Leer, el remedio del alma

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Imagen creada por Ilea Serafín

1 de noviembre de 2018

Ada Lovelace


Nadie sabe el potencial que encierra este poderoso sistema; algún día podrá llegar a ejecutar música, componer sinfonías y complejos diseños gráficos.
ADA LOVELACE (1815-1852)


Después de varios meses con la sección “Demencia, la madre de la Ciencia” abandonada, vuelvo a este rincón sobre la vida de algunos científicos, y lo hago con una mujer: Ada Lovelace,  la madre de la informática. 

Ada nace el 10 de diciembre de 1815 en Londres. Sus progenitores son personajes prominentes de la sociedad británica. Su madre es Anna Isabella (Annabella) Milbanke, una mujer muy preparada intelectualmente (estudió geometría, álgebra e incluso astronomía), pero también es una gran activista social implicada en la causa antiesclavista.  Su marido se refería a ella como la ‘Princesa de los paralelogramas’ y es que el esposo de Annabella fue, nada más y nada menos, que el poeta Lord Byron. Pero el matrimonio entre el poeta y Annabella no dura demasiado, apenas un año, pues los constantes devaneos amorosos del escritor hacen muy complicada la convivencia conyugal. El que Byron mantuviera una relación incestuosa con su medio hermana Augusta es la gota que colma el vaso y que desencadena la ruptura.

Ada se va a vivir solo con su madre y esta le proporciona una buena preparación académica pero también un régimen de vida muy estricto donde la niña apenas tiene amigos con quienes jugar. A la edad de doce años se interesa por las matemáticas y también se obsesiona con la idea de volar, observa la anatomía de las aves y realiza algunos curiosos bocetos.

Ada es una niña tímida y también enfermiza. Con catorce años padece una enfermedad que la deja momentáneamente paralítica y la obliga a guardar cama durante tres años. Su madre, ejerciendo de celosa guardiana del bienestar de su hija, recurre a prácticas médicas poco aconsejables pero habituales en aquella época, como la aplicación de sanguijuelas con sangrías constantes.

Afortunadamente Ada se recupera de su dolencia y con dieciocho años empieza una frenética actividad social bajo el control permanente de su madre. Frecuenta círculos sociales donde conoce a personajes del mundo de las matemáticas. Entre estos personajes cabe destacar dos que la marcarán mucho: Mary Somerville y Charles Babbage. Somermille es una reputada matemática que populariza la astronomía y que consigue hacerse un hueco en la misógina sociedad científica de la época. Babbage es, a su vez, un matemático involucrado en crear una calculadora mecánica que funcione sin la ayuda de un humano.

Pero también conoce a Willian King, un aristócrata muy influyente. Con apenas veinte años cumplidos, Ada se casa con él, convirtiéndose en lady King. Cuando, dos años después, su marido obtiene el título de conde de Lovelace, ella pasa a llamarse Ada Lovelace y así se hará nombrar desde entonces. Ada y Willian tienen tres hijos, dos varones y una mujer. 

A pesar del matrimonio y de la maternidad, Ada quiere seguir instruyéndose pero no encuentra el mentor apropiado. Recibe clases del matemático Augustus de Morgan pero este empieza a quejarse de la actitud de su alumna. Por lo visto, Ada pregunta demasiado y tiene un afán desmedido por aprender, algo que el timorato profesor no ve con buenos ojos en una fémina. Es entonces cuando Ada inicia una intensa relación epistolar con Mary Somerville, otra mujer que también lidia con la retraída sociedad de aquella época por su condición femenina. En Somerville encuentra apoyo y desahogo.

Pero no todos los varones desaprueban que las mujeres aprendan materias alejadas de las ocupaciones relacionadas con la maternidad o el matrimonio. El propio marido de Ada se hace miembro de la Royal Society para que su esposa pueda acceder a libros y trabajos científicos. Como esta sociedad científica no permite el ingreso de las mujeres en sus instalaciones, William llega a copiar alguno de estos trabajos para que Ada pueda leerlos.

