Leer, el remedio del alma

Leer, el remedio del alma
Imagen creada por Ilea Serafín

5 de abril de 2019

"Absurdamente" (Antología del absurdo II)-Pedro Fabelo


Este es el segundo volumen de una antología que comencé a leer en febrero. Si he tardado tanto entre un volumen y otro no es porque leerla me esté costando trabajo, es que suelo intercalar diferentes temáticas entre mis lecturas y decidí leer otro tipo de obras entre aquel primer volumen y el que hoy traigo. De hecho, el absurdo de Fabelo es muy agradable y digerible en grado sumo.

En esta segunda entrega de relatos me he reencontrado con el humor absurdo que tan buenos momentos me hizo pasar en el primer libro. Las risas regresaron y con fuerzas renovadas.

Una vez más, Pedro Fabelo hace gala de su verbo ágil e incisivo para hacer crítica de todo y de todos vehiculizando su denuncia mediante el uso del absurdo, una herramienta que él sabe utilizar con mucha destreza.

En esta ocasión se puede leer a un autor que ya tiene tablas, este es su segundo libro publicado y ya puede calificarse de escritor, sin medias tintas y sin falta de letras que puedan llevar a equivocación o engaño.

“Sí amigos, desde el día en que publiqué mi primer libro me convertí en un “escritor”, así, con todas las letras. Hasta entonces solo podía decir que era un escritor a medias, es decir, un “esc”, lo cual incitaba a la confusión, pues había personas que me confundían con la tecla “escape” de algunos teclados para ordenador o aplicaciones informáticas.”

Esa experiencia le ha creado una coraza que le hace más fuerte y que se nota a la hora de escribir, o eso he percibido yo. Porque me ha parecido notar cierta evolución respecto al primer libro. Si bien el humor y el absurdo persisten igualmente, en este segundo volumen creo que hay algunos cambios, y todos para mejor.

En este segundo libro he notado a un Fabelo más poético aunque también sumamente pragmático cuando acaba el prólogo porque tiene que poner una lavadora, que lo cortés no quita lo valiente (y la ropa no se lava sola).

Como muestra de esa evolución que cito, en este segundo volumen emplea una técnica que indica una vuelta de tuerca cuando en algunos relatos alude a personajes y situaciones que se han contado en otros previos, esa inter-conexión entre diferentes historias me ha gustado mucho, creo que le da un plus de unidad.

Los registros del autor son muchos y se nota cuando muda de una cuestión a otra haciendo la lectura muy entretenida. Ese cambio se puede ver también en los títulos de sus historias; títulos que tan pronto invitan a la reflexión (El insoslayable tedio de la certeza más absoluta) como llevan a la pura escatología fisiológica (El dulce aroma de tus pedos). Títulos, por otra parte, que despistan mucho en cuanto a contenido, o no, porque en el primer caso se trata de un diálogo divertidísimo entre dos adivinos y en el segundo se trata de una crítica feroz a la estulticia que enseñorea el mundo obsesivo de las redes sociales.

Las reflexiones que se hacen son de lo más variadas y el tema objeto de dichas reflexiones de lo más inusual. Antes de leer este volumen no podría haber imaginado, ni por asomo, la cantidad de expresiones donde aparece la palabra “mierda” y mucho menos que esa información la diera una de ellas (una mierda): absurdo total.

Porque, como no podía ser de otra manera, el absurdo lo domina todo y se encuentra en (casi) todos los relatos. Pero para mí hay uno en que Fabelo lo borda: Profesionalismo. Ese relato debería ser de lectura obligada cuando se dé el tema de humor absurdo en cualquier curso de escritura creativa que se precie.

La experiencia que ya tiene Fabelo como escritor da mucha fuerza a la crítica que aparece en La llamada, un alegato sarcástico y muy duro sobre el mundo de las editoriales y de los éxitos de ventas. Una vez más, Pedro Fabelo no deja títere con cabeza.

Otra muestra de esa vuelta de tuerca que yo he visto en este segundo volumen es que el propio Fabelo aparece en alguno de los relatos haciendo una especie de cameos indirectos donde se habla de su primer libro (fantástica la imagen del conde Drácula leyendo Absurdamente Volumen I). Esta maniobra, que podría interpretarse como autopublicidad, no está exenta de socarronería cuando valora su propia obra no dejándola en buen lugar, algo que denota su excelente sentido del humor y que le augura, si hacemos caso a los estudios científicos sobre el saber reírse de uno mismo, un estupendo bienestar psicológico.

