Leer, el remedio del alma

Leer, el remedio del alma
Imagen creada por Ilea Serafín

30 de julio de 2015

Fuego Imperial

    En el mes de marzo pasado leí La gesta del halcón, una novela de aventuras que me dejó encantada. Fue una historia muy bonita, con personajes que a lo largo de sus casi ochocientas páginas se hicieron entrañables. Cuando me enteré que había salido a la luz una segunda entrega con más aventuras de dichos personajes no lo dudé y me decidí a leerla. Ojalá no lo hubiera hecho.

   El halconero inglés, el mercenario franco y el estudiante de medicina (ahora ya médico) se vuelven a reencontrar en Constantinopla 9 años después de las aventuras de La gesta del halcón. De entrada ese reencuentro me pareció forzado y poco creíble. Al mercenario -que ahora es general de las tropas bizantinas- le encargan custodiar una misión diplomática a la lejana China. De nuevo deberá afrontar múltiples peligros y/o aventuras por tierras inhóspitas.

   Esta segunda novela no puede considerarse la continuación de la primera pues La gesta del halcón tiene un final bien definido por lo que se podría haber prescindido de leer Fuego imperial. Me imaginé que esta novela sería un reencuentro con los personajes de la primera y con nuevas aventuras. Creo que ese era el objetivo del autor pero no lo ha logrado. Primero porque los dos primeros tercios del libro son casi un calco de la primera novela. Las situaciones son muy similares y los lugares por los que viajan casi que también. La aparición de elementos comunes a la primera novela es a veces tan obvia que me dieron ganas de cerrar el libro y no seguir leyendo. Tan sólo las últimas doscientas páginas (de un total de casi seiscientas) aportan componentes nuevos. Es cuando la acción se traslada a Nepal, Tibet y China. 

   A todo esto hay que añadir que el argumento está poco elaborado. Es como si el autor hubiera escrito esta novela a la estela de aquella primera y no se hubiera arriesgado ni esforzado, es decir, la primera fue un éxito por tanto vamos a repetir lo mismo pero con leves cambios. Encima la evolución de los protagonistas no me ha gustado en absoluto. Me he sentido engañada.

   Aquí voy a hacer un paréntesis para reflexionar sobre lo que se espera cuando se lee una secuela de una historia que nos gustó mucho. Yo personalmente quiero reencontrarme con personajes que me impresionaron positivamente en la primera lectura, quiero saber qué fue de sus vidas, quiero -en este caso en concreto- volver a vivir nuevas aventuras, . Lo que no quiero es volver a leer la misma historia pero con leves cambios.

   Por si todo esto no fuera poco, y ya para rematar, hay que añadir algo que a mí me enfada muchísimo  -y siento mucho si estoy haciendo spoiler- en un libro: no tiene final, es decir, la historia continúa pero eso será en otro libro que aún no está escrito. Bueno, supongo que habrá una continuación porque lo contrario querría decir que mi ejemplar está defectuoso y le faltan páginas. Así que el que quiera saber qué pasa con el viaje a China de estos aventureros tendrá que esperar. Yo desde luego no lo voy a hacer porque no pienso leerme la tercera parte (si la hay). Y es que en esto de hacer un relato por entregas sine díe yo con George R.R. Martin y su interminable Canción de Hielo y Fuego ya tengo suficiente; no pienso engancharme a otro culebrón.


Kirke  



25 de julio de 2015

A ciegas

    Decidí leer esta novela por la recomendación de varios amigos. Los comentarios vertidos en la red también eran muy buenos. Fui reticente a leerla por mi aversión a los libros que reciben elogios de forma unánime.  Ahora que la he leído no sé muy bien cómo calificarla porque por un lado me ha gustado mucho pero por otro no me ha gustado nada. Puede parecer paradójico pero tiene su lógica. Me explicaré.

   En la Tierra ha pasado “algo” y de repente se desata el caos. La gente esta enloqueciendo ante la visión de “algo” provocando que las personas que ven “eso” se suiciden después de matar a los que les rodean. 

