DÍA 20 (1/06/2020)
Me he apuntado en un canal de YouTube para hacer ejercicio. Una monitora de pilates se ofrece a dar sesiones gratuitas desde su domicilio y he aprovechado la ocasión. La iniciativa se llama “El gimnasio en casa”. No sé a qué casa se refiere, debe de ser la suya, desde luego en la mía no se puede tener un gimnasio. Al hacer los giros de cintura con los brazos extendidos me he cargado una figurita de cristal recuerdo del viaje a Venecia y he sobado la pantalla de la televisión. Mañana haré este ejercicio con el trapo del polvo y aprovecho el rozamiento.
Como ni siquiera tengo sitio para la pelota de pilates, he usado una de tenis, pero no es lo mismo. Cuando he hecho el ejercicio número cuatro que consiste en apoyar la espalda sobre la pelota y rodar sobre ella creo que me he provocado dos hernias discales.
DÍA 24 (5/04/2020)
Conocer las cifras de contagiados y de fallecidos por el coronavirus me está sentando fatal, pero poner nombre y cara a las víctimas es aún peor. Hoy me he enterado del contagio de celebridades por todo el mundo y me he agobiado mucho más. Se han infectado Bolsonaro, el príncipe Carlos de Inglaterra, el tigre del zoo de Nueva York y Boris Johnson. No he podido evitar emocionarme y hasta me he puesto a llorar. ¡Pobre tigre!
Parece ser que los felinos también son vulnerables al Covid-19, al tigre neoyorquino se lo pegó su cuidador, así que los humanos podemos infectar a otras especies. Lo de que los felinos nos lo puedan a pasar a nosotros dicen que no está claro. No pienso arriesgarme; he cogido los peluches de los aristogatos que tiene mi hija guardados en un arcón y los he metido en lejía.
Las gatas blancas se han quedado más o menos igual, los gatos han perdido el color, creo que con ellos he llegado tarde y debían de estar ya infectados. O puede que haya sido la lejía que se ha llevado el tinte. Les daré los datos a los chinos y que ellos los evalúen.
DÍA 26 (7/04/2020)
Hoy he utilizado Skype para hablar con la familia. Quedamos antes por wasap para ver qué hora nos venía bien a todos, ha sido complicado, algunos tenían que bajar la basura, otros pasear al perro siete veces y la mayoría había ya quedado para ver teatro, asistir a un club de lectura online o simplemente tenían que dormir. Al final hemos encontrado un hueco y nos hemos conectado.
Éramos doce: tres primos de La Coruña, dos tías de Bilbao, cuatro primos segundos de Asturias, una prima de Getafe y una señora rubia con gafas que no conocía pero que resultó ser una prima de San Sebastián de la que no tenía noticias desde hacía más de diez años.
La calidad de la conexión no era muy buena, además había retardo entre el audio y la imagen por lo que cuando yo veía a mi primo Pepe mover los labios, lo que se oía era la voz de mi prima Manoli. Encima, nos hemos puesto a hablar todos a la vez.
Me han llegado informaciones confusas: al tío Anselmo de 97 años le van a hacer un ERTE, la hija de 10 años de mi prima Celia se jubila dentro de tres meses y el perro de mi tía Rosa se está sacando el carnet de conducir.
Cuando hemos desconectado me he quedado con la sensación de que no conozco bien a mi familia. Tengo que arreglar eso, a ver si repetimos estas quedadas virtuales y me pongo al día.
Continuará…
Lo del skype es tal como lo cuentas, y encima si la conexión es mala es como si te estuviera vacilando el sistema y oyes pero no ves o ves pero no oyes, cuando no las dos cosas a la vez. Las malas noticias son que el trump no coja todas las infecciones juntas y se embarque con sus locuras y dislates al infinito y mucho más allá.
ResponderEliminarUn beso y gracias por la diversión.
