Corre el año 70 dC y Tito, el hijo del emperador Vespasiano, está en Judea asediando Jerusalén. Tras la caída de la ciudad uno de sus generales, Marco Grato, asustado por la maldición que uno de los rebeldes le lanza antes de morir ajusticiado, se va a Jericó. En el camino el general sufre una emboscada donde todos sus hombres mueren, a él también se le supone muerto aunque su cadáver no se encuentra entre todos los demás.
A los pocos meses aparece en Jerusalén pero sin recordar nada de su pasado. Regresa a Roma para que se recupere. Sin embargo, algo ha cambiado en él, su comportamiento -cruel y despiadado- no es igual y determinadas actitudes y aptitudes -es amable con los esclavos y ahora es zurdo- levantan el recelo entre los que le conocen, incluida su propia esposa.
Con este prometedor inicio la novela se presenta intrigante y llena de suspense. Poco a poco nos enteramos de la vida pasada del general amnésico. Poco a poco los hechos pasados y los presentes explican el porqué de algunas situaciones, pero siempre rodeados de cierto halo misterioso que hace pensar en espíritus y venganzas pendientes.
Con un ritmo irregular -el inicio y el final son trepidantes mientras que entre medias la historia se desarrolla algo lenta- el autor nos mantiene intrigados continuamente, dando pequeñas pistas que nos pueden hacer deducir qué le pasa al maldito general, aunque el final es sorprendente y, para mí, algo rocambolesco pero imprevisto al fin y al cabo.
Como suele ser habitual en 'novelas de romanos' se utilizan con demasiada profusión términos latinos para designar elementos que tienen traducción en nuestro idioma. Esto es algo que siempre me llama la atención y que me molesta sobremanera. En esta novela incluso en un momento concreto de la trama se plasma un diálogo completo en latín, algo que además de romper el ritmo de lectura no tiene sentido pues en latín se supone que hablan prácticamente todos los personajes -exceptuando los judíos cuando en Judea aparecen- y no sé a qué viene poner ese diálogo en concreto en el idioma originario. Si lo que se pretende es demostrar que el autor domina esa lengua muerta que lo ponga en el currículum al final del libro y que no maree al lector (al menos a los que somos de ciencias y el latín lo tenemos completamente olvidado).
Al final de tanto misterio y con todos y cada uno de los enigmas resueltos se respira cierto tono dogmático. Al menos a mí me ha parecido ver una moraleja o mensaje final donde se puede concluir que siempre hay una posibilidad de redención, de reparar el daño hecho y que en el último momento un ser, por muy depravado que haya sido toda su vida, puede rectificar y arrepentirse. Puede ser esta una conclusión muy particular mía pero aquí pongo una frase que aparece en boca de uno de los personajes y que a mí me resultó prueba evidente de lo que comento:
"Arrepiéntete de todo el amor que no hayas dado"
Con todo y con esto la novela está muy bien escrita, los diálogos son ágiles y creíbles y, aunque al final creo que baja un poco el nivel, la lectura es muy agradable. El suspense se mantiene hasta las últimas páginas y eso hace que el lector esté ávido de saber qué le ocurrió realmente, en la lejana Judea, al general maldito.
Kirke
Una novela y un autor de los que no sabía nada. Creo que esta no engrosará mi lista. Entre que la época no me llama mucho, y que la pones regular, no me entran ningunas ganas de leerla. La reseña genial.
ResponderEliminarUn beso.
Es una novela ligerita y con un punto de suspense que se mantiene hasta el final. No es para tirar cohetes pero se puede leer.
EliminarUn besote, Rosa
Hola!!!! Me la apunto porque es un género que me gusta mucho, pero yo tampoco conocía al autor y hay que darle una oportunidad.
ResponderEliminarA ver qué tal aunque me tira un poco para atrás el final rocambolesco.
Un besito y feliz fin de semana.
A mí el final me pareció un poco retorcido, pero es una opinión muy personal. Pero lo que sí es cierto es que en el último capítulo encajan todas las piezas y se entiende todo.
EliminarUn beso Marigem
A mí me pasa como a Rosa, que la época no me va. Es lo he pensado nada más empezar a leer tu reseña, que como todas, está perfecta. Pero a medida que avanzaba la lectura del post reconozco que sí me has creado curiosidad respecto a qué le pasó al General y por qué se produce ese cambio de actitud en él. Y, desde luego, la frase que citas es lapidaria.
ResponderEliminarLa apuntaré por si 'algún día' me quedo sin nada qué leer, cosa que es tan difícil como que el color blanco pase a ser negro ;-)
¡Kisses, Kirke! Buen finde, abrígate que me han dicho que por ahí hace frío ❋
El suspense te mantiene en vilo hasta el último capítulo y eso es algo muy meritorio por parte del autor.
