Lost
in Atenas (Segunda parte)
Do you speak English?
El hotel estaba muy cerca del barrio de la Plaka. De camino a ese sitio -el único que parecía con actividad por la zona- mi marido, que puede ser muy insistente cuando un tema le obsesiona, les preguntó a los asturianos si sabían hablar griego, o inglés en su defecto, a lo que éstos contestaron que sólo sabían español y un poco de bable pero que éste último sólo lo hablaban en la intimidad.
Nada más llegar a la Plaka nos salió al paso un señor hablando en lo que me pareció inglés, al ver que nosotros no reaccionábamos se nos quedó mirando más fijamente y de pronto exclamó: “¡Españoles! ¡Viva España! ¡Hola!” a la vez que nos hacía ademán de invitarnos a entrar en el restaurante cuya puerta estaba detrás de él. Todos nos quedamos atónitos, especialmente mi marido, y aún aturdidos por el recibimiento seguimos andando por la calle. Como diez pasos más adelante se nos presentó una mujer con actitudes y palabras muy parecidas a las del primer personaje. La estupefacción fue en aumento. Cuando en un tramo de cien metros ya nos había pasado lo mismo con otras tres personas más -todas invitándonos a entrar en sus respectivos locales- ya ni nos parábamos a escuchar.
Al final terminamos en un local muy acogedor con manteles a cuadros rojos y blancos donde nuestros nuevos amigos cenaron unos bistecs y nosotros nos tomamos un café. El pedir estos alimentos se hizo por el simple método de señalar, los filetes en la foto que había en el cartel del menú y los cafés apuntando con el dedo índice la cafetera que había detrás de la barra (el que nos los pusieran solos, que es como los queríamos, supongo que fue o pura casualidad o porque no hicimos ningún gesto más).
Después de departir un rato y relajarnos -mi marido no demasiado- pagamos. Este último procedimiento lo conseguimos haciendo el gesto universal de menear la mano como si estuviéramos escribiendo y luego mirar la cantidad que ponía en la factura (el alfabeto griego no es igual al nuestro pero los números sí).
Con este relato minucioso de nuestra primera consumición en Grecia quiero constatar que en todo el proceso no necesitamos apenas hablar o al menos hacerlo en griego.
Al día siguiente y paseando por las bulliciosas calles de esa zona decidimos sentarnos en una de las múltiples terrazas que tienen las “tabepna” y cuando quisimos pedir cerveza lo hicimos en inglés, “beer”, pero el camarero lo repitió en griego, 'býra'. Esa fue la primera palabra que aprendimos del griego y que mi marido mejor registró. Más adelante, y esta vez con el guía del Peloponeso, aprendimos a decir ‘kaliméra’ (buenos días), ‘kalinijta’ (buenas noches), ‘efjaristó’ (gracias), 'paracaló' (por favor); no sé si todavía recuerda mi esposo estas expresiones pero cómo se dice ‘cerveza’ no se le ha olvidado aún. Cuando uno le pone interés….
Después de tan satisfactoria experiencia decidimos acudir a ese maravilloso barrio para comer y beber pues además allí muchos de los dependientes de los establecimientos hablaban correctamente el español.
Recuerdo que vi en una joyería un colgante precioso de una lechuza -el símbolo de Palas Atenea- y entramos para preguntar su precio -previamente mi chico había intentado, en vano, disuadirme pues le parecía muy complicado hacerse entender en un establecimiento de esas características- y mientras yo pensaba en qué idioma dirigirme -si en mi inglés chapucero o en un francés pasable- la dependienta nos salió al paso diciendo en un perfecto español: “Buenos días, ¿en qué puedo ayudarles?” por lo que la compra se realizó sin ningún problema. Al final, e intrigada por la perfecta dicción de la empleada que nos atendió, le pregunté de dónde era a lo que me contestó que de Atenas. Yo creo que me engañó; esa señora era de Burgos o Valladolid, conozco a muchos españoles que hablan peor nuestro idioma que esa mujer.
