DÍA 12 (24/03/2020)
He ido al súper de al lado de casa porque necesito el papel higiénico ya; quise comprarlo en el mercado negro, pero ahí tampoco había. Como no tengo mascarillas, he seguido un tutorial que me mandaron por wasap y me hice una con la parte de arriba de una botella de leche, poniendo en el tapón un trozo de gasa. Con ella puesta estoy a medio camino entre un minion y un pokemon. Entonces he pensado en ponerme un pañuelo anudado a la cara, pero me ha dado miedo que me tomaran por un atracador. He preferido salir a pelo para no llamar la atención.
Cuando he llegado al súper, todo el mundo llevaba mascarilla menos yo, así que todos se me han quedado mirando. Debería haberme puesto la mascarilla de la botella de leche, seguro que habría pasado más desapercibida.
Cuando he llegado al súper, todo el mundo llevaba mascarilla menos yo, así que todos se me han quedado mirando. Debería haberme puesto la mascarilla de la botella de leche, seguro que habría pasado más desapercibida.
Juraría que algunas de las miradas de los clientes eran de admiración, incluso me ha parecido oír un tenue aplauso cuando he pasado por charcutería. Una chica se hizo un selfie conmigo (no sé qué habrá salido porque ella estaba en la sección de verduras y yo en la de los lácteos). Mientras esperaba para pagar en la caja, un señor bajito me ha preguntado si soy de Bilbao.
DÍA 14 (26/03/2020)
Quiero mantenerme informada y me he puesto a la tarea. Hoy he leído cinco artículos de otros tantos periódicos, he escuchado dos tertulias televisivas y he visto un telediario. En ellos opinaban sobre el coronavirus varios periodistas (dos de ellos, deportivos), un político licenciado en derecho, un economista y una señora que estaba en la calle paseando al perro y a la que le han preguntado. Han hablado de vacunas, tratamientos, anticuerpos y alguno hasta se ha arriesgado a decir las palabras «autoinmune» y «monoclonal», pero tal cual lo han dicho me han desbaratado lo que yo sabía sobre el tema y pienso que el confinamiento me hace perder la memoria. He repasado mis libros y apuntes de la carrera. Mi hija, al verme con los apuntes de microbiología me ha hecho un examen y he aprobado con nota. No tengo problemas de memoria, debe de ser cosa de los informantes que, o no se saben expresar o no tienen ni puñetera idea de lo que hablan.
He de buscar la información en otro sitio. Tengo una bola de cristal guardada en el trastero, es posible que me valga, seguro que no me puede ir peor.
DÍA 16 (28/03/2020)
Mi vida social se ha reducido a salir por la ventana a aplaudir a las ocho y espero el momento con verdadera ansiedad, así que me arreglo, me pongo tacones y me maquillo. Mi marido me dice que para qué, los tacones no se ven porque el balcón está tapado por debajo y el maquillaje tampoco se ve porque es de noche. Me da igual.
Reconozco que ahora mismo no sé muy bien qué es lo que estamos aplaudiendo. Al principio era para apoyar a los sanitarios, luego también a la policía. Hace una semana un vecino añadió a voces a los trabajadores del Mercadona, luego otro dijo que qué pasaba con los del Carrefour, y otro más dijo que los del Lidl también. Dos días después se añadió a los de la UME y a los bomberos, y un señor del bloque de enfrente pidió por su cuñado que está en Segovia cuidando de un albergue para perros abandonados.
Ayer se lanzaron vivas a la Sanidad, a España y a nuestro barrio, hoy además se han gritado vivas a la madre que nos parió a todos.
Continuará…
En cuanto se entiende un poco de un tema se da una cuenta de los errores que se cometen en los medios de comunicación y siempre me pregunto qué sucederá con aquellos temas de los que no tengo la más remota idea. Teniendo en cuenta que se cometerán los mismos errores se concluye que la información que recibimos es bastante deficiente en cuanto hay un asunto que requiere conocimientos aparte de lo que pasa cada día en las calles.
ResponderEliminarLa última vez que estuve en León compré algo de ropa y estoy yo también por ponérmela para salir al jardín a tomar el aperitivo de cada día. Cada vez que abro el armario y la veo...
Habrá que esperar que esto pase antes del otoño y la pueda estrenar.
Un beso.
Yo también pienso lo mismo, Rosa, que en las cosas que no entiendo seguro que también nos meten gazapos pero no las pillo y me las puedo creer. Es una desgracia que el nivel informativo sea tan malo.
EliminarEn cuanto a la ropa yo no tengo nada por estrenar pero también te digo que estoy hasta las narices de ponerme siempre chándal y ropa cómoda, estoy añorando los tacones y las medias y eso que "antes de" no me los ponía con frecuencia.