A mí estas vídeo conferencias masivas me ponen nerviosa porque no me entero de nada, hace ilusión ver a tanta gente junta pero la verdad es que agobia, y si es de tipo lúdico, bueno, te lo tomas a bromas y te echas unas risas, lo malo es cuando son de trabajo, entonces sí que me agobio porque si no me entero tengo un problema.
EliminarLo de Trump es para llevarlo ante el tribunal de derechos humanos, te has enterado de la última sugerencia para tratar el coronavirus? A ese hombre yo lo metía en la cárcel y con un bozal.
Besos.
Yo solo hago una videoconferencia por whatsapp los jueves. Somos cuatro parejas y la verdad es que es un lío. Ese retardo en la voz lo hace todo más difícil, aunque, como dice uno de mis amigos, es porque ese método es para hablar de uno en uno, cosa a la que no estamos acostumbrados.
ResponderEliminarYo fui más expeditiva que tú. Una vez que mi hijo tenía una especie de surcos en el cuero cabelludo y se le desprendían escamas, pensé que tenía sarna o algo así. Cogí todos los peluches y los tiré a la basura. El pobre tenía una dermatitis atópica, pero se quedó sin peluches.
Un beso.
Cuando queremos hablar con un matrimonio amigo, a veces lo que haceos nosotros es poner el manos libres y hablamos los cuatro juntos, ahí no hay imagen pero tampoco hay retardo y la conversación es más o menos llevadera, pero eso no sirve cuando se quiere hacer con más de una llamada, claro. De momento, y de manera algo más usual, este método lo usamos con mi suegra para que hable con mi hija y con su otra nieta, al menos las puede ver y oír.
EliminarYo también hice una buena limpia de peluches en su día pero algunos fueron indultados por mi hija, después de pasarlos por la lavadora acabaron guardados en una caja y ahí están, además, a Marie (la gatita blanca de los aristogatos) le tiene un especial cariño, así que esa se salvó de la basura.
Un besote, Rosa.
Eres estupenda contando lo que te pasa en casa, con la familia y con Skipe. Me has sacado una sonrisa. Una carcajada la evito porque no sabes que mal lo paso porque me mueve las flemas de pecho, me pongo a toser y me ahogo. Un abrazo.
ResponderEliminarAy, Mamen, cuida esos bronquios que la cosa no está para necesitar ir a un hospital.
EliminarProcuraré no provocarte carcajadas que no quiero que lo pases mal ;)
Un besote y cuídate mucho.
Ja,ja,ja. Lo de la video-quedada ha sido genial. La falta de sincronización o desfase entre imagen y sonido es demencial. Así no es extraño que sea como jugar al juego de los disparates. Nosotros (mi mujer y yo) también quedamos con miembros de la familia (suegra, cuñaos e hijas) y lo máximo que hemos hecho es una video-llamada a tres bandas: 1) mi mujer y yo, 2) nuestra hija menor y 3) nuestra hija mayor con nuestra nieta de casi cinco años. Ah, y nuestro yerno, pero este solo asoma la cabeza para decir hola y adiós, je,je. Lo de hablar todos a la vez tambien nos ocurre. Yo, como estoy en franca minoria entre tantas mujeres, me mantengo callado a no ser que me pregunten y voy asintiendo con la cabeza y sonriendo, les doy la razón en todo, tengamos la fiesta en paz, ja,ja,ja.
ResponderEliminarUn beso.
Sabia actitud, Josep Mª, lo de permanecer callado, ja, ja, ja, además, en boca cerrada no entran moscas.
EliminarNosotros solemos usar este tipo de comunicación con mi suegra, mi sobrina y nosotros, pero a veces, y esto no lo he contado en el diario, además del retardo se da el mareo provocado porque mi sobrina agarra el móvil y se pone a corretear por su casa de un lado a otro con la cámara mirando al suelo o al techo, ni te cuento lo mareante que es eso.
