Esto no es una reseña, que quede bien claro. El motivo de esta entrada es un libro pero no lo voy a reseñar. Y no porque lo haya abandonado; me lo leí enterito -algunos párrafos más de una vez- pero no voy a hacer la reseña pertinente. ¿Por qué? Pues por la sencilla razón de que no me enteré de nada. Bueno, de casi nada, porque el título sí lo entendí, o puede que no. No sé. Después de devanarme los sesos durante días para desentrañar sus capítulos ya dudo hasta de cómo me llamo.
El título completo del libro en cuestión es “El azar y la necesidad, ensayo sobre la filosofía natural de la biología moderna”. En este título y para empezar, hay palabras, según mi criterio, que no pueden estar juntas en una misma frase, a saber: filosofía y biología.
Debería haberme alertado la presencia de la palabra “filosofía” ya que Descartes, Schopenhauer y compañía me amargaron muchas horas de estudio en el bachillerato. Pero, en contraposición, la palabra “biología” me atrajo; la posibilidad de filosofar sobre un tema que me gusta y conozco, la biología, me pareció prometedor y asequible. Debería haberme alertado la presencia de la palabra “filosofía” y dejar las atracciones por la biología para otra ocasión.
El objetivo de Monod en este ensayo es demostrar mediante la filosofía que la aparición de la vida no dependió de ninguna intervención divina y eso suscitó mucha polémica cuando se publicó, en el año 1970. Para poder sustentar sus teorías, en la introducción se dedica a rebatir una por una varias corrientes filosóficas, a saber: el animismo, el vitalismo (el metafísico y el cientista), el predeterminismo y el materialismo dialéctico. Teniendo en cuenta que apenas recuerdo en qué consistían estas corrientes el inicio no podía ser peor. Monod las explica sucintamente para luego desmontarlas y así fue cómo me percaté de que mi problema no era de memoria sino de entendimiento. No es que no las recordara es que nunca las he entendido. Ahora lo que no recuerdo es cómo pude aprobar la asignatura de Filosofía.
A pesar de este inicio desalentador no me amilané y me tomé la lectura como una alumna aplicada. Con lápiz y papel en ristre fui anotando las aseveraciones más importantes, cuando llevaba escritas bastantes hojas y al releerlas, me di cuenta que no entendía lo que había puesto y no por culpa de mi letra sino porque lo escrito, para mí, no tenía ni pies ni cabeza.
Aunque toca temas de biología y bioquímica molecular –materias en la que me suelo defender- lo hace desde una perspectiva tan metafísica que también he llegado a cuestionarme cómo pude aprobar la asignatura de Biología. Deprimente.
Por ejemplo, yo pensaba que comprendía la teoría de la evolución de Darwin, al menos los rudimentos, pero cuando se refiere a ella escribe lo siguiente: “la idea darwiniana de que la aparición, la evolución, el refinamiento progresivo de estructuras cada vez más intensamente teleonómicas, es debido a perturbaciones sobrevenidas a una estructura poseyendo ya la propiedad de invariancia, capaz por consecuencia de conservar el azar y por ello de someter los efectos al juego de la selección natural”. Me quedé con la boca abierta y después de releer el párrafo como unas cinco veces llegué a la conclusión de que no tenía ni idea de quién era Darwin y mucho menos en qué consiste su teoría evolutiva.
Otros párrafos que tuve que releer varias veces con resultados muy parecidos al anterior fueron los siguientes:
“La invariancia es protegida, la ontogenia guiada, la evolución orientada por un principio teleonómico inicial, del que todos esos fenómenos serían manifestaciones”.
“La biosfera no contiene una clase previsible de objetos o de fenómenos, sino que constituye un acontecimiento particular, compatible seguramente con los primeros principios, pero no deducible de estos principios”.
Después de leer páginas y páginas con cosas de este jaez acabé con una empanada mental de importancia. En un momento dado el autor escribe “Espero que se me comprenda bien” y entonces pensé que conmigo ya podía esperar sentado.
Monod además de una redacción complicada -por decirlo de una manera amable- hace gala de una gran erudición citando continuamente a filósofos por un lado y a biólogos por otro. Algunos fueron las dos cosas; como Driech que abandonó la embriología por la filosofía. Un crack el tal Driech.
