Leer, el remedio del alma

Leer, el remedio del alma
Imagen creada por Ilea Serafín

1 de octubre de 2016

Gabriel Celaya



   El protagonista de este mes para Poemas y Cantares es Gabriel Celaya. Quiero dedicar esta entrada a Juan Carlos Galán, pues fue él quien me presentó a este poeta en una de sus publicaciones. No es que no conociera a Celaya anteriormente, supongo que debí de leer algo de él en el instituto pero, si soy sincera, no recordaba nada. Gracias a Juan Carlos he redescubierto a este gran poeta.

    Rafael Gabriel Juan Múgica Celaya Leceta nace en Hernani (Guipúzcoa) el 18 de marzo de 1911. 

    Con once años, y por problemas de salud, pasa unos meses en El Escorial (Madrid); durante esa convalecencia se dedica a leer y nace su amor por la literatura.

   Por imposición paterna estudia Ingeniería Industrial en Madrid. Corre el año 1928. Se aloja en la Residencia de Estudiantes, y además utiliza la misma habitación que fue anteriormente ocupada por Dalí y por Lorca. En esta residencia conoce a Lorca, Buñuel, Ortega y Gasset, Unamuno y Juan Ramón Jiménez entre otros. No es de extrañar que viviendo en semejante compañía se inclinara por la literatura y le gustara más leer y escribir que diseñar máquinas.

Residencia de Estudiantes

   En 1936, cuando estalla la Guerra Civil Española, lucha en el bando republicano. Un año después, cuando cae Bilbao en mano de los rebeldes, es hecho prisionero y permanece en un campo de concentración en Palencia. Ese mismo año se casa con la mujer que le daría dos hijos.

   Durante varios años trabaja en la empresa familiar e intenta compaginar su creación artística con esta actividad. No solo escribe, también le gusta dibujar. 

   En 1954 se separa de su familia y dos años después abandona la empresa familiar para dedicarse por entero a la poesía. Es entonces cuando se traslada a Madrid.

   En la capital se implica en movimientos de protesta. En 1966 recibe una multa de 50.000 pesetas –una fortuna en aquella época– por participar en una asamblea de estudiantes en la Facultad de Ciencias Políticas de Madrid.

   Se presenta, en 1977, como candidato al Partido Comunista de España en las primeras elecciones legislativas después de la muerte de Franco.

   El 18 de abril de 1991 muere en Madrid a la edad de 80 años. Sus cenizas fueron aventadas en Hernani y en San Sebastián según sus deseos.


   Como he comentado anteriormente no recordaba nada de Celaya. Para mí es un nombre con el que me confunden a menudo cuando tengo que dar mis datos. Resulta que me apellido Celada, y a veces mi apellido es mal registrado adjudicándome el del famoso poeta.

   Sin embargo, hace unas semanas leí unos preciosos versos que me gustaron mucho. Pertenecen al libro Cantos íberos y la poesía se titula La poesía es un arma cargada de futuro.

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante, 
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia, 
fieramente existiendo, ciegamente afirmado, 
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente 
los vertiginosos ojos claros de la muerte, 
se dicen las verdades: 
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas 
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados, 
piden ser, piden ritmo, 
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto, 
con el rayo del prodigio, 
como mágica evidencia, lo real se nos convierte 
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria 
como el pan de cada día, 
como el aire que exigimos trece veces por minuto, 
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan 
decir que somos quien somos, 
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno. 
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo 
cultural por los neutrales 
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden. 
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas.  Siento en mí a cuantos sufren 
y canto respirando. 
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas 
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos, 
y calculo por eso con técnica qué puedo. 
Me siento un ingeniero del verso y un obrero 
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta 
a la vez que latido de lo unánime y ciego. 
Tal es, arma cargada de futuro expansivo 
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada. 
No es un bello producto. No es un fruto perfecto. 
Es algo como el aire que todos respiramos 
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo 
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado. 
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre. 
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.

Gabriel Celaya (1911-1991)

   Para mí esta poesía es un canto a la rebeldía, al inconformismo y una llamada para exigir lo mismo para todos. Fue escrita en una época reivindicativa del escritor, en la que denunciaba el elitismo que caracterizaba a la poesía; él ansiaba una poesía universal, a la que pudiera acceder todo el mundo.

    Aunque su obra es mucho más que política y denuncia, en este poema en concreto veo reflejada una soterrada indignación, una rabia contenida que impele a la lucha, que incita a tomar partido y mancharse.

   Vivimos momentos de incertidumbre: el futuro se presenta difuso y la situación política es inestable. Esta tesitura provoca, en muchas personas, apatía e indiferencia ante el devenir social. En cambio, a otros nos anima a implicarnos más, a ser responsables y a actuar en consecuencia.

