Leer, el remedio del alma

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Imagen creada por Ilea Serafín

1 de junio de 2017

Doctoranda al borde de un ataque de nervios (XVI)

Maldita Ley de Murphy


   Hace tiempo que vengo quejándome de mi mala suerte, también es usual en mí decir que conmigo la ley de Murphy más que cumplirse, se ensaña. Por desgracia, y en estos últimos días antes de defender mi tesis, esa maldita ley no solo se ensaña, es tal el acoso y derribo que tiene con mi persona que me estoy planteando seriamente conocer al tal Murphy y cargármelo de una santa vez.

   Tenía en mente publicar dos entradas más de esta serie ‘Doctoranda al borde de un ataque de nervios’, una explicando cómo fue la defensa y la última despidiéndome de la serie y de la tesis. Pero una propone y el destino dispone. He tenido que reconsiderar mi planteamiento y aquí estoy escribiendo una publicación con la que no contaba. Una entrada para quejarme de mi maldita mala suerte, del mal fario o de los duendes revoltosos (y cabrones) que me están amargando estos últimos días de la tesis y para desahogarme, porque no sé qué hice en otra vida para merecer este último martirio añadido.

   Ya el día de la entrega de la tesis tuve mi buena dosis de adversidades (Parirás con dolor) pero desde que el Rectorado aceptó mi tesis y dio luz verde para defenderla todo han sido contratiempos. Al principio, y siempre en la idea de que lo peor ya había pasado, no les di demasiada importancia. Nunca he creido en el mal de ojo, pero ayer llegó un punto en el que mis firmes convicciones al respecto se tambalearon y hoy ya estoy decidida a acudir a un santero o a quien se encargue de sanar esto que me pasa para que me libre del cenizo de estos últimos días.

Empezaré por los primeros síntomas.

   Desde hace meses una amiga y una prima mía tenían pensado asistir a mi defensa, a ellas les hacía ilusión y a mí también. Resulta que a mi amiga le han cambiado la jefa en el trabajo y no va a poder pedir permiso, y a mi prima una pequeña intervención quirúrgica que tenía programada para septiembre se la han adelantado y tampoco podrá ir. Además, una compañera de laboratorio puede que tampoco pueda acudir porque ingresan a su suegro dentro de poco. Vosotros pensaréis que no es para tanto, y lo mismo pensé yo en ese momento. Ahora, visto lo visto, creo que fue una señal.

   Cuando el Rectorado me confirmó el tribunal lo primero que hice fue elegir una fecha que les viniera bien a todos los miembros elegidos; el día apropiado era el 5 de junio. Después de este trámite toca reservar aula para exponer la defensa. Yo estaba en la idea de un aula chiquitita, donde no hay capacidad para muchas personas pero la cercanía que da el poco espacio hace más relajado el ambiente. Pues bien, resulta que la semana del 5 de junio se celebran las pruebas de selectividad y muchas de esas aulas ya estaban pilladas por otros doctorandos que no podían usar las que se emplearían para los exámenes de ingreso a la universidad. Total, que tuve que conformarme, y gracias, con el Salón de Actos, es decir, la sala más grande de toda la facultad. ¿No querías caldo? Toma tres tazas. Tiene capacidad para casi doscientas personas y en la mesa del tribunal podrían comer los invitados a una boda gitana.

   Después de realizar la defensa se prepara un ágape en el departamento para picotear con los compañeros, los amigos y familiares que han asistido al evento. Luego, es tradición invitar al tribunal y a los directores de la tesis a una comida en un restaurante. Yo tenía pensado llevarlos a comer a uno que se encuentra dentro del Museo del Traje, que además de estar muy cerca de la facultad (solo hay que cruzar la avenida que pasa al lado del edificio) tiene unos menús muy buenos y económicos. Pero resulta que el día 5 de junio cae en lunes y los lunes algunos museos, como el del Traje, cierran.
Así que tuve que buscar otro lugar alternativo; un sitio próximo a la universidad, de lo contario podemos comer a la hora de la merienda,  donde se pueda aparcar fácilmente y donde no elijan el lunes como día de descanso para el personal. Encontrar un sitio que cumpliera todas estas premisas me costó lo mío.