En fin, yo creo que a estas tecnologías les falta afinar un poco, o puede que seamos nosotros los que nos tengamos que preparar mejor.
Un besote.
Ja, ja, ja... Por cosas así no tengo móvil. Desde luego que estás sacando una punta divertidísima al confinamiento con todas estas anécdotas con las que todos nos vemos reflejados. Un abrazo!
ResponderEliminarNo sé cómo puedes vivir sin móvil, de verdad te lo digo, David. Yo no me considero especialmente adicta a ese aparato pero reconozco que el día que salgo y me lo dejo en casa, siento como que voy desnuda. Claro, que eso era cuando se podía salir de casa, de hecho, ahora el móvil lo tengo bastante apartado.
EliminarUn abrazo.
Me parto con tu díario del confinamiento, que bueno.
ResponderEliminarEn cuanto a las sesiones por Skype yo las mantengo con Jorge, y con mi problema de audición no veas la que lió, y encima me dice el pobre mamá que no he dicho esto he dicho lo otro, y nos partimos de la risa, y hasta a veces parece que en vez de una video llamada mantengamos un dialogo de besugos, jeje, pero bueno al final le entiendo, pero y las risas que nos pegamos? jejee, eso si lo echo de menos no te puedes hacer una idea.
En cuanto al ejercicio, me lió a limpiar la casa y acabo tan cansada que no me apetece ponerme a hacer ejercicio, pero como esto siga así tendré que plantearme hacer algo de ejercicio aunque no paro, y bueno luego encima mi marido se ha bajado un montón de juegos para la wii y con eso también me muevo, jeje, entonces lo compenso creo.
Gracias por este diario y sacarme unas risas maravillosas, y es que al final a este confinamiento le estoy sacando muchas cosas positivas, ojalá lo hubiera hecho antes, porque lo hubiera llevado bien desde el principio pero chica, no es cuestión de cuando si no poder sacar esa parte positiva.
Un besote.
Yo también intento hacer ejercicio, pero por mi cuenta porque los tutoriales que hay por ahí son muy poco prácticos, cuando veo al monitor o a la monitora haciendo gimnasia en un jardín o en una terraza tan grande como mi propia casa, ya veo que eso es utópico para mí (independientemente de la dificultad del ejercicio en cuestión). Así que he desengrasado la bici estática y con eso me apaño más o menos (algo contaré al respecto en el diario).
EliminarMe alegro que este disparatado diario te arranque una sonrisa, en estos tiempos hay que hacer de tripas, corazón, y procurar despejar un poco la mente de tanta mala noticia .
Un besote y cuídate mucho.
PD. Cuando hables con tu hijo, dale de mi parte recuerdos y mi enhorabuena por ser tan sensato al quedarse en Madrid para no poneros en riesgo, todo un ejemplo.
Muy divertido. Nosotros nos tomamos un vino los viernes y los sábados los amigos, la familia no, que somos muchos y la mayoría demasiado torpes con las tecnologías. No sé la aplicación que usamos, el listo del grupo nos manda una invitación diciendonos que ya esta abierto el bar, y como no podemos ser más de diez a la vez vamos entranto y saliendo, y la verdad que pasamos un rato agradable una vez que ya hemos aprendido lo de apagar el micro cuando no hablamos y retirar el papel con el que tenemos tapada la camara del portatil como es mi caso. Bueno maja que nos sigas contando cosas. Un Abrazo.
ResponderEliminarQué bueno, Pura, lo del bar en el que vais saliendo y entrando para no pasar de diez, eso es una preparación a lo que nos va a pasar a todos cuando podamos salir a la calle, el aforo limitado de muchos sitios, incluidos los bares (los de verdad), ja, ja, ja.
EliminarYo tengo una especie de pestaña que se abre y se cierra en la cámara web del portátil y me ha pasado, como a ti, más de una vez, que se me olvida abrlrla y cuando me encuentro que no salgo en la imagen empiezo a darle a la configuración del programa pensando que es otro el problema.