Gracias a la amistad con Babbage, Ada se interesa en el proyecto de éste, una máquina que pueda realizar operaciones. Babbage estudia la idea desde un punto de vista teórico, pero Ada la concibe como algo tangible, algo que tenga aplicación en la práctica.

Los trabajos de Babbage y Lovelace se basan en otra máquina: el telar de Jacquard. Este telar tiene una peculiaridad al usar tarjetas perforadas para crear patrones de tejidos. Observando este mecanismo Ada idea un sistema donde tarjetas perforadas “tejen” secuencias de números cuyos códigos permitirían hacer cálculos matemáticos complejos.

Telar de Jacquard

Una vez más, mi completa ineptitud para entender las matemáticas me impide explicar aquí en qué consistió realmente el trabajo de estos dos científicos. Pero remarcaré que a Ada se la considera la primera programadora informática, es la primera persona que describe un lenguaje de programación a partir de las ideas de Babbage. Aunque algunos expertos recalcan que la idea original partió de Babbage y por tanto restan importancia a la labor de Ada, el propio Babbage reconoció que el trabajo de su colaboradora tenía entidad propia y todo el merecimiento.

Curiosamente, el trabajo de Ada nunca fue publicado como tal. Ella tan solo escribe una serie de notas (Babbage lo calificó como un trabajo completo). Dentro de esas anotaciones aparece lo que hoy se denomina “el algoritmo de Ada” (no voy a explicar en qué consiste, básicamente porque no sé qué es un algoritmo). Esas notas se publican en una revista científica pero van firmadas con sus iniciales (AAL) pues se considera inapropiado que las mujeres publiquen y encima con su propio nombre. 

Pero el carácter pragmático de Ada la impulsa no solo a teorizar sino a llevar a la práctica sus cálculos y conclusiones. Sin embargo, la tecnología de la época no está preparada para construir una máquina así. Ada emplea mucha energía y dinero en su fabricación y se arruina. En un ingenuo intento por conseguir fondos se aficiona a apostar en las carreras de caballos con resultados desastrosos.

Además, en 1843, y con tan solo veintiocho años, enferma gravemente. Otra vez su madre se encarga de cuidarla y en esos cuidados la trata de nuevo con sangrías y con drogas, como el láudano o la morfina, que le dejan secuelas. Ada se convierte en una drogadicta dependiente de estas sustancias tóxicas y durante ese mismo año su estado anímico oscila entre el éxtasis y la depresión.

Con esfuerzo Ada consigue superar su adicción al láudano pero no su dependencia del juego. Contrae importantes deudas con los corredores de apuestas. Poco tiempo tiene para lamentarse de esta situación porque enferma de "histeria" según los médicos (cáncer, en realidad) y fallece; tiene treinta y séis años.

Sus restos reposan al lado de su padre, lord Byron, en Nottinghamshire.



Durante décadas a Ada Lovelace se la consideró como una simple transcriptora del trabajo de Babbage, pero con el transcurrir de los años y con una sociedad más avanzada en la que se considera a la mujer suficientemente capacitada para realizar cualquier tipo de actividad intelectual, se ha valorado su labor con justicia. 

Ada, a partir del trabajo de Babbage, obtuvo sus propias teorías y originales conclusiones. Cien años después de su muerte, en 1953, su trabajo fue nuevamente publicado y esta vez con su nombre completo, nada de iniciales. En la actualidad se reconoce que la máquina ideada por Ada es un modelo rudimentario de ordenador y sus notas una descripción del software correspondiente.

Por todo esto a Ada Lovelace se la considera hoy en día la primera programadora de la historia y, en un gesto de reconocimiento, el lenguaje de programación Ada, creado por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, lleva ese nombre en homenaje a esta mujer.

Ada no consiguió ver su trabajo reconocido pero, finalmente, se encuentra en el lugar que le corresponde. No obstante, la mayoría del público desconoce a esta mujer, es más, en muchos sectores relacionados con la informática su nombre no es célebre. Ojalá que esta publicación ayude a enmendar ese error.