El caso es que esta mañana tomando un café con mi jefe –un catedrático con una mente científica extraordinaria y un pozo de sabiduría- le comenté mi frustración con esta obra y él me confesó que cuando la leyó no se enteró muy bien de lo que ponía. Me subió la autoestima unos cuantos puntos; menos mal porque según iba leyendo tenía la sensación de que mi coeficiente intelectual estaba en números rojos. De haber sabido antes que alguien, con la cabeza mejor amueblada que yo, había tenido problemas con su lectura ni me habría molestado en abrir el dichoso libro.
Pero mi constancia al seguir leyendo fue recompensada cuando llegué a la frase final: "La antigua alianza ya está rota: el hombre sabe al fin que está solo en la inmensidad indiferente del Universo de donde ha emergido por azar". Esto sí que conseguí entenderlo aunque yo llegué a esa misma conclusión hace años sin marear tanto la perdiz.
No obstante, ya finalizado el libro, en los apéndices, el autor hace un resumen de varios conceptos de biología -y física- para contextualizar las elucubraciones del ensayo (habla del ADN, código genético, entropía y las leyes termodinámicas). Como en este apartado no se dedica a filosofar sino que expone los conceptos tal cual son lo comprendí absolutamente todo. Dicho lo cual acabaré mi diatriba con dos conclusiones:
La primera es que Filosofía y Biología no maridan bien. Al menos para mí; no se hizo la miel para la boca del asno. Donde pongo 'miel' léase 'Filosofía' y donde pongo 'boca del asno' léase el cerebro de una servidora.Y la segunda es que las notas que obtuve en Biología (y Física) no me las regalaron. ¡Ay, qué alivio!
Kirke
Me gusta tu sinceridad, Kirke. Y otra cosa: lo más abstruso se puede explicar con sencillez. La famosa frase: "El hombre sabe al fin que está solo...", es lo único que la gente conoce de este libro y la utilizan según les conviene. Yo, personalmente, no estoy de acuerdo con esa afirmación, porque cifra el origen de la vida en una sola alternativa: o Dios o el azar. Lo cual es muy pobre y hay que considerar otras posibilidades como los fenómenos emergentes, no muy bien comprendidos todavía. Si te interesa puedes leer "Dios y la nueva física", del físico teórico Paul Davies. Expone más alternativas.
ResponderEliminarA mí también me parece demasiado simplista el decantarse por Dios o por el azar pero de momento, y mientras no se "me" demuestre lo contrario, yo a Dios no lo veo por ningún sitio (aunque tampoco se "me" ha demostrado que no exista). Por otra parte el azar como origen de la vida es algo que tampoco llega a convencerme.
EliminarLas hipótesis están muy bien, y cada uno es muy libre de plantearlas -y si lo hacen de manera clara yo lo agradezco doblemente- pero desde un punto objetivo, y la Ciencia se basa principalmente en la objetividad, creo que divagar en exceso no lleva a ningún sitio. Yo, al menos, me pierdo.
Tomo nota del libro de Davies. Tengo en la recámara "Ciencia y creencia" de Steve Jones y otro que se llama "El labertinto de Dios" ¿te suena? ;)
Un beso, Manuel.
Me sacaste màs de una carcajada con tus dudas existenciales durante la lectura de este libro jajaja bueno, yo tambièn considero que una cosa no puede coexistir con la otra, si para apoyar a una anulas lo opuesto. Es decir, ¿es necesario descartar a Dios como ser involucrado en la creaciòn del universo, para poder hablar de evoluciòn? ¿O es el ateìsmo una ciencia, tal cual como la bilogìa, que merece estudio como para darle un exceso de importancia al origen de este mundo en vez de preocuparnos por el abismo hacia el que vamos con la destrucciòn del ecosistema y la maldad de hombres contra misma especie?
ResponderEliminarComo le comento a Manuel podemos divagar todo lo que queramos pero a mí no me resulta útil. Como ejercicio de dialéctica puede estar bien pero yo soy más práctica.
EliminarMientras otros emplean el tiempo en disquisiciones teológicas sobre cómo empezó todo yo prefiero buscar soluciones a los problemas que hay aquí y ahora (destrucción ecosistema, guerras, pobreza y demás).
Y que conste que no estoy en contra de las mentes bien pensantes ni de los filósofos, pero desde luego yo nunca me encontraré entre ellos; me falta actitud y aptitud.
Un beso.
Kirke perdon que me meta mi cucharada pero yo pienso que el tema que tu has abordado te ha quedado increible con lo que escribiste y me parece que tu eres un ser humano muy sensible como yo lo soy felicidades amiga
ResponderEliminarNo tienes que pedir perdón por comentar, todo lo contrario, estoy encantada de tu intervención y más para dedicarme unas palabras tan bonitas.