Antes he comentado que Pedro Fabelo tiene muchos registros, pero al final de este libro se da un giro inesperado en su forma de contar las cosas. El último relato, La vieja máquina de escribir Olympia de mi padre, es un texto entrañable donde el autor nos muestra una faceta íntima e intimista rememorando su adolescencia y el vínculo tan especial con su padre a través de una vieja máquina de escribir y de la afición a ver películas VHS, dos elementos que marcaron la evolución de ese adolescente cuando se hizo adulto.

Con ese último relato, además de regalar al lector un poquito de sí mismo, Fabelo nos demuestra que es capaz de escribir con otro estilo diferente y que a mí, particularmente, me gustaría leer en forma de novela, algo, por otra parte, que no me extrañaría que pasara en un futuro. Quién sabe, de este autor se puede esperar cualquier cosa, potencial no le falta y entusiasmo tampoco.



30 comentarios:

  1. Querida Kirke: gracias. Perdón. Rectifico. GRACIAS; así, con mayúsculas.

    Al leer tu reseña (la segunda que haces de un libro mío) no he podido (ni querido) evitar emocionarme. Emociona leer cosas positivas de tu trabajo, de eso que haces con tanto esfuerzo, pasión y dedicación. Porque no concibo el arte de otro modo. Ojalá ese esfuerzo, esa pasión y esa dedicación que aplico a todos y cada uno de los proyectos que decido acometer no me abandone jamás, pues consideraría una falta de respeto hacia el lector no esforzarme al máximo, no aplicar pasión a lo que hago ni dedicarle el tiempo que haga falta para que el resultado de mi trabajo sea algo de lo que pueda sentirme orgulloso el resto de mi vida.

    Cada vez que algún amigo o lector me hace partícipe de sus impresiones en torno a la lectura de alguno de mis libros, siendo éstas amables, generosas, sinceras y emotivas, me siento invadido por una reconfortante sensación de: "Al final, valió la pena el esfuerzo". Atrás quedan esos meses de duro trabajo, corrigiendo obsesivamente y maquetando el texto de manera minuciosa y artesana para darle el mejor aspecto posible a tu libro; esas noches sin dormir porque no sabes por dónde tirar con esa historia que se te resiste; esas horas robadas a tu descanso y tu ocio porque, de repente, te ha llegado una idea que necesitas anotar en cualquier sitio antes de que la olvides; esa angustia que te acompaña en los días que siguen a la salida al mercado de tu libro, aguardando con inquieta paciencia a que empiecen a llegarte las primeras impresiones de tus generosos lectores, esos que, asumiendo el riesgo inevitable que comporta apostar por un autor autopublicado, deciden apostar por ti, algo que nunca agradeceré lo suficiente.

    Vendo poco. No tengo por qué ocultarlo. No necesito hacerlo. Pero me enorgullece poder decir que, de esos pocos libros que vendo, hasta el momento sólo cuento con opiniones e impresiones de lo más positivas por parte de mis lectores. Saber por boca de alguien que mis libros le han ayudado a sobrellevar ciertos momentos difíciles de su vida, o que leyéndome han podido aparcar aunque sea momentáneamente esos problemas que a todos nos agobian en el día a día, o que gracias a mi forma de escribir han recuperado la pasión por el humor literario que creían perdida, eso, amiga mía, no tiene precio.

    ¿Me gustaría vivir algún día de lo que escribo? Por supuesto que sí. ¿A qué autor no le gustaría algo así? Pero, si eso no llegase a ocurrir nunca, confío en tener siempre muy presente las generosas palabras que todos los que han comprado alguno de mis libros me han brindado alguna vez. Con eso no se pagan facturas, pero reconfortan el alma.

    Querida Kirke, muchísimas gracias por esta emotiva reseña. Gracias por devolverme algo que últimamente creía que había perdido.

    Recibe un afectuoso abrazo de un autor agradecido.