   A pesar de estos indicios todavía no estaba en la idea de que algo se estaba torciendo irremisiblemente. A veces puedo ser muy optimista o más bien muy tonta.

Pero todavía quedaban más cosas por salir mal.

   Este martes, a falta de cinco días para la defensa y a las siete y media de la tarde, recibo una copia del correo de un miembro del tribunal comunicando a uno de mis directores que se ha puesto enfermo y que no podrá asistir a la presentación. En ese momento intenté serenarme a pesar de que yo notaba cómo mi cerebro empezaba a lanzar señales de alarma; respiré hondo y me dije: tranquila, Paloma, para casos así el Rectorado elige a los vocales suplentes, para sustituir a quienes por un motivo u otro no pueden acudir. Efectivamente, los suplentes están para sustituir a los que no pueden acudir… o para ponerse enfermos a la vez que el titular, que es lo que le pasó al que yo tenía en la reserva.

   Cuando al día siguiente se puso en conocimiento del Decanato que un titular y su suplente debían renunciar, por enfermedad, a formar parte del tribunal de una servidora, no se lo podían creer. Los trámites que siguieron a esta improbable, que no imposible al menos conmigo, eventualidad los realizaron la presidente del citado tribunal, la vicedecana de doctorado y mi director (adelanto que con resultados satisfactorios).

   Mientras, yo debía ensayar en el Salón de Actos, y allí la maldita mala suerte, el mal fario o los duendes revoltosos (y cabrones) volvieron a visitarme.  Conmigo estaba un técnico de medios audiovisuales para que me configurara el ordenador con el proyector de una manera concreta. El caso es que, cuando el técnico se agachó a desenchufar un conector, se arreó terrible golpe en la rodilla y se tiró en el suelo aullando de dolor y sin poder levantarse. Yo me lo quedé mirando como un pasmarote mientras decía por lo bajini “Esto no puede estar pasando. Esto es una pesadilla”, creo (no estoy segura) que me santigüé y todo. Tras unos minutos de indecisión por mi parte, pues no sabía si llamar al SAMUR o a un exorcista, el técnico consiguió levantarse pero ya no estaba en condiciones de configurar nada.

   De momento la cosa anda así. Todavía faltan tres días para que llegue el ya temido día 5 y aunque ya suponía que estaría nerviosa lo que no podía imaginar es que estaría muerta de miedo, pero no por lo que me pueda preguntar el tribunal (que también) sino porque no sé si sobreviviré a la experiencia. Me he fijado en el techo del Salón de Actos y no he detectado ninguna grieta, ese día los meteorólogos no pronostican ningún huracán ni fenómenos atmosféricos adversos, y desde ayer miro varias veces una calle antes de cruzarla, aunque sea peatonal.

  Después de todas las posibles desgracias que se me están pasando por la cabeza, lo de que el tribunal me acribille con preguntas difíciles me parece lo de menos y hasta deseable antes que otras cosas peores.

   Puede que esté somatizando mi nerviosismo en forma de mala suerte, pero si es así, yo me pregunto qué culpa tienen los miembros del tribunal que se han puesto enfermos (y el técnico lesionado).

   O puede que todo esto sea un mecanismo de defensa de mi psique enferma por la tesis y que se centra en estos hechos negativos para que mi mente se desvíe de la obsesión principal: meter la pata ante el tribunal. He estado mirando y no hay literatura al respecto, pero no lo descarto.

   De todas formas, si alguien ha visto a Murphy que me lo diga porque lo estoy buscando.


NOTA: Esta publicación está dedicada a Juana (presidente de mi tribunal) y a Begoña (vicedecana de Doctorado) por ser tan diligentes y eficaces  gestionando crisis. Mi más sincero agradecimiento para las dos.

