Este 2016 no empecé con buen pie mis lecturas pues la primera reseña del año consistió en un abandono. Quería quitarme el mal sabor de boca y me fui a lo seguro: tomé un libro de Stefan Zweig. No me equivoqué. Aún no había leído quince páginas y ya había rellenado en una libreta más de tres hojas con anotaciones interesantes.
Ya, de entrada, el origen del libro es de lo más peculiar. "Los libros pueden tener su origen en los más variados sentimientos (....), este nació de un sentimiento algo insólito, pero muy penetrante: la vergüenza". Y es que el autor durante un viaje en un transatlántico desde Europa a América del Sur comenzó a impacientarse por la lentitud de la travesía, quería llegar cuanto antes y el apacible discurrir de las horas le puso de mal humor. Pero entonces se dio cuenta de lo afortunado que era pues mientras él disfrutaba de un cómodo camarote, de sabrosas comidas y elegantes cenas los antiguos navegantes hubieron de pasar penalidades sin fin para recorrer el mismo trayecto. Por lo tanto se interesó por esos pioneros del mar llegando a centrarse en la figura de Magallanes. Y así nació esta maravillosa novela.
Con la genialidad que caracteriza a este escritor nos cuenta una de las gestas más heroicas de la Humanidad: la primera circunnavegación de la Tierra. Lo hace además con una pasión y un entusiasmo que parece que él mismo se encuentra a bordo de una de las naves que surcaron los mares en busca de una ruta que llevara a alcanzar las Indias por el Oeste, el sueño que ya persiguió Colón pero que no llegó a ver realizado: llegar al Levante por el Poniente.
Antes de centrarse en Magallanes y su viaje alrededor del globo Zweig nos pone en antecedentes. Nos habla de la importancia del comercio, sobre todo del de las especias, auténtico motor de la economía de aquella época. Nos cuenta sucintamente y de una forma muy clara -y poética- todo el proceso de estas materias desde su recolección hasta llegar a la mesa de los más pudientes de Europa. Sin embargo el mar Rojo, paso obligado para llegar al lugar donde se cultiva tan precioso tesoro, es musulmán y no puede ser surcado por cristianos, "el Islam tiene echada una cadena infranqueable entre la India y Europa". Tras el fallido primer intento de despejar el camino a Oriente, las Cruzadas, los europeos deben elaborar un plan B: buscar otro camino para llegar a la India.
Ruta de las especias |
"En todo descubrimiento o invención hay un estímulo moral, una fuerza alada del espíritu: pero, muy en general, lo que da el empuje definitivo hacia la realización es la conciencia de unos móviles materiales". Poderoso caballero es Don Dinero.
Después de esta introducción fabulosa y perfectamente escrita nos sumergimos de lleno en el fascinante viaje. Tan bien lo describe que el lector asiste como un participante más a la partida de las cinco naos de la pequeña armada: Victoria, Trinidad, San Antonio, Santiago y Concepción son los nombres de las naves. El 20 de septiembre de 1529 de Sanlúcar de Barrameda marchan 234 hombres. Después de tres años sólo regresará un barco con 18 personas a bordo.
Las inclemencias del tiempo, los inconvenientes de la travesía, el hambre, los errores de cálculo en la ruta preestablecida por el propio Magallanes y sobre todo el recelo de parte de la tripulación hicieron del viaje un auténtico suplicio pero la firme voluntad y el recio carácter del jefe de la expedición evitaron que la aventura fracasara. Es curioso cómo Zweig disculpa e incluso llega a justificar la actitud de los oficiales españoles al mando de las otras naves cuando se amotinan e intentan desobedecer a su capitán que se niega a revelar su planes y además propone pasar el invierno en una bahía heladora y desierta. Mientras otros historiadores tachan a estos marinos de traidores él los describe así: "los capitanes de Magallanes, en aquellos momentos críticos, no solamente tenían el derecho, sino la obligación de pedirle cuentas de sus propósitos, porque les va en ello no tan sólo su propia vida, sino también la de aquellos hombres que el rey puso a su servicio".
