En esta sociedad que está continuamente cambiando, donde todo sale ya de fábrica con fecha de caducidad y donde el que no está al tanto de la última novedad es un bicho raro yo soy una víctima más; he sucumbido y me he dejado llevar.
Así que he decidido cambiar mi avatar por otro quizás más minimalista y más sobrio pero otro al fin y al cabo. También he rediseñado el blog con el tipo de letra.
Tengo que confesar que no estoy segura si esto del cambio se debe a un sentimiento de renovación o a que de todo se cansa una y si se tiene la oportunidad de cambiar pues hay que aprovecharla.
Porque hay cosas que por mucho que nos gustara no pueden transformarse.
Por ejemplo, los sentimientos. Una puede intentar congeniar con cierto tipo de personas pero luego el corazón, la mente, el espíritu —llámese X— te dice otra cosa y no puedes sentir afecto por ciertos individuos, "te caen mal" y el caso es que te preguntas exactamente por qué y no sabes responder. Una tampoco puede enamorarse de quien quiere sino de quien el corazón, la mente, el espíritu —llámese X— te dice. El amor visceral es el que viene de muy adentro y no podemos cambiar ese sentimiento por mucho que lo intentemos. Ya nos gustaría quitarnos de la cabeza y del corazón a ese amor que nos rechazó pero no podemos, no se pueden cambiar los sentimientos.
Otra cosa que no se puede cambiar es la familia, por mucho que nos molesten los comentarios de la tía Lucía, o las indirectas del primo Pedro o los estrafalarios vestidos de la abuela esto es lo que hay y una no puede más que aguantar. Que conste que mi familia me gusta mucho y la quiero un montón y no tengo ningún problema de convivencia con ningún miembro —aunque alguno hay que es más que peculiar— pero tengo amigas para las que las fechas navideñas son una auténtica tortura y soportan las cenas y comidas propias de estas fechas con resignación franciscana. Pero esa es la familia que nos ha tocado y con la que hay que apechugar.
Los vecinos que nos tocan en suerte tampoco se pueden cambiar. Te puedes cambiar tú de casa pero eso no siempre es posible. En algunas juntas de vecinos no sólo me gustaría cambiar a alguno sino hacerlo desaparecer del mapa, pero eso tampoco es posible, al menos legalmente. Además tengo un par de vecinas que serían la envidia del extinto KGB en cuanto a seguimiento y control de las vidas ajenas.
En fin, que ya que en otras situaciones el cambio es irrealizable tendré que conformarme con modificar la imagen del blog. Y a propósito de la imagen, ¿cuando cambiamos nuestra apariencia realmente estamos cambiando algo que no sea superficial o también estamos alterando algo de nuestro interior? Me viene a la memoria un programa de televisión donde se cambia el aspecto de una persona mediante estilistas, en ese proceso de transformación (ropa, zapatos, maquillaje e incluso tatuajes) el concursante se muestra feliz y dice sentirse más seguro de sí mismo. ¿Qué tipo de seguridad puede ofrecer el ir vestido, peinado y/o maquillado de una forma concreta? ¿Realmente un determinado peinado o un calzado específico hace que uno sea más inteligente, más capacitado, más fuerte? A mí me da que no.
La imagen puede ser un vehículo de comunicación, nos puede servir de presentación, de avance para decirnos qué hay detrás, pero lo que hay detrás no depende de la imagen, depende de lo que uno es.
Dejaré las interpretaciones subconscientes para los entendidos y yo sólo me dedicaré a poner un nuevo avatar. Qué se esconde detrás y si es acorde con lo que os esperábais ya me lo diréis vosotros. Yo de momento aquí os lo dejo, espero que os guste.
Kirke
Pues la verdad es que me gusta bastante, pero si he de serte sincera (y me dirás, pues no, no tienes por que ser sincera) echaré de menos la niña con mandilón sentada leyendo. Pero, adelante. Tienes razón, ya que tenemos que cargar con tantas cosas que no nos gustan, cambiemos lo que podamos y queramos. Además es nuevo avatar es precioso y muy cálido.
