culpa tengo yo si estoy para el arrastre? Y usted, ¿qué? Si sabe que yo vengo a menudo es porque usted hace lo mismo.
―Mis males no son asunto suyo, sino de mi urólogo y del personal de urgencias.
―Si no puede mear, póngase una sonda.
―Y usted un bozal.
―¡¡¿Ruperto Cascales?!!
―Servidor, señorita.
―Pase a la consulta 3. Es la quinta vez que le llamo, a ver si prestamos atención. Si perdemos el tiempo en repetir la llamada esto se llena de gente.

(246 palabras)


NOTA: Con este mini relato/diálogo participo en el microrreto #3  de El Tintero de Oro





51 comentarios:

  1. Ja,aja,ja. De las salas de espera podríamos sacar unos cuantos relatos, a cuál más intrigante. Donde abunda el personal estresado, ya sea por la espera, ya por sus dolencias, hay un buen caldo de cultivo literario, je,je.
    Lo has hecho de maravilla. Un diálogo escrito con buen tino y un gran sentido del humor.
    Un beso.

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    1. Hola, Josep Mª.
      Las salas de espera, en general, suelen ser bastantes desesperantes, pero si además están en un hospital donde uno no se encuentra bien (o su familiar) la cosa se pone peor y el estado de tensión suele provocar situaciones tensas.
      La verdad es que es un escenario que da mucho juego, en este caso desde un punto de vista humorístico, pero también podría ser dramático.
      Gracias por tus palabras.
      Un beso.

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  2. Muy buen relato, pasa mucho en las salas de espera de las urgencias. Un abrazo.

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    1. Hola, Mamen.
      Creo que todos alguna vez hemos vivido situaciones parecidas en esos sitios.
      Un beso.

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  3. Las salas de espera de los hospitales son un filón,... especialmente cuando la causa es un flato, jajaja

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    1. Hola, Norte.
      Si yo te contara alguna de las dolencias por las que se va a urgencias... Cuando trabajé en una clínica pude darme cuenta de cómo algunos se toman sus síntomas de manera alarmista, y el flato suele ser uno de ellos.
      Un abrazo.

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  4. Es genial, Paloma. Esas conversaciones de sala de espera serían desternillantes si no fuera porque una suele estar nerviosa deseando que la llamen y terminar de una vez y no está para análisis irónicos de la situación.
    El caso es que creo que ya había leído este relato.
    Un beso.

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    1. Hola, Rosa.
      Este relato es inédito y está escrito para El Tintero de Oro, no es una adaptación de uno antiguo ni nada parecido. Puede que te suene porque el escenario es muy agradecido y se presta a escribir sobre ello. Yo es la segunda vez que utilizo la sala de espera de urgencias para uno, pero la anterior fue en tono bastante más dramático y nada que ver con este (La última batalla).
      Un besote.

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  5. ¡Buenísimo! Antes en las salas de espera se hablaba, ahora se saca el móvil y todo el mundo anda cacharreando en lo suyo. Es una pena que se hayan perdido esas conversaciones tan interesantes...jeje. Un abrazo.

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    1. Hola, Rita.
      Creo que por las cosas que se dicen los pacientes se puede colegir que algunos son algo mayores y puede que para ellos el usar el móvil como entretenimiento no es tan habitual, por eso se dedican a charlar, aunque más que charlar lo que hacen es discutir.
      Un abrazo.

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  6. Es verdad lo que dice Rita, ahora todo lo que se podría compartir verbalmente se escribe a alguien por whatsapp.
    Las salas de espera son un terrible incordio y el diálogo lo contaste con humor, reflejando la realidad de los hospitales.
    Besos.

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    1. Hola, Mirella.
      Desde luego donde esté una buena bronca a viva voz que se quiten los haters de internet.
      Esperar siempre es cansado, pero si además estás enfermo la cosa es mucho más incómoda, pero qué se la va a hacer, habrá que tomárselo con humor.
      Un besote.

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  7. Jajajaja Real como la vida misma, es que he visualizado la escena y les he puesto hasta caras de las que se que se podrían ver en una situación así.