Pero en Atenas no todo es comer y beber. Yo también quería conocer la Acrópolis y para nuestra desgracia no se encontraba ubicada en la Plaka así que había que hacer acopio de valor y aventurarnos. Llegar no fue complicado porque como está en una colina se ve desde todos los sitios y una vez allí al comprar la entrada puedes elegir guía en español. Sólo hay que tener cuidado porque suele haber mucha gente y si se es tremendamente despistado -como es mi caso- puedes equivocarte de grupo y ponerte con los austriacos, con lo que no te enteras de nada. Menos mal que para eso ya está mi marido que me cuida y sorprendido de que estuviera atendiendo a las explicaciones de un señor que hablaba en alemán me preguntó que por qué no iba con el guía que hablaba español; me hice la interesante y cosmopolita pero en realidad me estaba preguntando dónde habría aprendido español el guía ése porque no se le entendía nada.
No quiero extenderme más, sólo añadiré que nos perdimos varias veces por la ciudad y al final acabábamos llegando a nuestro destino. Mi marido, que empezó temeroso, a partir del tercer día era el que capitaneaba las excursiones plano en mano y, además, también desarrolló un especial sentido de la orientación para ubicar las “tabepna” donde ponían las “býra” más fresquitas. Cuando uno le pone interés…
τέλος
(Fin)
Kirke
Jeje, que bueno. Pero que marido mas apañado tienes...y luego te quejas. Mi costillo está confeccionando un vocabulario de términos en italiano para dentro de un par de semanas. Adivina cuáles son las primeras palabras incluidas: birra y scaloppina :D
ResponderEliminarBesos
Mi marido en cuanto vio que podía comer y beber sin problemas, es decir, que la manutención estaba asegurada, se relajó mucho más. Cuando después también comprobó que los griegos no se comen a nadie y que son muy sociables se sintió como en su casa (a excepción del idioma, claro).
EliminarA ese vocabulario básico de italiano añade dos palabras más: gelato y panna-cotta.
Espero que tengas un viaje agradable por Italia (los italianos también son gente encantadora)
Un beso
Ya veo que salisteis de Atenas sin menoscabo ni heridas graves. Al final te entiendes con cualquiera. Si no es en un idioma u otro, será por señas, pero sin enterarte no te quedas, y menos en lugares turísticos donde hablan arameo si se tercia.
ResponderEliminarEspero que después de Grecia nos lleves a otro destino porque me he divertido mucho leyéndote. Por cierto, precioso el colgante con la lechuza Palas Atenea. Yo tengo unos pendientes de esos con los ojos azules.
Un beso.
Los griegos son comerciantes desde los inicios del tiempo y saben hablar lo que haga falta. Ya por aquellos años había mucho turismo español por lo que en la mayoría de los restaurantes y tiendas de Atenas te atendían en castellano.
EliminarEl colgante que me compré no es exactamente igual que el de la foto, es parecido, y le tengo un cariño especial.
Más adelante hablaré de otros viajes.
Un besote.
Precioso el dije, los bùhos y lechuzas son los màs cute del mundo. Me ha causadomucha risa, pero pese a todos los inconvenientes del idioma, han tenido un viaje muy bonito y placentero.
ResponderEliminarLa estancia en Atenas, a pesar del desastroso inicio con el recepcionista, fue bastante bien. Nos perdimos varias veces por la capital pero eso contribuyó a conocer zonas que no nos habíamos propuesto ver.
EliminarEl posterior recorrido por el Peloponeso, ya con guía, fue de ensueño. Recuerdo ese viaje con mucho cariño. Fue agotador pero también muy bonito, sobretodo por el carácter tan amigable de los griegos.
Muy buenoooo
ResponderEliminarMe encanta la obsesión de tu marido con que alguien hablara griego...aparte de los griegos, creo que no he conocido nunca a nadie que lo hable y lo del colegio no cuenta porque aquello solo servia para escribir en un lenguaje secreto y para poco más.
El idioma universal al final es el de la mímica y de las onomatopeyas.
Me encanta tu serie del inglés.
Un beso guapa.
Yo sí conozco a alguien que sin ser griego habla el idioma, pero es porque pasa en Grecia largas temporadas, jajaja.
EliminarCreo que cuando hay intención de comunicarse entre dos interlocutores de una manera u otra te acabas haciendo entender. Entre los mediterráneos esa costumbre que tenemos de gesticular ayuda mucho, y la forma de entonar las frases también.
Un beso, Conxita.
