Leer, el remedio del alma

Leer, el remedio del alma
Imagen creada por Ilea Serafín

25 de junio de 2018

A casa



Estación de tren de cercanías de Atocha. Una taquilla de venta de billetes. Al mostrador se acerca una muchacha de dieciséis años con una mochila, unas zapatillas deportivas, unos vaqueros gastados y una sudadera dos tallas más grande. Se dirige a la taquillera.

MUCHACHA: Quiero un billete. Solo ida.

TAQUILLERA: ¿Destino?

MUCHACHA: Es igual.

La taquillera, veterana empleada de la estación, levanta la vista del teclado para fijarse en su interlocutora y se encuentra con una adolescente de mirada triste y perdida. La chica mira hacia un lado y hacia otro, como si buscara a alguien, o como si temiera que alguien la buscara a ella.

TAQUILLERA: Me tienes que decir un lugar.

MUCHACHA: Cualquiera, lejos de aquí. Qué más da.

TAQUILLERA: Bueno, cada lugar es diferente.

MUCHACHA: ¿De verdad? Pues yo creo que en todos los sitios pasa lo mismo, son igual de feos y la gente es igual de capulla.

La taquillera mira a la adolescente por encima de sus gafas.

TAQUILLERA: ¿Tú crees? Yo pienso que hay gente buena y gente mala en todos los lugares, pero eso no los hace idénticos. Todo es cuestión de actitud.

MUCHACHA: ¡Oh, claro! Cuestión de actitud. Y ¿eso qué es? Porque la actitud de los demás es siempre la misma, te miran, te utilizan y luego te mandan a la mierda.

TAQUILLERA: A ti, siendo tan joven, ¿ya te han mandado a la mierda? Seguro que no ha sido para tanto.

MUCHACHA: Me he encontrado con mucho capullo.

TAQUILLERA: ¿Sí? ¿A qué te refieres?

MUCHACHA: A tíos como el Chispas, que es un gilipollas y un mamón. Al principio se enrollaba cantidad, era divertido, pero luego resultó ser un cabronazo.

La taquillera se quita las gafas para mirar fijamente a la muchacha.

TAQUILLERA: ¿Por qué dices eso? ¿Qué hizo?

MUCHACHA: Se lo montaba con otra tía más, y le tiraba los trastos a una amiga suya. Un harén quería tener el imbécil. 

La chica baja la cabeza y arrastra un pie de lado a lado.

MUCHACHA: No sé por qué te cuento esto. Yo lo que quiero es un billete.

TAQUILLERA: A veces las personas no responden como nosotros queremos pero eso no es culpa de ellas, sino de nosotros mismos que nos equivocamos a la hora de conocer a los demás.

MUCHACHA: Vale, tía. Lo que tú digas. Pero dame ya el dichoso billete.

TAQUILLERA: Tienes que decirme un destino. ¿O prefieres que elija yo por ti? ¿Es eso lo que quieres? ¿Que otro decida?

MUCHACHA: No me des la charla. La maquinita esa ¿no puede sacar uno a voleo? Como la de la primitiva.

La taquillera sonríe condescendientemente.

TAQUILLERA: Me temo que esa función todavía no se ha implantado en la RENFE.

La taquillera observa con resignación y ternura a la joven. Suspira, y esbozando una sonrisa más amplia le pregunta:

TAQUILLERA: ¿Dónde viven tus padres?

MUCHACHA: En Guadalajara.

La taquillera se pone las gafas y comienza a teclear.

TAQUILLERA: Bien, un billete a Guadalajara, solo ida. A casa.



 NOTA

Este relato es un ejercicio para practicar el guion de cine. El narrador no puede ser omnisciente, no sabe qué piensan los personajes, tan solo cuenta lo que pasa y se intenta que sea el diálogo el mejor narrador de la escena. 


22 comentarios:

  1. Un ejercicio muy interesante al igual que los dos personajes utilizados. Con un trasfondo humano que nos reconcilia con el género "Sapiens" y gracias a la taquillera.
    La chica confundida, no deja de ser una de las muchas de las que en pleno siglo XXI se dejan seducir por la imagen exterior, de las que confunden el amor eterno con el tocino, y la simple diversión puntual y el sexo con la entrega. El "Chispas" uno de los abundantes capullos, chulitos y machitos que podemos encontrar como fauna bien repartida en cualquier punto de la geografía adolescente.
    Como punto de destino la familia, siempre dispuesta a acoger lo que quede del naufragio.
    Todo un retrato de un viaje que a veces, por desgracia, se convierte en uno sin retorno.
    Me gustó mucho.
    Besos.

