Lorenzo Falcó es el protagonista de la última novela de Arturo Pérez-Reverte. Este nuevo personaje es un espía de la inteligencia naval que trabaja para el recién alzado ejército de Franco en los inicios de la Guerra Civil.
Aunque su jefe tiene una ideología política que le hace tomar partido por los militares sublevados, Falcó es un peón más del tablero, que juega en función de cómo le vienen dadas. Durante la República su jefe trabajaba para el gobierno y por tanto él también, ahora su jefe trabaja para los rebeldes y él hace lo mismo.
Para Falcó palabras como patria, amor o futuro no tienen ningún sentido. Y es que Falcó solo se guía por una ideología: la supervivencia. Su guerra es otra, y en ella los bandos están perfectamente claros: de una parte él, y de la otra todos los demás.
Falcó es “un buen chico al que le fueron mal las cosas en el colegio” y tras un periplo por diferentes países embarcado en negocios turbios, acaba trabajando como espía. Su pericia en el combate cuerpo a cuerpo y su gran capacidad para salir de apuros más o menos complicados le convierten en un elemento indispensable para cualquier servicio de espionaje.
Falcó es un tipo muy guapo, posee un atractivo que le hace irresistible a las mujeres y él lo aprovecha en beneficio propio, lo que se traduce en que se acuesta con toda fémina que se le pone por delante. Aspecto este que me ha parecido algo machista y un poco prepotente. Muy a lo Humphrey Bogart -aunque a mí, Bogart, nunca me pareció ni remotamente guapo-.
Con esta presentación bien podríamos decir que Falcó es la versión española de James Bond, y en lugar de trabajar para su graciosa majestad la reina Isabel, lo hace para el Generalísimo Franco.
Si solo nos quedamos con esto a mí la novela me ha decepcionado un poco. El perfil del protagonista está muy bien definido: cínico, valiente, egoísta y con un punto de chulería. Pero es un perfil ya de sobra utilizado por el escritor. De hecho, en algunos momentos pensé que si cambiaba la vestimenta del protagonista por otra del siglo XVII y le añadía unos cuantos años más de edad, bien podría pasar por el capitán Alatriste.
Vuelve, una vez más, el héroe que lleva su última noche consigo a todas partes, sabedor de que la muerte le ronda. El héroe que se encarga del trabajo sucio y que acaba siendo traicionado por quienes dirigen y se aprovechan de su labor sin arriesgar nada.
Otra cosa que no me gustó fue el argumento, me pareció poco trabajado, algo flojo. Aunque como la novela no es muy extensa quizás no había tiempo para complicar la trama.
Vuelve, una vez más, el héroe que lleva su última noche consigo a todas partes, sabedor de que la muerte le ronda. El héroe que se encarga del trabajo sucio y que acaba siendo traicionado por quienes dirigen y se aprovechan de su labor sin arriesgar nada.
Otra cosa que no me gustó fue el argumento, me pareció poco trabajado, algo flojo. Aunque como la novela no es muy extensa quizás no había tiempo para complicar la trama.
Pero en esta novela hay otro elemento que se repite: el impecable estilo narrativo de Pérez-Reverte. Su forma de contar las cosas me atrapó desde el inicio y el protagonista, con sus acciones más que previsibles, no me impidió disfrutar de la lectura.
Además, en esta ocasión don Arturo nos da una visión ecuánime pero también demoledora de los dos bandos que dividieron España en una guerra fratricida y cruel. Con el verbo mordaz e incisivo que le caracteriza, Reverte nos pinta el cuadro de las dos Españas, dos barbaries paralelas:
En un lado “una planificada represión bajo mando único, un exterminio sistemático de cuanto oliese a democracia, libertad y ateísmo, con la idea de una nación unida, religiosa y fuerte por encima de todos. Una guerra total hecha por militares profesionales que usaban el terror y la sangre como arma definitiva”.
En el otro bando, “un disparate de improvisación, oportunismo y demagogia, con las cárceles abiertas el 18 de julio arrojando chusma a las calles, convertida en milicianos que se gastaban en juergas y mujeres lo que robaban asesinando a mansalva, y el pueblo armado soberano en el caos ajustando cuentas, un odio homicida no solo hacia el ejército de Franco, sino también hacia los miembros del propio bando. Partidos y facciones enfrentadas entre sí, indecisos entre ganar la guerra o hacer la revolución, incapaces de coordinar un esfuerzo común.”