Itinerario de la expedición de Magallanes |
Estrecho de Magallanes |
La fascinación de Zweig hacia Magallanes no le impide ser imparcial con él, y es así que me ha dejado la imagen de un Magallanes controvertido; su mutismo y su carácter huraño le hicieron merecedor del recelo de la tripulación, y aunque su perseverancia fue la clave del éxito su actitud hacia sus subordinados le convirtió en un jefe altanero y displicente. "Si bien la Historia ha dado la razón a Magallanes, no olvidemos que la da casi siempre al vencedor, en perjuicio del vencido"
Independientemente del carácter esquivo incluso antipático de Magallanes es indudable su valor. "El hombre da lo mejor de sí con un ejemplo, y si hay un hecho que pruebe algo es el de Magallanes, que, contra todo olvido, traspasará los siglos para dar testimonio de que cuando una idea vuela con las alas del genio, cuando se lleva adelante denodadamente y con pasión, es más fuerte que todos los elementos de la Naturaleza".
Kirke
Creo que contar esta grandiosa historia y hacerlo de forma documentada al tiempo que amena, ya dice mucho de la pericia de su narrador. Es un libro de aventuras, pero también de historia, y aunque lo cierto es que el género no me entusiasma, me dan muchas ganas de hacer una incursión en él después de leerte.
ResponderEliminarCreo que con creces te has resarcido de la primera lectura, poco afortunada, del año. Me alegro mucho :))
Un beso grande y gracias por esta estupenda reseña, Kirke.
El autor ha demostrado un gran rigor histórico al relatar los acontecimientos pero lo hace con tal entusiasmo que parece estar inventándolo. De hecho, al principio de la reseña pongo que es una novela y en realidad no debería considerarse así al libro pues todo lo que cuenta está basado en la documentación existente, pero es tan divertida su lectura que para mí no tiene nada que envidiar a las mejores novelas de aventuras.
EliminarUn beso, Julia, y gracias por compartir.
Desde luego, con Zweig nunca se equivoca una. esta novela no la he leído. Hay tantas que me quedan, escribió tanto que creo que me voy a poner yo misma un compromiso para ir leyéndolo todo.
ResponderEliminarUna reseña magnífica, Kirke. Creo que empezaré por este libro en mi reto "Zweiguiano"
Un beso.
Ya tuve un aviso de lo bien que cuenta la Historia cuando leí Momentos estelares de la humanidad, aquello fue un aperitivo de lo que me iba a encontrar en este libro. Porque Zweig relata la Historia de una manera estupenda.
EliminarYo también tengo más libros de Zweig en espera, creo que el próximo será El mundo de ayer: memorias de un europeo.
Un beso y gracias también por compartir.
Como he dicho en otras ocasiones, una novela que encierra historia entre sus pàginas sòlo es perfecta si està bien escrita. Esa prosa amena y poètica la disfruto mucho, tu reseña me hizo recordar a: Vasco Nùñez de Balboa y el Tesoro de Dabaibe, de Octavio Mèndez Pereira. Me han dado ganas de reelerla. Y sentì bonito cuando internacionalmente se menciona el istmo de Panamà jajaja igual si tengo la oportunidad de leer esta, me la apunto, Magallanes parece ser un personaje peculiar.
ResponderEliminarAdemás de describir poéticamente situaciones que en principio parecen muy prosaicas hace alarde de un fino sarcasmo, por ejemplo, cuando se refiere al monarca portugués Enrique el Navegante comenta que sólo una vez en su vida se subió a un barco (cuando conquistó Ceuta).
EliminarEs un escritor muy bueno y además entretenido, qué más se puede pedir.
Tomo nota de la obra de Octavio Méndez Pereira, tiene buena pinta por lo que comentas.
