Leer, el remedio del alma

Leer, el remedio del alma
Imagen creada por Ilea Serafín

18 de abril de 2018

"Los restos del día" - Kazuo Ishiguro



Stevens es un mayordomo de los de toda la vida, al más puro estilo inglés. Trabaja en la mansión de Darlington Hall desde hace más de treinta años. El antiguo dueño, lord Darlington falleció y ahora la casa es propiedad de un norteamericano, mister Farraday. Este nuevo propietario tiene unas ideas más avanzadas que el fallecido lord y da aires nuevos a la casa. Algo que incomoda sobremanera a Stevens, porque a este mayordomo no le gustan muchas cosas pero especialmente detesta los cambios.

Cuando Stevens decide tomarse unas vacaciones, las primeras en un montón de años, aprovecha para visitar a miss Kenton, un ama de llaves que trabajó en la casa y que la abandonó cuando contrajo matrimonio. Esta antigua ama de llaves previamente le ha escrito una carta quejándose, veladamente, de su situación sentimental y Stevens deduce que quiere volver a trabajar con él.

Mister Farraday le ofrece su propio coche y hasta le sufraga la gasolina para que realice ese viaje. Antes de partir le acosan múltiples problemas que le agobian y preocupan. El principal es que no sabe qué tipo de atuendo es el más adecuado para viajar. Porque Stevens no ha salido de Darlington Hall y sus alrededores desde hace muchos años, aun así se siente un privilegiado y no ha visto necesidad de viajar.

“Considero que durante todos estos años, sin salir de esta casa, he tenido el privilegio de ver lo mejor de Inglaterra”

Salir de su reducto de seguridad también le asusta. Su “reino” es una casa donde él gobierna el mantenimiento de la misma y fuera de ese feudo no se siente cómodo ni protegido. El exterior le resulta amenazante por desconocido. Salir de Darlington Hall se le antoja peligroso, se siente indefenso.

“Como un barco cuando se adentra en el mar y pierde de vista la costa."

Esos días de camino a la ciudad donde habita miss Kenton los aprovecha Stevens para reflexionar sobre muchos temas relacionados con su austera vida. Se plantea una serie de cuestiones como ¿qué significa ser un gran mayordomo? Una gran pregunta y muy importante para Stevens. Con este interrogante suministra al lector multitud de ejemplos y situaciones ya vividas por él que muestran cómo ha de comportarse un gran mayordomo –no un mayordomo cualquiera, sino uno de los grandes–.

Una de las cualidades que todo gran mayordomo ha de poseer es dignidad.  Y a raíz de esta premisa cuenta más situaciones que ejemplifican en qué consiste esta virtud.  Otro concepto que analiza y que explica, siempre según su particular punto de vista, es la grandeza. Hay muchas más cuestiones que Stevens analiza, como qué es ser distinguido, la poca importancia que tiene ser antisemita o lo transcendental que es saber limpiar bien la plata.

Con la explicación de estos temas Stevens evoca épocas pasadas donde se muestran de paso retazos de su vida. Una vida siempre ligada al devenir de su patrón, una vida vivida a través de la evolución de su amo.


No destriparé el libro detallando qué significa para él la dignidad o la grandeza, pero desde luego su idea de esos conceptos no coincide en absoluto con la que tengo yo. Para que yo pensara igual que él necesitaría ser xenófoba y engreída (puede que lo sea pero creo que en mucha menor medida que este personaje).

“Solo es un gran mayordomo el que a lo largo de su carrera ha estado siempre al servicio de grandes caballeros, y a través de estos ha servido a toda la humanidad”

“En nuestra profesión no debemos dejarnos llevar por nuestros sentimientos y debilidades. Nuestra obligación es acatar los deseos de nuestro patrón.”

“Solo existen mayordomos en Inglaterra, en otros países hay criados”

A través de sus pensamientos y las escenas que evoca y relata, el lector se hace una idea de cómo es Stevens. A mí se me representó como un ser estirado, tan sumamente educado y serio que se muestra antipático, no sabe hacer bromas pues ni siquiera las entiende cuando se las hacen a él. Un individuo sumamente desagradable.

A lo largo de esta novela sentí mucha antipatía por el protagonista. Su manera servil de comportarse con los patrones y su arrogancia con los demás sirvientes, o incluso con el resto de la población que no es un “amo”, se me hizo insufrible. Pero esta impresión se desvanece poco a poco y a pesar de su insistencia en mostrarse como he señalado más arriba, porque según se desarrolla ese viaje al encuentro de miss Kenton se adivina a un pobre hombre.