Una vez bien definidos los bandos enfrentados, la sentencia final: la guerra la van a ganar los que carecen de escrúpulos democráticos, porque son los más criminalmente disciplinados y los más fuertes.
Y lo peor: cuando todo acabe van a faltar tumbas.
Otra constante en la obra de Reverte, y que en esta novela también aparece, es el ensalzamiento del valor; una cualidad que hermana a la gente, por encima de ideologías.
Independientemente del bando elegido, Pérez-Reverte alaba y admira a quien lo da todo por sus creencias, a quien su integridad le hace llegar hasta el final, asumiendo las consecuencias que pueda acarrear y que, en una guerra, suele ser la muerte. Admiración que va dirigida a todos aquellos que se muestran fieles a sus ideas y, lo más importante, a sí mismos.
Hola! Pues no lo conocía pero los libros que he leído de él me han solido gustar y este tiene buena pinta así que no descarto leerlo. Muchas gracias por la reseña!
ResponderEliminarUn saludo!
No es de lo mejor que ha escrito pero es entretenido.
EliminarGracias a ti por tu paso.
Un saludo, Beatriz.
Me gustaron mucho los primeros libros de Pérez Reverte; luego lo dejé de lado pues la serie Alatriste no logró atraparme; quise leer "Algunos hombres buenos" y ahí la tengo en lista de espera; "Falcó" es un título que me atrae mucho y quisiera leerlo más pequeño tarde. Pero la lista es larga y me da que le va a tardar en llegar el turno.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu reseña: muy clara y completa. Tu calificación es buena y eso me anima a la lectura. A ver si...
Un beso
Si quieres elegir entre Hombres buenos y Falcó, yo te recomendaría Hombres buenos. Tiene un argumento mucho más elaborado y con mucho más mensaje. Es una obra con bastante más enjundia que esta que hoy reseño.
EliminarUn beso, Juan Carlos.
El otro día pase por la Casa del libro y la vi, y la tengo que leer, y leyendo tú reseña apetece pero tengo tanto pendiente paloma, que uf, no se cuando será un día de estos, y hija entre mudanza, operación inminente y demás no tengo tiempo para casi nada, pero me lo apunto que lo que he leído de Arturo Perez Reverte me ha gustado. un beso y feliz finde. TERE.
ResponderEliminarSi te gusta Pérez Reverte, esta una más de sus novelas, está bien escrita y es entretenida. Aunque entiendo la cantidad de lectura que se nos va acumulando.
EliminarFeliz fin de semana también para ti y espero que esa operación inminente sea un éxito.
Un beso, Tere.
Siempre me llamó la atención Pérez-Reverte, pero se me hace que no es un autor para mí. Me pasa lo mismo que con Murakami.
ResponderEliminarLa portada de esta novela es genial.
Saludos.
Entre Pérez-Reverte y Murakami me quedo con el primero, aunque creo que son estilos muy diferentes. Con Murakami, y con muchos otros autores japoneses, no sé qué me pasa que no consigo leer más de cuarenta páginas.
EliminarUn saludo.
Gracias, una vez más, por ofrecernos a posibilidad de juzgar, a través de tus ponderados comentarios, si vale la pena leer una determinada obra. Creo a pies juntillas tus apreciaciones, pues me parecen muy bien argumentadas.
ResponderEliminarA mí me gusta mucho más la literatura de Pérez Reverte que sus opiniones políticas, sobre todo en la forma más que en e fondo. Pero eso es otro cantar. De él solo he leído La reina del sur, La piel de tambor y La tabla de Flandes, y todas me gustaron mucho.
Un abrazo.
P.D.- Menos mal que también opinas que Humphrey Bogart no tenía mucho atractivo físico. Nunca entendí como lo encasillaron para papeles de tío guapo. Un tipo duro vale, pero guapo... Creía que era el único en pensarlo, jeje
Pérez Reverte suscita mucha controversia, algunos le adoran y otros le odian con toda su alma. No sé si te enteraste del último rifirrafe con otro académico, la disputa que se trajeron a cuenta del sexismo en el lenguaje, y para no variar quien inició la bronca fue el autor de esta novela.
EliminarAl principio las salidas de tono de este escritor me llamaban la atención y hasta me hacían gracia; últimamente ya me cansan un poco.
A mi Humphrey, además de no parecerme guapo, me cae algo antipático. Demasiado prepotente para mi gusto.