  Yo soy de las que opinan que si hay algo que me afecta directamente y no me gusta, debo intentar cambiarlo. Cuando siento en mí a cuantos sufren, cuando veo que estamos tocando fondo, quiero provocar nuevos actos y calcular qué puedo hacer. 

   Leer esta poesía de Celaya me ratifica en esa idea.




23 comentarios:

  1. Muy buen inicio de mes. Es un poeta del que solo he leído "Cantos íberos" y lo he leído por esa poesía que sitas que me parece preciosa. Lo conocí en el instituto cuando hacía COU y teníamos un profesor de Lengua un tanto rojillo. Al verano siguiente, un grupo de amigos me descubrió el maravilloso disco de Paco Ibáñez en el Olympia y allí redescubrí esta poesía cantada con la voz característica y la música con la que ya siempre la imagino.
    Me has descubierto algunas cosas de la vida del poeta que no sabía y me has traído recuerdos...
    Un beso. Grande.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Algunas canciones de Paco Ibáñez están ligadas a mi época estudiantil, pero la correspondiente a este poema la tenía completamente borrada de mi memoria, no sé por qué.
      Con música o sin ella el mensaje de esta poesía es para reflexionar.
      Un beso, amiga.

      Eliminar
  2. Este poema "La poesía es un arma cargada de futuro" lo relaciono como Rosa a Paco Ibañez; es curioso comprobar que bien casan los versos con la melodía. Mientras se recita o se lee poesía, con una bien elegida música de fondo; es como que adquiere más sentido, trascienden sus mensajes.
    Una entrada de homenaje a otro poeta que quizás no sea tan reconocido como otros ¿Por pertenecer a la generación inconformista y rebelde?
    Besos Amiga.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya le comento a Rosa que tenía olvidada la canción de Paco Ibáñez, y es cierto que con música los versos se graban mejor en la memoria.
      Celaya fue un inconformista pero esa denuncia que siempre hizo se dio en el franquismo y dentro de nuestras fronteras por lo que, supongo, fue acallado convenientemente. O al menos, su mensaje no fue difundido.
      Un beso.

      Eliminar
  3. Iba a dejar un comentario, sobre este poema y Paco Ibañez, pero veo que ya lo han hecho. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A veces la música es un buen vehículo para difundir poesía, aunque en este caso en concreto yo hubiera olvidado la canción de Ibáñez.
      Muchos versos de Machado o de Miguel Hernández son conocidos gracias a las versiones cantadas de Serrat.
      Un saludo, Pura, y gracias por comentar.

      Eliminar
    2. Te leo de vez en cuando. No comento cuando alguien lo hace con algo en lo que coincido. De este poema lo que más me gusta es: poesía necesaria como el pan de cada día, como el aire que ....

      Eliminar
  4. No lo conozco y es más ni recuerdo haberlo estudiado en el cole. No tengo mucho conocimiento de poetas y sí me ha hecho sonreír esa confusión con tu apellido porque por un momento mientras te leía me ha hecho dudar.

    Me ha gustado conocerlo un poquito más a través de tus letras, aunque a mi me cuesta la poesía, lo intento pero me cuesta.
    Un beso guapa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando confunden mi apellido con el del escritor suelo sonreír porque quiere decir que saben quién fue este poeta, al menos les suena el nombre.
      A mí también me cuesta leer poesía, por eso creé esta sección para "obligarme" a leer y conocer más, y así descubrir preciosidades como los versos que hoy he plasmado.
      Un besote, Conxita.

      Eliminar
  5. Conocí a Celaya en una entrevista que vi por la tele hace muchos años. Era ya muy mayor y recuerdo a un señor con los ojos legañosos que me inspiró ternura. Reflejaba inocencia y una actitud tan modesta que me conmovió bastante. Recuerdo que sus palabras me hicieron reír y desde entonces lo recuerdo con agrado. No soy muy de poesía pero reconozco la importancia de la que pusiste. Creo que es de las más famosas de él. Y, al igual que tú, si algo no me gusta intento cambiarlo. A veces, no obstante, debería ser más diplomática, porque soy un poco metepata en ese afán por denunciar o quejarme de lo que no veo bien. Me encanta cuando tus entradas tratan de biografías. Me resultan interesantes.
    Un abrazo, Kirke.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también soy bastante impulsiva cuando algo me desagrada, y tampoco soy diplomática. Pero si algo nos indigna quizá la diplomacia no tiene mucho sentido, y esa rabia tiene que ser expresada. Como dice el poeta hay que mancharse y tomar partido, definirse y actuar.
      Encantada de que te encanten estas breves biografías, Ángeles.
      Un beso grande.