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    1. Hola, Mari Carmen.
      Me encanta que hayas visualizado la escena, es todo un piropo para mí.
      Y, sí, es real como la vida misma. Yo que llevo unas cuantas esperas en salas de urgencias en mi haber, he visto de 'tó'
      Un besote.

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  8. Jeje, qué bueno, Paloma! Ingenioso y muy divertido.

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  9. Veo que a tus protas les va la marcha, Paloma jajajaja. No me extraña que no oyeran cuando los llamaban, enzarzados como estaban en "sus cosas". Lo bueno es que al menos discutían cara a cara y no por WhatsApp, como han mencionado por ahí. Un diálogo muy divertido.

    ¡Un beso!

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    1. Hola, Julia.
      Como le comento a Mirella, donde esté una buena discusión a voces que se quiten los exabruptos de internet, aunque algunos son realmente fuertes, después de todo son muy fríos viéndolos en una pantalla. Las broncas deben tener sonido, y oír la inflexión del que se cabrea, ja, ja, ja.
      Gracias por tu visita, guapa.
      Un besote.

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  10. Ja, ja, ja, lo del bozal es la guinda perfecta (y realista) para un micro delicioso por la rapidez que has impuesto en los diálogos. Yo, entre una sala de espera de un médico y la cárcel, me quedo con lo segundo :)
    Excelente texto para el reto propuesto por David.
    Un fuerte abrazo Paloma.

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    1. Hola, Miguel.
      Veo que tú también tienes tu buena dosis de espera en ese tipo de salas porque si prefieres la cárcel es que estás hasta la coronilla, ja, ja, ja.
      Es cierto que cuando uno está esperando y encima no se encuentra bien cualquier cosa, como una frase dicha sin demasiado tino, puede hacernos saltar y sacar lo peor de nosotros. Desde luego al de la próstata no le sienta muy bien esperar.
      Gracias por tus palabras.
      Un abrazo.

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  11. En las salas de espera pasan estas cosas. Muy ágil y divertido- Buen microrrelato.
    Un beso

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    1. Hola, Juan Carlos.
      Este tipo de salas en un buen lugar para inspirarse y contar cosas luego.
      Un besote.

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  12. Kirkle me ha gustado mucho el relato, los diálogos son muy originales, y con buen ritmo, y se van subiendo de tono !Con una naturalidad! que nos trasladas a esa sala de espera y nos haces reir.

    Ya entiendo por qué se congestiona tanto el lugar, o son todos sordos o muy bochincheros, ja, ja.

    Grata semana.

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    1. Hola, Harolina.
      Yo tampoco hubiera pensado nunca que la congestión de las urgencias se debiera a los propios pacientes que no están a lo que deben estar. Hasta que no vi a estos discutir no caí en la cuenta de quiénes son realmente los responsables del retraso, ja, ja, ja.
      Gracias por tu visita.
      Un beso y buena semana también para ti.

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  13. ¡Aaay esas salas de espera!
    ¿Sabes a quien me recuerda tu micro, Paloma?... a los esketch hilarantes ¿se escribe aquí? de aquel dúo cómico de Faemino y Cansado en que hacían de doctor y paciente.
    Además haces una crítica social de la S.S. y demás yerbas.
    Diálogos fluídos y naturales.
    Muy bien compañera.

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    1. Hola, Tara.
      Las situaciones absurdas se pueden dar en cualquier sitio, pero cuando hay nerviosismo por esperar demasiado, la probabilidad de que se produzcan altercados es mayor.
      Sí que he querido hacer una pequeña crítica a la Seguridad Social cuando al final, la persona del hospital deriva la responsabilidad del retraso en los propios pacientes.
      Un besote, y gracias por la visita y tus palabras.

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  14. Ja, ja, ja... Desde luego que las salas de espera del médico son de aúpa. Dicen que por eso se llama paciente a quien espera al médico. Aunque la paciencia, siendo virtud, no es lo que más suele gastarse en ese mundo aparte, como bien has mostrado en este divertido micro en el que el relato fluye natural y consigues que el cotilla que hay en cada lector parezca que está allí sentado "disfrutando" de esa conversación que sube de tono.
    Me encantó. Y desde luego superaste el reto. Ha sido fantástico que te animarás a participar. Un abrazo!!

