Tu nombre me sabe a hierba es una canción de Serrat que casi todos los que ya tenemos una edad hemos cantado en algún momento de nuestra vida. De esta balada siempre me llamó la atención el título, es muy musical ─qué menos viniendo de una canción─ pero además me extraña el significado estricto de la frase: ¿los nombres tienen sabor? Por no hablar de a qué sabe la hierba, yo nunca la he probado pero se supone que debe de estar bien, al menos la que nace en el valle, a golpes de sol y de agua.
Pero el motivo de mi reflexión de hoy no va de hierbas, sino de nombres. Cuando oía a Serrat asociando el sabor de la hierba con el recuerdo de su amada, yo me preguntaba ¿a qué sabrá mi nombre? Nunca lo he sabido, pero lo que sí sé es a qué suena.
Mi nombre suena a bicho. Porque me llamo Paloma, y ese es el nombre de un pájaro. Puede parecer bonito, pero en realidad ese apelativo me ha traído bastantes problemas.
El primer problema surgió el mismo día de mi nacimiento. Cuando mi padre le comunicó a mi abuela burgalesa que había nacido y que me iba a llamar así, ella, cual pitonisa clarividente, sentenció:
─¡¿Le vais a poner el nombre de un pájaro a la niña?! Ay, pobre.
Me gustaría aclarar que mi abuela se llamaba Nicasia y con ese nombre no creo que fuera la persona más adecuada para criticar cómo se llamaban otros, pero estaba en su derecho y así se lo hizo saber a mi padre.
Mis progenitores, a pesar de la oposición familiar ─hubo más parientes que no estaban de acuerdo y pensaban igual que mi abuela─ decidieron seguir adelante, y con ese nombre fui bautizada y registrada en el juzgado.
Cabría puntualizar que el nombre de Paloma es bastante habitual en Madrid, ciudad en la que he nacido. Aunque la patrona oficial de la capital de España es la Virgen de la Almudena, a la Virgen de la Paloma se la considera la patrona popular de los madrileños. Podéis conocer el origen del nombre en el blog de Francisco Moroz (Por ser la Virgen de la Paloma).
El caso es que llamarme así me ha reportado bastantes bromas por parte de amigos e incredulidad por parte de algunos desconocidos que no saben de los usos y costumbres madrileños.
Recuerdo que en una ocasión, en Galicia, me presentaron a unos conocidos de una prima mía. Cuando les dije que me llamaba Paloma se echaron a reír y creyeron que les estaba diciendo mi apodo, les aclaré que ese era mi nombre real y ante la insistencia en no creerme tuve que enseñarles el DNI.
Las palomas son aves muy dadas a simbolismos. Son el símbolo de la paz, una de ellas fue la emisaria de Dios cuando, con una rama de olivo en el pico, se presentó a Noé, indicándole que la inundación del diluvio se había terminado y que el peligro había desaparecido.
También simbolizan la pureza. La representación de palomas blancas junto a vírgenes es muy habitual en obras de pintura y/o escultura.
Yo no sé quién se encarga de elegir los símbolos para representar ciertas cosas. Pero el caso es que poner a las palomas como signo de pureza es de lo más desacertado. Porque las palomas son aves de la familia de las colúmbidas y con costumbres muy poco higiénicas, de hecho se las considera ‘las ratas del aire’. Son un reservorio de parásitos y de virus que pueden poner en grave riesgo la salud de quien convive con ellas.
A cuenta de esta información diré que en la universidad, en una clase práctica de parasitología, un compañero llevó una paloma para obtener parásitos y era tal la cantidad de bichos que tenía ─por dentro y por fuera─ que nos suministró muestras a toda la clase. El profesor, aludiendo a la capacidad para albergar tanta fauna, dijo:
─La paloma es muy agradecida. No le hace ascos a nada.
Todos giraron la cabeza hacia mí y el cachondeo en el laboratorio duró toda la práctica. Aún hoy, antiguos compañeros de promoción, me recuerdan la dichosa frase.
Mi nombre, además de sonar a bicho, se presta a continuas bromas. Hace tiempo publiqué una entrada sobre el ingeniero Nikola Tesla; indagando sobre su vida averigüé que, en su excentricidad, se enamoró de una paloma. Cuando lo comenté en una reunión con amigos, mi marido dijo:
─Anda. ¡Igual que yo!