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    1. Hola, Pedro.
      Los que por aquí pasan a menudo saben que soy sincera cuando valoro una lectura, no tengo ningún reparo en alabar un libro si me ha gustado, pero tampoco me corto si me ha parecido un rollo o le he visto fallos.
      En este caso me anima más el poder decir que la lectura me gustó porque se trata de un autor novel, sin ningún respaldo de ninguna editorial donde el escritor hace de todo, corregir, maquetar, volver a repasar y publicar. En fin, un trabajo agotador máxime cuando además hay que ganarse las lentejas por otra parte.
      Que no vendas demasiado es algo que a mí me enfurece porque me viene a la mente una de las imágenes que se me quedó grabada el año pasado en la Feria del Libro donde había una cola larguísima para adquirir una novela escrita por una presentadora de televisión y que yo había leído ya para comprobar que la novela en cuestión era una caca de la vaca, pero como la escritora era famosa vendió los libros como churros. Estas cosas son las que me sublevan porque hay muy buenos escritores que al no estar patrocinados apenas se pueden dar a conocer. ¡Qué injusticia!
      De todas formas yo te animo a que sigas insistiendo porque calidad tienes de sobra y aunque la diosa Fortuna te sea esquiva en forma de ventas, puede que algún día cambien los vientos y tú mismo estés en la Feria del Libro firmando ejemplares, de ser así cuenta con mi visita.
      Un abrazo fuerte.

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  2. No me extraña nada que Pedro Fabelo esté contento con la magnífica reseña que haces de esta segunda parte de su Antología del absurdo. El movimiento se demuestra andando y de nada sirve decir que uno apoya a los autores noveles si luego no les compramos sus libros, los leemos y, como muy bien haces tú, los reseñamos a fin de difundirlos entre quienes lean nuestro blog. Me descubro por eso ante ti, porque demuestras con la acción lo que a veces se nos va en pura palabrería. Quiero imitarte en lo que pueda y aumentar el número de autores noveles que leo y reseño. ¡Lo intentaré! Y Pedro Fabelo está entre ellos.
    Un beso

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    1. Hola, Juan Carlos.
      Cuando me topo con casos como el de Pedro Fabelo, un autor novel que autopublica, me gustaría tener un blog con miles de seguidores para así tener mayor difusión la recomendación de la lectura, pero una servidora tiene sus limitaciones y esto es lo que hay.
      Si te animas a leer esta antología comprobarás que todo lo que cuento es cierto, el estilo es muy bueno y la crítica que se hace de algunos temas es estupenda, además el humor impera y las risas están aseguradas.
      Me encantaría leer tu reseña.
      Un beso grande.

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  3. Excelente reseña, Kirke. Comparto tus sensaciones al leer las letras de Pedro. No solo lo considero todo un escritor, sino también una gran persona.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Hola, Ana.
      Sé que tienes un vínculo especial con Pedro cuando leo tus comentarios en su blog y sus respuestas. Yo lo he conocido hace relativamente poco y coincido contigo en que es una excelente persona.
      Un abrazo.

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  4. He leído a Pedro en su blog, pero aún tengo pendiente leer alguno (o mejor todos) de sus libros. Sé cómo se las gasta y a buen seguro que es un placer, así que procuraré no demorarlo más. Además, ¿a quién no le apetece reirse un rato a costa de un humor tan inteligente como el suyo? :))

    Una reseña estupenda, Paloma, sobre todo porque sé que eres sincera en todo lo que dices. A propósito, ya que adviertes una evolución en su manera de escribir, ¿me recomiendas empezar por el volumen dos o crees que debo seguir el orden lógico? :)

    ¡¡Un beso y buen finde, guapa!!

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    1. Hola, Julia.
      A nivel argumentativo no es necesario llevar un orden entre los tres libros (el tercero aún no lo he leído) pero yo leería la antología por orden, así puedes ver esa evolución que yo he notado.
      Si ya conoces a Pedro por su blog creo que ya te puedes imaginar lo que encontrarás en estos libros, el humor ácido y disparatado habitual en él pero en dosis mayores pues empiezas con un relato y no puedes dejarlo, sigues con el siguiente y después con el otro... hasta que te ventilas el libro casi seguido porque la variedad está asegurada.
      Un besote guapa, buen finde también para ti (lo que queda de él).

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  5. Mejor que tu no hay para hacer la reseña de los libros a Pedro Fabelo. Yo he leído los tres y da igual cual se lee primero te ríes con los tres. El humor de Pedro es muy irónico y muy difícil de lograr como lo escribe él. Merece que por lo menos lo difundamos y lo recomendemos para quitar el estrés. Ya mismo voy a colocar la foto de sus libros en el tablón de anuncio de mi trabajo. Allí creo que hace falta el humor maravilloso de Pedro para quitar el Estrés. Un abrazo.