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    1. Hola, David.
      Gracias por proponer el reto, porque además de aprender muchas cosas con el material que nos proporcionaste, me lo he pasado pipa escribiendo este micro.
      Como te comenté en el blog del Tintero, además me he dado cuenta que muchas acotaciones que se ponen en los diálogos realmente no son necesarias, y encima lastran la lectura.
      Si te soy sincera, lo que más complicado me resultó, al no poder poner acotaciones, era mostrar los gestos, o los ademanes de los personajes, pero eso se puede remediar con la propia conversación.
      A mí me ha encantado participar en este reto, seguro que pico en alguno más, pues no eres tú tentador ni nada.
      Un abrazote.

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  15. Ruperto Cascado sería más apropiado como nombre para este paciente. La verdad es que las salas d espera de los ambulatorios dan para muchas historias, muchas de ellas contadas por los propios pacientes contando sus dolencias crónicas.
    Un beso.

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    1. Hola, Javier.
      El nombre podría ser también Pupas, el pobre no estaba muy bien, ni física ni anímicamente viendo cómo le contesta a su interlocutora.
      Las salas de urgencias son estresantes, así que le disculparemos al pobre hombre.
      Un beso.

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  16. Hola Jorge. Creo que es la primera vez que te leo, y la experiencia ha sido de lo más interesante. Tú relato es el típico diálogo entre dos desconocidos en la cola de urgencias, con el punto hilarante justo
    Un saludo.

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    1. Hola, Bruno.
      Aunque no me llamo Jorge, supongo que te diriges a mí, Kirke, ja, ja, ja, así que te agradezco tus palabras.
      Cuando uno está en urgencias no está para muchas bromas porque algo malo le está pasando, pero aun así se pueden dar situaciones chocantes, el absurdo puede aparecer en cualquier sitio.
      Un saludo.

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  17. Las salas de espera como parte de una vida, lugares donde la vida pasa sin hacer otra cosa que esperar por ver qué le pasa. Creo que has sentado el precedente de motivar a la gente a que escriba en esos lugares de pérdida de tiempo obligada, aunque se perderían diálogos tan buenos, aunque un poco estresantes para el que los vive, como estos. Me encantó tu relato, me reí y me acordé de varias escenas propias jajaj.
    Un saludo.

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    1. Hola, Pepe.
      Creo que todos tenemos nuestras propias experiencias en este tipo de salas y por tanto, nuestras propias anécdotas. En mi caso he podido asistir a discusiones tan absurdas como la del relato y que solo se pueden explicar por el estrés y el agotamiento que se dan cuando hay que esperar tanto.
      Gracias por tu comentario y tu visita.
      Un saludo.

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  18. Jajaja, me encanta el final.
    Yo no suelo ir a Urgencias pero hoy he ido dos veces, y con tu relato tres, jejejeje. Por la mañana fui para una tontería con mi hija y fue eterno, había un montón de gente, y al mediodía fui con mi hermana, se cortó y parecía sacada de The walking dead, y esta vez no tardamos ni un momento, pasamos por delante de todos dejando un reguero de sangre, era una urgencia de verdad. Al final no ha sido nada grave, solo aparatoso, que es lo importante.
    Te ha quedado un relato genial, mucha suerte en el Tintero, este reto de los diálogos me parece genial.
    Muy feliz día.

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    1. Hola, Gemma.
      En mi etapa laboral en un hospital pude comprobar que el 70% de las visitas a urgencias son por cosas sin demasiada importancia, por lo que la espera se alarga pues, como es evidente, las urgencias vitales o las que realmente necesitan una atención rápida, son las prioritarias y se atienden antes.
      Lo malo es que muchas personas no entienden esto, se creen que están en la panadería y que van a ser atendidos por orden de llegada, y ahí se forman algunas broncas con el personal sanitario. En una ocasión asistí al enfado de un paciente, consciente, de pie y sin signos evidentes de encontrarse demasiado mal, porque había entrado antes un señor que iba en camilla y con suero (lo traía una ambulancia) y que había llegado después que él. Es increíble, pero cierto.
      Espero que no tengas que acudir tanto a urgencias, por tu salud y las de tus allegados.
      Un besote.

