Meg creció en un mundo creado por su madre donde las judías trepaban por las paredes, las verduras hablaban, donde los bebés menudos debían reposar en la despensa para que crecieran igual que se hace con el pan... De pequeña este entorno resultaba excitante pero cuando empezaron las primeras burlas de sus compañeros del colegio y cuando se convirtió en "la rara" de la clase Meg empezó a distanciarse de su madre y a rechazar cualquier cosa que no fuera racional y tangible. Cuando su madre enferma regresa a su casa para cuidarla y vuelve a enfrentarse a la desbordante imaginación de su progenitora. Pero Meg quiere averiguar la verdad sobre sus orígenes, qué se esconde detrás de toda esa fabulación en la que se crió.
Enternecedor relato donde la protagonista lucha contra ese mundo imaginario del que quiere huir pero que la atrae irresistiblemente porque es la manera que la hace sentirse unida a su madre.
Me ha emocionado la relación entre madre e hija, ese tira y afloja donde la irracionalidad de la madre que tanto exaspera a la hija es sólo el reflejo del inmenso amor que siente por Meg. Precioso.
Me ha emocionado la relación entre madre e hija, ese tira y afloja donde la irracionalidad de la madre que tanto exaspera a la hija es sólo el reflejo del inmenso amor que siente por Meg. Precioso.
"La vida no es ficción ni realidad sino todo lo que hay en medio"
Hola!!!! Me ha intrigado y me quedo con esa frase final.
ResponderEliminarBesos.
El libro es muy entrañable y te deja una sonrisa de ternura en la cara.
EliminarSi tienes ocasión hazte con él y léelo, es muy bonito.
No sé si ya estará descatalogado, si es así yo te lo puedo prestar.
Un beso.
Hago como Marigem, me quedo con la última frase, es genial, y la reseña también me ha gustado, compi.
ResponderEliminarUn beso
El libro está lleno de frases llenas de mensaje, pero como la reseña es de mis inicios no apunté muchas y no las trasladé al blog. Quizás algún día relea la novela y haga una entrada más completa añadiendo más fragmentos, el libro se lo merece.
EliminarUn beso.
P.D. ¡Qué ilusión teneros a Gema y a ti por estos rincones!