En 1576 un joven Giordano Bruno se mete en problemas con la Inquisición. Le da por leer libros prohibidos, y en el convento donde reside desde los trece años, eso no está bien visto. Es entonces cuando huye de la vida monacal y recorre varias ciudades: Turín, Génova, Lyon y muchas más, pues él mismo dijo que "toda tierra es patria para un filósofo".
Además de leer libros censurados por la Iglesia, defiende la teoría heliocentrista de Copérnico. No solamente la defiende, además la complementa diciendo que el Universo es infinito y que el Sol es una estrella más de las miles que lo conforman.
El siglo XVI es "una época donde un filósofo o un científico necesita tanto coraje como un soldado para atreverse a expresar en voz alta sus pensamientos". Bruno tiene ese coraje, pero harto de huir por media Europa, decide buscar asilo en tierras más hospitalarias: Inglaterra. Allí se respetan todas las ideas... Todas las ideas que no sean católicas, pues la reina Isabel I mantiene una lucha cruel contra el Papa de Roma y sus seguidores. En Inglaterra no existe la Inquisición, pero el Consejo Privado persigue, tortura y ejecuta a cualquier sospechoso de ser papista.
Corre el año 1583 y Giordano Bruno encuentra allí refugio, ya que la reina Isabel, supongo que siguiendo aquella máxima de 'los enemigos de mis enemigos, son mis amigos', le brinda protección. Bruno se dedica a defender sus teorías copernicanas en Oxford, concretamente en el Lincoln College. De todas formas la teoría heliocentrista tampoco está bien considerada entre los protestantes, por lo que su estancia no es todo lo cómoda que se podría esperar.
El ambiente que Bruno encuentra en el Lincoln College es bastante tirante. La ruptura con la Iglesia católica por parte del padre de la reina aún levanta ampollas. Los católicos han tenido que abandonar su fe para abrazar la nueva si no querían ver peligrar su posición e incluso su vida. Hay una guerra soterrada de lealtades. Pero todavía hay reductos que sueñan con reinstaurar el catolicismo en Inglaterra, y se dedican, desde la más absoluta clandestinidad, a propagar la antigua y desterrada fe.
Por todo esto Bruno, que es perseguido por la Inquisición pero es católico al fin y al cabo, no es bien recibido entre los profesores de la universidad. Pero a esta situación se añade un inconveniente más. Empiezan a asesinar a algunos docentes del centro, y además mueren de maneras que asemejan el martirio de algunos santos. Es entonces, cuando el filósofo despliega todo su potencial detectivesco y se dedica a investigar quién está detrás de tanto muerto.
Porque esta novela, y aunque la introducción pueda hacer creer otra cosa, es de asesinos y asesinatos. Entre sus páginas encontraremos testigos que cuentan las cosas a medias -para dar más suspense al argumento-, rencillas personales entre los finados y que pueden explicar el motivo de su muerte, secretos ocultos que se van desvelando poco a poco, y muchas cosas más, típicas del género detectivesco.
Es una novela entretenida, muy bien documentada en cuanto a la vida de Bruno se refiere. Habla de las diferencias teológicas entre la Iglesia anglicana y la católica pero sin profundizar demasiado, algo que yo he agradecido, pues las disquisiciones doctrinales me agobian bastante.
El final es un poco rocambolesco y algo forzado pero se puede dar por bueno. La resolución de los crímenes es clara y definida.
Pero de trasfondo se muestra, con cierta ironía, cómo la política utiliza la religión para obtener poder. Con el término "herejía" se busca perseguir al opositor, al que amenaza el poder establecido, siendo las ideas religiosas un potente instrumento que facilita la tarea de limpiar el camino de obstáculos.
El fanatismo de unos y la avaricia de otros, son el abono necesario para que los poderosos tengan títeres a su servicio que les hagan el trabajo sucio.
Jugar a la política con vidas ajenas forma parte del camino a la hora de medrar, y constituye también la verdadera herejía
Hola! No conocía el libro pero es un tema interesante así que no lo descarto! Excelente reseña como siempre.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias, Beatriz. Si decides leerlo espero que te guste.
EliminarUn saludo
Me gusta lo que cuenta, así que me lo apunto para este veranito (ahora a ver si hay suerte y la bibliotecaria de mi barrio da con él para solicitarlo en préstamo). Besos
ResponderEliminarEl libro se editó por primera vez hace varios años, supongo que no tendrás problemas para encontrarlo en la biblioteca.
EliminarUn beso.
Hola!!!! Pues es muy apetecible, mi lista de lecturas pendientes aumenta sin parar.
ResponderEliminarUna reseña genial, como siempre.
Un besín.
Pues ya sabes, a darle caña a la lista para que baje este verano, jajaja.
EliminarEste libro se lee bien, es ligerito y entretenido, ideal para el verano.
Aunque una lectura amena es buena en cualquier época del año.
Un besote.
Como siempre una muy buen reseña de un libro que resulta interesante, me lo apunto. Yo ando con uno de Ana Gabaldon "FORASTERAS", lo acabo de empezar de modo que poco puedo contar todavía. un beso: TERE.
ResponderEliminarAna Gabaldón es muy buena, ya me contarás qué te parece el libro.
EliminarUn beso grande, Tere.
Creo que este lo dejo pasar. Aunque los temas policíacos me atraen, ver a Giordano Bruno convertido en detective me da un cierto pudor. Prefiero leer algo más histórico acerca del pobre Giordano.
ResponderEliminarMuy buena la reseña, pero así todo... no me animo.
Un beso.
Visualizar a Bruno como detective puede resultar chocante, pero hay que reconocer que todo lo que se cuenta de él es verdad. En este aspecto el escritor se ha documentado muy bien.
EliminarEn 1583 Giordano Bruno estuvo en Oxford impartiendo charlas, y muchas más cosas que aparecen en la novela son reales (menos lo de los asesinatos, claro)
Una novela que entretiene y también ilustra.
Pero con la cantidad de lecturas en espera si esta no te llama la atención, lo mejor es dejarla pasar.
Un beso
Tiene buena pinta esta reseña pero no se si podré con él este verano. Un abrazo
ResponderEliminarA veces creemos que en el verano, con las vacaciones, podremos poner al día nuestras lecturas pendientes, pero casi siempre el efecto es el contrario.
EliminarAl menos, en mi caso, es peor. Aunque los días que me voy a la playa sí que los aprovecho para leer más.
Un beso.
Imaginar a Giordano Bruno como detective al estilo de Sherlock Holmes me resulta como a rosa un tanto violento, aunque la imaginación es libre para volar por parajes inimaginables.
ResponderEliminarCreo que esta no va a ser de lasque me lea este verano, si encima el final es forzado, pues como que se le quitan las ganas a uno. No obstante y dada tu alta puntuación recordaré el titulo para, por si acaso.
Besos
Hay tantas cosas por leer que se puede ser muy estricto a la hora de elegir, y harás bien.
EliminarEsta novela es entretenida y fácil de leer. Yo me he divertido leyéndola, a pesar de algunos "peros".
Un beso.
hola! no conozco el libro asi que me quedo con tu reseña, gracias por sacarme de la ignorancia un poco.saludos!
ResponderEliminarEncantada de servir de ayuda.
EliminarUn beso
Estaba por la mitad de la reseña y ni imagené que la cosa venía con crímenes. Te digo que me tenté.
ResponderEliminarSaludos.
Las vicisitudes de Giordano Bruno dan para más de una novela si se quiere, y no hace falta fabular crímenes para entretenernos, su propia vida dio mucho de sí.
EliminarEs una novela fácil de leer y entretenida.
Un abrazo.