Leer, el remedio del alma

Leer, el remedio del alma
Imagen creada por Ilea Serafín

19 de septiembre de 2017

"El caso de la mano perdida"-Fernando Roye

Estamos en 1952, en un pueblo perdido de la Sierra Morena. En el medio rural el orden y el cumplimiento de la ley están bajo la responsabilidad de la Guardia Civil. 

En Santa Honorata quien está al mando del cuartel de la Benemérita es el sargento Carmelo Domínguez, apodado “El hechizado” por su heterocromía. Todos creen que esos ojos dispares en cuanto a color son el signo de los poderes que posee el sargento, ya que algunos de sus razonamientos son ilógicos pero certeros a la vez, por lo que algo extraño parece caracterizarle.

El sargento Domínguez es un hombre tranquilo, nunca levanta la voz, no parece alterarle nada. ‘No le gusta trabajar porque le fatiga, pero cuando le da por hacerlo se aplica de veras’. Por eso cuando aparece una mano amputada se dedica a averiguar dónde está su propietario y en qué condiciones (vivo o muerto). 

Los caciques del pueblo, un conde y el alcalde, le presionan para que deje las investigaciones de poca importancia en pos de otros menesteres de más envergadura, como encargarse de la seguridad del jefe de Estado en una breve estancia en la localidad. Porque el mismísimo Franco acudirá a una cacería en las tierras del conde y asegurar la integridad del generalísimo es prioritario para todos. Bueno, para el sargento Carmelo Domínguez, no. Para él es más importante saber quién ha perdido una mano.

A pesar de todos los impedimentos que le ponen en el camino de su investigación, el sargento de la Guardia Civil persiste en sus pesquisas. Con deducciones algo extrañas llega a conclusiones muy acertadas porque al sargento “no se le da bien juntar letras pero lee perfectamente entre líneas”.

De esta manera nos adentramos en una historia policial, con tintes de género negro, sobre todo porque se desarrolla en una época muy negra de la Historia de España: la postguerra. Una época donde ser sindicalista o haberse identificado con el bando perdedor de la guerra era motivo suficiente para ser sospechoso de un asesinato o de cualquier otra fechoría.

A lo largo de toda la lectura hay cierto tono irónico, incluso cómico, que sirve para relajar el ambiente deprimido (y deprimente) que caracterizó a la sociedad española tras la Guerra Civil (especialmente a los que no se beneficiarion de la Victoria). 

Lo único que no me llegó a convencer fueron los diálogos. Cuando hablan algunos personajes con poco nivel cultural se utilizan expresiones, a mi modo de ver, demasiado elaboradas con un vocabulario rico y que no cuadran en alguien que no ha salido del ámbito rural y sin estudios de ningún tipo.

Además he encontrado algunos gazapos. En un momento dado se hace referencia al crimen de Cuenca y se dice que el “asesinado” apareció varias semanas después cuando realmente fueron 16 años los que transcurrieron entre su desaparición y su posterior aparición. 

Las descripciones de la casa cuartel con sus diferentes moradores me parecieron estupendas. No solo está el sargento Domínguez, también se encuentra el cabo Rosario María Liaño, los guardias Ambrosio del Val, Benito Viedma, Ortega Brito... y también sus esposas e hijos. Una convivencia forzada entre colegas y sus familias que conlleva muchos inconvenientes pero también algunas ventajas. Una gran familia a la fuerza, para bien o para mal.

Una novela entretenida con un personaje principal entrañable: el sargento Carmelo Domínguez y que a mí me hizo recordar a otro detective, en este caso televisivo, por su manera tan peculiar de investigar: el detective Colombo.

He leído que el escritor nos va a deleitar con más casos de este singular sargento. Yo me apunto a esta serie de casos porque seguro que disfrutaré tanto como con el de la mano perdida.








18 comentarios:

  1. Realmente es una buena novela. No es perfecta y pude tener algún error como el del crimen de Cuenca que también recuerdo que me chocó cuando lo leí, aunque lo olvidé rápidamente y solo ahora, vuelvo a ser consciente.
    Me gustaron los personajes, con unas descripciones muy buenas y muy bien construidos; el ambiente de la casa cuartel, como dices, una familia para bien y para mal; la ambientación que transmite de maravilla la miseria material y en algunos casos moral, de la época.
    Me alegro de que te haya gustado a pesar de los peros.
    Un beso.

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    1. Como tú bien dices, a pesar de los peros (¿qué novela no los tiene?) me ha gustado.
      Soy una maniática de los diálogos, me fijo mucho en ellos, quizás demasiado, pero es en esos diálogos donde yo hago "la prueba del algodón" en cuanto a credibilidad de una obra.
      No obstante, la novela me gustó mucho y estoy dispuesta a seguir los nuevos casos de este particular sargento Dominguez (me recuerda a Colombo y no sé por qué me lo imagino gallego).
      Besos y gracias por recomendarme esta novela, pues la conocí gracias a ti.

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  2. Me la apunto. Veo que os ha gustado a pesar de los errores que como bien decís, todo escrito tiene.
    Además es una etapa de nuestra historia de la que me gusta leer.
    Un beso.