Como a todos vosotros, este confinamiento me está dando mucho material de situaciones extraordinarias, intentaré sacarle el lado divertido, ya os mantendré informados.
Un beso y tómate ese vino con salud.
Saludos, Kirke.
ResponderEliminarAunque te lo he dicho en Facebook, te lo vuelvo a decir por aquí: me parece genial tu diario. Se agradece la nota de humor que pones ante tanta noticia chunga.
Un abrazo.
Hola, Pedro, me alegra saber que esto puede arrancar alguna sonrisa. Desde luego, a mí me supone una válvula de escape para tanto mal rollo como hay por ahí, en forma de trágicas noticias con las cifras del coronavirus y en forma de actitudes deleznables con algunos políticos y otros descerebrados que van a su bola.
EliminarEspero seguir teniendo el ánimo para buscar el lado divertido porque te confieso que, a veces, no me apetece nada, pero afortunadamente se me suele pasar.
Un abrazo y cuídate mucho.
Yo debo de ser muy antigua, porque lo del skype y las videoconferencias por WhatsApp me parecen un tema propio de la NASA. Además, yo ya me conozco bien a todos mis interlocutores, así que ¿para qué quiero enseñarles mi chándal y ellos a mí sus pijamas? Prefiero recordarles guapos, con el pelo bien cortado y a cada cual con el glamour que tuviera en la época de "antes de", ji, ji.
ResponderEliminarComo siempre un diario ocurrente que nos hace sonreir en estas fechas en las que no tenemos muchos motivos. ¡Muchas gracias, guapa!
Un beso grande.
Lo de aparecer en chándal o con los pelos de aquella manera es un fallo, sobre todo cuando se hacen las llamadas por sorpresa (alguna me ha caído a mí con la vídeo llamada del wasap en un grupo). Por eso es mejor avisar y quedar, para que al personal le dé tiempo a arreglarse un poquito, ja, ja, ja.
EliminarA mí me gustan esas quedadas porque te ves con mucha gente y la verdad es que es divertido, pero si es en plan de amigos o familia. A veces tengo que recurrir al skype con gente del trabajo y ahí ya no me divierto tanto, porque cuando no me entero bien de lo que se está decidiendo me agobia muchísimo.
Encantada de que nos podamos echar unas risas con estas cosas tan raras que nos pasan a todos por culpa del confinamiento.
Un besote , guapa.
Buenísimo, Paloma. Cda día me divierto más leyéndote. Lo de Skype es tal cual, pero no dirás que aparte del cachondeo que introduces en tu escrito es algo fantástico. Yo en diez minutos tengo club de lectura por videollamada. Ya lo hemos practicado hará cosa de diez días y quedamos muy satisfechos. Hoy es sábado pero como los Jefes nos tienen encerrados en casa pues es un día como otro cualquiera para pasar un buen rato hablando de libros y de lo que surja, que siempre surgen cosas.
ResponderEliminarBueno, chica, que el confinamiento te/nos sea leve. Roguemos a quien sea que no se haga costumbre porque me temo que esto (declarar estados raros) puede llegar a ser más viral de lo que parece.
Cuídate mucho. Un beso
Hola, Juan Carlos.
EliminarA mí esto de estar encerrada, entre otras cosas, es que me hace confundir los días, los lunes con los viernes, algo que también me está dando problemas, ya lo veréis.
Y menos mal que como mi marido trabaja con horario de oficina es él el que nos avisa que hay fines de semana, que si no...
Esas quedadas virtuales son divertidas aunque algo caóticas.
Un besote y cuídate tú también.
¡Es divertidísimo leer tu diario!¡Cuánta crítica en clave de humor! ¡Me encanta , Kirke!
ResponderEliminarEspero la continuación
Besos
Gracias, Rita.
EliminarMe alegro que te diviertas, al menos sirve para airear un poco la mente.
Un besote.