Leer, el remedio del alma

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Imagen creada por Ilea Serafín

12 de noviembre de 2018

"Las dos muertes de Mozart" - Joseph Gelinek


Mientras en la Toscana aparece el cadáver de una persona envenenada con una pócima típica del siglo XVIII, en la localidad de Legnano Teresa Salieri emplea toda su fortuna en limpiar el buen nombre de su antepasado, Antonio Salieri, pues este pasó a la posteridad como el compositor envidioso que envenenó a Wolfgang Amadeus Mozart.

Además, un prestigioso director de Hollywood quiere hacer un remake de ‘Amadeus’ pero Teresa no piensa consentir que, otra vez, se denigre a su antepasado con mentiras como las que aparecían en aquella primera película y que fueron responsables, en gran medida, de la mala fama de su antecesor. Por ello intentará convencer al director de cine por las buenas, o por las malas.

Esta sería, a grandes rasgos, la sinopsis de esta entretenida novela, y la excusa para viajar en el tiempo al siglo XVIII  y a Salzburgo, o a la Viena imperial de José II, o la Venecia de las veladas operísticas en La Fenice. Así veremos cómo Mozart se hace un hueco en el selecto panorama musical y cómo su genialidad asombra a la corte austriaca. Pero también conoceremos la vida de Antonio Salieri, un músico de una gran calidad y muy alejado de la imagen que Milos Forman nos presentó en la icónica película ‘Amadeus’.

La idea de que Salieri había envenenado a Mozart movido por la envidia parte de una noticia que se publicó en un periódico alemán cuando el compositor murió. Al parecer, cuando Wolfgang muere en 1791, su cadáver está hinchado y huele muy mal, características propias de un envenenamiento, y así lo cuenta un periodista en un artículo. Sin embargo, ni el médico que atendió al músico ni su propia esposa creían que hubiera sido envenenado. Pero, en 1830, casi cuarenta años después, Italia (patria de Salieri) y Austria (patria de Mozart) se llevan fatal y el enfrentamiento entre nacionalistas italianos y austriacos es feroz, entonces la causa de la muerte de Mozart se emplea como arma arrojadiza y Salieri es la diana perfecta. Cuando el compositor italiano es calumniado, sufre una crisis nerviosa que le obliga a ingresar en un psiquiátrico donde siempre negó que hubiera causado la muerte de su colega. La ópera rusa ‘Mozart y Salieri’ basada en un poema de Pushkin, incidió en la idea de la animadversión entre los dos músicos y posteriormente la obra de teatro ‘Amadeus’, de un escritor británico, volvió a cargar las tintas en este tema.

Esta es la parte documentada de la historia, pero luego viene un director de cine que toma como punto de inicio la obra de teatro británica y se basa en estas suposiciones para realizar una película donde la libertad creativa hace todo lo demás. Por suerte o por desgracia, el cine nos hace mella muchas veces y tendemos a creer lo que nos cuenta como si de un libro de Historia se tratara. Esto es lo que pasó con la película ‘Amadeus’. El gran éxito que obtuvo propició que el público poco preparado musicalmente (entre el que yo me encuentro)  tuviera una idea bastante distorsionada de la figura del malo de la película, Salieri, e incluso del bueno, Mozart.

De manera animada en esta novela se desmontan algunas premisas que en la película ‘Amadeus’ se muestran, especialmente cuando describen a Salieri. Tan solo para demostrar hasta qué punto Forman se equivocó, pondré algunos gazapos de este celuloide.

Según la película el emperador José II era un ignorante en música. En la realidad tocaba el chelo y el clave como un profesional, por lo que algo de música sí que debía de saber.

En la cinta, un Salieri demente y senil confiesa que mató a Mozart. Según la documentación que consta en el psiquiátrico donde estuvo ingresado el compositor italiano negó en todo momento su participación en la muerte del austriaco.

En el film, Salieri se muestra envidioso del talento de Wolfgang porque él es un músico mediocre que nunca podrá ni parecérsele ni ser tan famoso. Sin embargo, Salieri era considerado el mejor compositor de la época, reconocido en la corte (José II le llega a declarar el mejor compositor de Europa, lo que viene a ser del mundo entero) y con unas retribuciones económicas que le procuraron un elevado estatus social.

Ahondando en la idea de que Milos Forman se trabajó poco el guion y la época de su película, solo añadiré que en esa cinta aparecen vestidos con cremalleras cuando esa manera de cerrar o abrir prendas de vestir no se inventó hasta el siglo XX. Los actores encargados de interpretar a los dos músicos se llevan bastantes años entre sí, pero en la vida real Salieri tan solo era seis años mayor que su oponente. Aunque el mayor gazapo fue ignorar que Mozart era zurdo; el actor que le encarnaba, Tom Hulce, aparece completamente diestro (me refiero a usar la mano derecha, no a que hiciera una buena interpretación), se ve que estaba más centrado en reproducir sin ton ni son esa risita histérica tan peculiar (y que a mí me ponía de los nervios).