ResponderEliminarYo también ando de cambios, pero de momento, mareo el tipo de letra. Con el avatar, aún no me atrevo, pero cualquier día me da un aire y dejo al blog que no lo conozco ni yo. Cambio hast ranas por libélulas que también me gustan. O tortugas.
Muy lindo, en serio.
La niña del mandilón se queda en un rinconcito de mi memoria de donde puede que algún día salga, quién sabe.
EliminarTú cambia todo lo que quieras que ya a estas alturas sé que me va a gustar hagas lo que hagas porque algo voy conociendo de quien está detrás y sé que todo será para bien.
Me hace gracia que digas que estás pensando en tortugas y libélulas pues antes he comentado a Julia a propósito del premio ranitas lectoras que entre todos íbamos a poner un estanque de lo más divertido. Las tortugas y las libélulas serían un complemento estupendo.
Es curioso, pero los animalitos que siempre me han gustado y tiendo a comprar cuando veo alguna figurita son ranas, libélulas, mariquitas, y tortugas. En ese orden. Así es que igual hacemos una charca que ni Daimiel.
EliminarEl avatar es imagen, una imagen idealizada de lo que quisiéramos ser, la foto de nuestro personaje idolatrado o envidiado,el logo que nos publicita y presenta de cara a la galería.
ResponderEliminarPor cierto ya explico que mi avatar es un luchador de sumo leyendo en un Iphone. Yo no soy un luchador de sumo ni estoy tan gordo y mi sistema de lectura no es precisamente un Iphone.¿Eso que quiere decir? pues que elegí el avatar por su originalidad y punto. Sin más misterio.
Con lo cual, lo que seamos lo saben los que nos conocen, porque tampoco nosotros nos conocemos mucho a nosotros mismos. ¿Entonces? yo me fío de las letras que escribo y de las que leo, me aventuro a creer que la gente con la que intercambio opiniones y comentarios son de lo mejor que existe en la red, pues tienen algo en común: les gusta leer y escribir y escuchar. Tres valores que precisamente no están en alza dentro de la escala de valores actual.
¿Cambio de imagen? yo opino como mi madre: Cuidando la higiene personal con cualquier cosa encima, ya luces. ¡Claro qué va a decir mi madre!
A si que. Tu cambio ¡Fenomenal!¿El avatar? Una letra mayúscula historiada. ¿La imagen? renovada y limpia ¿Y la mujer que se encuentra detrás de esto? Ella es la que más me interesa...¡Dejaré volar la imaginación! o eso o te pido una foto. jeje.
Besos renovados.
Renouetur aut mori
Yo nunca he sabido interpretar los símbolos que se supone se esconden en los gestos inconscientes, la ropa que llevamos o incluso los colores que nos gustan.
EliminarYo también prefiero saber cómo es alguien por lo que dice, cómo lo dice y por lo que hace. Nuestros actos son nuestra mejor tarjeta de visita.
Lo demás es pura imaginación.
De todas formas la estética es importante pero no nos podemos parar en la imagen para juzgar a los demás. Y a las pruebas me remito: tu avatar es un luchador de sumo leyendo con un iPhone y tú ni estás obeso ni utilizas ese artilugio para leer. De todas formas gracias por explicarlo porque yo llevo preguntándome qué demonios tiene entre las manos el muñeco ese desde que te sigo por la red.
Un besote
Bueno, no echaré de menos a la niña del mandilón porque sigue estando.
ResponderEliminarLo de que sigue estando ¿lo dices en sentido metafórico? porque se supone que he cambiado el símbolo en todas partes pero puede que me haya dejado algún sitio o que G+ y/o Blogger no me hayan funcionado con el cambio.
EliminarAhora sí. La niña despareció. Estaba en flavicon y se la veía en la pestaña del chrome. Más mona...
