Lo primero que me llamó la atención de este libro fue el título, un verso de un soneto de Lope de Vega; lo segundo fue la portada, me sugería una historia de algún autor hispanoamericano, quizás por el colorido de su diseño. Ni la temática ni la autora son sudamericanas pero sí que me ha recordado sutilmente el realismo mágico que tan bien representan algunos escritores del otro lado del charco.
Y es que esta novela rezuma magia por todos lados. El relato, los personajes, el argumento son mágicos.
Bárbara y Diego crecen juntos en un hospicio. Ella posee un don que en la España del siglo XVII se considera brujería. Aunque los diferentes episodios que les depara la vida parecen separarlos el vínculo entre Diego y Bárbara trasciende más allá del tiempo y de las convenciones sociales.
He disfrutado mucho con esta lectura, leyendo una prosa muy cuidada. Me ha gustado lo que se contaba y sobre todo cómo se contaba. Un auténtico placer.
Bárbara y Diego crecen juntos en un hospicio. Ella posee un don que en la España del siglo XVII se considera brujería. Aunque los diferentes episodios que les depara la vida parecen separarlos el vínculo entre Diego y Bárbara trasciende más allá del tiempo y de las convenciones sociales.
He disfrutado mucho con esta lectura, leyendo una prosa muy cuidada. Me ha gustado lo que se contaba y sobre todo cómo se contaba. Un auténtico placer.
La magia es la sabiduría, es el empleo consciente de las fuerzas espirituales para la obtención de fenómenos visibles o tangibles, reales o ilusorios.
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