Un abrazo, Josep.
Me pasa como a Juan Carlos, me gustaba Reverte, dejó de gustarme o dejó de engancharme no sé exactamente lo que fue pero dejé de leerlo y tengo pendiente Algunos hombres buenos pero no acabo de encontrar el momento para ponerme a leerlo y van pasando otros libros por delante.
ResponderEliminarMe ha gustado cómo lo has contado y lo que destacas de Reverte porque es lo queme gustaba de su literatura.
Un beso guapa
Hombres buenos merece la pena, tiene mucha más entidad como novela que esta de Falcó. Creo que en ella te reconciliarás con el Pérez Reverte que te gusta. A mí me pasó; llevaba una buena temporada que los libros de Reverte no me terminaban de convencer, y Hombres buenos me encandiló.
EliminarUn beso también para ti, Conxita.
Kirke, Humphrey no era guapo, pero atractivo e interesante, un montón. Aunque tampoco es de mis favoritos. Ese record lo tendrá por siempre Paul Newman.
ResponderEliminarEsta novela será una de mis próximas lecturas. Con las novelas tan geniales que ha escrito este hombre no entiendo como puede echar al mundo un argumento poco elaborado. Me imagino que los compromisos editoriales son ineludibles.
La verdad es que aunque a veces se pase de arrogante y prepotente, me encanta como escribe y suelo estar de acuerdo con lo que dice y, en realidad, con como lo dice también, que ya vale de andar con tanto paño caliente y tanta milonga.
Magnífica reseña. Me lo has hecho subir en la lista.
Un beso.
Reverte escribe muy bien, y eso es innegable. En cuanto a la poca elaboración del argumento creo que, como bien comentas, puede deberse a esos compromisos editoriales. Esta es una novela muy corta. He leído por ahí que piensa hacer una serie, como con el capitán Alatriste, y quizás esta novela sea una especie de presentación del protagonista.
EliminarH Bogart no me parece ni guapo ni atractivo, es más, la única película que me gustó de él fue La reina de África, en ella hace de palurdo y me pareció que le venía ese papel como anillo al dedo. Para guapo mucho mejor Paul Newman, dónde va a parar.
Un beso, maja.
Hola!!!!
ResponderEliminarTe vas a formar muy mala opinión de mí porque Reverte no me convence nada, pero nada, me pasa como en algunos comentarios, al principio me enganchaba más y no sé que me pasó...que se me ha atravesado.
Besos y muy feliz finde.
Para nada me voy a formar mala opinión de ti por manifestar sinceramente tu parecer sobre un escritor, faltaría más.
EliminarComo le comento a Josep, este autor levanta pasiones, en uno y otro sentido.
Si no te gusta, no te gusta. Anda que no hay autores por ahí que escriben igual de bien, o mejor.
Un besote, Gema.
Me encantó El maestro de esgrima, pero a continuación leí otra, no sé si La tabla de Flandes que no me convenció tanto. Por los temas que trata en sus novelas; por su manera tan tajante de pontificar cuando expresa opiniones; porque parece que cuando era corresponsal simuló algunos peligros inexistentes para darse bombo de valeroso...no me atrae el autor. Sospecho de su honestidad pese a que sé que esta no debe ir ligada a la obra. De lo que dices, y que me produce desconfianza, es que ensalce el valor. Entiendo esta cualidad aplicado a la vida cotidiana (como la energía para enfrentarnos a situaciones duras dando la cara); en otros ámbitos, y sobre todo en el de la guerra, me parece un absurdo. Un invento androcentrico que se ha dado el hombre a sí mismo para justificar su belicismo y su importancia en la historia. Para seguir jugando a la indios toda la vida. Respecto al valor, entre los yihadistas habrá valerosos pero eso no indica su categoría moral. No van unidas. Un beso, Kirke, y muy interesante tu reseña aunque tenga descartado a este autor por ahora. Siempre por ahora (no puedo ser dogmática, porque me traiciono a cada instante).
ResponderEliminarDe toda su obra me gustó mucho El húsar y El asedio, pero ya sabes que sobre gustos no hay nada escrito.
EliminarNo tenía ni idea de que había inventado peligros durante su etapa como corresponsal de guerra. Una época que creo le marcó mucho, pues soy de la opinión que esa admiración por el combatiente (sea del bando que sea) le viene de aquellos años.