En fin, esperaremos para vestirnos "comme il faut"
Besos
Ja,ja,ja. Esto será como la Antología del disparate. No sé si ese virus emitirá efluvios que se expanden por el aire que respiramos, pues parece que está alterando el comportamiento humano "normal". Unos dicen que el confinamiento afecta a la mente y de ahí esas reacciones atípicas en personas sensatas. Otros que dispara la imaginación como forma de contrarrestar la depresión que conlleva ese encierro forzoso. El caso es que hay todo tipo de actos, públicos y privados (hasta que dejan de serlo para compartirlos en vídeos "virales") en los que nunca habríamos participado o ejecutado, e ideas de esas que llamábamos "de bombero" y a las que, por tal motivo, ahora debemos aplaudir.
ResponderEliminar¡Vida el humor y la ironía!
Un beso con mascarilla improvisada (menos mal que no la puedes ver, porque, de lo contrario, huirías despavorida, ja,ja,ja.
Yo creo que cuando esto acabe no va a haber suficientes psicólogos para tanta mente torturada como los va a necesitar, hasta el más cuerdo está sufriendo en forma de paranoias los resultados del encierro.
EliminarLo de hacer vídeos en internet gente que antes no lo hacía yo creo que es una manera de socializar, ya que no se puede ir a tomar cañas y hablar con la gente, pues se pone un vídeo, no es lo mismo ni mucho menos, pero menos da una piedra.
Ya te digo que las consultas de los psicólogos se van a petar cuando esto termine.
Yo ya tengo un buen surtido de mascarillas caseras y no sé si me atreveré a ponérmelas para salir a la calle, pero me las guardo como recuerdo, ja, ja, ja.
Un besote.
Muy divertido, y realista, yo el primer día de los aplausos sali, sola y batí las palmas solo dos o tres veces, porque me dio vergúenza por si estaba haciendo el ´ridiculo, y me meti pronto en casa, el segundo día sali con una sarten y un cuchara de madera y desperte a todo el barrio, ahora el día que me retraso veo en la lejanía miradas maliciosas...
ResponderEliminarLo de salir al balcón tiene mucha miga, Pura, que yo creo que más de uno pasa lista, o eso me parece a mí cuando salgo y veo a los de enfrente mirándonos fijamente.
EliminarEn mi barrio, la verdad, es que con el tema de la sanidad siempre hemos sido muy beligerantes y ahora se está notando. Cuando una de las presidentas de nuestra comunidad autónoma quiso privatizar nuestro hospital de referencia, se armó la marimorena, y los balcones se llenaron de sábanas blancas con pintadas en contra. Ahora, con este tema, más de uno ha recuperado aquellas pancartas de balcón y las ha colgado, así que este tema de aplaudir a la sanidad ha calado mucho (hace unos días en un periódico se reseñaba que el fervor en este barrio era especialmente notable).
En fin, tú sal si te apetece y no te preocupes de los demás,
Un besote.
Al final esto va a ser como ir al médico, que sabemos cómo entramos pero no cómo salimos. Y es que nuestras cabezas no dan para tanto.
ResponderEliminarSAludos
Como le comento a Josep Mª, los psicólogos van a tener mucho trabajo cuando el confinamiento acabe porque vamos a acabar todos como una jaula de grillos.
EliminarUn abrazo.
¡Me encanta la frescura de tu particular diario y tu sentido del humor! Buenísimo lo de la mascarilla y el selfie, lo de los tacones, lo de "viva la madre que nos parió a todos", y por supuesto lo de la bola de cristal. Y sí, lamentablemente, creo que se está improvisando sobre la marcha, porque como bien señalas ni los "expertos" tienen idea de cómo actuar.
ResponderEliminarUn saludo y cuídate, por favor.
Creo que en este caso, y viendo cómo le va a otros países, vamos a tener que agarrarnos a eso de "mal de muchos, consuelo de tontos" porque, como bien dices, se está improvisando sobre la marcha y algunos expertos o no son tan expertos o es que esto supera a cualquiera.
EliminarEncantada de que hayas disfrutado con este absurdo diario, Rebeca, aún me quedan más desatinos que contar, pero es que yo nunca había estado tanto tiempo encerrada y creo que mi cabeza es muy lenta para asumirlo por lo que no me comporto con lógica. Menos mal que puedo recurrir a la escritura para desahogarme.
Un abrazo. y cuídate también.