Pero en la novela no solo se critica la manipulación/engaño de los medios audiovisuales cuando se escudan en la creatividad, sino que, en un intento de demostrar que todos somos capaces de inventar, a partir de los hechos constatados documentalmente, el autor se inventa otra versión donde, por qué no, el envidioso y el malo de la historia no sería Salieri, sino el padre de Wolfgang, Leopold Mozart. Este individuo tendría envidia de Salieri por su buena posición económica y por el gran ascendiente en la corte de José II, y con su insidia envenenaría la mente de su hijo para hacerle partícipe de su propia inquina. El atribuir el papel del villano a este personaje se basa en que durante la infancia y la adolescencia de Wolfgang, su progenitor le expuso a condiciones completamente insalubres cuando lo llevaba de una ciudad a otra para que interpretara sus creaciones en veladas musicales y hacerlo famoso. De hecho, durante esta etapa de su vida el compositor austríaco contrajo diferentes enfermedades (viruela, fiebre reumática, tifus, etc.) que le dejaron secuelas convirtiéndolo en un individuo con una salud muy frágil.

Con unos villanos o con otros, Joseph Gelinek (alias del periodista Máximo Pradera) nos hace una estupenda recreación de la época de estos dos grandes genios: Mozart y Salieri. Nos cuenta muchas anécdotas, como cuando el emperador enfrenta en un duelo musical a los dos compositores con sendas óperas y sendos estilos diferentes (duelo que ganó Salieri, precisamente). También se nos cuenta cómo los dos músicos se admiraban mutuamente sugiriendo que la rivalidad no era tan enconada como parecía.
 
Una entretenida novela donde yo he aprendido muchas cosas sobre música, sobre ópera y sobre que hay que acudir a fuentes documentadas y acreditadas para hacerse una idea más o menos fiel de la realidad. Bueno, esto último ya lo sabía, pero ahora estoy más convencida.



19 comentarios:

  1. Hola Paloma, efectivamente a veces el cine juega con los hechos históricos y los convierte en "fake-news" del pasado en este caso. Supongo que todo consiste en forzar la narrativa al máximo para conseguir la complicidad con el espectador. Aunque distorsionar tanto los hechos históricos en esta u otras película me generan también mis dudas. Por otro lado los errores de raccord en ciertas secuencias son descacharrantes, e incluso en la mítica Memorias de África hay varios errores históricos (tipo cremalleras como has mencionado, aunque en otro orden). Respecto a la novela me ha provocado bastante interés sin duda alguna por la buena elaboración de tu reseña. Un gran abrazo.

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    1. Memorias de África (casualmente tan ligada a Mozart y a su "Concierto para clarinete") es una de mis películas favoritas. Puede que la tercera. Me encantaría saber más acerca de sus errores. Ya sé que es una malsana curiosidad capaz de derrocar mitos, pero me puede lo malsano.
      Un beso.

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    2. Hola, Miguel.
      Cuando escribía los gazapos de esta película me acordé de ti, y pensé que tú sí que debes saber muchas anécdotas sobre meteduras de pata como la de las cremalleras, por ejemplo.
      La novela no es ninguna maravilla de la literatura, pero es entretenida y el autor demuestra un gran conocimiento de música clásica (creo que dirige un programa en la radio sobre música) con lo que se aprende mucho sobre este tema gracias a la exposición que hace a lo largo del argumento.
      Un abrazo y buena tarde.

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  2. La verdad es que "Amadeus" me parece una película visualmente preciosa, con una música abrumadora de belleza y maravillosamente ambientada (no me fijé en el detalle de la cremallera), pero con una historia que ya me suponía muy poco real.
    Esta novela, sin embargo, parece que tira unos cuantos de esos mitos por el suelo y se ciñe más a lo realmente comprobado. Me has tentado mucho por lo que la apunto y puede que pase por delante de otras varias.
    Magnífica reseña.
    Un beso.

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    1. Hola, Rosa.
      De la película 'Amadeus' yo apenas recuerdo otra cosa que la risita esa del prota y que me exasperaba mucho. Yo también creí que estaba muy bien ambientada y no me fijé en lo de las cremalleras, pero un error así demuestra que no es rigurosa por lo que vete tú a saber qué otras cosas mal mostró y no nos dimos cuenta.
      La novela puede catalogarse como de género negro, ese que tanto te gusta, porque el inicio comienza con el muerto al que hago alusión en la reseña. Aunque para mí lo más interesante es la exposición de la vida de Mozart y su interacción con la de Salieri. Creo que si la lees te gustará, ya me contarás.
      Un besote.