En realidad Stevens es un ser desvalido, que añora tiempos de esplendor ya pasados. Es un hombre que se ha quedado solo, pues sus amigos eran otros mayordomos que desaparecieron del panorama laboral cuando las mansiones se fueron adaptando a los nuevos tiempos. Ante esta situación Stevens vacila, se siente desamparado, indefenso, no sabe reaccionar ni adaptarse al cambio.

Stevens por no adaptarse ni siquiera se da cuenta de que los conceptos tan importantes de su vida, dignidad y grandeza, han sido sustituidos por otros nuevos: nostalgia, soledad e incertidumbre. Lo que él pretende mantener son los restos de un tiempo que se fue.







27 comentarios:

  1. Hola, Paloma.
    Un hombre anclado en el pasado, solitario, engreído, xenófobo y no se cuántas cosas más...no creo que disfrutase mucho con esta lectura, la verdad. Por eso la voy a dejar pasar y así no se me acumulan más pendientes, que ando algo apretada de tiempo. Besos

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    1. Hola, Marina.
      El personaje es bastante insufrible, pero en el fondo le coges cariño por lo desvalido que se le ve.
      La novela está muy bien escrita y yo, a pesar del protagonista, disfruté mucho leyéndola.
      Desde luego, hay tanto que leer que hay que eliminar alguno de la lista de vez en cuando, pero te aseguro que este libro es bastante bueno.
      Un besote.

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  2. Este tipo de hombres son muy rectos y arrogantes. Normalmente son casi la mano derecha de sus amos y como en algunas películas son hombres solitarios. Un abrazo.

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    1. Hola, Mamen.
      Efectivamente, este hombre está solo, por mucho patrón y mucha responsabilidad que tenga al final no tiene a nadie.
      Un beso grande.

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  3. Una novela que no he leído pero sí que vi la versión cinematográfica, que fue preciosa con un Anthony Hopkins y una Emma Thompson que se salían de la pantalla que contenía el film dirigido por (¡uff!) nada y nada menos que James Ivory. Guardo de ella un hermoso recuerdo.

    De Ishiguro leí hace pocos meses una de sus novelas japonesas, concretamente la titulada "Un artista del mundo flotante", y me encantó. Tanto me gustó que la recomiendo mañana desde mi blog para este 23 de abril que nos acecha ya.

    Pensé que a lo mejor hacíais tú y Chelo con esta novela un "Al alimón". Me pasaré por el de Chelo a ver.
    Un beso, Paloma

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    1. Hola, Juan Carlos.
      Estuve a punto de no leer esta novela porque el autor era "japonés", o por lo menos era el apellido (él nació en Inglaterra como me imagino ya sabes). Tengo un contencioso con los autores nipones, básicamente es que me aburren, lo siento pero es así.
      Sin embargo, con Ishiguro no me ha pasado, puede que porque no escribe 'a la japonesa', al menos en esta novela. Leeré con atención tu entrada, a ver si me animo a seguir con este escritor.
      Vi la película que citas hace ya tiempo, y no recuerdo que se mostrara la personalidad de Stevens de manera tan profunda a como lo percibí al leer el libro. De todas formas, volveré a ver la peli porque mi memoria es muy mala.
      Sí hubiera sido una buena idea utilizar este libro para un Alalimón, pero Chelo está últimamente alejada de los blogs por temas ajenos a su voluntad y no ha podido ser. De hecho, tenemos una entrada pendiente de publicar en esa sección.
      Un beso.

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    2. Acabo de leer tu reseña de Ishiguro y he visto que nació en Nagasaki. Pues sí que estaba yo enterada, sí.
      Menos mal que tú sí sabes.

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  4. Hola, Paloma.
    Creo que, como a ti, este personaje me caería gordo desde el principio. Yo prefiero a mayordomos como Jeeves, de Woodehouse, que aunque es perfecto en todo me hace reír.
    El libro no lo he leído, pero sí vi la película basada en él, que me gustó bastante.
    Has hecho una reseña genial, me ha encantado leerla.
    Un beso enorme

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    1. Hola, Chari.
      Yo creo que, de entrada, todos los mayordomos son serios. Si alguno es gracioso debe de ser por una licencia literaria del escritor, digo yo.
      Creo que el libro profundiza más sobre el protagonista que la película basada en él, pero como no me acuerdo bien de ella no lo puedo asegurar.
      Gracias por tu visita, guapa.
      Un besote.

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  5. El mayordomo resulta estirado y muy clasista, pero poco a poco va ganando profundidad y termina mostrándose como un pobre hombre, como bien dices, que por no saber mostrar sus sentimientos y sus deseos ha ido perdiendo todas sus oportunidades. La contraposición con la antigua ama de llaves es genial. Ella y siente y ama y, por encima de las convenciones, vive. La leí hace mucho, pero la recuerdo como una novela maravillosa.
    Hubiera estado bien un alalimón como dice Juan Carlos.
    Un beso.