      Eliminar
  6. La poesía no es lo mio y mira que en el colegio me obligaban a leerla, tenia muy buenos profesores de lengua y literatura, pero nunca me ha gustado demasiado, si es cierot que conozco a Machado y Miguel Hernandez por supuesto, pero Celaya no, y el poema que has puesto desde luego es para reflexionar, me ha gustado.
    Yo soy de las que también pienso que si hay algo que no nos gusta hay que cambiarlo, porque o avanzamos o nos quedamos estancados en el conformismo y eso no es bueno ni física ni psicológicamente, de modo que hay que avanzar siempre. Un beso y gracias por traernos a Celaya. TERE.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Completamente de acuerdo contigo, Teresa, el conformismo no es bueno, y siempre hay que avanzar. Como se dice coloquialmente: no retroceder ni para tomar impulso.
      Por desgracia la inhibición y la desidia facilitan el abuso e impiden que todos avancemos.
      Gracias por tus palabras.
      Un beso.

      Eliminar
  7. Hola, tu blog me encanta, soy una nueva seguidora de tu blog. Espero que te pases por el mío y te quedes ;)
    Nos leemos, kisses ^^

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues gracias por seguirme, Sky. Ahora me paso a visitarte.
      Un saludo.

      Eliminar
  8. Gracias por introducirme a este poeta. Primero pensé, ¿ingeniero industrial? Jajaj qué lejos suena eso de la poesía. Y luego lo leí "ingeniero del verso" ... Eso es armonía.

    También sentí rebeldía en sus palabras y es bastante obvia su crítica social y hasta política. Eso me encanta. Un poeta comprometido con la realidad que con sus palabras llama a la reflexión pero de una manera hermosa: con versos. Eso me recuerda a Neruda y a Galeano.

    Yo acabo de terminar de leer Selección Poética de Antonio Machado y casualmente le escribió un peoma a J.R. Jiménez. ¡Qué alegría que la poesía se conecte así!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo de ser ingeniero industrial fue una imposición paterna para que se hiciera cargo del negocio familiar. Al final pudo más la vocación que el deber y se hizo ingeniero del verso.
      La interrelación entre la llamada generación del 27 fue enriquecedora, y el caldo en el que se coció todo fue la famosa Residencia de Estudiantes. Allí se concentró toda una generación de artistas, debió de ser alucinante vivir allí, con tanto genio transitando por sus pasillos.
      En la actualidad el edificio en cuestión se encuentra en unos terrenos donde está la sede central del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), por razones laborales tengo que ir allí a menudo, y siempre que paso por delante de la Residencia me paro y pienso con envidia lo que debió de suponer vivir allí en la época de Dalí, Buñuel, Lorca y compañía.
      Un saludo, Leslie.

      Eliminar
  9. Estoy de acuerdo en tu reflexión final, aunque es fácil desanimarse y creo que estos versos ayudan a renovar las fuerzas, son palabras que mueven a la acción, porque en ellas palpita cierta esperanza. De Gabriel Celaya también me gusta mucho "España en marcha", en un sentido similar.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí, personalmente, cada vez me cuesta ponerme a caminar, y lo digo figuradamente, claro. El desánimo ya me empieza a afectar y el cansancio de tanta lucha deja su impronta, pero creo que Celaya es un buen acicate para moverse.
      Un saludo.

      Eliminar
  10. Un ejemplo más de cómo unos planes de futuro, en este caso unos estudios universitarios, se ven trastocados para acabar dedicando una vida a un quehacer totalmente distinto y, afortunadamente en este caso, mucho más enriquecedor.
    Solo conocía a Celaya de oídas, así que es de agradecer que nos hayas introducido, aunque sea a grandes rasgos, en su vida tanto política co mo literaria.
    No suelo leer poesía. Muchas veces me cuesta interpretar el verdadero significado de lo escrito o de lo que ha querido expresar su autor -al igual que lo que me curre cuando contemplo una pintura abstracta-, pero este poema me ha parecido muy bello y profundo (y además con rima!).
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí me paso algo parecido con la poesía. Necesito de toda mi concentración, de la que a menudo no dispongo, para poder entender los versos. Casi siempre tengo que leer dos y tres veces una poesía para comprenderla bien, y si encima no rima ya no pillo nada.
      Por eso me animé a crear esta sección y tengo que reconocer que me reporta buenas lecciones.
      De la pintura abstracta hablaremos otro día (de hecho estoy pensando en escribir una entrada al respecto, ahí me despacharé a gusto).
      Un abrazo, Josep.

      Eliminar
  11. Poeta, militante político, dibujante, todo un combo explosivo para que sus poesías tengan esa carga emocional.
    Un sujeto con una vida muy interesante.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Quizás los sujetos con una vida interesante tienen más cosas que contar y si, además, lo cuentan bien el éxito está asegurado. No sé.
      Celaya fue un militante comprometido y eso sí que se plasma en su obra.
      Un saludo.

      Eliminar

Hada verde:Cursores
Hada verde:Cursores