Leer, el remedio del alma

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Imagen creada por Ilea Serafín

20 de junio de 2021

Viaje a Mordor (Segunda Parte)

 

Al día siguiente y después de recuperarme del ascenso a ese lugar inhóspito que está más allá de la Laguna Negra (y del susto de sentirme perdida en medio de la nada), decidí cambiar de zona, por ver si la meteorología era más benigna. Me fui a la provincia de Burgos, a visitar más lagunas, en este caso las de Neila.

Esa parte de Burgos también forma parte de la España vaciada y, por desgracia, se encuentra igualmente bajo los dominios del Señor de los Anillos porque sigue perteneciendo a Mordor; incluso más cerca del lugar donde habita Sauron porque si la niebla en la Laguna Negra era espesa, en Neila era una especie de sopa de agua que te empapaba hasta los huesos y dificultaba la respiración. O sea, salí de Guatemala para entrar en Guatepeor.

Pero la obstinación es un rasgo que caracterizaba a nuestro grupo y no nos amilanamos, seguimos adelante y nos dispusimos a visitar las lagunas de Neila.

Las lagunas de Neila son un conjunto de lagos formados en unos circos glaciares rodeados de picos de unos 2000 metros de altura, al sur de la sierra de la Demanda y al oeste del parque natural de la Laguna Negra. Son bastantes y tienen nombres variopintos: Negra, Cascada, Tejera, Haedillo, Larga, Pardillas, Patos, etc.

Creo que pasé bordeando la mayoría, pero no estoy segura porque lo único que acerté a ver fue un reborde con algo de agua y nada más. Si el día anterior se veía poco, el de Neila simplemente no se veía nada. De hecho, empecé a sospechar que estábamos, no ya no en Mordor, sino en el limbo donde van a parar las almas que no se merecen ni el paraíso ni el infierno y están condenadas a vagar eternamente; desde luego estuvimos vagando varias horas más perdidos que un pulpo en un garaje, y encima calados hasta los huesos porque la niebla era simplemente lluvia en suspensión (creo que la humedad relativa era de un 200%).

En algún momento de nuestro errático deambular pasamos por un sitio que era la Laguna Larga según se leía en un cartel (al que tuve que pegar la nariz literalmente para poder ver lo que ponía). Si la laguna era larga o corta yo no lo sabría decir, tan solo vi un palmo de agua, lo que había más allá era cuestión de echarle imaginación. Después estuvimos a los pies de la llamada Laguna de los Patos, no vi la laguna y mucho menos a los patos, pero el GPS del reloj de mi marido decía que estábamos ahí, así que así sería.

Laguna Pardillas, o puede que fuera la de Haellido, o un charco, no sé

Mirador desde el que se puede disfrutar de una fantástica panorámica de las lagunas de Neila (cuando hace sol, el día que fui yo no se veía un carajo).


Así pasamos la mañana, en busca de las lagunas perdidas o escondidas, sin ningún éxito porque, en esta ocasión, la niebla no solo no levantó, sino que se puso a llover y ahí ya sí que nos acabó de fastidiar.

Decepcionados por tan estéril caminata nos encaminamos al pueblo que da nombre a la zona: Neila.

El pueblo de Neila es un claro exponente de la España vaciada, con una población cercana a los 150 habitantes, sus calles respiran tranquilidad y una soledad absoluta.

Allí nos esperaba un guía local que dejó sus quehaceres diarios para documentarnos sobre la zona. El lugar de las explicaciones fue una antigua iglesia reconvertida en una especie de centro de visitantes (Casa del Parque de las Lagunas Glaciares de Neila); se suponía que ahí estaríamos resguardados de la suave pero persistente llovizna que estaba calándonos desde el principio de la mañana. Francamente, yo hubiera preferido que nos explicara en la calle, sí es verdad que en el interior no llovía, pero hacía un frío de mil demonios (y eso que era una iglesia), lo que sumado a las ropas empapadas que llevaba, provocó que me congelara.

Cuando el guía terminó su explicación sobre la flora y fauna del lugar, yo había ejecutado ya varios zapateados que hubieran sido la envidia de más de un bailaor flamenco; no es que me guste ese tipo de baile, pero o sacudía los pies contra el suelo o estaba segura de que mis piernas empezarían a necrosar por falta de riego sanguíneo a consecuencia del frío que allí estaba pasando.

Salimos al exterior e hicimos un corto recorrido por las calles del pueblo ―corto porque el pueblo se atraviesa en cuatro zancadas―. Durante el trayecto no nos cruzamos con nadie, nos dijo el guía que estaban todos en misa y yo deseé, por el bien del reuma de los habitantes de Neila, que en el interior de aquella iglesia hiciera más calor que en la que yo había estado escuchando las explicaciones del guía porque si no era como para que todo el pueblo se hiciera ateo sin remisión.