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    1. Hola, Mamen.
      ¡Qué buena idea esa de emplear el tablón de anuncios!
      Creo que hay unanimidad entre todos los que hemos leído estos libros que las risas están aseguradas y que la ironía que emplea Pedro es de un gran ingenio.
      Desde luego el humor inteligente es una buena herramienta para combatir el estrés, ya lo creo.
      Un abrazo.

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  6. Hola.
    Qué bonita reseña, y qué apetecible lectura. El último relato me llama mucho la atención, esa mezcla de máquina de escribir Olympia y las cintas VHS me ha encantado.
    Muy feliz finde.

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    1. Hola, Gemma.
      Ese último relato es encantador y entrañable, rompe con la dinámica del resto de los relatos y hace que termines la lectura con una sonrisa en la cara pensando en la generosidad del escritor que nos regala un poquito de él mismo.
      Un besote.

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  7. ¿Qué puedo decir de Pedro que no haya dicho ya en repetidas ocasiones? Su humor se sale de lo "normal", en el mejor sentido de la palabra, pues es un humor sutil y mordaz a la vez, sabiendo presentar realidades bajo el prisma de la parodia ácida o simplemente original, dándoles a las situaciones cotidianas un giro inesperado.
    Me alegro que le hayas dedicado una reseña tan elocuente y detallada como esta, pues bien se lo merece, él y su Antología que, bien mirado, de absurda no tiene mucho, al menos para los que tenemos un sentido del humor "sano", jeje.
    Un beso para tí y un abrazo para él, que seguramente me estará leyendo.

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    1. Hola, Josep Mª.
      Recuerdo que en las clases de escritura creativa cuando se trató el tema del humor absurdo nos comentaron que el absurdo para ser bueno debe darse en situaciones cotidianas, en escenarios de lo más corriente, para así hacerlas "normales" en cierta manera. Esto es lo que hace Pedro, te pone en un sitio cualquiera y luego le da la vuelta para hacerlo absurdo pero... no tanto si uno se fija bien.
      Sé que eres fan de su estilo como yo porque no hay manera más útil de denuncia que el humor y también una buena vía de escape para tanto agobio como nos regala el día a día.
      Un beso.

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  8. Aun tengo pendiente leer a Pedro. Bueno he leído extractos de sus libros, que me han parecido estupendos, pero quiero leerlos enteros y por orden. Me lo he propuesto varias veces, pero pasan los días, me engolfo con novelas que me atraen mucho y Pedro va quedando relegado. Gracias a esta reseña, que lo vuelve a poner por delante en la lista de pendientes, eso se va a terminar.
    Magnífica reseña. A mí me cuesta mucho hacerlas de libros de relatos. Con la novela me resulta más fácil al centrarme en la historia, pero con relatos, en que hay muchas historias muy distintas, me cuesta. Tú lo has hecho genial.
    Un beso.

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    1. Hola, Rosa.
      Yo también tengo una buena lista de espera en cuantos a libros pendientes, pero una vez que adquirí los de Pedro me salté el orden y no me arrepiento. Su estilo es poco habitual (lo comenté en la primera reseña) y es una pena que no haya más libros así porque rompe con la tónica a la hora de leer, algo que yo agradezco especialmente pues me gusta intercalar diferentes géneros.
      Te doy la razón en que es más difícil reseñar libros de relatos que novelas, pero cuando ves un denominador común como en el caso de Pedro la crónica sale casi sola.
      Un besote.

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  9. Ironía y humor con una pizca de inteligencia,... tiene buena pinta ese cóctel. Creo que me voy a animar!

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    1. Hola, Norte.
      Anímate y lee a Fabelo, te lo pasarás bien y también te hará reflexionar porque algunas críticas son demoledoras.
      Un abrazo.

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  10. Hola Paloma:
    Descubrir a Pedro Fabelo a sido una de las mejores recomendaciones que me podía encontrar. Sus relatos cortos llenos de un humor, de esos que te sacan una carcajada es lo mejor que te puede pasar, y si hay otras cosas que leo, pero no se porque últimamente me apetece distraerme y reirme sobre todo, de modo que Fabelo es una lectura muy apropiada para ello.
    Deseando leer el segundo Volumen y ojalá allá mucho Fabelo para rato, porque tiene madera de buen escritor, eso si, que nunca pierda ese sentido del humor, que es lo que nos da vida.
    Un besote y mil gracias por estas reseñas y tus buenas recomdaciones y al autor lo dicho esperando leerle mucho más veces.
    TERE.