32 comentarios:

  1. Desde luego sí que parece que el señor Murphy esté practicando contigo. En cuanto al mal de ojo, deberías intentar identificar a quién pudiera interesarle fastidiarte hasta lo indecible, jaja.
    Pero míralo desde otra perspectiva: ya se han agotado todas las argucias y desastres para fastidiarte. El saco de la mala suerte ya se ha vaciado.
    Por fortuna, también veo que no se te ha agotado esa capacidad natural para ponerle un toque de humor a las desgracias.
    Yo tampoco creo en males de ojo, pero, por si acaso, pondré una velita a San... o Santa..., a la que tu prefieras.
    De todos modos, ahora sí que parece que todo está encarrilado.
    Un abrazo.

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    1. Otros compañeros me han comentado algo parecido a lo que tú me cuentas: que la mala suerte ya está agotada y que el día D será perfecto. Yo soy más humilde en deseos y con que en el día 5 no ocurra ninguna desgracia destacable ya me daré por satisfecha.
      El sentido del humor me vino cuando el tema del tribunal se solucionó, te asegura que en plena crisis no tenía ninguna gana de bromear porque fue muy grave lo ocurrido, pero lo que más me preocupó es que, antes de mí, nunca había pasado nada parecido.
      Ojalá el próximo lunes no sea pionera en nada más, en este caso espero estar en el montón de la media aritmética. Esperemos.
      Gracias por tus buenos deseos.
      Un abrazo.

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  2. Madre mía, sí que te ha visitado Murphy. Seguro que al final todo va ir bien pero como dice Josep, por una velita a algún santo por si acaso.
    Besos y muchísima suerte, estoy deseando leer los resultados.
    Ahhh, yo también quise ir a comer al museo del traje y no pude, ¿divinas que día era?

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    1. Lo de la vela me lo estoy planteando y también acudir a otras fuerzas sobrenaturales, en las que no creo, para asegurarme la protección.
      Una amiga muy supersticiosa me ha sugerido que ponga un cuenco con sal gorda y un ajo debajo de la cama para ahuyentar el mal de ojo. Por más vueltas que le doy no encuentro relación entre la sal, el ajo y la mala suerte (y mucho menos cómo puede hacer efecto debajo de la cama) pero a estas alturas estoy dispuesta a creer hasta en los pitufos.
      Compruebo que lo de ir los lunes a sitios que están cerrados no solo es cosa mía, jajaja.
      Un besote y gracias por tus ánimos.

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  3. Bueno. Sigues en forma y lo bueno está aún por llegar. Diarrea aguda a todo el personal de secretaría con pérdida (sustracción) ¿indebida? de algunas hojas del libro de actas del doctorado, disfonía generalizada de los miembros del tribunal, con nueva caída del técnico de informática sobre los cables del sistema de audio al intentar mejorar la microfonía del aula, llegada en tropel de tres cuadrillas de bomberos al incendiarse el aula de grado por cortocircuito producido por la otra rodilla del técnico; huelga generalizada de restaurantes en la Comunidad de Madrid hasta el 7 de junio y... encima tu médico que se ha empeñado le expliques si para un puñetazo de un amigo en su ojo iría bien el paté con omega 3, que para eso, tales ácidos grasos son antiinflamatorios y... mi director que quiere que el pinte en la calva la diapositiva de la Dra. Badimon con activaciones y las plaquetas en verde fosforito.
    Bueno, como al final todo llegará y seguiremos peleando, al final tendrás muchas anécdotas para tus nietos y para recordar cuando ya de jubilado, te invite a una cerveza, y tú me digas Paco... ¿te acuerdas cuando...?

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    1. He oído que las pesadillas si se cuentan en voz alta no se cumplen, espero que los malos augurios si se escriben tampoco, porque todas esas cosas que dices me han puesto los pelos de punta. Espero que nada de eso ocurra y que no haya que lamentar desgracias personales el día 5.
      La diapositiva que he adaptado de la Dra. Badimon está ya dominada, otra cosa es que el día 5 se me crucen las neuronas y la explique al revés; se me ocurre que acabe diciendo que las plaquetas forman parte del sistema nervioso y que la coagulación se desencadena por los efectos de la luna llena. Todo es posible.
      Anécdotas tendré un buen puñado, no sé si por suerte o por desgracia porque la noche del martes y la mayor parte del miércoles sabes que lo pasé muy mal.
      En fin, esperemos que ya no haya más cosas raras que contar. Tengo ganas de pertenecer a la población anodina que vive sin sobresaltos, de lo contrario tendré que aumentar mi ingesta de omega 3 para evitar las arritmias.
      Besos, jefe. Nos vemos el lunes.