EliminarSi quieres saber qué le pasó al general tendrás que leerte la novela.
Besos.
PD. Desde mi ventana acabo de ver un pingüino con bufanda y guantes, no te digo más.
Después de leer tu reseña creo que este libro me gustaría mucho, no solo porque las historias de aquella época y de Romanos me llaman la atención, sino porque me apetece algo menos denso que lo que estoy leyendo ahora.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo en lo que comentas del diálogo en latín, no tiene mucho sentido y lo único que hace es "fastidiar" en la comprensión del texto. Supongo que será un desliz perdonable si el resto de la obra es interesante y está bien escrita :))
Una reseña estupenda, como siempre, Kirke.
Besos de finde y a pasarlo bien (si el tiempo lo permite) :P
Es una lectura ligera y entretenida. Además no es muy extensa. El suspense que rodea el regreso del general que se suponía muerto mantiene al lector a la expectativa durante toda la novela.
EliminarPara pasar un rato agradable, nada más y nada menos.
Buen fin de semana también para ti, Julia. Por aquí nos tendremos que abrigar bien y yo, además, me tendré que abastecer de un buen cargamento de pañuelos de papel (tremendo resfriado tengo).
Pues a mi la Roma clásica me apasiona, y estaba deseando leer la reseña de este libro que parece prometer pero que se desinfla un poquito según tu criterio.
ResponderEliminarLo apuntaré como posibles, pero tengo otro de romanos pendiente que ese si que sí no me va a defraudar. Ya te contaré.
Besos
A mí también me gustan mucho las historias de romanos. Esta quizás se sale de lo normal pues ahonda en qué o quién se esconde tras el general amnésico. El giro final a mí me pareció algo retorcido pero, como le comenté a Marigem, todo encaja a la perfección.
EliminarYa me contarás qué novela te traes entre manos sobre esta época tan atractiva para los dos.
Un beso.
Este no me lo apunto. Seguro que es una lectura amena y la historia del general que pierde la memoria tiene su intriga, pero no me acaba de convencer. Por cierto, no tiene mucho que ver, pero me ha venido a la cabeza Ben-Hur. Un abrazo, Kirke.
ResponderEliminarComo ya he comentado es una lectura ligera y entretenida, sin más pretensiones.
EliminarNo tiene la enjundia ni la complejidad de Ben-Hur, eso por descontado. Quizás has hecho la asociación porque hay cierta moraleja sobre la redención, el arrepentimiento y el perdón. Aunque aquí no aparece Jesucristo (como en Ben-Hur) sí que se cita bastante a Yahveh pues parte de la historia se desarrolla en Judea.
Un beso, Gerardo.
Me lo apuntaré aunque te confieso que no es mi tipo de lectura, pero con eso de que tiene suspense que me encanta, pues igual la leo, ya te diré si lo hago y desde luego la frase es lapidaria si, uf. un beso Kirke pasa un buen fin de semana nos leemos el lunes. TERESa.
ResponderEliminarSuspense no te va a faltar si te decides a leerla y tampoco es una novela muy extensa así que no te llevará mucho tiempo.
EliminarUn beso, Teresa, y disfruta del domingo.
Hola! No lo conocía pero la verdad es que su argumento no me acaba de convencer, me suelen gustar este tipo de novelas pero tiene un algo que no termina de engancharme y tengo tantos pendientes que por ahora no quiero engrosar más mi lista a no ser que me llame realmente la atención.
ResponderEliminarComo siempre muy buena reseña.
Un saludo!
Pues uno menos que añadir a las largas listas de libros pendientes.
EliminarOtra vez será.
Un abrazo
Bueno, yo creo en el arrepentimiento y también creo en el perdón. Me recuerda mucho a la historia de Manasés en la biblia. Era muy malo, capaz de ofrecer a un DIos falso a su hijo bebé... ¿te imaginas? Y dice que aún así Dios lo perdonó porque se arrepintió sinceramente.
ResponderEliminarEste libro me lo apuntaría y también concuerdo con ese inexplicable párrafo en latín, dentro de un par de años puede que sea lengua muerta. ¡Qué ganas de afectar la buena impresión del libro !
Esa parte del perdón viene al final pero tuve la sensación de que toda la trama estaba urdida para llegar a esa conclusión, cuando al principio parecía que "los tiros" iban por otro lado.
EliminarLo de los latinajos en las novelas de romanos es muy habitual y a mí me molesta bastante. Por qué llamar "cubiculum" a la habitación, o "tablinum" al salón o "domus" a la casa? Hay traducción para todos esos términos, para mí no viene a cuento.