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    2. Te doy la razón, la mayoría van por cosas nimias. Lo de mi hija, aunque digo que es una tontería fue derivada por su doctora para que le hicieran una prueba ya, por un tema algo largo. Pero hoy en día nos duele una uña y hala, a saturar las urgencias.
      Muy feliz velada de domingo.

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  19. Hola Kirke
    !Yay! con razón, no a escuchado por estar parloteando con la otra "enferma" me he reído largo con el humor, muy buenos diálogos.
    Saluditos!

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    1. Hola, Yssykan.
      Gracias por tus palabras. Me alegro de que te hayas reído, esa era la intención.
      Un abrazo.

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  20. Muy gracioso, Paloma. Y tan logrado como si fuera una filmación. ¡Aplausos!

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  21. Hola, Beba.
    Muchas gracias por tus elogios.
    Un abrazo.

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  22. Me ha gustado mucho, aunque no creo que el motivo de que las urgencias estén repletas de gente porque los que esperan su turno no se den cuenta. Eso sí, formidables las pullas que se lanzan Ruperto y la otra señora. Buenísimo, de verdad. ¡Enhorabuena!

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    1. Hola, Rebeca.
      Yo tampoco creo que el retraso y la saturación en urgencias sean debidos a la poca atención por parte de los pacientes cuando son llamados, más bien a la escasez de personal y a una mala gestión de los recursos, pero en este país se nos da muy bien eludir responsabilidades y echar balones fuera.
      Gracias por tu visita y tu comentario.
      Un abrazo.

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  23. Un texto formidable, sin lugar a dudas. Quizás, es uno de esos microrrelatos que uno tiene que leer para creer, principalmente porque has sabido embellecer una situación tan cotidiana como la de una discusion a las puertas de la consulta de urgencias con mucho talento. El relato habla por sí solo.

    Enhorabuena.

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    1. Hola, Ulises
      A veces hay que recurrir al humor para desdramatizar algunas situaciones, o para hacerlas más llevaderas. Bien mirado, muchos de los rifirrafes que se dan en lugares donde el agobio de esperar se lleva mal, son situaciones de lo más chuscas, pero no se toman a risa porque el personal no está para chanzas.
      Gracias por tu comentario tan generoso.
      Un abrazo.

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  24. Hola, Paloma.
    Qué bueno, ja, ja, ja
    Con el miedo que le tengo yo a los médicos y a las salas de espera y tus personajes lo dados que son a pasar horas y más horas allí, no me extraña que se piquen, si con tanto tiempo compartido podría decirse que casi son familia. La confianza da pie a eso, :)
    Genial, me ha encantado.
    Un beso.

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    1. Hola, Irene.
      Ya ves que a algunos las urgencias de los hospitales les atraen mucho ya que no pierden ocasión para ir allí.
      Si la dolencia por la que se va no es demasiado importante, encontrarse a dos individuos tan chuscos puede resultar hasta divertido, siempre y cuando no llegue la sangre al río, claro.
      Un besote, guapa.

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  25. ¡Qué diálogo tan soberbiamente construido! Y en una sala de espera de un hospital. ¡Qué solos tienen que encontrarse en la vida para acudir al hospital a que alguien les haga caso! Así están las consultas de bote en bote. ¡me ha encantado!
    Un beso, preciosa

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    1. Hola, María Pilar.
      A veces estas conversaciones son fruto de esa soledad que comentas, como además, están agobiados por la espera, casi es una necesidad el desahogarse con el de al lado, aunque sea con una bronca.
      Gracias por tus palabras.
      Un besote.

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  26. En las salas de espera se oye de todo, y has conseguido sacarle partido al sitio y elaborar este diálogo tan lucido.
    Un abrazo Paloma
    Puri

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    1. Hola, Puri.
      Gracias por tus palabras. Me alegra tu opinión tan buena.
      Un beso.

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