 Esa indefinición a la hora de describir qué es lo que origina la situación en la que se basa todo el argumento es una de las cosas que hizo que no me gustara la novela. Quizás mi mente excesivamente analítica provocó que utilizara un prisma inadecuado para leer el libro. 

   Cae en contradicciones y la base en la que se sustenta el argumento es muy endeble, llegando a describir situaciones imposibles. Vale que se trata de una ficción y que todo es fruto de la imaginación del autor pero hay cosas que no tienen ni pies ni cabeza. Sin entrar en detalles, para no destripar el desenlace, puedo adelantar que el final de uno de los personajes es fisiológicamente imposible. 

    Además, el intento –aunque tenue- de explicar el porqué de esa situación creo que empeora el resultado; para dar sentido a lo que ocurre se puede leer lo siguiente: “Formas de vida irreconciliables. Dos mundos cuyos compuestos resultan tan ajenos entre sí que podrían causar daños si sus caminos llegaran a cruzarse”. Si tan irreconciliables son dos formas de vida es bastante poco creíble que el daño causado se produzca a través de la vista y que la presencia de la otra forma de vida sólo sea tangible de esa manera. Pero bueno, eso es cosa de la fantasía del escritor. Insisto que en este aspecto mi manía de buscar respuesta y lógica a todo me ha chafado la lectura, y en esto sólo yo soy responsable. 

   Por cierto, al hilo de estas dos formas de vida irreconciliables y recordando una entrada que realicé hace unas semanas sobre la posibilidad de vida extraterrestre, me ratifico en mi idea: si hay alguien ahí fuera que se quede donde está y que aquí no venga.

   El tema de la novela cabría clasificarlo a priori como ciencia ficción o una distopía (situación ficticia e indeseable), pero esto sería una clasificación a primera vista porque en el fondo subyace otra faceta creo que más profunda. Y es esta segunda faceta la que me ha gustado mucho. 

   Es angustioso comprobar cómo se puede sobrevivir en un entorno hostil sin ver nada, y lo que es peor, cuando la ceguera es autoimpuesta pues la supervivencia depende de no captar la imagen de ese “algo” que provoca la locura. La vida está separada de la muerte por el mero hecho de tapar con mantas todas las ventanas de una vivienda para no poder ver el exterior, llegando al extremo de que si una de esas mantas se descuelga puede resultar trágico. Aquí hago un inciso para comentar algo que me ha llamado la atención, ¿en EEUU –donde se desarrolla la acción- no hay persianas? 

   En la novela, y a este respecto, se describe genialmente la convivencia entre unos pocos supervivientes donde la cooperación ayuda al bien de todos pero que trae consigo también la desconfianza o las desavenencias que aparecen cuando el lugar donde todos se mueven es muy reducido. La obligación de tener que salir por agua al exterior (una osadía que puede costar la vida), la imperiosa necesidad de buscar más alimentos o simplemente el querer contactar con otros congéneres vivos son las situaciones que se nos describen de una forma concisa y con una intensidad que el libro se lee casi de tirón. Las angustias de la protagonista para sobrevivir en este escenario son muchas y en ocasiones el agobio es inquietante. Hay al final una escena que es de película –de película de miedo, pero de las buenas-.

   En resumidas cuentas, si uno se pone a leer este libro como lo que es, un relato de ficción y no se para a buscarle explicaciones donde no las hay el entretenimiento está más que asegurado.


Kirke       


22 de julio de 2015

Desde mi balcón


   Desde mi balcón observo montañas milenarias que nacieron cuando la Tierra vomitó sus entrañas de fuego, cenizas y lava. Cicatrices del nacimiento de una era, cuando la vida no existía.  

Desde mi balcón observo las nubes que sobrevuelan el océano y que al llegar a las cumbres solitarias se demoran en sus cimas regalando el agua que propicia la vida creando bosques de laurisilva, reliquias vivientes de vegetación extinguida en el resto del planeta.

