Hace tiempo que varios compañeros de la blogosfera me animan a escribir relatos, pero soy reacia a meterme en la piel de otro ser y escribir ficción.
Hace unas semanas la Biblioteca de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, en el marco de la VI Semana Complutense de la Letras convocó un concurso de relato breve donde los textos se servirían del tema «Los Venenos» para, de manera libre y creativa, construir la trama argumental.
Me animé y decidí participar. Aquí muestro mi bautismo de fuego en esto de los concursos de relatos breves:
La sanadora
Noto sus desconfiadas miradas sobre mí. Sé que desde hace tiempo todos me temen.
Me gusta vivir sola, pero a ellos les molesta que me aloje fuera de la aldea, en mi solitaria cabaña del bosque. Las hierbas y raíces que cuelgan de las vigas del techo les atemorizan, especialmente la que tiene forma humana; dicen que con ella hago hechizos. Sólo es mandrágora y muchos de los que me llaman bruja se beneficiaron de sus propiedades cuando, narcotizados, pudieron resistir los dolores causados por fracturas que yo misma me encargué de sanar.
Ese encono ha crecido últimamente. En la aldea se comenta que por las noches me visita el Maligno y que hago tratos con Él.
Pronto vendrán a buscarme, pero no me encontrarán. El bebedizo de beleño ya surte efecto. Con su sabor amargo en el paladar dormiré eternamente, lejos ya de la inquina y del miedo.
Kirke
NOTA: Las normas del concurso exigían que el texto no excediera las 150 palabras.
Kirke, ¡¡me ha encantado!! es un relato muy bueno y muy bien escrito. El que no te den premios no quiere decir nada. Por supuesto siempre habrá quien escriba mejor o a quien le guste más otra cosa, pero eso no quita para que este relato sea muy bueno y muy sugerente que es lo que tiene que ser.
ResponderEliminarParece que ambas nos vamos decidiendo por los etímulos y los ánimos de los amigos blogueros.
Un beso enorme y no lo dejes, por favor.
¿No ves? Si es que con amigas como tú tengo que escribir, no hacerlo sería una descortesía por mi parte hacia tanta amabilidad.
EliminarGracias, Rosa, sabes que tus palabras me animan mucho y que tienes una gran parte de responsabilidad en este paso adelante que he decidido dar.
Gracias, de corazón.
Un besote.
Kirke quien dijo que no escribías bien? Creo que nadie, eres muy buena en lo que te propongas. Ganar o no ganar es lo menos importante , lo importante es participar y soltar todo lo que en esa cabecita se de para conseguir un relato como este. Enhorabuena amiga. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, María del Carmen, me animan mucho, de verdad.
EliminarPara escribir relatos yo tengo un gran inconveniente: me falta imaginación.
Si supieras lo que me llevó pensar en "algo" relacionado con los venenos, que tuviera un argumento y, encima, sólo 150 palabras. Al final salió algo, jajaja.
Un beso.
Yo lo que digo en estos casos es que: Hay que disfrutar con lo que se hace y si encima se te da bien, pues miel sobre hojas de higuera.
ResponderEliminarMi opinión personal es que has conseguido un relato que crea interés en forma de argumento sencillo que nos descubren lo que fue la realidad de lo que fue la ignorancia y el miedo a lo desconocido en la Edad Media que se ganó a pulso el adjetivo de Época oscura.
En tu mente, en tus ganas y en tu mano está, el seguir regalándonos historias.
Besos
Sí que disfruté, lo reconozco. Aunque, no sé muy bien por qué, me daba vergüenza mandar el texto al concurso; me parecía una petulancia por mi parte, pero lo hice.
EliminarUna vez que ya tenía en mente sobre qué quería escribir, las 150 palabras me parecieron muy pocas y me quedé con ganas de contar más. ¿Y si hago una versión extendida?
La puerta ya está abierta así que creo que seguiré torturándoos con más historias ;)
Gracias, padrino, por la parte que te toca.
¡Muy bien bautismo!, y si te gusta escribir, inventar o recrear, pues te ánimo, que parece que se te da buen. Un beso.
ResponderEliminarMe gusta escribir, el problema es que me falta imaginación, pero insistiré.
EliminarA lo mejor las musas se deciden a visitarme más a menudo, ahora que ya me he animado.
Un beso.
Qué relato tan fascinante siendo tan corto. Me lo he leído dos veces y me ha gustado muchísimo la forma en que lo has contado, con palabras tan bien elegidas (alguna la he tenido que buscar, como el "beleño").
ResponderEliminarAunque apuesto lo que sea a que quedaste finalista, para mí tu premio es haberte lanzado a participar, más incluso que a escribir este tipo de relatos (pues escribir ya lo haces rematadamente bien).
Bautizada estás y ahora ya somos tu ferviente público y, por supuesto, queremos más.
Kisses Kirke, y enhorabuena!
La mandrágora y el beleño son plantas imprescindibles en las alacenas de cualquier curandera (yo prefiero el nombre de 'sanadora').
EliminarComo el relato iba sobre venenos y el concurso lo organizaba la facultad de Farmacia tuve que darle un punto técnico; la raíz de la mandrágora tiene cierto parecido a la forma humana, como un muñeco, y el beleño se caracteriza por un sabor muy amargo.