EliminarBueno, tu cambio de imagen me gusta, no lo niego. Siempre son buenos los cambios y no nos debemos enclaustrar en una misma imagen que nos represente. De hecho yo misma quiero cambiar mi avatar, pero aun no he encontrado ninguno que me guste (ojo, no que me identifique, que es distinto). Tú seguirás siendo siempre la misma persona, así que adelante.
ResponderEliminarBesos
Gracias, Marina. Desde luego un logo u otro no va a hacer ni que escriba mejor (ojalá pero me temo que no) ni que cambie de manera de pensar.
EliminarEn la variedad está el gusto y yo creo que de vez en cuando hay que reformar un poco la fachada.
Un besote.
Hola! No está nada mal la renovación. Yo como soy bastante patata paso de hacerlo porque nunca me gusta como queda, jajaja!
ResponderEliminarUn saludo!
Pues lo importante es que tanto si pones una foto tuya como si haces un avatar sea algo que a ti te guste, ni más ni menos. Al fin y al cabo es tu icono.
EliminarUn abrazo, Beatriz
Hola, Kirke :)
ResponderEliminarHabía visto tu nuevo avatar antes de leer esta entrada, en los comentarios a otros blogs, y había pensado ¡qué vital y bonito! No sabría decir si me gusta más éste o el anterior, pero lo que sí entiendo a la perfección es el deseo de cambiar de vez en cuando.
Lo que hay detrás no va a cambiar en esencia, siguen siendo tus letras y detrás de ellas tu forma de ver el mundo y de sentir, así que no hay cuidado de que te tengamos que echar de menos (afortunadamente).
Respecto a lo que comentas de sentirse diferente porque te cambien el vestido, el maquillaje o el peinado, yo creo que puede ser que sí en el caso de personas inseguras, de ego frágil o que no se gusten a sí mismas. A tí y creo que también a mí eso no nos afectaría, pero hay quien necesita "perfección" exterior para sentir que ahora sí, encaja, y de ahí en adelante poder desarrollar sus capacidades. Puedo estar equivocada, desde luego, pero tengo la sensación de que es así.
Enhorabuena por tu nueva imagen, que por si no lo he dicho me gusta mucho, y un beso de lunes!!
Posiblemente tengas razón y las personas que fían la seguridad en sí mismos a la imagen exterior es porque no tienen un ego muy afianzado. No lo sé porque no soy psicóloga ni nada por el estilo, es sólo que no lo entiendo. De hecho creo que si a mí me vistieran otros y me peinaran otros con el estilo que otros creen adecuado sin tener en cuenta mi opinión tendría la sensación de ir disfrazada y eso no quiere decir que mi forma de vestir y de peinar sea la que mejor me sienta pero desde luego es la que "a mí" me gusta.
EliminarDe lo que sí me fío es de tu opinión porque "la imagen" que dan tus escritos es la de una persona muy sensata y cabal.
Me alegro que te guste esta nueva apariencia. En cuanto al fondo intentaré ser fiel a mi estilo, que al igual que mi forma de vestir o de peinar puede que no sea el mejor pero es el mío.
Un beso.
Hola Kirke, yo como otros comentarios también echaré de menos a la niña. Yo la veía un poco como una especie de Mafalda. Pero los vientos de cambio siempre son buenos y es cuestión de habituarse. Aparte, una reflexión muy oportuna: gastamos tanta energía en querer cambiar lo que nos rodea y no en aceptarlo o al menos en entenderlo. Muy budista he empezado yo la semana...
ResponderEliminarUn abrazo!!
Ay, Gerardo, me encantaría que la asociación de esa niña leyendo con Mafalda tuviera algo que ver con la esencia del blog porque Mafalda es un personaje para mí entrañable, por su espíritu combativo y por su crítica mordaz a la sociedad que le toca vivir. Estoy por volver a ponerla para ver si se me pega algo y me vuelvo yo igual.