27 comentarios:

  1. ¡¡¡Hola!!!!
    Me alegra mcuho que vuelva la sección y además con esta persona. Seguro que sí que ayuda a enmendar semenjante error que publiques esta entrada.
    Menudos padres tenía, eso fue vital en la época, de otro modo nunca se habría intereado por saber porque su vida habría estado exenta de conocimientos.
    Muy feliz puente y lo de enfermar de histeria me ha dejado perpleja.

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    1. Hola, Gemma.
      En una época donde la mujer estaba relegada al papel de esposa y madre, solo aquellas que tuvieron una educación superior a la media pudieron destacar en otros campos, y para eso fue fundamental el papel de los padres. En este caso fue la madre solo, porque lord Byron apenas tuvo trato con Ada (en algunos sitios leí que no le llegó a conocer porque su madre se separó de él antes de que naciera, pero no hay consenso al respecto y por eso no he puesto nada).
      Lo de la histeria es de traca, pero a las enfermedades de muchas mujeres se les llamaba histeria en el siglo XIX. De hecho, de aquellos barros, estos lodos, porque a la extirpación del útero (órgano femenino por excelencia) se le llama histerectomía.
      Me alegra saber que te gustó esta entrada. Voy a intentar ser más regular con la sección porque yo disfruto mucho indagando sobre estos científicos.
      Un besote.

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  2. Lo de Ada Lovelace tiene un mérito enorme. No era fácil para una mujer abrirse paso a en la conservadora sociedad británica del XIX. Por suerte las había atrevidas y valientes como ella. Lo triste, es que su reconocimiento, como ocurrió con otras muchas, no lo tuviera en vida.
    Me ha encantado el artículo.
    Un saludo.

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    1. Hola, Juan Carlos.
      La verdad, es que en épocas pasadas había que echarle valor para salir de los corsés que la sociedad establecía para algunos sectores. Gracias a esas mujeres valientes hoy las demás lo tenemos más fácil.
      Gracias por tu visita.
      Un beso.

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  3. Me alegra que hayas retomado esta sección, pues me encanta cómo nos desvelas historias y anécdotas de personajes célebres o, como en este caso, desconocidos por la gran mayoría. Es particularmente interesante conocer no solo los éxitos sino también los obstáculos y las penurias que sufrieron estos personajes antes de ser reconocidos por la sociedad científica, especialmente por ser mujeres.
    El caso de Ada no podía ser una excepción. Ser mujer y científica era algo casi imperdonable en esa época. Aun así, por fortuna, dio con hombres (pocos) que la ayudaron a desarrollar su potencial, especialmente su marido que, siendo aristócrata, no pecó de los típicos prejuicios de la clase alta. Lástima que acabara sus días tan joven pues, de lo contrario, seguro que habría legado a la ciencia muchos otros conocimientos y adelantos.
    Has hecho una muy interesante reseña biográfica y con una gran habilidad didáctica.
    Un beso.

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    1. Hola, Josep Mª.
      A mí también me llamó la atención la actitud de su marido siendo este un aristócrata, pues la 'nobleza' suele ser la más rancia en cuanto a actitudes sociales, pero se ve que siempre hay excepciones.
      Lo de la Royal Society fue de traca, porque parece ser que Ada intentó acceder como esposa de un miembro, pero ni por esas, no la dejaron entrar y fue cuando el pobre William tuvo que copiar los libros que a ella le interesaban. Todo un detalle, y un trabajo.
      Un besote.

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  4. Me encanta esta sección Paloma.