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    1. Hola, Tere.
      Me encanta que te hayas acercado a este escritor gracias a una reseña mía. Desde luego el humor que se gasta es un buen remedio para el estrés y el agobio diario. Desconectar y poder pasar un momento agradable es la mejor terapia, y los libros de Pedro Fabelo son ideales para este propósito.
      Un besote.

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  11. Hola Paloma se nota que lo has disfrutado y así se transmite en tus letras y como seguidora tuya sé que la reseña le hace absoluta justicia al libro de Pedro Fabelo.
    Aún no lo he leído (estoy leyendo muy poquito y tengo una acumulación de lecturas) pero voy a avanzarlo porque creo que debo dar prioridad a todos aquellos compañeros que han puesto tantas ilusiones en las autoediciones de sus libros, echarnos una mano es lo menos que puedo hacer.
    Y sí, me ha llamado especialmente ese último relato que mencionas, más intimista, más cercano y seguro que también en ese género a Pedro Fabelo se le daría bien.
    Besotes bonita y es un gran placer leer a compañeras tan entusiastas y sinceras en sus reseñas.

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    1. Hola, Conxita.
      Si ya conoces por su blog el estilo de Fabelo ya sabes cómo escribe, así que te puedes imaginar la calidad que vas a encontrar entre las páginas de esta antología.
      Yo también tengo una buena lista de pendientes pero a Pedro le di prioridad porque es un tipo de lectura diferente a lo que suelo leer y porque ese humor absurdo es estupendo para desintoxicarse del estrés.
      Ese último relato te deja algo descolocada por ese cambio tan brusco, pero al mismo tiempo es una señal del gusto y del buenhacer que tiene este escritor, además de todo un detalle.
      Un besote, guapa.

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  12. Aún no he leído nada de Fabelo, pero el humor absurdo me gusta bastante así que quizás me animo a leerlo en breve. Estoy con Conxita, el último relato que mencionas ha llamado mucho mi atención!
    Un besito guapa, y genial reseña!

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    1. Hola, María.
      Si te gusta el humor absurdo no dudes en leer esta antología, en ella lo encontrarás y además del bueno.
      No tiene desperdicio.
      Un besote grande.

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  13. Pedro tiene genio suficiente para escribir sin importarle las ventas y las críticas, y figura y letras suficientes para convencer de su buen hacer como escritor.
    El arte es el que es capaz de emocionar y trasmitir sensaciones varias con lo cual, podríamos hablar de de un artista en toda regla, que maneja el absurdo y por lo tanto el humor que conlleva ello.
    Estupenda reseña de un libro que la merece.
    Un beso.

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    1. Hola, Javier.
      Supongo que cuando escribes bien eso ya es bastante para sentirse orgulloso, pero también supongo que si esa forma de escribir bien se traduce en ventas cuantiosas, además de sentirse orgulloso uno puede sentirse más satisfecho, porque, lo queramos o no, el dinero sí tiene importancia.
      Un abrazo.

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  14. ¡Hola, Paloma! Tengo visto a este autor por las redes y alguna vez me he pasado por su blog. Desde luego tiene un fino sentido del humor y eso siempre es de agradecer. Además, el humor es lo más difícil de conseguir en Narrativa. Sin duda estaré atento a estos ejemplares. Un fuerte abrazo!

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    1. Hola, David.
      Estoy de acuerdo contigo en que escribir humor del bueno es muy difícil y es un género que no suele abundar.
      Pedro Fabelo hila fino y además de hacernos reír también nos hace reflexionar pues ese humor suele ir acompañado de denuncia.
      Un abrazo.

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  15. ¡Hola, Paloma!
    Es verdad lo que dices, este segundo volumen me pareció más personal. Que se podía leer entre líneas y visualizar en cierta manera al mismo autor.
    ¿Has visto que fan soy? Fíjate lo emociona que estoy casi, casi como si fuera para mi, je, je, je
    Un beso.

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    1. Hola, Irene.
      Creo que todos los que hemos leído los libros hemos detectado ese toque personal en este segundo volumen. A mí me gustó y mucho y además me pareció un detalle muy elegante por parte del autor.
      Me alegra saber que tú tuviste las mimas impresiones que yo con su lectura.
      Un besote.

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Hada verde:Cursores
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