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    1. Hola, Rosa.
      Leí esta novela porque recuerdo que la mencionaste en alguna de tus entradas, además hace poco una prima mía la leyó y me la recomendó encarecidamente. Reconozco que el apellido del autor me echaba para atrás porque los escritores japoneses (aunque este haya crecido en Gran Bretaña) no me gustan.
      Apenas cito al ama de llaves porque quería cargar todas las tintas en el protagonista, pero de ella también se podría hacer otra novela, y sería el contrapunto perfecto al estirado y sosainas de Stevens.
      Un besote.

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  6. Es posible que en este Sant Jordi caiga alguno del último premio Nobel. No he leído nada de él pero por las entrevistas que he leído me parece un tipo que sabe lo que hace. Por lo que comentas, en este libro ha sido capaz de crear un personaje que no te deja indiferente, con una moralidad discutible, esos son los buenos. Un fuerte abrazo!!

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    1. Hola, David.
      Que un personaje antipático donde los haya te caiga al final bien, o te mueva a la compasión, denota una genialidad en el autor. Hay que saber perfilar muy bien un personaje para que, mostrándolo tan cargado de defectos, el lector acabe comprendiéndolo y asumiendo sus carencias.
      En este aspecto me quito el sombrero ante Ishiguro. Además, la prosa es muy buena aunque, cuando de autores extranjeros se trata, yo tengo mis reservas pues para valorar una narrativa en su justa medida yo creo que hay que leer la versión original.
      En cualquier caso, esa 'manipulación' que hace con el lector es muy meritoria. A mí me ha encantado. Yo, de mayor, quiero hacer algo así (o parecido, sniff).
      Un abrazo.

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  7. Cuando vi "Lo que queda del día" (la excelente versión cinematográfica de esta novela) ignoraba que estaba basada en una novela (lo supe muy poco después) y que su autor era japonés (eso tardé un poco más en saberlo). Me llamó poderosamente la atención que un japonés describiera tan bien las rancias y victorianas costumbres inglesas hasta el punto de describir con ese detalle el comportamiento e ideas del mayordomo protagonista. Supongo que su formación académica en Inglaterra le facilitó el trabajo, pero no hay duda de que Ishiguro tiene un don especial.
    El clasismo y la rigidez de todos los mayordomos que he visto en la pantalla (pues no he conocido ninguno en la vida real, si es que quedan, jeje) me ha resultado siempre desagradable, una rigidez casi militar que les resta humanidad, incluso a la hora de tratar al resto del personal del servicio.
    Un abrazo.

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    1. Hola, Josep Mª.
      Yo tampoco conozco en persona a ningún mayordomo, pero la descripción que hace Ishiguro en esta novela creo que es buenísima. Además, al contarlo en primera persona el propio protagonista uno se mete en la piel del personaje, aunque se muestre tan desagradable y estirado. El detalle a la hora de describir cierta clase social tan inglesa (como en la serie de TV, "Arriba y abajo") es magnífico y da idea de lo bien que conoce el autor el tema.
      Efectivamente, esa rigidez característica de los mayordomos los deshumaniza y los muestra insensibles, aunque solo es fachada.
      Un abrazo.

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  8. Vi la película hace muchos años y solo la recuerdo a grandes rasgos, pero no he leido el libro. Me ha picado la curiosidad por la dualidad de su personalidad que señalas: la forma en que se muestra, con arrogancia y engreimiento, para no tener que reconocer lo que es en realidad, alguien mucho más vulnerable y menos seguro de sí. Solo por eso ya creo que la novela resultará muy interesante.

    Me apunto el título y creo que la leeré pronto porque no tiene nada que ver con lo que he estado leyendo últimamente y me apetece mucho un cambio. ¡Gracias por una reseña tan buena, Paloma!

    Un beso de viernes.


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    1. Hola, Julia.
      Yo también suele intercalar lecturas diferentes para variar. En este caso no es una novela al uso, porque acción no hay mucha, pero el protagonista que habla en primera persona, se nos muestra a través de sus pensamientos y con las cosas que le han pasado y que también él cuenta.
      Al principio te cae fatal, es antipático, engreído y muchas más cosas pero poco a poco sientes ternura por él. Es curioso cómo el escritor juega con el lector, eso me parece muy meritorio. Yo creo que te gustará.
      Un besote.

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  9. Aparte de recordarme la película, me has recordado una serie Británica que no se si conoces "ARRIBA Y ABAJO", es una serie en donde se refleja muy bien el trato del mayordomo con los señores y el papel de cada uno, es una de las mejores que he visto en TV extranjeras.
    Gracias por una reseña tan buena y sin duda tal y como la describes en ella merece la pena de modo que me la apunto, ay siempre ando acuestas con lista pendiente, en fin poco a poco que a todo se llega.
    Un besote.