    No conocía a Ada Lovelace pero con todos sus peros, en su caso fue afortunada por poder tener acceso a la cultura y al conocimiento.
    Es triste pensar que hace tan poco aún no se consideraba a las mujeres dignas ni de acceder al conocimiento ni a pensar y bien por esos padres y marido que a su manera le dan acceso a ellos, después los cuidados de la madre y su aislamiento son otra cosa pero al menos le permiten calmar esa inquietud por saber. Es horrible imaginar que alguien se crea con derecho a negar ese acceso.
    Desde luego se debería reivindicar y dar a conocer mucho más su papel, así que fantástica doblemente tu entrada.
    Besos

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    1. Hola, Conxita.
      Está claro que debo ser más asidua con estas entradas porque os gustan y a mí también me gusta indagar y saber más de personajes que siempre merecen ser recordados y reconocidos.
      Es verdad, que en otras épocas acceder al conocimiento para algunos estratos sociales era impensable, y si además eras mujer... ya imposible. Pero es que, incluso cuando las mujeres podían acceder al saber, también había cortapisas, porque el preceptor de Ada se quejó de que preguntaba demasiado y de que quería saber mucho. La idea de que la mujer debía estar siempre un peldaño (como poco) por debajo del hombre ha sido la responsable de muchas actitudes sumisas que al ser superadas no han sido aceptadas por algunos y que han degenerado en violencia y maltrato. Quizás me estoy pasando de suspicaz, pero creo que el derrumbe del patriarcado supone mucha frustración para algunos.
      Gracias por tu entusiasmo, especialmente en esta sección que sé que te gusta mucho.
      Un besote grande.

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  5. Me encanta que hayas retomado esta sección porque se aprende mucho y de una forma muy didactica y amena.
    Te vas a reir, pero mi marido que es informatico desconcia a Ada, si conocía a Babbage pero desconocía completamente a esta mujer, para que veas.
    Lo que me ha llamado la atención aparte de su gran trabajo por supuesto, es lo joven que falleció pero sobre todo los metodos que útilizaba su madre para cuidarla, son extremadamente duros, me ha dejado un poco en shock la verdad.
    Lo que me alegra de todo ello, es que hoy en día, aunque tenemos mucho camino por recorrer todavía, se reconozca el papel de la mujer en comparación a aquella época. Tenemos que seguir luchando y hacer valer nuestro esfuerzo que no debe ser menos que ellos por supuesto si no tener el mismo reconocimiento y merito.
    Un besote y me encantará de tu mano descubrir a otras mujeres completamente desconocidas y como ves no solo para mí.

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    1. Se ha ído mi marido a la Wikipedía, le ha llamado la atención tú blog y se ha ido a buscar información sobre Ada.

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    2. Hola, Tere.
      Los métodos terapéuticos de la época eran esos, la medicina aún estaba en mantillas y se creía que las sangrías eran la solución para casi todo. Ahora, afortunadamente, sabemos mucho más y la curación es más factible que hace dos siglos.
      Evidentemente, aún hay mucho camino por recorrer en cuanto a derechos y oportunidades, pero es cierto que hemos avanzado (menos mal) y gracias a esas valientes mujeres que nos allanaron la senda con su arrojo y determinación.
      Sé que muchos informáticos no conocen a Ada, al menos tu marido ya no está entre ellos ;)
      Un besote a los dos.

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  6. Genial Paloma que vuelvas a recuperar esta sección tan interesante, divulgativa y que en esta ocasión me ha dado ha conocer por primera vez en mi vida la muy interesante labor de Ada. Hay una historia al respecto que me gustaría aportar y no es otra que la de las mujeres que en la NASA hicieron una gran labor como calculadoras humanas hasta que los sistemas informáticos tuvieron la capacidad para hacer estas operaciones. Esta historia está recogida en la película Figuras Ocultas que tal vez sea de tu interés si aún no la has visto.
    Un gran abrazo y muchas gracias por una entrada tan bien explicada y redactada.