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    1. Se lee muy bien y es entretenida, algo que para mí es fundamental a la hora de elegir una lectura.
      Besos.

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  3. Hola, Kirke!! No sé quién dijo que si nos pusiéramos a revisar línea a línea no habría novela sin algún dato erróneo. Pero lo importante es que sea entretenida, en este caso podríamos conocer ese dato pero ¿cuántas cosas no sabemos? Tiene una pinta estupenda. Es curioso que últimamente el género negro y español está muy presente en las reseñas. Un abrazo!!

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    1. Ese error al que aludo es algo que yo me di cuenta, eso no quiere decir que hubiera más y yo no los viera. De todas formas, me preocupa más que los diálogos no sean demasiado creíbles en cuanto al vocabulario empleado para el personaje en cuestión.
      Con todo y con eso, es entretenida y el protagonista se hace querer.
      Un abrazo.

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  4. Una de cal y otra de arena, jeje. Y es que parece que no todo puede ser perfecto en una novela. Siempre hay algo que chirría. Incluso se cuelan gazapos tipográficos. Pero lo que comentas de los diálogos sí me parece grave. No me resulta tan complicado de entender que hay que poner en boca de los personajes palabras propias de su edad (si son niños) o cultura. Eser defecto no es en absoluto extraordinario. Me he encontrado con ejemplos en otras novelas de autores, digamos solventes.
    Aun así, me ha gustado mucho el argumento. Por lo menos parece muy entretenido.
    Un abrazo.

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    1. A mí también me parecen los diálogos una herramienta muy útil para dar credibilidad a una historia, y lo que busco es "oír" al personaje hablar, si no se corresponde la manera de decir las cosas con el carácter o el perfil de dicho personaje la situación no se me hace creíble.
      La novela merece la pena ser leída y es corta por lo que se lee en un plis plas.
      Un abrazo.

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  5. ¡Hola, Paloma!
    Me gusta como la has reseñado porque aun mostrando los errores que has ido encontrado, sigues valorándola positivamente y hasta vas a seguir con la serie, si finalmente se crea. Eso es muy bueno, y demuestra que lo que hay merece la pena.
    No sé si la tendré en cuenta para el futuro, pero ahí queda.
    Un beso.

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    1. El personaje principal es carismático y eso ya hace atractiva la historia, por eso no me importará leer más aventuras de él.
      Cuando reseño un libro intento ser sincera, plasmar mi opinión tanto con las cosas buenas como las no tan buenas. Es lo bueno de ser "freelance", que no me caso con nadie, jajaja.
      Un beso, Irene.

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  6. Tiene buena pinta, a pesar de esos gazapillos que por otra parte suelen ser bastante escurridizos. Aunque no influye en el contenido, me gusta la portada. En las novelas de Plinio, el tomellosero que inventó la novela negra en España, siempre se recurría a ilustraciones(de Mingote, te enlazo un ejemplo: https://images-na.ssl-images-amazon.com/images/I/819tOCiOXXL.jpg).
    No sé si será casualidad o una moda, pero ya tengo anotados por reseñas de blogs amigos dos títulos similares, con ambientación en la posguerra o los 50, guardias civiles y etc., uno de Ignacio del Valle y otro de Luis Roso.
    Un abrazo.

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    1. Mingote era un crack ilustrando, solo por ver sus dibujos ya merece la pena leer el libro en cuestión.
      De Ignacio del Valle he leído 'El tiempo de los emperadores extraños' (ahora se comercializa con otro nombre, el de la película que se realizó basada en la novela) y 'Los demonios de Berlín'. En estas dos novelas hay un protagonista también peculiar, un soldado 'obligado' de la División Azul, un tal Andrade, que se vuelve detective a su pesar. Las dos novelas me gustaron bastante.
      Un abrazo.

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  7. Esta novela la tenía en el punto de mira precisamente porque quería ver qué tal esa ambientación en una casa cuartel de la GC, pero con lo que has comentado de esos diálogos y ese gazapo, me hace replantearme su lectura. Besos

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    1. A pesar del gazapo y los diálogos la novela merece la pena. Se lee bien, y como ya he comentado el sargento Domínguez es un tipo peculiar e interesante.
      Un beso, guapa.

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  8. Me gusta esta historia, no así el título: me da a comedia de humor negro, y más allá de las ironías y humoradas que tenga, está claro que no va por ese lado, pero eso es lo de menos. Pinta bien.
    Saludos.

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    1. Tiene situaciones algo humorísticas, pero es más sarcasmo para ironizar sobre la situación de represión que se vivió en España en aquella época.
      La novela está muy bien y es entretenida.
      Un saludo, Raúl.

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  9. El título me parece original y la historia no pinta nada mal, me llama lo que nos cuentas sobre el tono un tanto irónico, cómico. Me gusta despejarme de otras lecturas más densas con libros del género negro que sean entretenidos y creo que este es una buena opción.

    Saludos.

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    1. Si quieres evasión en la lectura esta novela te la dará. Se lee bien y la historia es entretenida, las descripciones son buenas y el desarrollo de la trama "detectivesca" es correcto.
      Un novela para desconectar perfectamente.
      Un abrazo, Mer.

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