El paseo fue muy instructivo porque, además de conocer la casa donde se escondió el cura Merino (un bandolero/guerrillero eclesiástico que estuvo tocando las narices a las tropas de Napoleón cuando nos invadió), vimos las famosas ovejas churras y las ovejas merinas y me enteré de la diferencia entre unas y otras, aunque lo que no me quedó claro es por qué se dice que no se deben mezclar churras con merinas, porque ahí estaban todas mezcladas y revueltas y se las veía muy bien avenidas.

Ovejas churras y merinas mezcladas (el refranero no siempre acierta). Las ovejas churras son las que tienen manchas negras en la cara, las merinas son las otras.

Plaza de Neila, centro neurálgico del pueblo.


Casa donde residía el cura Merino cuando Napoleón le daba tregua y podía dejar el monte para pernoctar.


Después de tanto paseo y explicaciones se nos echó encima la hora de comer y nos dispusimos a comprar pan para hacernos unos bocadillos, pero nos quedamos con las ganas. Resulta que al panadero que se acerca al pueblo a suministrar el preciado alimento se le había roto la furgoneta por lo que ese día no había pan. Inconvenientes de la idílica y romántica España vaciada: mucha tranquilidad, mucho aire puro, pero como el panadero no pase la ITV te quedas sin bocata.

Regresamos a Madrid antes de tiempo, total allí no se veía nada y tampoco podíamos comer... En cuanto nos alejamos de la zona, un sol espléndido y un buen calorazo nos acompañaron de vuelta a la gran urbe. Una vez en Madrid, vimos que los transeúntes iban con tirantes y pantalón corto mientras que nosotros íbamos con forro polar y chubasqueros. Es lo que tiene viajar a Mordor: al regresar a la comarca natal el cambio es muy brusco.

FIN







18 comentarios:

  1. Muy entretenido Paloma.¿ Para cuándo el siguiente viaje y la consiguiente crónica? Un besazo.

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    1. Hola, Pura.
      Pues si el tiempo y la pandemia me lo permiten, el próximo viaje será a las Islas Afortunadas porque tengo mi pasaporte Covid y porque tengo un bono de unos billetes de avión de un viaje que no pude hacer al confinarnos la primavera pasada y que Air Europa se negó a devolverme el dinero.
      Espero que en Canarias la meteorología sea más benigna, aunque con la mala suerte que tengo últimamente no descarto que nos nieve a pesar de que voy a ir en agosto. Ya veremos.
      Un besote.

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  2. Vaya viaje más accidentado y oscuro. Y encima no poder ni siquiera disfrutar de una reparadora comida, aunque fuera un bocadillo. Y el caso es que la zona debía de ser preciosa con sol y calorcito. Algo que ya nos está faltando también aquí en León. Como siga esto así, pondré la calefacción.
    Un beso.

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    1. El cambio climático nos está volviendo locos. Aquí hemos inaugurado el verano con temperaturas propias de otoño, supongo que para compensar que el inicio del mes de junio hizo un calor más acorde con el mes de agosto. En fin, que esto no hay quien lo entienda.
      A las lagunas de Neila tengo que volver, lo haré bien pendiente del parte meteorológico porque o hace sol y el día está despejado o es perder el tiempo.
      Un besote, Rosa.

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  3. Las fotografías de Neila parecen un decorado, sin vida. Qué pena de pueblos, pero en esas áreas montañosas la vida es muy dura y sin servicios cualquiera vive allí. Una pena lo de la niebla porque seguro que el paisaje es sobrecogedor, a lo mejor pasaste cerca de las minas de Moria y no te diste cuenta, jeje. A ver si este verano tienes más suerte con la España vaciada. En Soria se celebra en agosto el Enclave de agua, un festival de soul-funk muy molón para todos los públicos. Cuando fui se hacía a las orillas del Duero y si, hacia fresquito por las noches.
    Un abrazo.

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    1. Hola, Gerardo.
      El pueblecito de Neila es una preciosidad, pero para hacer unas fotos, pasar un rato y ya está. Esas calles vacías, junto con el calabobos que estaba cayendo, a mí me entristecieron mucho. No me quiero imaginar lo que debe ser eso en invierno, un día tras otro sin apenas contacto con la gente, encerrados en caso (supongo que tiene que hacer un frío espantoso).
      No sé si anduve por Moria, porque como todo estaba vaciado no vi a ningún enano, así que, a saber.
      Las fiestas de Castilla suelen ser muy pintorescas y los certámenes que se celebran colateralmente también, pero creo que se les da poca publicidad. Yo me entero de cosas como la que cuentas del enclave del agua por el boca a boca.
      Tengo apuntado regresar a Neila y ver sus lagunas glaciares porque deben de ser preciosas. A ver si la próxima vez tengo más suerte con el clima.
      Un abrazo.

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  4. Hay pueblos que con solo poner un pie en sus calles parece que has viajado en el tiempo, pero marcha atrás. Tan abandonados como están, dejados de la mano de Dios, no es de extrañar que los jóvenes no quieran quedarse. Aun así, a mí me encanta recorrer sus calles y respirar ese olor a rústico tan peculiar, je,je. En cuanto a la climatología, ese es otro cantar. No sé si lo vuestro fue tan solo mala suerte o esa niebla es una visitante habitual de esos lares. Desde luego, no apetece andar por caminos inundados por una espesa niebla, de esas que te calan hasta los huesos, y poniendo en peligro la propia integridad física. Será cuestión de repetir en otro momento más idóneo, no sin antes consultar la información meteorológica (si la hay, claro está).
    Por lo menos no encontrasteis aglomeraciones, ja,ja,ja.
    Un beso.