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  3. Pues me ha llamado la atención, y yo creía que no iba a pasar esto.
    Opino como Rosa sobre "Amadeus", es una peli preciosa tanto en fotografía como música pero yo nunca "me la he creído".
    Me ha gustado mucho la reseña, vamos qu eme ha apetecido algo que ni me imaginaba.
    Feliz semana.

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    1. Hola, Gemma.
      Haces bien en no creerte lo que se cuenta en Amadeus porque por lo visto no es muy fiel a la historia documentada. Otra cosa es la música y la vistosidad de las imágenes, ahí te doy la razón, es muy bonita.
      Es una novela entretenida con la que se aprenden muchas cosas de música clásica y algunos chismes de la época. Creo que te gustará.
      Un besote y buen martes.

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  4. Una interesante propuesta, Paloma. Yo soy de los que me trago todos los gazapos, soy incapaz de darme cuenta de si un gladiador romano lleva un reloj de pulsera, je, je, je... Quizá por eso no soy demasiado exigente en el mundo de la ficción, me basta con que sea verosímil a un nivel de conocimientos medio y que la historia sea coherente y entretenida. Ambas cosas parece que transmite esta novela.
    Me encanta cuando pones en evidencia todas estas inexactitudes ofreciendo un dos por uno. Reseña y píldoras de conocimiento. Un fuerte abrazo!!

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    1. Hola, David.
      Yo sí que suelo pillar esos gazapos y, en cambio, no pillo bien algunas cosas de la trama de una película. Los errores que cito de Amadeus los cuenta el autor de la novela a través de uno de sus personajes aunque algunos fallos yo me di cuenta cuando la vi. El más grave, a mi modo de ver, fue el de no saber que Mozart era zurdo, creo que era una característica muy especial y no hacerla patente a mí me pareció mal. Entiendo que no siempre se puede ser completamente exactos cuando se cuenta una historia pero, por ejemplo, el error de las cremalleras... a mí me parece inadmisible.
      Gracias por tu visita y tus palabras.
      Un beso.

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  5. Desde luego parece mentira cómo puede llegarse a tergiversar la realidad en busca de la notoriedad y el éxito de una obra. He visto la película de Milos Forman y le di credibilidad, aun quedándome una duda más que razonable sobre la autoría de Salieri en el envenenamiento de Mozart. También es digno de crítica esos gazapos históricos a los que aludes. Nadie que se precie, como autor de novelas, obras de teatro, película, etc, debería saltarse la escrupulosidad que exige repoducir unos hechos históricos. Ya sabemos que la historia ha sido muchas veces manipulada a antojo de intereses más o menos ocultos, pero es muy grave hacer recaer la autoría de un asesinato a alguien que pudo ser totalmente inocente. Una biografía puede estar aderezada con hechos ficticios para darle mayor gloria, pero nunca de invenciones maliciosas o basadas en la ignorancia, que manchen el honor de un personaje que también tuvo relevancia en el pasado.
    Me parece, pues, muy loable que este escritor, al que no conocía, desmonte esos falsos supuestos, aunque, como apuntas, se invente otros, jeje.
    Gracias, Paloma, por tu buen hacer a la hora de confeccionar una reseña literaria. Siempre me dan ganas de leer tus recomendaciones. Lo malo es que, con tantas propuestas (las tuyas y las de otras colegas blogueras) y el precio de esos libros (cuando una reseña me atrae mucho voy de inmediato a la web de Casa del Libro o de Amazon a comprobarlo), casi siempre acabo aplazando su compra y la pongo en mi lista de deseos o bien me decanto por el formato electrónico (que no es mi favorito), mucho más barato, jeje.
    Un beso.

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    1. Hola, Josep Mª.
      Yo también creo que cuando se relatan hechos históricos hay que ser escrupuloso, y más si se le adjudica la autoría de un asesinato a un personaje, por muchos años que hayan pasado desde los hechos reales.
      Cuando el autor, a través de un personaje muy peculiar, inventa otra versión solo intenta demuostrar que a partir de los datos documentados se puede fabular en un sentido cualquiera. Por desgracia, en el siglo XVIII no todo se hacía constar (no como ahora, que se graba todo con el móvil y no puedes ni ir al excusado sin que se entere todo el mundo) por lo que hay lagunas y es ahí donde algunos "creativos" aprovechan para fabular y crear historias que dan por ciertas cuando lo verdadero es que solo es una suposición o una manera de interpretar ciertos datos que no están claros.
      Siento que mis recomendaciones afecten a tu economía pero es que esta novela me pareció muy entretenida y esclarecedora. Pero tranquilo, la próxima reseña no va a ser tan positiva y (creo) que se te van a quitar las ganas de leer la novela en la que se basa ;)
      Un beso.