   Desde mi balcón observo las estrellas en una noche oscura donde sólo la luz de astros celestes muy lejanos se deja ver. Luces que nos recuerdan cuán insignificantes resultamos, qué poco somos en la inmensidad de ese cielo cuajado de cuerpos luminosos. Desde mi balcón el cielo estrellado se muestra más limpio y en todo su esplendor.

   Desde mi balcón observo el mar que vive un desencuentro perpetuo con las rocas. Se acerca a ellas para luego alejarse enfadado, violento, en continua agitación. Aguas revueltas que quizás contagiadas del paisaje abrupto de la costa se muestran amenazadoras. 

   Desde mi balcón observo una costa negra, como el corazón de la Tierra, que vierte arena oscura en sus playas. Un constante recuerdo de épocas tenebrosas cuando todo se estaba originando y todo estaba por aparecer. 

   Desde mi balcón observo los pobladores de esta tierra ingrata que los agota y maltrata, que les exige hasta la última gota de sudor para recolectar sus frutos. Habitantes duros pero dulces, en el hablar y en el sentir. Desde mi balcón oigo un acento suave, amoroso que recuerda al que se oye al otro lado del mar. Oigo palabras con una cadencia que arrulla, que acoge al forastero haciéndole sentirse en casa.

   Desde mi balcón observo el océano que despidió a las tres carabelas de Colón en su última parada en tierra conocida antes de llegar a un mundo nuevo. El mismo océano que durante siglos ha despedido a los habitantes de estas tierras en busca de una nueva vida en ese otro mundo. 

   Desde mi balcón respiro el aire cargado de agua, lluvia horizontal que vuelve la realidad irreal. Desde mi balcón contemplo paisajes únicos de un sitio especial; un lugar privilegiado al que me asomo todos los veranos y cuando regreso a mi rutina, a mi vida diaria, sólo deseo asomarme un año más y observar todo otra vez desde mi balcón.



Kirke     

16 de julio de 2015

Un hijo

   Conocí a Alejandro Palomas con Una madre que fue una lectura emotiva y muy bonita. Cuando escribí la reseña pertinente comenté que dada la calidad de su escritura me haría fan suya. Decidí seguir leyendo cosas de este autor, por eso cuando salió a la luz Un hijo no lo dudé y me hice con un ejemplar. Con este segundo libro me ratifico en lo que apunté en la primera reseña: soy fan de Alejandro Palomas.

   Guille es un niño de 9 años con una imaginación desbordada que le hace parecer extraño a los ojos de otros niños de su colegio; esto hace que su profesora quiera conocerle mejor y decida un seguimiento por parte de la psicóloga del centro. Así vamos conociendo que Guille vive solo con su padre porque su madre ha tenido que irse a trabajar lejos. La ausencia de la madre hace que la relación entre padre e hijo sea difícil. La psicóloga descubre a través de las charlas y de dibujos que le hace el niño que Guille tiene un secreto pero "los dibujos de los niños mezclan demasiado los planos de comunicación y eso hace muy difícil saber qué es real, qué es imaginado y qué es interpretado por el niño".

    A partir de la mitad de la novela el suspense es tal que prácticamente devoré el libro. No es muy extenso por lo que su lectura me llevó un par de días, y porque, incluso con la ola de calor que  invade  mi ciudad, tenía que dedicarle horas al sueño; si no lo hubiera leído de una sentada. 

   La sensibilidad y la prosa tan bonita que me emocionaron en Una madre aquí vuelven otra vez. Quizás por el título se podría pensar en una continuación de la primera novela. No es así. Es una historia totalmente diferente pero con un elemento común: la vulnerabilidad de algunas personas esconde una fortaleza que sólo puede dar el amor; el amor filial que se da entre los progenitores y sus hijos.

