“Mi perro
idiota” es un relato largo que junto a otro, “La orgía”, se incluye en el libro
“Al oeste de Roma”.
Este relato es
la historia de Henry Molise y su familia. Henry es un guionista de cine de
origen italiano que vive en California.
A Henry no le
van bien las cosas, está en el paro y sus cuatro hijos son fuente continua de
problemas. Su hija Tina sale con un ex marine que solo sabe surfear, su hijo
Dominic se dedica a vaguear y a acostarse con negras, algo que exaspera mucho a
su madre, mientras que Dennis es un actor que no consigue ningún papel. Jamie,
el hijo más pequeño es el único que, de momento, no le da disgustos y por eso
es el ninguneado de la familia.
A Henry le
gustaría escribir una novela, pero se conforma con los guiones de cine porque
si la historia no funciona siempre le puede echar la culpa al director, al
productor o a los actores. En cambio, si la novela fracasa la responsabilidad
es exclusiva del escritor. No se siente capacitado para afrontar esa tarea, le
da miedo constatar que no tiene calidad.
“Para escribir
se ha de amar, y para amar se ha de comprender.”
Henry detesta a
sus hijos, detesta su vida, quiere huir y empezar de nuevo. Le gustaría escapar
a Roma. Italia es la quimera, el lugar con el que sueña y donde ubica sus
anhelos. Pero la cruda realidad le obliga a permanecer en California, al oeste
de Roma.
Un nuevo
personaje entra en la vida de Henry para cambiarlo todo. En el jardín de la
casa aparece un perro enorme dormido. Intentan despertarlo pero no lo
consiguen. Cuando lo hace se dedica a deambular por la propiedad de Henry
haciendo caso omiso a las indicaciones de los miembros de la familia. Al perro
parece que solo le interesan dos cosas: dormir y lamerse su enorme miembro que
saca constantemente de su vaina. Deciden ponerle el nombre de ‘Idiota’.
Idiota es un Akita
y como esa raza es japonesa, Henry cree que al ser extranjero no entiende el
inglés y por eso no obedece. Pero a Idiota le gusta la bronca y abusa de su fuerza, por lo que se enfrenta a la aristocracia canina de
la lujosa y políticamente correcta urbanización donde vive la familia que le ha
acogido. Constantemente se pelea con otros perros y además intenta fornicar,
pero solo con los machos porque odia a las hembras. La actitud más que
transgresora de Idiota crea cierta animadversión por parte de los vecinos, los
humanos y los perrunos.
“Era un
extranjero con los problemas de integración de un extranjero en un barrio wasp,
despreciado por todos los perros anglos y odiado por los de raza alemana.”
Con un irónico
sentido del humor John Fante nos cuenta la historia de una familia norteamericana
media en los años ochenta. El perro Idiota es el hilo que mueve y que desencadena
sentimientos y acciones en los integrantes de esa familia. Ese perro idiota los
hará reaccionar.
Dicen que
Bukowski tuvo a Fante como autor de referencia para desarrollar el llamado ‘realismo
sucio’. He leído a Bukowski y prefiero a Fante con diferencia porque a Bukowski
no le entiendo y me aburre, todo lo contrario de lo que me pasa con Fante. Para mí, el maestro supera al alumno por goleada.
En esta
encantadora historia se nos habla de las quimeras, de los sueños que solo se
sostienen en la imaginación, de la cruda realidad, de la familia. Y todo con
mucho sarcasmo, con humor y con ciertos tintes de surrealismo que hacen muy
divertida la lectura.
Solo le pongo
una pega: el final brusco y sin resolver. Este tipo de objeción suele ser
motivo suficiente para que la novela se devalúe estrepitosamente a mis ojos. Pero
en esta ocasión no fue así por la sencilla razón de que todo lo demás fue tan
bueno que (casi) no me importó.
Podría poner
otra pega, pero no sé si tenerla en cuenta porque no es responsabilidad del
autor. Se trata de la portada. No entiendo cómo ponen la foto de un perro que
no es un Akita si la raza del personaje del relato es esa. Supongo que la
explicación más plausible es que el diseñador no se leyó el texto, algo que me
imagino no es obligatorio, pero creo que alguien debería haberse dado cuenta y
avisar.
Diseños
gráficos aparte, este es un relato encantador que hace reír casi siempre y que
también encierra mucha ternura, y todo gracias a la genialidad de John Fante y a
un perro idiota.
No he leído nada de John Fante, pero sí de Dan Fante, su hijo. Leí "Chump Change" y, aunque duro (puede recordar a Bukowski, pero mucho más asumible y con mucho más humor), me gustó mucho. En él trata de la muerte del padre del personaje y, por lo que he leído, parece ser autobiográfico.
ResponderEliminarUn beso.
Hola, Rosa.
EliminarEste relato, junto con otros dos que escribió antes que este, parece ser que también es bastante autobiográfico. Y cuando digo "bastante" es que no todo es real, algo que a mí me pone de los nervios. Precisamente acabo de escribir una reseña (que publicaré dentro de unas semanas) de un libro en el que pasa lo mismo, es "medio" autobiográfico y también hago alusión a lo que me molesta esa imprecisión.
Yo, esta historia me la he tomado como una historia a secas, sin querer saber qué tiene de real con el autor.
No sabía que el hijo de Fante también escribe. Tomo nota.
Un besote.
Hola Paloma, Idiota vaya nombre canino y la portada bueno, es que el mundo editorial es muy especial y al final el autor tiene que tragar. Muy curiosa la historia, entretenido parece por lo que comentas. Gracias por la reseña. Un beso
ResponderEliminarHola, Eme.
EliminarEl libro es entretenido y se lee enseguida porque es muy cortito.
Gracias a ti por tu visita.
Un besote.
Mira que tengo ganas de reírme Paloma y si además es con un buen libro mejor que mejor. Casualidad durante el verano he leído Llenos de vida de Fante, es un autor por el que siento cierta debilidad y de vez en cuando tengo que volver a alguno de sus libros, y reírme con esa manera tan especial que tiene de caracterizar a sus personajes. Tendré muy en cuenta este que tu nos traes, ya te contaré.
ResponderEliminarAbrazos.
Hola, Mer.
EliminarSi ya conoces a Fante este libro no te defraudará porque tiene ese humor tan irónico. Algunas escenas que se dan con el perro son hilarantes y al mismo tiempo encierran mucha ternura.
Esta es la primera toma de contacto con Fante pero no será la última porque me ha gustado mucho.
Un beso grande.
A mí, que ordeno mi ropa por colores, mis zapatos por tamaños y mis libros por género; lo de la portada me vuelve loca y eso que no soy la dueña del libro jajaaj el perro no fue el único idiota eh
ResponderEliminar¡ Saludos Paloma !
Hola, Lelie Stephanie, ¡qué alegría verte por aquí!
EliminarMe hace mucha gracia tu comentario porque, a cuenta de la portada, yo también pensé que había más de un idiota relacionado con este libro, ja, ja, ja.
Encantada de tu regreso.
Un besote grande.