EliminarNo sé si tendré mucha sensibilidad, lo que sí sé es que no tengo capacidad para desentrañar algunas ideas, al menos según las exponen algunos autores.
Un beso, Ana María.
Con lo de "espero que se me entienda bien", Monod debía estar de cachondeo. Parece que la pedantería y verborrea fue herencia del 68, recuerdo haber intentado algo parecido con Lacan y nada de nada. Creo que tienes razón, cuando la filosofía se embrolla, es todo lo contrario a la ciencia, que supongo debe ser clara.
ResponderEliminarBuena salida de tono, Kirke, muy ocurrente y con sustancia. Y estoy (casi) seguro que cuando tu jefe te dijo que no lo entendió del todo, entre líneas quería decir que le había pasado poco más o menos lo que a ti.
Un abrazo.
Llevo oyendo hablar de este libro desde que estudiaba en la universidad, de hecho me lo recomendó mi profesor de bioestadística. Algunos de mis colegas hacen continuas referencias mediante citas al libro de marras.
EliminarDesde esta mañana, y animada por el comentario de mi jefe, estoy indagando quién se ha enterado y quien no de lo que ponía. Ya he preguntado a dos y ninguno me ha dicho que lo comprendió completamente. Además lo primero que dicen es: uff, es un libro complicado. Y tanto, empiezo a sospechar que no lo entendió ni el propio autor.
Ojalá me hubiera dado por preguntar antes de empezar a leerlo.
Un beso, Gerardo, y tacho, por si acaso, a Lacan.
Ay, Kirke, qué envidia. Lo leíste entero. Es mi asignatura pendiente. Lo empecé hace años pero no pude con él. Y mira que tenía ganas porque el título ya es pura Filosofía y a mí, la mezcla de Filosofía y Biología me entusiasma (por eso me gusta la Biología, porque, a mi burda manera, me permite Filosofar), pero con ese libro no pude. Y tras leer tu escrito (que no reseña, no te enfades) aún me quedan menos ganas. Creo que Monod se quedará sin mi lectura.
ResponderEliminarUn beso
No tienes nada que envidiarme, Rosa, porque no entendí prácticamente nada, salvo los apéndices y alguna cosa suelta todo fue un embrollo para mí. El único mérito que se me puede dar es que fui perseverante y tenaz aunque el resultado fue decepcionante.
EliminarEstaba deseando saber si te lo habías leído pues siendo bióloga y lo sesuda que eres pensé que tú serías de los pocos que consiguieron comprender el libro.
Contigo me ha ocurrido como con mi jefe, si no pudiste con el libro yo no tenía ninguna posibilidad.
Un besote.
Yo no pude, pero tú sí. Y si tu jefe tampoco pudo, esa ventaja que nos sacas a los dos. O sea, que has tenido posibilidad y más.
EliminarUn beso.
Gracias, Rosa, tú tan generosa como siempre. Por cierto, me he acordado de ti todo el finde porque he estado en Salamanca y la rana es una animal que está muy ligado a esa ciudad; he visto figuras de ranas por todos lados.
EliminarUn beso
Hola! Pues vaya con el libro, leer un libro y no enterarse de nada no mola mucho. La verdad es que no es un tipo de libro que leería.
ResponderEliminarUn saludo!
Yo creo que este es un tipo de libro que no leería casi nadie.
EliminarUn abrazo.
Si leerte ese libro (yo no podría jamás) ha servido para que escribieras esta entrada tan simpática ha valido la pena, me ha divertido mucho.
ResponderEliminarUn beso enorme, Kirke
Ya sabes, Chari, que para combatir la frustración el humor es un arma muy valiosa. Me alegro que te haya divertido.
EliminarUn besote.
¿Qué quieres que te diga chica?.....
ResponderEliminar¡Puffff! Has elevado el listón de tus lecturas a la décima potencia de un logaritmo neperiano con base 10, si es que es posible hacerlo.
Creo que lo que le faltaba al ensayo, primero. Algo más en longitud del título. Por ejemplo: "El azar y la necesidad,ensayo sobre la filosofía natural de la biología moderna con toques de reiki japonés para reconocer el sentido kármico de la quinta esencia consustancial, de los elementos discordantes de las políticas Bielorusas; teniendo en cuenta los ampulosos mecanismos de la física cuántica y las tendencias de los modistos de Paris con respecto a las últimas tendencias de moda femenina"
Con ello creo que el autor hubiera atraído a más lectores.