   Perdonad que me ponga sensiblera pero el libro es absolutamente conmovedor y he de reconocer que el final me hizo llorar y eso tiene mérito porque yo no soy de mucha lágrima y es que el desenlace descubre el secreto de Guille. Se desvela toda la verdad de una forma impactante y vibrante porque "la verdad, cuando aparece, a menudo es sólo la puerta a otra verdad más profunda que jamás habíamos sospechado y que lo explica todo".   

Kirke      


14 de julio de 2015

40 días de fuego

   A mediados del s. IX una expedición vikinga remonta el río Guadalquivir y llegan hasta Sevilla. Durante seis semanas se dedican a saquear la ciudad y los alrededores hasta que son expulsados por las fuerzas del emir Abderramán II.

   Esto es lo que la Historia nos cuenta. En 40 días de fuego se intenta novelar lo anteriormente expuesto. Y por desgracia la cosa se ha quedado en el intento porque, a mi modo de ver, no se ha conseguido.

   El primer tercio de la novela se dedica a presentarnos a una serie de personajes y su entorno, a modo de introducción. El comerciante judío Zacarías, el atormentado soldado Kamal, la romántica Fátima y muchos más personajes se van describiendo en el inicio. De trasfondo se habla de los normandos que ya han asediado Lisboa y que están llegando a tierras sevillanas.  

    Una vez que ya se supone estamos situados en un escenario más o menos definido los vikingos llegan y los personajes previamente presentados corren diferentes suertes según el resultado del enfrentamiento con los temibles bárbaros. Me llamó poderosamente la atención que se empleara tantas páginas para describir a los personajes locales -los habitantes de la zona atacada- mientras que para los atacantes apenas hay descripciones, ni siquiera nombres propios. 

    Cabría esperar de este argumento una novela de aventuras. Aunque se supone que hay mucha acción  porque durante 40 días unos bárbaros saquean una ciudad, la cosa está contada de una forma tan simplona que me aburrí. El discurrir de los protagonistas en algunos casos es tan inocente que parece un cuento para niños pequeños. Como una versión Disney. 

    El tema me parecía muy atractivo. Soy seguidora de la serie Vikings y creí que esta novela podía ser la versión española de las andanzas de esos pueblos guerreros por tierras hispanas. El tema es interesante pero la forma de contarlo no me ha entretenido y no conseguí empatizar con ningún personaje. Qué decepción.

     Creo que si quiero acción y entretenimiento vikingos tendré que contentarme, de momento, con ver la serie de televisión y seguir las andanzas de Ragnar Lodbrok y compañía por tierras britanas.


Kirke       



9 de julio de 2015

La maravillosa vida breve de Óscar Wao

   "La vida nunca ha sido fácil para Oscar Wao, un dominicano dulce, obeso y algo desastroso que vive con su madre y su hermana en un gueto de Nueva Jersey. Oscar sueña con convertirse en un J.R.R. Tolkien dominicano y, por encima de todo, con encontrar el amor de su vida." Esta sería la sinopsis del libro y aunque por el título pueda parecer que Óscar es el protagonista no es del todo cierto.
    
      Podríamos decir que el título contiene una mentira y una verdad en cuanto a los adjetivos de la vida de Óscar. 

      Lo de 'maravillosa' sería la mentira porque de un individuo que se siente marginado por su fealdad y gordura, por sus costumbres 'frikis' y al que nadie quiere como amigo y mucho menos como amante no puede decirse que tenga una maravilla de vida. En cambio lo de 'breve' es completamente cierto ya que la vida de este personaje supone menos de la mitad de la novela. Lo demás se refiere a la vida de su familia, remontándose a los orígenes de dos generaciones atrás. 

   Con un fino sarcasmo Junot Díaz cuenta la historia de la República Dominicana, desde la era Trujillo y todas sus barbaridades hasta la época actual. Nos habla de los dominicanos que emigraron a EEUU y la relación que mantienen con su patria de origen. El hilo conductor es Óscar, un 'nerd' inadaptado y un romántico empedernido.

