Cuando el dolor me atenaza se me cierra la garganta y me quedo sin voz; no tengo palabras.
Ayer asistí impotente a las noticias que nos llegaban desde París. Una vez más la barbarie y la locura golpean esa ciudad. Cuando veía las imágenes de ayer un dolor infinito me invadió y sentí que una vieja herida se abría otra vez en mi corazón. Algunas heridas nunca cicatrizan y cuando reciben un nuevo golpe vuelven a sangrar, vuelven a doler.
Y es que ayer, como un fogonazo, regresaron a mi memoria imágenes agazapadas en un rincón del subconsciente que como un enemigo silencioso esperan una oportunidad propicia para volver a atacar. Ayer recordé estampas de hace once años cuando mi ciudad también se vio invadida por la atrocidad. Recuerdos que no se van completamente y que regresan para volver a herir.
Recuerdo el sonido de las sirenas de las ambulancias, el vuelo de los helicópteros, el inacabable goteo de número de víctimas (40, 80, 100......192). Recuerdo el estupor inicial, la indignación, la desorientación de quien es golpeado y no sabe por qué. Recuerdo en mi deambular por la ciudad los semblantes serios y taciturnos de mis vecinos; la infinita tristeza que nos abatió durante meses.
Me gustaría decir a los parisinos que mi corazón late al mismo ritmo que el de ellos, que mi dolor es idéntico, que mi tristeza es igual, que mis lágrimas se unen a las suyas pero el dolor me atenaza y no puedo hablar. No tengo palabras.
Kirke
Yo tampoco no sé ni qué decir, Kirke. Sólo que me uno a lo que tan bien has expresado, gracias por ello y un fuerte beso.
ResponderEliminarEsta vez tú y yo que somos tan buenas charlatanas no sabemos qué decir.
EliminarUn beso
Terrible, triste, injusto, inútil. A mí no son palabras lo que me falta, es inteligencia para comprender tanta maldad estéril, Tanta falta de entendimiento entre los seres humanos. Decir que nos comportamos como animales, es insultar a los animales. Desgraciadamente, para nuestra vergüenza,nos comportamos como humanos.
ResponderEliminarUn beso.
A mí también me parece inadecuado comparar a los asesinos con animales porque ningún animal tiene comportamientos tan aberrantes.
EliminarUn beso
Me pasa como a Rosa. Me sobran palabras y en ellas hay estupor, pero también ira y rabia. Por eso prefiero guardármelas y compartir las tuyas, más mesuradas y oportunas en estos momentos.
ResponderEliminarUn abrazo
Cada fase tiene su ocasión. Yo creo que ahora es el momento del duelo. Las reacciones sociales a esta barbaridad, la petición de responsabilidades vendrán después. No nos podemos resignar a lamentarnos solamente.
EliminarHoy yo lo único que puedo hacer es pararme a llorar. Mañana me levantaré y seguiré caminando.
El Extremismo es un cáncer que hay que extirpar de raíz, si no el cuerpo muere inevitablemente.
ResponderEliminar¡Dolor sí! ¡Pero soluciones también! No debemos dejar que esto ocurra y solo podamos llorar a las víctimas una vez más.
Ante estas noticias sale lo peor de mi y prefiero callar como Gerardo.
saludos
Te respondo lo mismo que a Gerardo, cada cosa en su momento, y llorar tiene el suyo.
EliminarDurante mucho tiempo y cada vez que nuestro país sufría un atentado (que aquí de eso sabemos mucho) me negaba a exteriorizar mi dolor porque creía que así les daba una satisfacción a los asesinos. Por fin comprendí que ese dolor y esa tristeza que sentía me daba una superioridad sobre los criminales, porque mis lágrimas demuestran que yo poseo una cualidad de la que ellos carecen: humanidad.
Nada que añadir a lo que ya han expresado tan bien los compañeros, Kirke. Me encantaría saber decir algo que sirviera para algo, que solucionara algo, que mitigara algún dolor, pero no está a mi alcance.
ResponderEliminarHoy todos lloramos por las vidas perdidas inútilemente, por el fanatismo de quienes desprecian la diversidad y la libertad, por lo injusto y cobarde de un acto bárbaro.
Toda mi solidaridad para el pueblo francés y todo mi cariño para tí. Siento mucho que lo estés pasando tan mal...
Un beso.
El dolor nos hace más fuertes y también nos recuerda que estamos vivos.
EliminarTodas las muestras de solidaridad que se observan en ocasiones como esta me hacen recordar una frase de Albert Camus de su obra "La peste": algo que se aprende en medio de las catástrofes es que hay en los hombres más cosas dignas de admiración que de
desprecio.
Frente a la barbarie de unos pocos estamos millones que sentimos y tenemos raciocinio. No nos vencerán.
Un beso
Kirke qué decir, no hay palabras para entender lo que no se puede entender.
ResponderEliminarEn tu escrito todo ese dolor recordado por la nueva barbarie de París. Me han vuelto lagrimas de impotencia al recordar lo de Madrid, ahora lo de París, y todos los escenarios de miedo, terror, desolación, dolor que algunos se dedican a propagar en nombre de algo o alguien. Nada ni nadie tiene derecho a reclamar dolor ni a sembrar la tristeza en nombre de nada,
Un beso muy fuerte.
Siempre que ocurren estos atentados me gustaría preguntar a los autores si han conseguido algo, si después de sembrar muerte y dolor ellos se sienten mejor, si "sus problemas" se han solucionado con la muerte de inocentes y si piensan que así demuestran que tienen razón.
EliminarUn beso también para ti.
Supongo que su objetivo es la muerte y la desolación por eso no conseguimos entender nada.Y mientras les digan que serán héroes y que se les venerará, poco se puede hacer.Eso, si no nos podemos rendir.
EliminarFeliz semana
Hola! Solo decir que estoy completamente de acuerdo. Es un horror lo que ha pasado pienso que estamos entrando en una muy mala época que espero que no termine como pienso ya que seria horroroso.
ResponderEliminarUn saludo!
Me gustaría pensar que el sentido común se impondrá pero me temo que no va a ser posible. Creo que hemos llegado a un punto de no retorno.
EliminarUn abrazo.