EliminarSí es verdad que muchas veces nos empeñamos en cambiar lo que no se puede o no se debe. Yo no soy de mucho rezar, más bien nada, pero hay una oración que me gusta mucho por la reflexión que encierra y que dice: "Dios, dame la serenidad de aceptar las cosas que no puedo cambiar; valor para cambiar las cosas que puedo; y sabiduría para conocer la diferencia."
Podría ser perfectamente Buda al que se le ocurrió esto.
Un beso, Gerardo.
Me encanta esa cita, me la guardo!!
Eliminar¿Viste lo malo de la envidia?
ResponderEliminar¡Hala! a cambiar de imagen...¡Mira que no saber lo que tenía el luchador de sumo entre las manos!
Espero que ahora no dudes jajajaja
¡Me encanta tu nueva imagen! Mola un montón. Te confieso que a mí los luchadores de sumo me dan un poco de grima, debe de ser que como trabajo combatiendo la obesidad siento un 'rechazo profesional' o algo parecido.
EliminarMe gusta el cambio y no creo que lo hayas hecho por envidia sino porque estos foros están para compartir ideas.
Un besote.
Ohhhh, qué bonito Kirke, ahora lo entiendo todo ;-)
ResponderEliminarHojitas a juego del tapiz de fondo de escritorio, con tu inicial acompañada de libros y pluma. Me encanta, de verdad (aunque te confieso que te conocí con la muñeca, cuya pose me parecía preciosa, y esa imagen estará siempre asociada a ti)
Esto en cuanto a la forma de tu avatar, que te define mucho.
En cuanto al fondo, este es el típico post en que estaría hablando horas y horas (te suena esto de algo, ¿no?), pero por concretar iré al grano.
Sabido es que los sentimientos no los podemos forzar, la familia no la podemos cambiar, a los vecinos tan solo los podemos esquivar (y, a veces, ni eso), y la imagen (que es lo único que podemos alterar y que es lo que atrae a la vista, queramos o no), no deja de ser un escaparate que a veces no concuerda ni con la tienda ni con la trastienda.
No dudo que un cambio de imagen pueda ayudar a mejorar una baja autoestima, porque ¿qué mujer (yo, por ejemplo) no se ha visto mejor en algún momento con un simple corte de pelo? Proyectamos cómo nos vemos, y si nos vemos bien, los demás seguramente también.
Pero en el supuesto de que no sea así, poco nos importa, porque a nosotros nuestro espejo nos dice que adelante.
Sin embargo, lo que tampoco he entendido nunca es la cantidad de energía que algunas personas emplean en querer cambiar su aspecto, y lo poco que se esfuerzan en cambiar ni siquiera las cosas que molestan a los demás.
Yo es que soy mucho de intentar ver qué hay 'detrás' siempre, incluso en este mundo de la blogosfera lo hago. Y saco mis propias conclusiones, no lo puedo remediar. A veces, me equivocaré, pero contigo (y creo que con much@s más) estoy segurísima de que no ,'pa' chulita yo ;-)
Muchas gracias por tu post. Cambia de avatar todo lo que quieras pero tú no.
¡Un kilo (con tu K sería más bonito) de besos!
Pd: ¿Dónde se han de apuntar mis vecinas para formar parte de ese 'nuevo' KGB?
Puntualizar respecto al ejemplo del corte de pelo que cuando digo mujer quiero decir hombre también, ¿eh?
ResponderEliminarMás Kissessss
Me alegro que te gusten las hojas y la letra inicial con el libro y la pluma. Este último aditamento ha sido cosa de la evolución del blog porque empecé haciendo breves reseñas (algunas más que breves eran escuetas) y ahora hasta me pongo a opinar de la OMS y el teatro clásico.