   De todas estas facetas la que más interesante me pareció fue la que cuenta los antecedentes de la familia de Óscar, -sobre todo la parte correspondiente a la dictadura de Trujillo donde se hace un análisis demoledor- y es que las vicisitudes familiares son realmente peculiares y entretenidas. Podría haber sido más interesante si la sucesión de acontecimientos se hubiera hecho de una manera más ordenada, porque la historia familiar se cuenta a través de dos narradores y hace saltos en el tiempo hacia delante y hacia atrás convirtiendo el seguimiento de la trama en algo complicado.

   Otro factor que hizo la lectura engorrosa fue la continua utilización de vocablos en 'spanglish', las constantes referencias a cómics y juegos de ordenador de los que soy una completa ignorante y el uso de vocablos propios de la República Dominicana (o de la zona caribeña, disculpadme mi ignorancia): rapar, cocolo, bateyes, guachimán, jeva son algunas de las palabras que no sé qué significan; todavía no tengo muy claro si estas palabras son jerga o mi diccionario es muy malo porque no conseguí encontrar ninguna. Casi peor fue cuando utiliza palabras que en España tienen otro significado, porque eso hizo que me confundiera al interpretar algunos párrafos; resulta que 'prieta' quiere decir 'negra', 'palo' significa 'copa', algunos términos los deduje enseguida pero otros los entendí casi al final de la novela, fue el caso de los 'espejuelos' que resultaron ser las 'gafas'. 

  Todo esto hizo que en algunos momentos perdiera el hilo argumental y me confundiera constantemente por lo que una historia que podría haber sido interesante se ha quedado a medio camino. 

    Quizás debería haber buscado una versión traducida al 'castilian'.

Kirke      




7 de julio de 2015

Liebster award (discover new blogs) & Premio FT



    Hace unas semanas fui nominada a dos premios por dos amigas blogueras que, una vez más, me desmuestran lo generosas que son.

  Rosa desde su blog Cuéntame una historia me otorgó el premio Liebster award (discover new blogs).

  Chelo desde El blog de Chelo me otorgó el Premio FT.

   ¡Muchísimas gracias! Rosa, Chelo, ya sabéis de mi gratitud por anteriores ocasiones y lo que es más importante para mí, cómo me divierto leyendo y comentando las impresiones que plasmáis en vuestros respectivos blogs que sigo y que disfruto.

   Estos premios tienen la finalidad de promocionar y dar publicidad a blogs modestos. Yo le he encontrado otra: descubrir buena gente en la red. He contactado con personas con las que comparto gustos literarios, cinematográficos o de otra índole y además sus diferentes puntos de vista sobre diversos temas me enriquecen constantemente. Rosa y Chelo son dos claros exponentes de lo que digo.

LIEBSTER award (discover new blogs)

Las normas para acceder al premio son:

Seguir al blog que te nominó y dar las gracias.
Nominar a 11 blogs de menos de 200 seguidores.
Dejarles un comentario anunciándoles la nominación.
Contestar las once preguntas que propone el blog que te nominó.
Realizar once preguntas a los blogs que nominas.
Visitar esos blogs y seguirlos.

