Ella, pierde a su marido y a su hija en un accidente de coche. Él, pierde al amor de su vida en un desengaño.
Dos seres solitarios sin ganas de vivir por falta de alicientes que a través del amor que sienten por los libros (Ella los restaura y él tiene una librería de viejo) se encuentran y así consiguen el renacimiento de la ilusión.
El caso es que la novela empieza como si fuera un relato de suspense, puesto que los cuerpos del marido y la hija de la protagonista no aparecen tras el accidente. Si a eso le añadimos un misterioso manuscrito del s.XV donde faltan algunos párrafos y que se supone perteneció a la familia de Ella pues parece que el relato promete. Sin embargo la autora se centra en la situación anímica de su protagonista ante la pérdida de sus seres queridos y de las ganas de vivir.
El caso es que la novela empieza como si fuera un relato de suspense, puesto que los cuerpos del marido y la hija de la protagonista no aparecen tras el accidente. Si a eso le añadimos un misterioso manuscrito del s.XV donde faltan algunos párrafos y que se supone perteneció a la familia de Ella pues parece que el relato promete. Sin embargo la autora se centra en la situación anímica de su protagonista ante la pérdida de sus seres queridos y de las ganas de vivir.
Una novela oscura, con mucha desesperación pero que deja un resquicio a la esperanza.
Está muy bien escrito, describe los sentimientos de los personajes con una profundidad increíble pero redunda demasiado en el desaliento de Ella, llegando a repetirse bastante.