Me alegra saber que finalmente no ocurrió ninguna catástrofe y que disfrutásteis del viaje. Yo creo que a todos nos da miedo la barrera del idioma (a mí desde luego sí) pero al final si no es por uno es por otro, se sale adelante.
ResponderEliminarTu marido me ha recordado en algunas cosas a mí; ahora veo lo "dificililla" que me pongo a veces jajajaja.
Una sección estupenda, Kirke, muy divertida!!
Un beso grande :)
Creo que en una pareja uno suele ser más sensato que el otro y eso evita que se hagan locuras peligrosas. En mi caso, el serio y prudente es mi marido y yo soy un poco más lanzada a la hora de hacer cosas.
EliminarSi cada uno acepta y comprende la postura del otro no hay problema (aunque a veces nos ponga de los nervios)
Un beso y que tengas un buen miércoles.
Al final fue todo bien, esperaba algún tipo de catástrofe. Solo estuve en Atenas un día, pero recuerdo ese acoso de los dueños de los restaurantes que mencionas. Y la Acrópolis, qué maravilla. Me ha gustado mucho esta entrega de viajes, idiomas y mímica, jeje. Un abrazo!
ResponderEliminarYa avisé que al final no llegó la sangre al río. La verdad es que la experiencia, nada más aterrizar, con el recepcionista no fue muy alentadora y no auguraba nada bueno. Afortunadamente la cosa no fue a mayores.
EliminarTienes toda la razón, la Acrópolis es una maravilla y eso que la mitad de las explicaciones yo me las perdí porque me uní a un grupo de turistas que no era el mío.
Un beso, Gerardo.
Si es que no hay nada como hacerse "la interesante y cosmopolita", Kirke, jajaja, qué buena eres. Eso es lo que, además de tú, quería hacerse la sra. de Burgos o Valladolid.
ResponderEliminarPor la forma en que lo cuentas tenía la sensación de como estar yendo unos pasos atrás de vosotros y es la mar de entretenido ;-)
No tardes en retomar esta serie que nos hace, cuanto menos, sonreir a todos.
¡ Kissesss, escrito en griego: φιλί !
Antes muerta que reconocer delante de mi marido que había metido la pata, jajaja.
EliminarEn el viaje por el Peloponeso también nos ocurrieron cosas muy curiosas pero no quise alargar demasiado el post. Quizás haga un "apéndice", no sé, ya veré.
De momento estoy encendiendo el fuego para nuestro caldero pues el libro en curso está a punto de finalizar.
Compañera φιλιά (en mi traductor no me sale igual que a ti, aggg)
Desde luego voto porque nos cuentes mas de tus viajes, porque aparte de que con tu relato, viajo, cosa que por pelas ya sabes no siempre es posible, me imagino en cada una de vuestras situaciones, y la verdad relatas muy bien, de mdoo que espero mas viajes tuyos.
ResponderEliminarQuiero ir a Portugal con mi pareja y el otro dia me preguntaba si no seria un impedimento el idioma pero todo el mundo me dice que no hay ningún problema. un beso. TERE
Cuando yo viajé a Portugal fue al norte, en esa zona creo que hablan un portugués menos claro que el de Lisboa, por poner un ejemplo. O eso o yo soy una inepta total porque no entendía nada, pero en la zona de la frontera casi todos saben hablar español.
EliminarUn beso, Tere
Kirke sigue contando estas anécdotas de tus viajes, los cuentas con una gracia!!! que perdérselo seria una atrocidad, estaremos pendientes de las siguientes aventuras. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, María del Carmen. Seguiré contando más adelante mis vicisitudes más allá de nuestras fronteras.
EliminarUn beso.
Al final tuvisteis un buen viaje, si hasta aprendisteis algunas palabras y todo, jeje. Me ha encantado lo del guía del grupo austríaco, jajaja, yo tampoco hubiera reconocido mi metedura de pata :)
ResponderEliminarMe encanta tu historia, Kirke, espero que pronto nos ofrezcas una nueva. Mil besos
El confundirme de grupo fue porque yo estaba haciendo fotos como loca y reconozco que no hacía mucho caso de las explicaciones, cuando me reincorporé al grupo me equivoqué y me fui con otro, como nuestro guía hablaba para italianos también, pensé que se habían unido alemanes al mogollón y estaba esperando a que pasara a hablar en castellano.