Me parece muy, pero que muy interesante la reflexión que haces sobre el valor. Yo también pensé algo parecido cuando leía el ensalzamiento que hace de algunos personajes a la hora de destacar esa valentía. Siempre es de admirar que uno sea leal a sí mismo y exponga su vida por lo que cree. Ahora, también es importante en qué se cree y por qué se expone la vida. El ejemplo que has puesto de los yihadistas es muy ilustrativo.
A mí, de esta novela, lo que más me gustó fue la descripción de la situación política de la España en guerra consigo misma.
Un beso y buen finde.
Lo siento, me niego a leer a este autor. He leído un par de libros suyos y no me gustaron nada. Y mira que tengo toda su obra en casa porque a mi costillo si que le gusta, pero yo solo me acerco a ella para....limpiarle el polvo. Besos
ResponderEliminarPara gustos se hicieron los colores, Marina, si no te gusta pues lo descartas. Desde luego esta novela no es la mejor de Reverte para hacerte cambiar de opinión, tiene otras mucho mejores.
EliminarUn besote.
Confieso que no soy muy fan de Reverte. Leí hace tiempo El maestro de Esgrima, una novela sencilla con una trama no muy ambiciosa, pero bien escrita y entretenida. Después vinieron El Club Dumas y La Tabla de Flandes, y ambas me decepcionaron, sobre todo por sus finales, como sacados de la chistera de un prestidigitador para justificar la novela de un modo a mi entender muy poco creíble. Y ahí se acabó Reverte para mí.
ResponderEliminarTampoco el personaje me atrae mucho, siempre he pensado que en la vida además de cabeza hay que tener también corazón. No creo en los héroes patrios a los que se ensalza por haber arriesgado la vida para acabar con la de otros miles, tal vez en su época tuvieran su justificación, ponerlos como ejemplo de abnegación y valor o como modelos a seguir en nuestros tiempos carece de sentido.
No obstante la calidad literaria no necesariamente va unida a un modo determinado de pensar. Quizás debiera dar otra oportunidad a Reverte para reconciliarme con él o definitivamente crucificarlo literariamente. No se si será este el libro adecuado para ello, haces una descripción muy precisa de lo que el lector puede encontrarse y por lo que dices el libro tienes sus luces y sus sombras. Me apunto no obstante la lectura para un futuro. Un saludo.
Efectivamente este libro, supongo que como casi todos, tiene sus luces y sus sombras. Reverte escribe bien, creo que eso no lo pueden negar ni sus más acorrimos adversarios; sus ideas y el concepto que tiene sobre algunos valores ya es otro cantar, ahí cada cual puede sentirse más o menos atraído.
EliminarQuizás "Hombres buenos" te podría gustar, en esa novela se ensalzan virtudes que me parece apreciamos todos: la educación, el valor de la sabiduría y otras cosas por el estilo.
Un saludo, Jorge.
Reverte crea controversia y yo soy desde luego de los que gusta de su literatura folletinesca y entretenida, sin más expectativas. Su prosa como bien dices, es capaz de cautivarte por su cínico, mordaz, irónico reverente lenguaje.
ResponderEliminarLo tengo en la parrilla de salida.
Besos
Como seguidor incondicional que eres de este autor, sé que esta novela te gustará. Recurre a un perfil muy manido, el del protagonista, pero como escribe bien y ese tono cínico y mordaz preside todo el relato, te va a encantar.
EliminarYa me contarás.
Un beso.
Yo, una vez más, me conformo con haber leído tu excelente reseña. No dudo que sea curioso e interesante leer la historia de alguien para quien la palabra amor carece de sentido por más guapo que sea, y más si sale de la pluma de Pérez-Reverte, pero ya estoy en plan muy selectivo.
ResponderEliminarY estoy contigo, en que Bogart no me pareció nunca guapo, además de resultarme un tipo muuuuy seco; como actor es otra historia ;-)
Kisses, Kirke!
El protagonista tiene lo suyo, y a mí no me cayó especialmente simpático.
EliminarComo no me cae simpático ninguno de los personajes que protagonizó Bogart (excepto en La reina de África).
Un besote grande, compañera.
Pues parece que Pérez Reverte empieza a repetirse, pero claro, se repite tan bien...Su maestría para contar historias es indudable, si lo veo en la biblioteca le echaré un vistazo porque me aseguro pasar un buen rato, independientemente del mensaje. Esa cuestión de darlo todo por una idea, no sé, me parece uno de los errores de nuestro pasado siglo, con toda su épica, pero cada vez me resulta más difícil dar opiniones categóricas sin ver luego inmediatamente los matices.