Mi nombre también fue fruto de desorientación lingüística para mi sobrina. Un día en el parque, siendo ella muy pequeña y paseando con mis suegros, ante un grupo de esas aves que picoteaban en el césped, su abuela le entregó un currusco de pan para que le diera de comer a las palomas. Ella toda solícita cogió el pan y… me lo dio a mí. En otra ocasión, me contaron que la abuela al ver una paloma volando se la señaló al mismo tiempo que decía:
─Mira, S., una paloma.
A lo que mi sobrinita miró al cielo preguntando:
─¿Está aquí la tía?
La paloma no solamente es muy simbólica. También es un tema recurrente en muchas canciones.
Hay una que se llama Se equivocó la paloma. También es de Serrat y pertenece al mismo álbum en el que se encuentra la de la hierba ─álbum que se titula, precisamente, "La paloma"─. El estribillo dice “Se equivocó la paloma, se equivocaba”. Si me hubieran dado un euro cada vez que he tenido que oír tararear ese fragmento cuando fallaba las respuestas en clase ante las preguntas de la profesora, tendría una pequeña fortuna. Yo creo que mis compañeros deseaban que metiera la pata solamente para poder ponerse a cantar el maldito soniquete.
Siguiendo con las canciones, había otra de Tony Leblanc que se llamaba Paloma, palomita, palomera ─lo pongo en pasado porque creo que ya está descatalogada, gracias a Dios─. De esta prefiero no hablar mucho porque era espantosa, pero podría haber conseguido buenos caudales si también me hubieran dado un euro cada vez que la profesora, cuando me quería reprender por alguna fechoría, se dirigía a mí con esa muletilla.
En los años 90, Emilio Aragón tuvo un exitazo con una canción llamada Cuidado con Paloma (que me han dicho que es de goma). Él tuvo un éxito de ventas y yo otro motivo de tortura por parte de mis allegados.
En los años 90, Emilio Aragón tuvo un exitazo con una canción llamada Cuidado con Paloma (que me han dicho que es de goma). Él tuvo un éxito de ventas y yo otro motivo de tortura por parte de mis allegados.
De la canción Cucurrucucú, paloma también podría contar mucho, especialmente con un compañero de la universidad que era mexicano. Le hizo gracia mi nombre y cada vez que nos cruzábamos por los pasillos silbaba esa tonada. ¡Qué martirio, por favor!
Podría contar muchas más anécdotas/desventuras a cuenta de mi nombre. Si Oscar Wilde escribió “La importancia de llamarse Ernesto” yo podría escribir “El incordio de llamarse Paloma”, pero no me quiero extender.
El caso es que hoy es mi santo y en mi ciudad se celebra por todo lo alto la festividad de la Virgen de la Paloma. La verbena que lleva su nombre es muy popular y hasta dio lugar a una zarzuela y todo. Aunque yo la tengo un poco de manía, porque mis padres acudieron a esa verbena pocos días antes de mi nacimiento y creo que fue esa fiesta la responsable de que me llamaran así.
Tanto chotis, tanto organillo sonando y el chocolate con churros debieron de afectar seriamente a mis padres y cuando, once días después de la festividad, nací yo, se pusieron castizos y decidieron llamarme como la patrona popular de los madrileños. O como un ave de la familia de las colúmbidas, según se mire.
Kirke
Muchas felicidades por tu santo, preciosa. Tu nombre es muy bonito, digan lo que digan y le pese a quien le pese. Y de los cachondeos......pasa, aunque es verdad que se presta a muchos, jeje.
ResponderEliminarBesos
Llevo ya muchos años aguantando bromas a costa de mi nombre, así que ya tengo callo. De todas formas, nunca me molestaron realmente los chistes.
EliminarY la verdad, a mí también me gusta mi nombre. A pesar de todo.
Gracias, Marina, por felicitarme.
Un beso, guapa.
Enhorabuena por este post tan original y gracioso. ¡Qué arte tienes para reírte hasta de tu sombra! Me ha encantado, de verdad. Me quedo con la anécdota de tu inocente sobrina dándote de comer en el parque, jejejejejee.
ResponderEliminarDebo confesar que de pequeña mi nombre también me hizo sufrir un poco. Durante toda la catequesis tuve que aguantar a la mitad de mis compañeros recriminándome el hecho de que por mi culpa Dios condenó a toda la humanidad, que no era moco de pavo! Jajajajajajaja.
Un abrazo muy fuerte.
Caray, tener sobre tus hombros la responsabilidad del pecado original, sí que es fuerte. Está claro, que si nos ponemos exquisitos, todos los nombres tienen 'un lado oscuro'.