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    1. Hola, Miguel.
      No he visto la película que mencionas, pero me la apunto.
      Vi en un documental, hace relativamente poco tiempo, que había mujeres que realizaron labores matemáticas en la Segunda Guerra Mundial y que nadie les había reconocido su trabajo, pero que fue muy importante. Está claro que un patriarcado no es proclive a reconocer el trabajo de las mujeres o, como poco, tiende a devaluar el mérito de estas.
      Al menos estamos, aunque sea muy despacito, rectificando y reconociendo a figuras que desgraciadamente no pudieron tener esa satisfacción en vida.
      Gracias a ti por tu visita y tu comentario.
      Un beso.

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  7. No tenía ni idea de que Lord Byron hubiera tenido una hija con aficiones tan dispares de las suyas propias. Para vivir solo 36 años, le cundió mucho el tiempo.
    Poco a poco se irá reconociendo el trabajo de las mujeres científicas.
    Después de estudiar toda una carrera de Biología, tuve que empezar a dar yo clases y a prepararlas para enterarme de que Michaelis y Menten eran sendas damas. Jamás ningún profesor tuvo la decencia de mencionarlo y como nadie las llama por sus nombres de pila… Si fueran hombres, seguro que se mencionaban.
    Me alegro de que sigas con esta sección, aunque sea muy de vez en cuando. Me gusta mucho y aprendo cosas en cada entrada, aunque que te voy yo a reprochar…
    Un beso.

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    1. Hola, Rosa.
      Yo conocí a Ada a través de mi hija. Hasta que ella me la mencionó yo no tenía ni idea de su existencia. Afortunadamente la profesora de Física de mi hija en el bachillerato sí la conocía y habló de ella en clase.
      Cuando indagué un poco más aluciné con sus logros y me sorprendió que muchos informáticos (me muevo en un ambiente donde tengo contacto con muchos de ellos) no supieran quién fue esta mujer.
      Intentaré publicar más frecuentemente entradas en esta sección, aunque me resulta agotador si te soy sincera, y espero que se me perdone la inmodestia, pero investigar sobre un personajes de manera más o menos rigurosa es muy laborioso, aunque luego doy por bien empleado todo el tiempo porque aprendo un montón. Y si encima os gusta... no puedo pedir más.
      Un besote grande.

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  8. Me encantan estas entradas, porque además de publicar la vida interesante de personas que aportaron mucho a la sociedad, aprendemos cosas nuevas. Yo no conocía demasiado bien la vida de esta mujer, y mucho menos su entorno familiar ni su carácter enfermizo y tímido. Me alegra saber que hubieron más mujeres luchadoras de las que nos pensamos.
    Esperando leer más entradas de esta sección!! :)
    Un besote guapa y feliz sábado!!:*

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    1. Hola, María.
      El objetivo de esta sección es mostrar el lado más humano del protagonista, evidentemente hablo de sus logros intelectuales, pero me centro más en su entorno familiar y social. En este caso, además, al tratarse de una matemática poco podía yo hablar de su trabajo desde un punto de vista técnico porque soy una negada con esa materia.
      En cambio, apuesto mi cabeza a que tú sí que sabes qué es un algoritmo, ¿a que sí? ;)
      Un beso y buen sábado también para ti.

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  9. Qué fantástica nota, Kirke! Es cierto que no mencionan a Ada en los cursos de computación.
    Te cuento lo que es un algoritmo, es algo así como una sucesión de oraciones escritas en un lenguaje de programación.
    Esas oraciones forman un texto con alguna finalidad, hacer un cálculo, hacer una serie de cálculos, etc.
    Un gusto leer esta historia que, además de fascinante, nos muestra que las mujeres venimos trabajando desde siempre.
    Un abrazo

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    1. Hola, Mirna.
      Gracias por tu aclaración sobre qué es un algoritmo. A mí me sacan de las operaciones matemáticas más sencillas y me pierdo. Logro entender a duras penas qué es un logaritmo decimal, y eso ya es todo un logro para mí, pero la mayoría de los conceptos matemáticos se me escapan. Nunca se me dio bien esa materia y eso que mis dos cuñados son matemáticos y de vez en cuando intentan explicarme algo, pero suele ser en vano porque soy una auténtica inepta.
      Gracias por tu visita y me alegra mucho que te haya gustado esta publicación
      Un abrazo.