Ambas pueden tener efectos farmacológicos pero si se administra mal la dosis son letales.
Gracias por tus palabras de aliento. Sé de tu inagotable optimismo y apoyo.
Un beso.
Hola! Muy chulo el relato, me ha encantado, yo te sigo animando a que escribas.
ResponderEliminarUn saludo!
Muchas gracias, Beatriz, por tus ánimos. Seguiré tu recomendación.
EliminarUn abrazo.
Esa hechicera sabe bien lo que hace y lo que dice, un bautismo de mérito, Kirke.
ResponderEliminarSaludos!
Gracias, Gerardo.
EliminarDe hierbas tuve que aprender 'un poco' con la asignatura de Farmacognosia y creo que es la primera vez que he utilizado en la práctica ese conocimiento.
Nunca es tarde si la dicha es buena.
Un abrazo.
Me ha encantado este micro. Se te da muy bien este género y no resulta nada fácil narrar una historia en tan poco espacio.
ResponderEliminarLas sanadoras y curanderas tenían las de perder. La ignorancia era su mayor enemiga.
Un abrazo.
Siempre me han atraído mucho las curanderas por el profundo conocimiento de las plantas y sus aplicaciones.
EliminarOtra reflexión que me vino a la mente: si ese conocimiento se daba en un monasterio no había problema (estoy pensando en las antiguas boticas de muchos conventos), pero si se daba en una cabaña en un bosque y por una mujer.....¡era brujería!. Qué injusticia
Gracias por tu comentario.
Un beso.
Kirke te ánimo a que sigas escribiendo, corto pero magnifico, de modo que espero que nos sigas regalando relatos y sobre todo sigas participando en más concursos, que aunque una no gane, merece pena participar y compartir, quien sabe si un día lo eres, yo te ánimo que no dejes de hacerlo y repito sigue regalándonos tus buenos escritos. besos. TERE.
ResponderEliminarIntentaré seguir vuestros consejos y estar a la altura.
EliminarMuchas gracias por darme tantos ánimos.
Un beso, Tere.
Hola!!!!! Me ha encantado!!!!! Escribes genial, anímate a participar más aunque entiendo que te dé apuro, A mí me pasa un poco al revés, a los concursos mando relatos sin demasiada vergüenza pero en el blog no me atrevo a ponerlos, lo paso realmente mal, sé que es una bobada pero lo paso mal.
ResponderEliminarUn besito y enhorabuena, escribes muy bien.
Creo que deberíamos darnos una terapia compartida para superar la vergüenza o el miedo escénico; tú para publicar tus relatos en el blog y yo para mandar los míos a los concursos ;)
EliminarMuchas gracias por tus generosas palabras.
Un besote.
Saludos Kirke. Tu texto me ha gustado, pienso que a pesar del límite de palabras, que a veces corta las alas a las historias, has logrado transmitir con acierto el mensaje que querías. En los comentarios he leído que incluso ya en faena, te quedastes con ganas de más, así que... ¿por qué no saciar ese apetito y hacer la versión extendida?
ResponderEliminarSi no estás habituada a escribir relatos, el mejor modo de estimular la imaginación es escribir y escribir, participar en concursos y ponerte pequeñas metas, pues con eso crecerás mucho más de lo que puedas imaginar en un principio.
Tras este tochazo que he soltado jeje, te animo a seguir una vez que has abierto la veda. ¡Un saludo y buen día!
Muchas gracias, José Carlos, por tus consejos, me ayudan y me estimulan mucho.
EliminarHace tiempo que sé del poder que tiene la lectura como vehículo de evasión pero me he dado cuenta, desde hace poco, que el efecto de escribir es aún mucho más potente en este sentido.
Sí que le estoy dando vueltas a "estirar" un poco más la historia de la sanadora, creo que ese personaje merece explicar más y mejor sus sentimientos.
Gracias de nuevo por tus palabras.
Un abrazo.
Qué rabia que solo fueran 150 palabras, porque me he quedado con ganas de mucho más :)) Genial tu relato, Kirke, un bautismo por todo lo alto como no podía ser menos tratándose de tí. Pocas palabras, una buena historia.
ResponderEliminarEl mundo de las plantas "medicinales" me llama mucho la atención, me parece de lo más interesante cómo la naturaleza ofrece remedios a tantos problemas. ¿Te puedo hacer una sugerencia/petición? ¿Por qué no escribes el relato sin límite de palabras, dejando tu imaginación y tus conocimientos sobre el tema a su aire? Es que insisto, yo quería más... :D
Me alegro mucho de que te hayas "tirado a la piscina"; yo diría que nadas estupendamente.
Un beso grande y muchas gracias por compartir con nosotros tu relato!!
Me quedé con ganas de explayarme más con la historia de este personaje y, de hecho, ya estoy recopilando datos sobre plantas medicinales para sustentar bien el argumento y contar con más detalle.
EliminarPróximamente colgaré el resultado, a ver qué sale.
Muchas gracias por tus palabras de ánimo y tus consejos.
Un beso, Julia.