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  4. Lo del técnico fulminado en el suelo es que me parto, jaja. Pero tú tranquila, todas estas contingencias son un buen augurio. Y lo de tener que invitar a comer a los miembros del tribunal... imagina, puestos a retorcer a Murphy, que les da una gastroenteritis después. Perdona, te voy a poner peor cuerpo!
    Mucha suerte y ánimo.
    Un abrazo.

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    1. Lo del técnico fue tal como lo cuento, no me he permitido ninguna licencia literaria. Ahora pienso que mi tardanza en reaccionar pudo ser interpretada por el lesionado como estulticia o insolaridad por mi parte, pero es que me quedé pasmada creyendo que aquello era una broma o una cámara oculta porque no podía creer que estuviera pasando lo que veía.
      No me se me había ocurrido lo de la gastroenteritis, pero tal como están las cosas todo puede pasar, en cualquier caso eso ya sería después de la defensa de la tesis, si me han puesto buena nota lo lamentaré pero si no ha sido así... que se fastidien.
      Gracias por tus ánimos, Gerardo.
      Un abrazo.

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  5. Desde luego, Paloma, Murphy se ha fijado en ti y ha decidido hacerte blanco de sus más pesadas bromas y de su ley en su vertiente más cruel. Pero si alguien era capaz de tomárselo por el lado del humor, ese alguien también eres tú.
    Ánimo amiga, estoy segura de que nada más va a pasar y todo saldrá bien el día D a la hora H. Lo malo no es tener mala suerte en los detalles, sino tenerla en lo fundamental. Y en eso, Sobresaliente cum laude, ya verás.
    Un beso y muchísima suerte.

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    1. Tienes toda la razón en lo de no tener mala suerte en lo fundamental. Fuera de bromas, yo sigo pensando que ojalá todas las "desgracias" sean como estas que cuento, porque bien mirado la mala suerte la tuvieron los miembros del tribunal que se pusieron enfermos.
      Te confieso que me tomé con humor lo que me pasó una vez que se solucionó el problema, porque en medio de aquella crisis ni estaba para bromas ni tenía ganas de reírme.
      Gracias por tus buenos deseos, espero que se cumplan. El día 5 saldremos de dudas.
      Un besote grande, amiga.

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  6. vaya Paloma, qué nervios añadidos, desde luego sí se está ensañando contigo pero lo tiene crudo porque con tu humor y ganas sales de todos.
    En esa sala de actos y aunque no se nos vea, seguro que estaremos más de un blogero pensando en la amiga doctoranda y esperando que los dejes con la boca bien abierta.

    Tú puedes querida Paloma, muchos ánimos y a por ellos y cuando acabes me apunto para buscar a Murphy a ver si lo liquidamos jajaja

    Besos y muchísimo éxito en la defensa

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    1. Intento desdramatizar los aspectos negativos viéndolos desde una perspectiva de buen humor pero si me paro a pensar lo que me pasa a mí no es normal; desde luego se sale de la media.
      Como suelo comentar entre mis allegados, a mí la lotería no me toca, pero de estas 'cositas' no me libro.
      Sé que estaréis ese día pendientes de lo que pueda ocurrir en ese Salón de Actos y también sé que vuestra buena energía bloqueará todo lo malo que pueda pasar.
      Muchas gracias por tu continuo apoyo y por animarme en todo momento.
      Un besote muy grande amiga mía.