Las preguntas que me ha formulado Rosa son las siguientes:
1. ¿Recuerdas a qué edad empezaste a leer?
 Pues supongo que cuando aprendí, a los 5 ó 6 años. Bromas aparte, creo que me aficioné a la lectura con 11 ó 12 años y sí que recuerdo que me inicié en este 'vicio' leyendo cómics (en mi época se llamaban tebeos)
    2. ¿Cuál fue el primer libro que te entusiasmó?
 El Señor de los Anillos, con esa obra descubrí el género épico-fantástico que tantas horas de diversión me ha dado. 
    3. ¿Sueles releer?
 Sí, y es algo que recomiendo porque en una segunda o tercera lectura se descubren aspectos que pasaron por alto en la primera. Un buen libro siempre sorprende y aporta nuevas sensaciones cada vez que se vuelve a leer.
    4. ¿Cuál es el libro que más veces has leído?
 Pues la cosa está entre La casa de los espíritus y El Señor de los Anillos, no sé cuál es el que más veces he vuelto a leer porque los dos me gustaron mucho.
    5. ¿Sueles dejar libros sin terminar?
  Presumo de ser de las que aguantan el tipo hasta el final pero reconozco que en algunas ocasiones si el libro es muy malo no puedo con él y abandono, y es que tampoco me gusta perder el tiempo.
    6. ¿Cuántos libros lees al año de media?
Para contestar a esto he tenido que recurrir a una web donde cuelgo los libros que leo y allí te hacen una estadística. El año pasado leí unos 55, la verdad es que no tenía ni idea de que hubieran sido tantos, aunque también tengo que aclarar que algunos fueron muy cortitos......
    7. ¿Prefieres los libros cortos o los de 400 páginas como mínimo?
Prefiero los extensos siempre y cuando ese número de páginas esté justificado. Soy de la opinión que muchas historias no necesitan tanta página para contarse y si sobran pueden resultar aburridas. Si la ocasión lo merece prefiero una historia larga porque en ella me implico más y al compartir tantas horas con los personajes estos se convierten en algo propio.
   8. ¿Te gusta alternar o prefieres leer seguidos libros del mismo autor, del mismo país o del mismo género?
Prefiero alternar, en la variedad está el gusto. De hecho cuando leo una saga no lo hago de tirón, intercalo entre cada volumen un libro de otra temática distinta.
   9. ¿Cuál es el mejor libro que has leído en el último año?
Uff, qué pregunta más difícil. Elegir uno entre tantos es muy complicado, aquí me voy a saltar el protocolo y voy a citar 3 que por tener temáticas diferentes no se pueden comparar y cada uno en su género me ha resultado muy bueno. Serían: La cirujana de Palma como novela detectivesca y de costumbres, El lazo púrpura de Jerusalén como novela histórica de una época que a mí me gusta especialmente, las Cruzadas, y por último El galeón de Manila como novela de aventuras, otro género que también me gusta mucho.
10. ¿Cuál es el autor que sigues siempre, siempre, siempre?
Complicada también esta pregunta porque no soy muy fiel a los escritores. Tengo varios que me gustan mucho pero algunas de sus novelas me han decepcionado por lo que eso de siempre se me hace algo difícil. Podría ser Rosa Montero.
11. ¿A qué horas del día (o de la noche) prefieres o puedes leer?
Para leer no tengo ninguna hora especial. Aprovecho cualquier momento: mientras espero el autobús, cuando viajo en el metro, cualquier hora es buena. He llegado a leer mientras cocinaba, con eso queda dicho todo.

Mis preguntas serían las siguientes:

1.  ¿Qué supone para ti leer?
2. ¿En qué te basas a la hora de elegir un libro?
3. ¿Qué libro leerías mil veces?
4. ¿Qué libro no leerías nunca más?
5. ¿Algún libro te hizo llorar? ¿Cuál?
6. ¿Si en un foro literario un libro recibe muy buenas críticas pero a ti no te ha gustado, manifestarías tu opinión contraria?
7. ¿Qué opinas de las películas basadas en novelas?
8. ¿Qué valoras más en una novela, el argumento o la redacción?
9. ¿Qué te movió a crear un blog?
10. ¿Te fías de las listas de "los más vendidos"?
11. Después de tanto trabajo como te he dado al nominarte para este premio ¿vas a dejar de pasarte por mi blog?

Premio FT

Las normas de este premio son:

Agradecer públicamente a la persona o personas que te lo han concedido.
Poner la imagen del premio en la entrada del blog.
Nominar a diez personas.
Comunicar la nominación a los premiados".