EliminarEl reírse de uno mismo es una buena manera de desdramatizar las cosas y eso ayuda a encarar mejor las adversidades. De todas formas, ojalá todos los problemas sean como los que me acarrea mi nombre.
Un beso, Eva. Gracias por tus palabras.
Hola!!!!
ResponderEliminarFelicidades atrasadas por el santo!!!!
Pues no es por ser pelota pero a mí tu nombre me gusta. Tengo 2 amigas que se llaman así, una vive en la Coruña y otra es canaria aunque lleva 30 años en mi tierra, y son encantadoras y el nombre mola.
Me he reído mucho(sin maldad, eh?) con las anécdotas, y con tu pobre sobrina... el tema nombres da para mucho, la gente les busca enseguida un mote.
Besos y un post genial.
Todos los nombres pueden ser objeto de chufla, pero creo que algunos ya van provocando solos, jajaja.
EliminarMe alegro que te guste el nombre y que hayas disfrutado con las anécdotas, sé que no tienes maldad y que tu diversión ha sido inocente.
Un beso grande, guapetona.
¡Zorionak, Paloma! pues a mi me gusta mucho tu nombre. Y lo que me he reido con tus anécdotas no tiene nombre. Me encanta como narras todo. Un abrazo
ResponderEliminarEncantada de haberte hecho reír, esa era la intención, así que objetivo cumplido.
EliminarEskerrik asko, MariCarmen, por tus palabras.
Un beso.
A mí me encanta tu nombre - aunque tampoco me gustan las ratas con alas que me cagan las veredas a diario, convengamos- y me ha encantado tu relato: muy gracioso, muy ameno, original y muy "Paloma", vamos ;)! Te deseo muchas felicidades en en día de tu onomástico y te dejo un beso grande.
ResponderEliminarFer
A cuenta de los excrementos de esos bichos también tengo unas cuantas anécdotas, pero no las conté por no ponerme escatológica, jajaja.
EliminarGracias por tus deseos, un beso también para ti, Fer.
Muchas felicidades Paloma por tu santo y por este post que me ha hecho reírme a carcajadas con algunas de las anécdotas y ha de ser un auténtico incordio cargar con las bromitas de los graciosillos de turno que has recreado de fabula.
ResponderEliminarYo, como tú, me he preguntado muchas veces por ese simbolismo de las palomas porque tenía entendido que eran unos bichos con muchísimos parásitos y en las ciudades acostumbran a ser terribles.
Pero seguro que la parte festiva y de alegría de la Virgen de la Paloma se te ha pegado porque tus entradas destilan ese buen humor y saber estar que en persona he podido comprobar.
Un beso guapísima
Quizás la afición verbenera de mis padres haya dejado una impronta en mi forma de ser, o quizás se me quedó grabado en el 'subconsciente prenatal' la jarana típica de estas fiestas.
EliminarSi te lo has pasado bien leyendo la entrada, doy por buenas todas y cada una de las cosas que 'he sufrido' a causa de mi nombre.
Muchísimas gracias por todo lo que dices sobre mí. Eres muy generosa, y de eso doy fe.
Un besote, Conxita.
Antes de nada felicidades por tu santo. La verdad es que tú has tenido problemas con tu nombre, pero yo tengo una tía que se llama María Dolores, y se cambió el nombre por Paloma por puro gusto. Yo la conozco así desde pequeña y no ha sido hasta que me hice un poco mayor que no supe que ese no era u verdadero nombre.
ResponderEliminarAquí, (en Almería) nunca ha habido ese problema con el nombre, y quien no sepa de las tradiciones de Madrid es que muy listo no debe de ser. En fin, Que decirte que yo siempre he tenido problemas con mi apellido, aunauqe no con mi nombre. María es bastante común.
Un besillo.
La anécdota de tener que enseñar mi DNI para demostrar que me llamaba así fue, hace un montón de años, y en una aldea gallega remota, No sé si fue fruto del aislamiento en que se vivía o simplemente que me estuvieron tomando el pelo ;)
EliminarTodos los nombres, si se quiere incordiar, pueden tener su lado chusco.
Un beso, María, y gracias por la felicitación.
La verdad es que yo siempre he relacionado Paloma con nombre de mujer, aunque no de los que saben a hierba, tal vez a trigo o maíz, pero no a hierba. Y es un nombre que me gusta, a pesar de que los pajarracos del mismo nombre, los que se pasean por las ciudades, me parecen horribles. Otra cosa son las palomas silvestres o salvajes, que no tienen nada que ver.