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Un besote.
Me ha gustado pasear de tu mano por esta bella y monumental ciudad como es Atenas y sentir las sensaciones que todos pasamos cuando salimos de nuestro entorno familiar.
ResponderEliminarBesos
Creo que al salir fuera a todos nos ocurre más o menos lo mismo: una mezcla de entusiasmo con algo de temor.
EliminarUn beso, Ilesin.
Eres tronchante cuando te pones. ¿Dónde esta esa mujer seria que conocí en sus comienzos?
ResponderEliminarTe estás desmelenando con tus anécdotas y relatos. Esta serie me esta gustando mucho y además a un ritmo de entrada casi por día.
También me está reportando un vocabulario desconocido en un idioma que es casi jeroglífico.
Είμαι πιο ήρεμη γνωρίζοντας πώς να ρωτήσω για μια μπύρα χάρη στη σύζυγό σας.
Φιλιά
Los besos de Chelo yo creo que son chiquititos y por eso no le salen con todas las letras. je,je.
Normalmente me enfrento a la frustración o el enfado con ironía y/o sarcasmo, es una válvula de escape. Tú, que me sigues desde casi mis inicios, ya sabes que algunas entradas tienen mucho sarcasmo y algo de retranca cuando, por ejemplo, no me gusta un libro.
EliminarPero, además, dentro de mí habita una gamberra que trato de domeñar; generalmente logro que esa faceta permanezca agazapada pero cuando no lo consigo escribo cosas como esta.
Un besote
PD. No tengo manera de copiar lo que me has puesto en griego para llevármelo al traductor así que no puedo contestarte a eso.
Kirke, me voy a meter dónde no me llaman, pero como el otro día dijo Francisco, "y ahora que venga Chelo y te lo traduzca...", me tomo esa licencia.
ResponderEliminarTe ha dicho
"Estoy más tranquilo sabiendo cómo pedir una cerveza, gracias a tu esposo.
besos"
Jajaja, gracias, Chelo.
EliminarPues a través de ti y tu comentario le diré a Francisco que mi marido también se quedó más tranquilo cuando comprobó que podía tomar cerveza sin problemas.
Un besote.
¡Muy bien Chelo! Eres un amor.
EliminarBesos para las dos.
Soy "primeriza" en este entorno, de modo que lo primero es lo primero, saludarte, Kirke, y decirte que después de irme organizando poco a poco con los blogs que voy siguiendo, ya me empiezo a situar un poquito con el tuyo, que por supuesto después de leer esta continuación del viaje a Atenas, lo cierto es que me ha sabido a poco, lo has escrito muy ameno y las anécdotas son fantásticas, como la de la vendedora "typical spanish of Valladolid & Burgos" y el guía turístico también bastante docto en la materia...
ResponderEliminarConozco también Atenas y estoy de acuerdo en que allí puedes defenderte aunque no sepas griego actual, el francés descartado como en muchos otros países, que por cierto también es mi segunda lengua y si no sabes hablar bien el inglés pues a base de señas como te ha tocado a ti, yo no es que sepa hablarlo del todo, pero algo lo conozco.
En fin, un placer leerte y espero que te animes a seguirnos deleitando con tus divertidas anécdotas viajeras.
Cordiales saludos y ¡feliz jueves!
Bienvenida Estrella a esta tu casa. Encantada de que hayas disfrutado con mi experiencia ateniense.
EliminarMás adelante colgaré otras experiencias por otros lugares y espero que te pases por aquí para compartirlas contigo.
Un beso.
P.D. Compruebo que tú también tienes un blog literario. Aprovecho para decirte que me he apuntado como seguidora.
Gracias por responderme, Kirke, y apuntarte como seguidora de mi nuevo blog literario. Yo también acabo de anotarme en este tuyo.
EliminarLógicamente también te esperaré encantada en mi blog para compartir tus opiniones o lo que gustes contarme.
Besos
he llegado a leerte esta novela y me llevo desde la profundidad de mis
ResponderEliminarsentimientos kirke me engachaste y de conocerte mucho mas de ti besito
No sé si se puede llamar novela a mis breves anécdotas idiomáticas pero me alegro que te haya gustado.
EliminarGracias por tus palabras, Ana María.
Un beso