EliminarEn cuanto a la imagen que presentamos estoy de acuerdo contigo y con Francisco de que puede ser una proyección de nosotros pero siempre que esa imagen sea obra de nosotros mismos y no una moda que seguimos por inercia o porque otros nos la dan hecha. Prefiero elegir yo mi vestuario aunque no me favorezca (a los ojos de los demás) que ir vestida con algo que a mí no me resulta cómodo (literal y figuradamente) por mucho que combine con mi color de ojos o sea adecuado a mi estatura.
Pero esa manía de cambiar nuestro exterior porque no nos gusta si no va acompañada de un cambio de actitud no sirve de nada.
Cuando veo a esos famosos que pasan una y otra vez por el quirófano para aparentar más jóvenes pienso que deberían cambiar el cirujano plástico por un psiquiatra que les haga ver que la vejez es una etapa más de la vida y que no se puede ser eternamente joven.
Un montón de kisses también para ti.
P.D. Me gustaría aclarar, por si acaso, que mi insistencia en la forma de vestirme y peinarme a mi manera no quiere decir que vaya muy rara. No sigo modas pero tampoco parezco la loca que va desgreñada y con una falda encima de un pantalón o algo similar. No obstante cada vez que me compro alguna prenda y se la enseño a mi hija ella suele contestar "es muy de tu estilo" y nunca sé qué quiere decir, si le gusta o no :(
Jajajaja, ni loca ni rara, eso quiere decir que te vistes con personalidad, de acuerdo con ella. Yo eso se lo digo a mi hermana, por ejemplo.
EliminarPor lo demás, totalmente de acuerdo en lo de acompañar el exterior con un cambio de actitud. ¿Ves como este tema da para mucho? ;-)
Tu nuevo avatar es precioso, muy autumnal, el anterior me gustaba también muchísimo porque me recordaba a los antiguas imágenes con las que hacías tus "ex libris". Pero cambiar nunca viene mal, es una forma más de expresar nuestra manera de ver la vida y de hacer notar cómo vamos creciendo, avanzando.
ResponderEliminarUn beso, Kirke
Supongo que todo estriba en el equilibrio, ni cambiar continuamente ni anclarse en el inmovilismo.
EliminarPienso que ahora el avatar está más personalizado pero también es verdad que la niña sentada en esa sillita leyendo me sigue pareciendo una imagen muy tierna.
Gracias, Chari, me encanta verte otra vez por aquí.
Un besote.
Pues a mí me gusta este cambio minimalista de tu perfil. Sigues siendo tú. Sobre lo de los cambios externos... Yo sí pienso que cambios externos provocan cambios internos. Si te sientes bien contigo misma, con tu cuerpo, con cómo te vistes, lo que te pones, también repercute en tu interior. Es como regalarte algo a ti misma. No hablo de cambios para gustar a los demás, sino para sentirte bien contigo misma. No lo estoy explicando bien, pero yo me entiendo :)
ResponderEliminarUn abrazo
Pues yo creo que te he entendido perfectamente porque te refieres a esos cambios que parten de uno mismo y eso quizás sí puede ser un reflejo de lo que llevamos dentro.
EliminarPero los cambios que nos indican los demás, léase modas, tendencias o lo que sea, y que no son elegidos por uno mismo yo creo que no implican un cambio interior; me parece que sólo es una cáscara vacía.
Un beso
Me gustan los cambios estèticos que has hecho mientras la calidad uy frecuencia de acttualizaciòn del blog se mantenga igual. Tu blog me gusta muchìsimo, me pego mucho a tus reseñas y siempre que el cambio venga para mejor, me sigues teniendo de lectora.
ResponderEliminarLa letra nueva del blog y la K de tu avatar, son super elegantes.
Gracias, Arethusa, por dedicarme tan bonitas palabras.
EliminarPrometo seguir en mi línea en cuanto a las reseñas y "mis cosas". Supongo que algún cambio se irá realizando porque el ser humano es tornadizo en su comportamiento y es inherente que algo varíe, pero espero que en esencia todo permanezca igual.
Agradecida de tenerte como lectora y como participante con tus comentarios en este blog.
Un abrazo enorme.