ResponderEliminarEn León tenemos una patrona con nombre más extraño: La virgen del Camino (por lo del Camino de Santiago) y hay muchas mujeres llamadas Camino. Yo tengo dos primas, sin ir más lejos.
Me ha gustado mucho tu entrada. Y me he reído.
Un beso.
El nombre Camino también se presta a rechifla. Al final, y como ya he comentado antes, todos los nombres pueden ser objeto de broma.
EliminarLo importante es tomárselo con humor, al fin y al cabo son bromas.
Un beso grande, Rosa.
Ante todo felicidades atrasadas, ya dicen que todos los santos tienen octava.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la entrada y tú forma de tomarte el como te llamas, si yo te contará como me querían llamar a mi jeje, Evodia, tal y como suena, así se llamaba mi abuela y así se llama la hermana de mi difunto padre, de modo que ya ves.
No conozco muchas Palomas, pero me parece un nombre precioso y que de haber tenido una niña no lo hubiera descartado en absoluto.
un beso y espero que pasaras un buen día de tu santo. TERESA.
Evodia? Pues mira, no sabría decirte si me disgusta o no, el caso es que es muy sonoro, eso sí, jajaja.
EliminarGracias por tus felicitaciones.
Un beso, Tere.
Muchas felicidades, amiga Paloma. Me ha encantado la entrada que nos has ofrecido por ser el día de tu santo, ha sido un auténtico regalo pues leerte es un placer. Las anécdotas que cuentas son muy divertidas y en ellas te revelas como una persona amable y amistosa (lo certifico ante quien sea).
ResponderEliminarUn beso fuerte, brujilla
Tú sí que eres amable, Juan Carlos. Gracias por las palabras que me dedicas. Con personas como tú, cualquier nombre es bueno.
EliminarGracias, otra vez, y me alegra verte por aquí.
Con buen humor desgranas unas cuantas anécdotas sobre tu nombre que para nada es feo ni raro. Además las palomas jugáis con ventaja, pues ahora vendrán los "lobos" y los cachondeitos que nos vamos a traer con los cuentos, van a ser de ordago a la grande.
ResponderEliminarTe felicito de nuevo Paloma
Besos
Puestos a tener un nombre de bicho, prefiero el de Paloma al de Lobo, las cosas como son. Así que, visto cómo se las gastan algunos padres, casi que no me voy a quejar.
EliminarGracias por tu felicitación, Francisco.
Un beso.
Peor hubiera sido que te llames Paloma porque siempre andás cagando (estafar o traicionar) a alguno.
ResponderEliminarLos nombres son nombre y chau. Te pueden gustar o no. Paloma es un lindo nombre y no le veo más broma cruel que esa que escribí yo.
Ahora, que Serrat lo relacione con hierbas y sabores... bueno, los músicos tienden a tener los sentidos muy alocados, je.
Saludos, bella Paloma (que no es un bicho. Bicho es la cigarra, aunque la película diga los contrario).
Saludos.
Como le comenté a Fer, a cuenta de los excrementos de las palomas también tuve que aguantar lo mío. La frase "pero qué guarras son las palomas, se cagan en cualquier sitio" la tengo grabada en el subconsciente, y eso que yo procuro dejar bien claro que mis necesidades siempre las hago en un inodoro y con todas las normas de higiene recomendadas. En fin.
EliminarGracias por tus palabras, Raúl.
Un saludo.
Muchísimas felicidades, Paloma. Las anécdotas que cuentas a propósito de tu nombre son de lo mas entretenido. Y también, claro, las canciones que aluden a tu nombre en minúscula. Respecto a la de "Se equivocó la paloma", Serrat lo que hace es poner música al magnífico poema de Rafael Alberti con el que el poeta se refería a la barbarie de la Guerra, especialmente la nuclear con la que durante la Guerra Fría vivíamos sobre nuestras cabezas. Me ha gustado recordar este poema a partir de tu escrito porque fue el primer poema que comenté ante una clase de alumnos de 18 años y ante la sería, afable e intimidante mirada del escritor Torrente Ballester.
ResponderEliminarYa ves lo que da de sí la lectura, la escritura y, en definitiva, la vida.
Muchos besos por tu cumple, amiga.
Hola, Juan Carlos
EliminarSabía que la canción de Serrat de la paloma era un poema de Alberti, pero no sabía que se refería a la Guerra Fría. Nunca te acostarás sin saber una cosa más.
¿Diste clase delante de Torrente Ballester? Madre mía, me pasa a mí y me quedo en blanco, seguro.
Gracias por tu felicitación.
Un beso.