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  7. Pues sí que parece que te haya mirado un tuerto 🤔🤔😘🤗 Dicen que pasarle la mano por la chepa a un jorobado da suerte.... en todo caso puedes probar ¿no?
    Mucha mierda el día 5.
    No te deseo suerte porque eso da mala suerte 😂😂😘💋💋

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    1. Como dependa mi buena suerte de pasarle la mano por la espalda a un jorobado... lo tengo crudo porque no conozco a ninguno, aggg.
      Gracias por tus deseos, espero que entre todos se conjure el mal fario.
      Un beso muy grande.

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  8. Pero, Paloma! ¡Todo esto que cuentas es una magnifica noticia! Fíjate, estás atrayendo toda la mala suerte cuando no es importante, en los días previos. De esa forma, el día 5, el día señalado, la tendrás toda gastada y solo quedará la buena para el momento en el que realmente la necesitarás. Jo, te aseguro que todos los que hemos seguido tu preparación estaremos mandándote energía positiva ese día. Ya verás cómo te saldrá perfecto. Un abrazo ¡y al toro!

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    1. Para que eso que cuentas sea cierto, que la mala suerte ya está agotada y que a partir de ahora toda será buena, habría que saber qué cantidad de mala suerte tengo yo por ahí guardada y así estar segura de que se gastó toda, jajaja.
      En fin, quede aún o no mala suerte estoy segura de que vuestra energía positiva será un antídoto estupendo que anulará todo lo malo.
      Ya os contaré.
      Muchas gracias por tus ánimos.
      Un abrazo.

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  9. Desde luego jo con Murphy, que oportuno, pero aún así no te a quitado tú sentido del humor, y al menos estarás de acuerdo conmigo que escribir el post te ha servido , o así lo espero para calmar un poco los nervios, con la ley de Murphy y con los nervios previos a uno de los acontecimientos mas importantes de tú carrera, de modo que espero que hasta el lunes, la ley de Murphy te deje tranquila y veras como todo va a ir muy bien.
    Me apunto lo del museo del Traje, he ido mil veces a Madrid y no lo conocía, de modo que me lo apunto para en próximas visitas . Y si además se come bien y no muy caro, pues también tomo nota. Un beso enorme y mucho ánimo, veras como todo va muy muy bien. TERE.

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    1. A pesar de haber oído hablar muy bien de su restaurante no he ido nunca, por no ir no he ido ni siquiera a ver el museo y eso que también es muy interesante. Aunque tengo pensado este verano subsanar esto.
      Muchas gracias por tus ánimos, Tere.
      Un beso grande, grande.

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  10. el "en" se me a colado ains. Disculpa

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  11. ¡Increíble, Paloma! ¿Seguro que no te inventas todas estas cosas para hacernos reír?... Bueno, no contestes que ya me estoy imaginando que no :(

    Dicen que ante las dificultades hay que sacar carácter y crecerse, pero de la mala suerte no he oído nada. En cualquier caso también hay otra forma de interpretarlo, y es que estás cubriendo entero tu "cupo" de mala suerte para que ese día salga todo absolutamente perfecto. Yo creo que es esto último :))

    Un besazo bien fuerte, preciosa, y tranquila que ya no queda nada para el final definitivo y te va a salir muuuuuy bien.

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    1. Palabrita del niño Jesús que todo lo que cuento es verdad. Como le comento a Gerardo no me he permitido ninguna licencia literaria porque, por suerte o por desgracia, no la he necesitado. En este caso es completamente cierto lo de que la realidad supera a la ficción.
      Fíjate hasta qué punto lo que me pasó no es normal que el jueves y el viernes se me acercaron personas de la otros departamentos a las que apenas conocía para interesarse por mi estado de nervios al ser conocedoras de lo que me había pasado con el tribunal (ha sido la comidilla de la facultad).
      Estoy segura que vuestros buenos deseos revertirán todo lo malo que esté agazapado para hacerme la puñeta y que, al final, todo saldrá bien.
      El día 5 saldremos de dudas.
      Un beso muy grande, guapa.

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  12. Pues sí que tienes mala suerte, pero seguro que es previa, y que el día 5 desaparecerá por arte de magia. A mí hija, una vez redactada la tesis, le falló el director. El hombre está a punto de jubilarse y por lo visto no tenía ni ganas de corregírsela. Ha tenido que buscar otro a última hora, y que tenga buen inglés, porque la presenta en este idioma. Por lo que veo, Murphy acosa con sus gracias a las doctorandas. ¡Mucha suerte, que te va a ir muy bien!
    Un besazo.