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    1. Hola, Javier.
      Compruebo encantada que has captado muy bien el mensaje final, además lo has descrito de forma muy bonita: "la familia, siempre dispuesta a acoger lo que quede del naufragio".
      Algunos jóvenes, adolescentes, no son capaces de ver el riesgo, o el peligro, hasta que lo viven directamente. Los avisos, las llamadas de atención, no sirven de nada. Tienen que sufrir el desencanto para comprobarlo. Pero, normalmente, ahí está la familia, para acoger y recoger.
      Gracias por tus palabras.
      Un beso.

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  2. Excelente Paloma, un diálogo muy bien creado y que se lee en un suspiro. Objetivo cumplido y con creces para lo que pudiera ser una escena de un guión de cine que nos aporta toda la información necesaria. De hecho, creo que podría dar perfectamente para un cortometraje porque por encima de todo, lo que estás narrando es una historia a través de un dialogo que se cierra de una manera majestuosa mandando a la joven a su casa. Un abrazo de Cine.

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    1. Hola, Miguel.
      Tus palabras son todo un aliciente para mí, ya que eres un experto en cine y sabes del tema un montón. Te confieso que al publicar esta entrada pensé en ti, eras "mi prueba del algodón". Si tú dices que puede ser el guion de un corto me doy por satisfecha; qué digo, ¡súper contenta!
      ¡Gracias!
      Un abrazo fuerte.

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  3. Una escena que se puede dar en cualquier estación, ante una joven confundida, no solo por la edad si no por los acontecimientos, el fracaso, y el descubrir que las personas no son lo que parecen, y a esa edad todo es tan duro y difícil y tú lo has reflejado muy bien en este ejercicio.
    Me ha gustado mucho.
    Besos.

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    1. Hola, Tere.
      Algunos adolescentes deben vivir en sus propias carnes la decepción para aprender a no confiar alegremente. Pero las malas experiencias pueden ser positivas si se toman como un aprendizaje.
      Un beso muy grande, guapa.

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  4. Muy buen relato, o escena mejor dicho. Lo que me pregunto es lo que habrá hecho la muchacha ante la decisión de la taquillera de mandarla con sus padres. Yo creo que le ha dado con la mochila en la cabeza porque aunque la decisión es la más acertada, no creo yo que la muchacha esté aún en condiciones de darse cuenta.
    El estilo guión donde lo que predomina es el diálogo como estrategia narrativa, te ha salido que ni pintado. Enhorabuena, amiga. Si te pones a ello, dentro de poco me veo haciendo una reseña de tu primer libro de relatos... o novela, quién sabe.
    Un beso.

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    1. Hola, Rosa.
      Puede que la chica esté tan desorientada que el volver a casa por decisión de otros sea una liberación. A algunos adolescentes les cuesta reconocer que se han equivocado, pero si es otro el que decide por ellos como que la responsabilidad se les diluye.
      Creo que estoy aún muy lejos de publicar un libro de relatos. Esto no deja de ser un ejercicio de clase donde pruebo y experimento diferentes técnicas porque hay que saber hacer de todo. Aunque ya te digo que ha habido una editorial que se ha puesto en contacto conmigo (no es Planeta ni ninguna así, ja, ja, ja).
      Pero si alguna vez llego a publicar, que lo dudo, me encantaría tener una reseña tuya, sería la leche.
      Un besote.

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  5. Qué bueno.
    Yo tengo miedo a los diálogos, en mis relatos o cuando estaba escribiendo mi novela todas mis dudas venían por los diálogos, me asustaba que quedaran forzados. A ti te ha quedado perfecto.
    Besos.

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    1. Hola, Gemma.
      Los diálogos son bastante complicados, pero es una herramienta muy útil para visualizar una escena. Un diálogo puede contar muchas más cosas en pocas palabras que un párrafo con un montón de descripciones.
      No sé si te servirá de ayuda, pero cuando yo escribo un diálogo intento ponerme en la piel del personaje, intento imaginar cómo hablaría y cómo diría lo que quiero contar, qué palabras son las que utilizaría ese personaje y no qué palabras usaría yo.
      Es cuestión de práctica. Quítate el miedo y utiliza el diálogo.
      Un besote.

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  6. Ay, ¡¡me ha gustado mucho!! Al principio no paraba de pensar que la taquillera debió de quedarse en segundo de psicología o algo así, y que estaba muy aburrida para entablar esa conversación, pero ¡qué final! Original y muy dulce. Me ha encantado, de verdad. Esto demuestra que en todos los sitios hay gente buena con ganas de ayudar a los demás.
    Respecto al diálogo lo has clavado, es ameno y natural.
    Un besote!!!