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  10. Conocía la historia,aunque no con tanto detalle,... y me parece fantástico poner de relevancia sus aportes a la ciencia. A pesar de las trabas de su época al trabajo de las mujeres fuera de los ámbitos que la sociedad les tenía atribuídos supo revelarse y hacer su propio camino. Reveladora entrada!

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    1. Hola, Norte.
      La lucha y el empeño de mujeres como Ada nos ha allanado el camino a las demás, aunque aún hay mucho tramo que recorrer. Ada fue todo un ejemplo.
      Gracias por tu visita.
      Un abrazo.

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  11. Hola amiga, de nuevo en tu casa retomando la agradable tarea de leerte y comentarte.
    Desconocía por completo a esta mujer de tan bonito nombre que, aunque lleva en su apellido la palabra "love", no parece que le hiciera mucho honor en su vida.
    Insistencia no le faltó por lo que leo, por lo que justo es que finalmente se le reconociera su trabajo.
    Y en mi caso, el objetivo de tu post se cumple.

    Me encanta esta sección, ¿te lo dije alguna vez?

    Kisses, Kirke!

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    1. Hola, Chelo.
      Los nombres no siempre marcan el destino (por desgracia) y esta mujer no lo tuvo fácil aunque su media naranja parece que sí la ayudó y la apoyó.
      Esta sección la tenía algo abandonada (como otras del blog) pero intentaré enmendar el error poco a poco.
      Un besote y sé bienvenida.

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  12. Hola, Paloma.
    Cuando se leen prácticas médicas de otros tiempos, ufff… es que se te ponen los pelos de punta. Suerte tenemos que aquellos tiempos quedaron atrás.
    Yo tampoco sabía lo que era un algoritmo, te pongo textual lo que dice el diccionario: Conjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución de un problema. Vamos, nada :)
    Me gusta mucho esta sección, sobre todo porque gracias a ella haces visible a personajes que en su momento por razones que hoy en día son incomprensibles, las hicieron invisibles.
    Un beso, y feliz tarde.

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    1. Hola, Irene.
      A ciertos niveles las matemáticas son para mí como la teología, no comprendo nada y se convierten en casi un acto de fe, me creo lo que me dicen pero no lo entiendo.
      Gracias a que la investigación científica avanza se han dejado de lado algunas prácticas médicas perniciosas, aunque aún queda mucho atavismo que vencer y mucho papanatas que se cree lo que dicen algunos cantamañanas ahora mismo.
      Gracias por tu visita, intentaré ser más constante con esta sección.
      Un beso muy grande.

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  13. Se agradece, ¡y cómo!, que recuperes esta sección que nos viene de perlas para ignorantes que, como yo, pensaran que era Alan Turing. Me ha encantado conocer la vida de esta personalidad y, como me pasa en estos casos, me alucina la de cosas podían hacer estas celebridades en los pocos años que tuvieron de vida. Y más si tenemos en cuenta que partían de cero, sin referencias ni soporte educativo en su campo.
    También desconocía que fuera esposa de Byron, bueno, en este caso es difícil acordarse de todas las relaciones que tuvo el dichoso lord. Fantástica e interesantísima entrada, Paloma. Un abrazo!!

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    1. Hola, David.
      Yo también tenía a Turing como el padre de la informática hasta que mi propia hija me habló de Ada Lovelace. Parece ser que la diferencia entre uno y otro es que Turing es el padre de la informática "moderna" (no sabía yo que había alguna antigua...) Por lo que pude averiguar la máquina de computación de Turing sería más actual y parecida a las de hoy (él también era fanático de los algoritmos) y la de Ada sería más rudimentaria pero válida como base para el desarrollo posterior.
      Ada era la hija de lord Byron, aunque también se casó con un aristócrata, el conde de Lovelace.
      Besos.

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Hada verde:Cursores
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