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    1. A veces la mala suerte se ceba en uno y hay que sortear los inconvenientes como mejor se puede.
      Lamento lo que le ha ocurrido a tu hija, debe de estar pasándolo fatal. Que te dejen en la estacada en el último momento es plato de mal gusto y dice muy poco de la responsabilidad y de la profesionalidad de ese director impresentable, pero de todo ha de haber.
      Afortunadamente yo tuve unos directores excelentes y por en ese aspecto tuve toda la suerte.
      Bueno, como ya anuncié por G+ y otra red social: soy doctora!!!
      Un beso grande, Ángeles.

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  13. Del viejo Murphy puedo asegurar que lleva muerto hace mucho, pero a su descendiente, Milo, lo tenés en Disney XD.
    Tomalo con calma, lo que tenga que ser, será. Todo depende de vos.
    Saludos.

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    1. Desconocía ese dato que apuntas, Raúl, y menos que el malhadado Murphy tuviera descendencia, se ve que heredó las características de su antecesor pues la puñetera ley sigue funcionando, jajaja.
      Afortunadamente ni Murphy, ni su ley hicieron acto de presencia ayer y todo fue a las mil maravillas.
      Un abrazo.

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  14. Y un terremoto? has pensado en la posibilidad de que ocurra un terremoto el día 5? mira que esas cosas se detectan sólo con unos segundos de antelación. Anoto en mi agenda... no ir por Madrid el 5 de Junio. La verdad es que es el colmo de la mala suerte pero bien mirado mejor que lo malo ocurra unos días antes y te deje tranquila el día clave... mientras escribo estas líneas miro la fecha y resulta que hoy es... 5 de Junio!! ni me había dado cuenta, para lo del terremoto sólo quedan 45 minutos y ya no será a la hora de la tesis, así que espero que seas ya una Doctoranda hecha y derecha.
    Muy pero que muy graciosa y entretenida esta entrada, he disfrutado mucho leyéndote. Un abrazo, señora Doctora.

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    1. Ni sunamis, ni huracanes, ni terremotos. Ayer fue un día sin sobresaltos, además en Madrid lució un sol espléndido y todo se desarrolló estupendamente.
      Murphy y su ley debían de estar haciendo la puñeta en otra parte y en la facultad donde hice la defensa no aparecieron, así que me doctoré con todos los honores.
      Gracias, Jorge, por tu comentario.
      Un abrazo.

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  15. Como a toro pasado ya es facil decirlo, la mala suerte ha pasado de largo el día 5 y hoy ya luces esa tesis bien aprobada con sobresaliente, y te habría dado matrícula de honor. Ahora solo nos queda que nos cuentes cómo se desarrollaron los hechos y poder celebrar contigo ese Doctorado Doctora. ¡Enhorabuena, Paloma! Un abrazo

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    1. Al final me dieron la máxima calificación, Mamen, así que estoy súper-contenta.
      Muchas gracias por tus ánimos y por tu seguimiento incondicional.
      Un besote, guapa.

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  16. ¡Espero que ahora nos tengas al tanto de tus vicisitudes como doctora recién estrenada!
    Un abrazo.

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    1. Esta serie de Doctoranda... tiene los días contados. No sé qué me deparará el destino, hay varios proyectos pero todos en el aire. Cuando se concrete un poco más mi futuro profesional puede que inicie una nueva tanda de experiencias en función de lo que me toque hacer.
      Muchas gracias y un placer verle por aquí, Inspector (Carmen).
      Un abrazo fuerte.

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  17. El placer es mío. Sigo desde hace tiempo tus aventuras y me alegro muchísimo de que hayan concluido con un broche de oro. Es una pena que ello suponga el adiós de Doctoranda pero estoy segura de que te esperan un montón de experiencias de lo más gratificantes. ¡A por todas ellas!

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Hada verde:Cursores
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