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    1. Hola, María.
      La taquillera ha aprendido mucha psicología pero no en una universidad sino con el trato diario con la gente. La atención al público enseña mucho, se conoce a todo tipo de gente y la experiencia ayuda a calar a las personas con un vistazo.
      Esta mujer era veterana y eso influyó
      Gracias por tus palabras y me alegro mucho de que te gustara.
      Un beso muy grande, guapa.

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  7. ¡Genial, Paloma! El diálogo es muy logrado, mantiene el tono literario a la par que natural. Y además, cada interlocutor habla a su manera, lo que los hace reconocibles. La escenificación totalmente visual y, lo mejor, que la historia no es solo una escena, es un relato en sí mismo: un inicio (la chica pidiendo un billete), un conflicto (a qué destino) y un final (con sus padres). ¡Perfecto! ¡Qué envidia me das con este curso! ¡Un fuerte abrazo!

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    1. Hola, David.
      Tus palabras me inflan como un globo. ¡Qué subidón!
      Utilizar diálogos asusta al principio, pero cuando consigues hacerlo natural, creíble, ayuda mucho y facilita la escenificación de una historia.
      Antes del curso yo no ponía diálogos en casi ningún relato, pero me he ido aficionando, al principio obligada por las consignas de los ejercicios, luego los he ido poniendo voluntariamente porque he comprobado cuán útiles son.
      Que me digas que son creíbles es todo un piropo para mí. ¡Gracias!
      Un beso grande.

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  8. Una situación muy desoladora, por cierto, la de una muchacha tan joven y con esa actitud ante la vida y tan mala opinión ante los que la rodean. Has enfrentado a dos personajes que aportan mucho al guión: una adolescente que solo piensa en huir y una mujer condescendiente que procura echarle una mano. La inexperiencia frente a la sabiduría y sensatez.
    Los diálogos son muy fluidos y naturales, excepto en que en la cruda realidad la funcionaria, seguramente con mal carácter y de mal humor por lo mal pagada que está, habría enviado a freír espárragos a esa niñata con la cabeza llena de tonterías, jeje.
    Ahora en serio: a esta historia de un desencanto adolescente le has dado un toque de humanidad que ojalá se diera en la vida real.
    No lo mencionas, pero supongo que, una vez más, el profesor debió quedar más que satisfecho.
    Un beso, Paloma.

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    1. Hola, Josep Mª.
      Es verdad que los funcionarios no están bien pagados y eso los puede convertir en malos trabajadores, o en trabajadores descontentos. Pero no todos están de mal humor, yo me he encontrado muchos que eran simpáticos, ja, ja, ja.
      Creo que no solo es una cuestión de descontento laboral. Cada uno tiene una forma de ser, hay gente amable por naturaleza y abunda más de lo que creemos.
      La profesora me puso pegas a un trozo del diálogo donde la muchacha se explayaba demasiado y lo cambié, pero en general sí le gustó.
      Un beso grande.

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  9. Pues has hecho un buen diálogo que seguro que esa adolescente cansada de la vida y el desengaño quiera irse lejos del lugar donde le han hecho daño. Se ha topado con una taquillera muy sutil que ha pensado que el mejor lugar para que esta chica aterrice en su propia casa con sus padres. Siempre apruebas con nota alta. Un abrazo.

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    1. Hola, Mamen.
      A veces uno se encuentra con gente amable que está dispuesta a echar una mano y a ayudar. Esta adolescente no tuvo suerte con sus supuestos amigos, pero sí la tuvo al encontrarse con una taquillera que la recondujo a su casa.
      Un besote.

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  10. Hola Paloma,
    Muy buen ejercicio. Has conseguido explicar una escena a partir de este diálogo que iba dibujando la secuencia, sin necesidad de una voz en off. He visto a la chica, su actitud enfurruñada e inmadura y a la taquillera, con su vena conciliadora y psicológica que ha logrado dirigirla a casa, ¿dónde mejor?
    Estupendo, de verdad.
    Un beso.

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    1. Hola, Irene.
      La idea era esa que tú expones: a través del diálogo mostrar la escena sin un narrador que cuente nada, o casi nada.
      Me alegro de haber conseguido el objetivo.
      Gracias por tus palabras.
      Un beso grande.

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  11. Afortunadamente no todo son máquinas,... de momento,... te imaginas esa escena con una máquina jajaja,... pobre chica!!
    Me ha encantado!

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    1. Hola, Norte.
      Estoy pensando en presentar este guion a los sindicatos de la RENFE por si quieren hacer un anuncio para promocionar la importancia de sus trabajadores y mantener los puestos de trabajo a pesar de las máquinas.
      Me encanta que te haya encantado.
      Un besote.

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Hada verde:Cursores
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