ResponderEliminarSaludos.
Tú lo has dicho (escrito), se repite pero escribe tan bien que casi es lo de menos. A mí la lectura me resultó muy agradable y ,aunque el argumento no está muy elaborado, pasé un buen rato y eso es siempre de agradecer.
EliminarLo de dar la vida por una idea creo que puede ser motivo de mucha reflexión y polémica. Yo soy bastante pragmática (y muy poco valiente) por lo que eso de morirse no me atrae en absoluto, ni siquiera en pos de un ideal.
Un saludo.
De esta publicación destaco tu reseña, porque de Pérez-Reverte me sucede como a Juan Carlos y a Conxita, que tras la lectura de Las aventuras del capitán Alatriste, ya poco a poco lo he apartado de mis lecturas.
ResponderEliminarAdemás como bien indicas es un autor con clara influencia machista y eso es algo que no soporto en las obras de autores conocidos. Otra de las "lindezas" de este autor tan "chulo" es su afición a los toros, algo que me parece denigrante para los tiempos que vivimos. Digamos que sus "bravuconadas" y esa chulería tan suya, no me caen nada bien. Tuvo también litigios por plagio que al final no prosperaron, porque incluso osó criticar a la R.A.E. al haberle concedido un sillón académico, total que la alta suma de dinero de la multa se la pasó por alto y la Real Academia Española de La Lengua ¡NO DIJO NI PÍO! En fin que encima de plagiar también es engreído.
Mil gracias, querida amiga Kirke por tu gran trabajo a la hora de exponernos todos estos aspectos bibliográficos de este nuevo libro de Pérez-Reverte, pero una servidora se abstiene de leerlo.
Un buen montonazo de besos.
Esa chulería que caracteriza a Reverte y que puede resultar exasperante, a mí me gusta si no abusa de ella. Algunos de sus personajes muestran cierta ironía que puede resultar adecuada en ciertos momentos. Sí es verdad que Pérez Reverte suele machacar demasiado y es entonces cuando ya cansa.
EliminarA mí me ha pasado con el perfil del protagonista, me resulta muy manido ya.
Yo no soy partidaria de las corridas de toros, me parece barbarie pura y dura, intento ser respetuosa con quienes son aficionados a esa práctica aunque me cuesta mucho; no sabía que Reverte es defensor de esa "fiesta", y no me cuadra porque pienso que alguien con la inteligencia y la cultura que él tiene no debería gustar de ver semejante salvajada. Pero ese es otro debate.
La idea que tengo yo de la RAE también daría para otro debate, últimamente esa institución ha perdido mucha credibilidad y prestigio.
Un placer leerte por aquí, Estrella.
Un beso grandísimo.
No he leído todo lo que ha escrito Pérez Reverte, pero sí unas cuantas cosas y la verdad es que me gusta mucho (no solo como autor de novelas, sino también como columnista). Hace un par de años me lo crucé por el paseo marítimo. Yo iba con una amiga, charlando; él iba solo, con el flequillo despeinado y salpicado de canas, el andar dubitativo y mirando todo como si pensara en otras cosas. No pude evitar observarle, pero fui incapaz de acercarme a pedirle un autógrafo. Aún hoy lo estoy lamentando :(
ResponderEliminarBueno, el caso es que no sabía que tenía nueva novela y que, gracias a tu magnífica reseña y aún estando advertida de que algunas cosas son menos que novedosas, me apetece un montón leerla. A mí me gusta escribir sobre mujeres "malas" y leer sobre hombres "malos". Miel sobre hojuelas, como suele decirse :))
¿Te he dicho alguna vez que me encantan tus reseñas?
¡Un beso y muchas gracias!
Si yo me hubiera cruzado con Reverte por la calle tampoco le habría pedido un autógrafo. De hecho le vi hace años en una cafetería y ni se me ocurrió acercarme a él. No soy de que me firmen nada (a no ser que quien me dedica el libro sea alguien muy cercano a mí) y creo que los "famosos" tienen derecho a pasear tranquilamente (o a tomarse un café) sin que nadie les moleste.
EliminarEl protagonista de esta novela se podría calificar de "malote" así que puede que te guste.
¿Te he dicho alguna vez que me encanta leer tus comentarios? ;)
Un beso grande, Julia.