Y segundo. Si hubiera puesto en vez de ensayo "novela de acción ambientada en los suburbios de belgrado. Thriller en tres actos" hubiera triunfado.
Seguro que no fue un top ten de ventas este libro. Y si personas preparadas como tú, Rosa y tu jefe no fuisteis capaces de asimilar los conocimientos "claros y sucintos" explicados por el auto...
Conclusión: No lo voy a leer.
Y ¡Felicidades! sin querer hacer reseña sobre él, casi que la has hecho y encima con gracejo peculiar.
Besos sesudos, biológicos y filosófico-ensayistas.
Yo creo que de la moda de París no habla pero tampoco te lo podría garantizar porque algunos párrafos fueron para mí completamente ininteligibles.
EliminarGracias por tu generosa apreciación, pero mi listón de lecturas sigue igual que siempre. Conseguí terminar el libro, sí, pero como no me enteré de casi nada es como si no lo hubiera leído.
Un beso grande, padrino
Qué ganas tenía de leerte y encontrar en tus líneas tu fino humor! Cómo me he reído! Y mira que eres tenaz! Yo no he entendido nada de lo que dice el buen señor, y estoy segura de que hubiera soltado el libro a la primera de cambio...
ResponderEliminarLo de menos era que hicieras la reseña del libro en cuestión, y lo de más que nos deleitaras con tu inteligente y divertido sentido de la ironía, que hasta contigo mismo aplicas. Y seguro que las notas fueron merecidísimas!
Big kisses Kirke!!
La frustración que sentí al no poder seguir el hilo de las argumentaciones que hacía me hizo ponerme irónica y según avanzada el libro me preguntaba a mí misma: pero qué voy a reseñar, si no sé ni lo que estoy leyendo. Así que decidí hacer una no-reseña y desahogarme con este texto.
EliminarQué bien que hayas vuelto, compañera. El 'Al Alimón' está esperando.
Un besote.
Es una pena que un libro te deje un mal sabor de boca y te decepcione pero bueno que se le va a hacer, en fin al menos te puedes consolar que habido gente que le a pasado exactamente lo mismo, en fin por lo menos te puedes consolar. Te puedo asegurar que este no lo leo. TERESA.
ResponderEliminarEn el mundo en que yo trabajo hay muchos que presumen de haberse leído este libro aunque nunca especifican si lo han comprendido. Me temo que a la mayoría les ha pasado lo que a mí, y como le he comentado a Francisco, si no lo entiendes es como si no lo lees.
EliminarHaces bien en no leerlo, te ahorrarás un buen dolor de cabeza.
Un beso
Qué bueno, Kirke, me has hecho reir con ganas jajajaja.
ResponderEliminarCreo que puedes estar tranquila: ni tienes el coeficiente intelectual en números rojos, ni te regalaron las notas cuando estudiabas, ni has de replantearte cómo te llamas. Es más, puedes afirmar con rotundidad, te guste o no la miel, que no eres un asno (intelectualmente hablando, se entiende). ¡Qué cruz de libro, madre mía!! Demasiada paciencia tuviste :D
Gracias por no reseñarlo, nos habrías transmitido tus dudas acerca de todo. Me ha encantado, estoy deseando que te leas otro "pestiño" y nos lo cuentes, ji, ji.
Un beso y feliz domingo!!
Gracias por esos ánimos que me das acerca de mi coeficiente intelectual y sobre mis méritos para conseguir las notas.
EliminarA pesar de lo bien que hablas de mí espero que tus deseos sobre leer otro pestiño no se cumplan. Aunque al paso que voy este año me temo que haré unas cuantas no-reseñas porque el libro que estoy leyendo ahora mismo no va por buen camino.
Un beso y que tengas una buena semana.
Te felicito, has hablado de manera tan entretenida de un libro que no leeré, pero de lo que sí estoy segura es que seguiré leyéndote a ti. Buena semana.
ResponderEliminarYo no tengo el bagaje intelectual de Jacques Monod pero, y aunque pueda parecer una petulancia por mi parte, creo que hay algo en lo que le supero: cuando escribo se me entiende. Eso es algo que este autor no puede decir, al menos con un alto porcentaje de lectores.
EliminarUn beso y feliz semana también para ti, MariaÉ