Un beso, Arethusa
Esta novela no la he leído, pero me encanta lo que cuentas de ella en tu magnífica reseña. Me encanta este tipo de libros, en que convive la aventura, la historia y personajes que nos suenas y se descubren para nosotros a través de los ojos del autor. Este seguro que me encantará. Gracias por reseñarlo, Kirke. Un beso enorme
ResponderEliminarMe lo he pasado pipa leyendo esta historia, cuando las naves surcaban el Atlántico parecía que yo iba también en la proa y cuando padecieron sed y hambre, las penalidades de la tripulación las sentía como propias. Una auténtica gozada. Ojalá todos los libros de Historia estuvieran así de bien escritos y fueran tan divertidos.
EliminarStefan Zweig demuestra que se puede ser riguroso y fiel a la documentación existente sin ser aburrido.
Un beso, Chari. Gracias por compartir.
Siempre me ha fascinado el viaje de Magallanes y Elcano. Hace unos años estuve en Garrucha (Almería) y tenían un réplica de la nao Victoria: un cascarón minúsculo, incómodo y oscuro. De hecho, no tenía ni el timón en forma de rueda tal y como aparece en las películas, sino un grueso madero que se llamaba pinzote para gobernar la nave. En fin, una increíble aventura, he leído sobre este viaje pero se me ponen los dientes largos leyéndote: quiero el de Zweig. Segunda oportunidad para empezar el año y sigue mi ruina, porque la lista de pendientes sube y sube. Por supuesto, y no hace falta que lo diga, excelente reseña.
ResponderEliminarUn abrazo.
La nao Victoria era la peor de las cinco que salieron de Sanlúcar y sin embargo fue la única que terminó el viaje, qué ironía. De todas formas los otros cuatro barcos tampoco eran especialmente buenos, Zweig escribe "Magallanes salió de Sevilla con cinco barcas de pescador para dar la vuelta a la Tierra".
EliminarViendo las embarcaciones y las condiciones en las que realizaron el viaje es un milagro que pudieran resistir tormentas y corrientes marinas. Increíble.
Si lees esta versión de Zweig me aventuro a asegurarte que el viaje de Magallanes y Elcano te parecerá aún más fascinante.
Un beso, Gerardo.
Hola! Me alegra que hayas disfrutado tanto de este libro, no como el primero del año. La verdad es que es muy interesante aunque no es el tipo de lectura que suelo hacer.
ResponderEliminarUn saludo!
Pues en otra ocasión coincidiremos y contrastaremos opiniones.
EliminarUn beso.
¡Ayyyy! sintiéndolo mucho voy a dejar de leerte de aquí a nada.
ResponderEliminar¿Por qué? pues por la sencilla razón que cada vez que os leo a Rosa y a ti en vuestras reseñas, engrosa la lista de libros a leer de tal forma, que necesitaré cuatro vidas enteras para ponerme al día.
¡Por favor! descansad un poco.
Besos
Lo de dejar de leerme lo dirás en broma ¿no?
EliminarSi lo dices en serio prometo de aquí en adelante hablar mal de todos los libros que lea para que no tengas que apuntar ningún libro más para leer.
No me asustes!!!
Broma.
EliminarSabes tú que soy adicto seguidor de lo que quieras contarme.
Besos
Tienes un blog muy interesante. Tendré que ir leyéndolo con calma.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Ambar, por tus palabras. Estaré encantada de que visites esta tu casa.
EliminarUn abrazo.
Muy interesante, me ha encantado como lo cuentas y se me han despertado las ganas de saber más sobre esa expedición y ese gran hombre, porque hacer un viaje en las condiciones de entonces...buff, realmente la pasión, los sueños, las ganas...mueven montañas y hazañas así nos lo demuestran.
ResponderEliminarCreo que me apunto un nuevo título para leer cuando deje aparcada la novela negra. Se nota que lo has disfrutado porque lo transmites en cada línea, ¡qué bien!, es tan fantástico disfrutar de un buen libro.
Un saludo y feliz fin de semana
La ilusión que he plasmado en esta reseña es un pálido reflejo de la que muestra Zweig al relatar la gesta de Magallanes y su tripulación.
EliminarHe disfrutado porque el autor me ha contagiado con su fabulosa prosa la fascinación que él sintió al investigar los pormenores de la expedición y la personalidad de su protagonista. El mérito es completamente de él.
Feliz fin de semana también para ti, Conxita.