Leer, el remedio del alma

Leer, el remedio del alma
Imagen creada por Ilea Serafín

23 de mayo de 2015

Niños de tiza

    Roberto se crió en uno de esos barrios donde no era fácil ser niño, al cabo de los años vuelve al barrio para cuidar de su madre enferma. En ese regreso se reencontrará con antiguos amigos de infancia, con un viejo amor deseado y también con los enemigos con los que se peleaba en el colegio.
   El contacto con todos ellos despertará los recuerdos de su niñez: las peleas con el Lenteja y el Jeringas, las travesuras con el Richi, el amor imposible hacia la hermosa Lola y sobre todo la presencia intangible de Gema, la niña sirena, una chica minusválida que se ahogó en una piscina y cuya muerte planea durante todo el libro. 
   La trama transcurre en el año que Madrid se presenta como sede para las Olimpiadas y se planifica la construcción de una Villa Olímpica en la zona lo que desencadena una trama de corrupción y especulación de los terrenos aledaños al domicilio de Roberto.
   En algunas reseñas se cataloga a Niños de tiza como novela negra. Sí que hay policías y delincuentes, peleas callejeras y asesinatos pero yo creo que la novela va mucho más allá. Es una continua remembranza de una época en la que los niños pasaban sus ratos de ocio en la calle, jugando con los amigos, peleándose con ellos o con los de las pandillas rivales pero siempre correteando por todos los rincones del barrio. 
   Y es que el barrio es el protagonista principal, ese barrio que contempla como un espectador impasible el discurrir de las vidas de sus habitantes. Es un relato cuajado de preciosas alegorías, algunas realmente bonitas como la que dibuja un atardecer en Madrid "a lo largo y ancho del cielo fulguraban las brasas de uno de esos crepúsculos inverosímiles que caen de vez en cuando sobre Madrid para hacer propaganda del paraíso" o cuando describe la sensación de una tarde de viernes al salir del colegio y tener todo un fin de semana por delante "el dulce perfume de la tarde del viernes. Hace mucho que no obedezco horarios, pero ese gajo del reloj lo llevo siempre anclado en la memoria; el instante en que se cierran los libros, se abrochan las carteras y la chiquillada sale a borbotones del colegio. Ahora apenas hay críos jugando en la calle pero el borrón de las nubes y la silueta fugaz de los pájaros sobrevolando el crucigrama de tejados garantizan que el tiempo sigue haciendo sus deberes".
   Yo también me crié en un barrio parecido -de hecho está al lado del que describe Torres- y los escenarios que aparecen me recordaron mucho mi infancia. Las tardes jugando a la goma con mis amigas en la calle o dando un paseo mientras comíamos pipas, son recuerdos imborrables de una niñez que aunque lejana constituye los cimientos sobre los que se sustenta mi condición de adulta.
   La primera vez que leí a David Torres fue con Todos los buenos soldados y me gustó mucho. Esta vez me ha encantado porque su forma de escribir es realmente muy buena, utiliza un lenguaje rico que es capaz de crear poesía incluso describiendo escenarios sórdidos y decadentes. Una maravilla.


   

8 comentarios:

  1. No conocía el título ni el autor. Con la sinopsis que has hecho creo que has despertado un deseo de leerlo, sobre todo porque está ambientado en Madrid, y me pilla pero que muy cerca.
    A si que Gracias por traerlo por aquí.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si tú también estudiaste EGB creo que te gustará ya que la recreación de la infancia del protagonista es muy buena y se hace muy cercana, al menos para mí, por la cantidad de elementos comunes que tiene con la mía.
      Un beso, Francisco

      Eliminar
  2. Creo que deberías pasar por: http://abrazodelibro.blogspot.com.es/ donde se están celebrando mis dos años como bloguero.
    Hay una sorpresa para tí.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Llegas tarde con el aviso porque ya me había pasado por el blog antes de leer tu mensaje, así que me he quedado con la boca abierta cuando he visto mi nombre ahí, jajaja. Por cierto, normalmente cuando se cumplen años quien los cumple es el que recibe los regalos ¿no? Tú, como eres tan generoso te has dedicado a regalar.
      Muchas gracias, Francisco, me encanta el premio y me encanta el diseño, es precioso. Cómo mola!!

      Eliminar
  3. Me ha despertado mucha curiosidad. No habìa escuchado del libro ni del autor. En la primera oportunidad que tega, me lo compro.

    Gracias por la reseña. Por cierto, me quedo suscrita.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues espero que te guste tanto como a mí.Encantada de tu visita.
      Un saludo, Arethusa

      Eliminar
  4. Aún no conocía tu blog, o recién empezaba a conocerlo, cuando publicaste esta reseña. Por eso no tomé nota.
    Sigo sin conocer al autor, pero ahora, al menos, estoy en camino de hacerlo.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Rosa.
      Creo que este autor te puede gustar. Escribe fenomenal y en esta novela, como en todas las que yo he leído de él, lo demuestra. Además, en este libro las descripciones de la vida en un barrio obrero, como lo es el mío, son muy buenas, al menos cómo eran los barrios hace dos o tres décadas.
      Un besote.

      Eliminar

Hada verde:Cursores
Hada verde:Cursores