Muy divertido tu diario del confinamiento, Paloma. Grandes verdades dichas con humor. Sobre lo de opinar sabiendo o no, culpables los medios de comunicación que sabiéndolo llevan a sus platós o acercan sus micros a cualquiera cuanto menos enterado mejor, pues de lo que se trata es de llenar minutos y si hay follón y controversia mejor que mejor. ¡Una penita!
ResponderEliminarUn beso
Completamente de acuerdo, Juan Carlos, el espectáculo le ha ganado la partida al rigor informativo, la bulla y el follón venden más que una noticia dicha con serenidad y seriedad, y si lo que se cuenta, aunque sea mentira, suscita polémica pues mejor que mejor. Yo no sé si esto es culpa de los informativos o un resultado de la demanda de quienes aceptan esto. No sé, no me voy a poner seria pero creo que a lo peor nosotros, en general, como consumidores tenemos algo de responsabilidad.
EliminarUn besote.
Nos estamos superando a nosotros mismos con tanta inventiva. los despropósitos también son caldo de cultivo para la imaginación desbordante. Esto va a traer a parte de disgustos, que no es para menos el que la gente muera por el virus, pero también unas cuantas anécdotas curiosas.
ResponderEliminarUn beso.
Bien mirado, enfermedad y sufrimiento aparte, lo que estamos viviendo de puertas adentro es bastante hilarante, porque estar todo el día siendo bombardeados con informaciones (algunas dudosas) y sin poder escapar por falta de alternativas, es para que la mente, en un intento de evadirse, cree su propia versión de los hechos.
EliminarMi coco lo que hace ante esto es buscar el lado más chusco y tomárselo con humor. Como se dice por ahí, 'me río por no llorar'.
Un besote.
¡Me encanta tu manera de escribir haciendo siempre las críticas en clave de humor! Es cierto que hoy en día es fácil encontrar en los medios, de información ( televisión, internet, redes...,), hablar a toda clase de gente, que no entiende un carajo y saben dar su opinión y hasta aconsejan lo que se debe hacer.Reconozco que al principio a mí misma, que no entiendo mucho de ciencia, me interesaba todo lo que decían, pero no tardé mucho en darme cuanta de lo poco consisten que era esa información, y busqué otra más consistente de personas que saben de lo que hablan.
ResponderEliminarUn abrazo
Este país se caracteriza por estar lleno de catedráticos que no han pisado un aula en su vida, algo muy curioso, y además son expertos en todas las materias, algo ya extraordinario.
EliminarYo también me creía todo lo que contaban en los medios y eso que se supone que tengo una formación científica, pero cuando algunas cosas no me cuadraban empecé a indagar por mi cuenta y me encontré con mucha porquería disfrazada de información seria, ¡qué chasco!
Es bastante incómodo, pero si una quiere estar bien informada hay que buscar y averiguar de dónde proceden las fuentes.
Me alegra saber que te diviertes leyendo este absurdo diario, para malos rollos ya están los noticiarios.
Un beso.
En este país la opinión ha pasado de ser un derecho a un obligación. Si te inhibes sobre algo porque reconoces que no sabes pareces más tonto que si dices cualquier disparate sin pies ni cabeza.
ResponderEliminarA mí algunos días, enfrascado en algún quehacer, se me olvida salir a aplaudir y me queda mala conciencia, jaja. Pero luego recuerdo cuando intentaron privatizar el hospital de Tomelloso y nos congregamos cuatro gatos para protestar, dándonos de lado los mismos políticos que ahora tienen solución para todo y se me pasa. Hay que estar cuando hay que estar.
En fin, no me entretengo por si se me pasa hoy también me hacen la cruz. Ya bastante tirria me tienen algunos por mis vacaciones de verano.
Un abrazo.
Yo estoy segura que en mi vecindario alguno pasa lista, te lo digo en serio. De momento he salido todos, todos los días a aplaudir y eso que, como tú, a veces estoy enfrascada en alguna tarea y se me olvida la hora que es, pero resulta que hay un vecino que anuncia las ocho de la tarde con una vuvuzela y una bocina (no es coña), así que no hay problema.
EliminarDe todas maneras, me gusta salir a aplaudir porque sé que mis vecinos, al menos la mayoría, lo hacen con la mejor de las intenciones ya que mi barrio fue muy combativo cuando nos quisieron privatizar nuestro hospital de referencia, el de La Princesa. Muchas viviendas se adornaron con sábanas blancas donde se leían frases como "La sanidad pública no se vende" y cosas así, de hecho, ahora algunos las han vuelto a sacar.
Respecto a lo que dices de que opinar ha pasado de ser un derecho a una obligación, estoy completamente de acuerdo. En cualquier cosa de la que se hable, por banal que sea, si te quedas callado parece que eres tonto. ¡País!
Un abrazo, Gerardo.