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    1. Esos pueblos están muy bien para pasar unos días y desestresarte, pero si vives permanentemente ahí... yo creo que acabaría de los nervios con tanta quietud y tanta soledad (aunque pueda parecer paradójico). La introspección está bien pero dentro de un límite, al menos para mí.
      En primavera la climatología es caprichosa y más en la montaña. A tanta altura que te venga una nube y se quede es más que habitual. No obstante, como tampoco está tan lejos la zona, pienso volver otro finde para ver lo que esta vez no vi.
      Y ya que citas las aglomeraciones, el lugar donde estuvimos y dado el mal tiempo que hacía estaba desierto, pero nos dijeron que en verano aquello es como la Gran Vía, así que no sé yo qué será peor.
      Un besote.

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  5. Que mala suerte tuvistéis y no poder ver nada y encima con frio y lluvia, no ver a nadie en el pueblo, que si debe de ser muy bonito pero da tristeza como tu bien dices. Espero que la próxima que vez que te animes a visitarlo de nuevo tengas más suerte y el tiempo acompañe.
    Eso si, menudo cambio a la vuelta del frio al calor uf.
    Ya he hablado con Jorge y me ha dichoq que hoy habéis tenido hasta frio, envidia sana os tengo jeje porque aquí de los 25 no hemos bajado, me voy a Madrid jeje, quien pudiera.
    Un besote.

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    1. Pienso volver a Neila y ver las lagunas porque me ha entrado curiosidad más que nada. Tendré que fijarme mejor en el parte meteorológico.
      Aquí está haciendo más que fresco ahora mismo; esta mañana he tenido que hacer unas gestiones administrativas cerca de Sol a primera hora y tenía pensado desayunar en la terraza del Círculo de Lectores (ponen unos desayunos de rechupete), pero tuve que desistir porque hacía mucho frío. Increíble para las fechas en las que estamos.
      Un beso grande.

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    2. Perdón, Círculo de Lectores no, Círculo de Bellas Artes (en qué estaría yo pensando, ja, ja, ja).
      Más besos.

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    3. En libros como no jajaja.
      Esa terraza me la apunto en la próxima visita a Madrid, que ganas.
      Un beso grande.

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    4. Para la próxima vista a Madrid.
      Más besos

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  6. Se me ha colado un acento sin querer sorry cosas del teclado

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  7. Es una pena de que el tiempo falle cuando se sale a visitar lugares que se adivina tener un buen paisaje. Visitar la provincia de Burgos hace frio y si encima hay niebla y lluvia es desagradable. La última vez que visité lugares de la provincia llovió y bajó mucho la temperatura en junio. A ver si en Canarias os hace mejor tiempo. Un abrazo.

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    1. Mi padre es burgalés y conozco los veranos frescos de la provincia de cuando pasaba las vacaciones en su pueblo. Eso de dormir con una manta en pleno mes de agosto para un madrileño es raro, raro.
      Esta vez era primavera, ni siquiera verano, así que el tiempo frío tampoco era tan raro.
      Espero que en Canarias nos haga mejor, pero con la suerte que tengo yo con el clima últimamente...
      Un beso.

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  8. ¡Hola, Paloma! Pues la verdad es que en mi caso hubiera disfrutado a base de bien este viaje a Mordor o al pueblo de Sleepy Hollow. La verdad es que me gustan estos parajes solitarios, lúgubres, y desde luego que viviría muy a gusto en esos pueblos. De hecho, estoy convencido que se producirá una vuelta a ellos en algún momento de este siglo conforme se instale el teletrabajo y el 5G ese. Un abrazo!.
    PD Espero que te hayas podido descargar la revista, si sigues con problemas dímelo y busco la manera de enviarte el archivo. Un abrazo!

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    1. No se me ocurrió pensar que estaba en Sleepy Hollow, pero después de la caminata infructuosa solo me faltaba encontrarme con un jinete decapitado, hubiera sido el colmo.
      Yo no creo que se vuelva a esos pueblos por mucho que el confinamiento nos haya hecho añorar los espacios abiertos. Se ha dado una imagen idílica de la España vaciada y pocos se dan cuenta de que si se ha vaciado es por algo. El teletrabajo está muy bien, pero socializar a la antigua usanza también, y en esos sitios socializar se socializa lo justo, por no hablar de las infraestructuras, estoy segura de que la wifi ahí no funciona, está encajonado el pueblo entre montañas, apuesto a que ni cobertura de móvil hay en la mayoría de los sitios.
      Un abrazo.
      P.D. He podido descargar la revista ya, sin problema esta última vez. Gracias.

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Hada verde:Cursores
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