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  6. La película de Mozart, me gusto mucho por la Música y por lo bien ambientada que estaba, pero no me fije yo en lo de la cremallera, y otros fallos que quizás tuviera la pelí. Y como a tí, la risita de Mozart me ponía de los nervios, sin embargo a mi hermana le daba risa.
    Me has dado una idea para regalarle a mi madre por Reyes, ya que como te he comentado alguna vez a mis padres les gusta mucho la música clásica y puede ser un buen regalo, y así cuando termine de leerla ella, me la pasa a mi.
    Muy buena reseña.
    Besotes.

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    1. Hola, Tere.
      Si a tus padres les gusta la música clásica creo que la novela les va a encantar porque, intrigas aparte, se habla mucho de óperas, del éxito que tuvieron algunas y del fracaso de otras, hasta de cantantes famosas de la época se habla y de los chismorreos sobre sus relaciones con los compositores.
      Un beso muy grande.

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  7. Hola, Paloma.
    Me sonaba una barbaridad la película de Amadeus, como de haberla visto hace mucho, mucho tiempo atrás, la he buscado para saber si no lo había soñado, y sí. Pero no la tengo nada fresca, la verdad.
    Con esta entrada se demuestra aquello de basado en… de real muchas veces tiene poco, solo matices o ideas; pero no en vivencia.
    El conocimiento es poder, ;) Aunque a mí seguro que me cuelan más de una, je, je, je Muy buena reseña, con diferentes fuentes que todavía la hacen más atractiva.
    Un beso.

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    1. Hola, Irene.
      Yo de la película solo recordaba la risita histérica del protagonista y que Salieri tenía una cara de amargado que no podía con ella. También me di cuenta de que Mozart no mostraba que era zurdo, y eso ya me dio en la nariz que lo mismo había otras cosas que tampoco estaban bien documentadas.
      Tendemos a pensar que todo el mundo es buen profesional y que lo que hacen está bien hecho, dando por buenas sus historias, por eso nos las cuelan tan fácilmente.
      Un beso muy grande y gracias por venir.

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  8. Hola Paloma desde luego que lo leeré aunque no sea un gran libro como dices porque justo casualidad, tengo entre bastidores un relato en el que uno de los protas se llama Amadeus y me gustará leer esas anécdotas y curiosidades que igual puedo utilizar si me decido a publicar ese relato.

    A mi me gustó la película de Amadeus especialmente por la música y sí por la estética y supongo que algo que quedó de esas fake news porque al leerte he calificado inmediatamente al pobre Salieri como envidioso, así que aunque no quieras si no tienes un gran conocimiento se te quedan algunas de estas medias verdades.
    Un beso enorme

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    1. Hola, Conxita.
      A mí también me quedó una imagen de un Salieri amargado y resentido por culpa de la película. En este libro desde luego no se muestra así, y parece que se basa en hechos constatados. De todas formas, cuando uno lee un dato histórico, por muy exacto que se quiera mostrar, siempre hay lagunas que nuestra propia percepción rellena y ahí es donde uno puede cambiar la imagen de un personaje concreto.
      Mozart y Salieri compitieron por los aplausos de la corte austriaca y se tenían "envidia" entre sí, pero no de una manera malsana sino como reconocimiento a la genialidad del otro, y esto se dio en los dos personajes, no solo en uno.
      Me encantará saber cómo es ese personaje tuyo, Amadeus. Si va de ópera tu relato esta novela te va a resultar un gran apoyo porque se tratan temas musicales de manera muy amena e instructiva.
      Un besote grande, guapa.

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  9. Pues gracias a tu reseña ahora lo sé yo. Desconocía absolutamente todo y, como tú, apenas recuerdo la película (ni siquiera la risita, fíjate).
    Me he quedado pensando en eso del "duelo musical". No está mal batirse sin armas en un campo que dominaban los dos.

    Gracias por tan fantástica reseña de la novela, compi.

    Un beso enorme

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    1. Hola, Chelo.
      Es verdad que esa manera de batirse es mucho mejor que la de las armas y además mucho más culta.
      Yo estoy por ver de nuevo la película para prestar más atención a esas inexactitudes, aunque la risita esa me echa para atrás, de verdad, me ponía de los nervios, y a mi modo de ver presentaba a Mozart como si fuera idiota.
      Un besote grande también para ti, compañera.

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