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    1. Hola, Tere.
      La serie Arriba y abajo yo también la recordé cuando estaba leyendo esta novela. Este mayordomo es un exponente de esa época tan británica donde los criados y los señores convivían de manera algo estirada pero convivían al fin y al cabo. Se podría decir que este libro te muestra los sentimientos de quien tiene que vivir "abajo" pero que se siente afortunado y privilegiado por acabar ahí.
      Espero que tengas un hueco para leer esta novela, seguro que te gusta.
      Un besote.

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  10. No me atraen este tipo de historias donde las clases sociales se muestran con toda la crudeza que en siglos pasados tenían.
    Los mayordomos por mucha dignidad y grandeza que tuvieran, no dejaban de ser criados y parte de la servidumbre. El engreimiento de los amos se contagia a estos personajes con mando sobre sus inferiores. Los ingleses sobre todo (Por las películas y series vistas) Son los más insufribles de todos y los más estirados.
    Por muy premio nobel que sea el autor, creo que no lo leeré.
    Un beso.

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    1. Hola, Javier.
      La genialidad de este libro estriba en presentar los pensamientos de un criado (por muy mayordomo que sea es un criado al fin y al cabo) y mostrárnoslo como alguien orgullo de tener que servir, de ver dignidad y grandeza donde ninguno desde fuera la puede ver. Aunque no convence al lector (a mí, desde luego no me convenció) porque en realidad es un pobre infeliz. Esa dualidad es la que me gustó ver según leía.
      En cualquier caso, hay momentos en que hubiera estrangulado al pobre Stevens de lo insufrible que se muestra.
      Un beso.

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  11. Muy bonita reflexión, desde luego Stevens no es tan malo como a primera vista parece, porque bajo esa soberbia se oculta un ser desvalido y desorientado. Está muy bien que traigas esta novela a colación, todo un clásico.
    Un abrazo.

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    1. Hola, Gerardo.
      El apellido tan japonés del autor me echó un poco para atrás, pero una prima mía me recomendó esta novela, también había leído buenas críticas sobre el escritor en el blog de Rosa, así que me animé y no me arrepiento. Es todo tan "british" que el que aparezca en la portada Kazuo Ishiguro parece una broma, ja, ja, ja.
      Un abrazo.

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  12. Hola Paloma justo ayer que estuve de librerías físicas lo tuve en la mano y al final lo acabé dejando porque me sonaba a japonés y no consigo cogerles el gusto aunque ya había leído que el premio Nobel es un japonés no japonés y quizás es eso lo que destacas en su manera de escribir. Igual vuelvo a ponerlo en mi lista de posibles autoregalos para el lunes.
    Besos
    Pd ¿he leído que te vas de viaje? ¿Venecia? Uyyy ya nos contarás, me encanta.

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    1. Hola, Conxita.
      De japonés este libro solo tiene el nombre del autor, lo demás es completamente británico. Yo también tengo atravesados a los escritores nipones, pero se ve que éste al haber crecido en Gran Bretaña no muestra ese lado tan oriental, al menos en esta novela.
      Un besote, guapa.
      P.D. Ya volví de Venecia, fue un viaje de celebración de las bodas de plata. He vuelto enamorada de esa ciudad única. Puede que escriba algo para la sección "Do you speak English?" pero me da cosa hablar en plan de broma de una ciudad tan bonita y tan encantadora.

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  13. Tengo a este autor pendiente desde hace años. Sólo he visto las películas en las que se basan sus libros y todas me han gustado mucho. Primero empezaré por Nunca me abandones y después leeré Los restos del día. Tengo las dos novelas compradas desde hace bastante tiempo.
    Creo que lo voy postergando porque tengo la sensación de que en cuanto lo descubra haré un ciclo Ishiguro, quiero decir, que estoy esperando el momento para dedicar mis lecturas a él por completo.
    Eso sí, mientras lea no podré quitarme la cara Anthony Hopkins y Emma Thompson de la cabeza jajaj
    Genial reseña guapa, me ha gustado mucho! muaaa

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    1. Hola, María.
      Las caras de Hopkins y Thompson a mí no se me quitaron de la mente en toda la lectura. Fue inevitable poner esos rostros a los dos personajes. No recuerdo mucho la película pero creo que no se ahondaba tanto en la forma de pensar de Stevens, y ahí la novela puede que tenga mucho más peso.
      Desde luego la manera de narrar de Ishiguro es muy buena. Este es el primer libro que leo de él, y estoy segura de que no será el último.
      Un besote grande, guapa.

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