. Reconozco que estas fechas son un poco duras para realizar este tipo de entradas, al menos en España está haciendo un calor infernal y las altas temperaturas nos tienen agotados así que a la hora de hacer las nominaciones me voy a saltar 'un poquito' las normas. Como de lo que se trata es de dar a conocer otros blogs yo voy a nominar los blogs que sigo habitualmente, pongo aquí los que visito con regularidad y que cada uno se dé por nominado y premiado. Para mí son páginas que me gusta leer porque en todas aprendo algo y además me divierto.


A todos os doy las gracias por darme tan gratos momentos leyéndoos. 

Un abrazo a tod@s


Kirke      

                                 

3 de julio de 2015

Al morir don Quijote

   Al morir don Quijote nos recrea el devenir de múltiples personajes que conocimos en El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha una vez que el protagonista, don Quijote, muere. 

   Con un estilo que imita al inimitable Cervantes el autor nos cuenta cómo sienten y viven la desaparición de don Quijote los que le conocieron como Alonso Quijano.

    Aunque pueda parecer la continuación de la maravillosa novela de Miguel de Cervantes a mí no me lo ha parecido; ni creo que Trapiello lo pretenda. Sí que nos cuenta qué pasa con la sobrina y con el ama de don Quijote, cómo lleva Sancho Panza la desaparición de su señor; los destinos del bachiller Sansón Carrasco y muchos otros personajes son fabulados aquí.

   Pero esta novela es un recuerdo continuo a don Quijote y sus aventuras. Un repaso de sus andanzas y la huella que dejó su locura, esa locura de la que se repuso al morir y que contagió a los que le querían y se preocuparon por él. 
  
   Con las constantes referencias a las aventuras que evocan los allegados de don Quijote he vuelto a recordar muchos de los episodios que tanto me divirtieron al leer la novela de Cervantes, he vuelto a reencontrarme con personajes que en aquella lectura se hicieron entrañables. Aquí se mencionan no sólo los personajes principales sino también los secundarios y los que apenas tienen relevancia en la primera novela. Me ha hecho especial ilusión volver a saber del boticario Valeriano de la Flor -aquel que le preparó a don Quijote el bálsamo de Fierabrás-. Con todo esto Trapiello nos demuestra su profundo conocimiento de la novela de Cervantes.

   El lenguaje utilizado es rico y en algunas ocasiones complicado. He necesitado recurrir al diccionario en muchísimas ocasiones. Precisamente Andrés Trapiello ha sido noticia últimamente por versionar el Quijote de Cervantes con un lenguaje más actual para una mejor compresión. Sin embargo él a la hora de redactar no se queda corto en cuanto a palabras poco usuales ya en nuestro vocabulario: pelaires, boneteros, jubeteros, calceteros, alfayates, alarifes son algunos de los vocablos utilizados. Como diría el buen Sancho Panza: en casa del herrero cuchillo de palo.

    Los diálogos entre el bachiller Carrasco y Sancho recuerdan mucho a los que mantenía el labriego con su señor en sus correrías y en ellos se hacen algunas reflexiones que no tienen nada que envidiar a las originales de la primera novela. Mención aparte merecen las consideraciones que se hacen sobre los libros "un libro te da la mejor compañía en los momentos de soledad, melancolía y tedio".

    A través de este ilustre loco se hace un homenaje al altruismo, "fue un loco, pero si alguna vez se le recuerda en los tiempos venideros no será por haber embestido a unos carneros o haberse aspado en unos molinos, sino por haberlo hecho creyendo que no lo eran, y sí muy principales enemigos del hombre y de la razón, y sabiendo que no podría vencerlos".

   Con esta novela he vuelto a acordarme de ese maravilloso loco que fue don Quijote y que en su delirio se atrevió a enfrentarse a molinos de viento, a gigantes, a lo que fuera menester para cumplir con su conciencia de caballero, "don Quijote nos enseñó a ponernos, con razón o sin ella, al lado del que más la necesita, por faltarle la justicia".

   Un referente para saber luchar por lo que uno cree justo porque "ese ideal suyo de reparar los tuertos de la vida sólo parece posible tenerlo si se está un poco loco"


Kirke      
     


Hada verde:Cursores
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