[Anteriormente: Peonías rojas (Primera parte)]
Ya
instalados en un modesto motel de carretera a las puertas de Bridgewater,
Mulder y Scully hablaban sobre el caso delante de unos platos combinados y un
par de cafés.
—Estoy deseando saber qué te hace decir que lo que le ocurre a la señora Neville
es un caso de reencarnación, Mulder –comentó Scully mientras daba un sorbo a su
humeante café.
—Sé que eres reacia a creer en reencarnaciones, pero en este caso vas a darme la
razón –respondió Mulder. Margaret Pole y Marjorie Neville tienen muchas cosas
en común, Dana. La localidad en la que nacieron tiene el mismo nombre,
Somerset, la primera en el condado que está en Inglaterra y la segunda en el de
Nueva Jersey. Las dos tuvieron cinco hijos y se quedaron viudas a la misma
edad. La madre de Margaret se apellidaba Neville. Has de reconocer, Scully, que
las coincidencias son alarmantes.
—Te sorprendería saber hasta qué punto la probabilidad estadística juega con
nosotros haciéndonos ver semejanzas donde no las hay –respondió Scully–. En
cualquier caso todo lo que cuentas no me parece suficiente para sustentar tu
absurda teoría de la reencarnación.
—Espera Scully, que aún hay más. Margaret Pole murió decapitada a la edad de sesenta y siete años, los mismos que tiene ahora Marjorie. La señora Neville nos ha contado que
el sujeto que la visita por las noches le avisa de que su muerte será dolorosa.
Margaret Pole recibió diez golpes de hacha antes de morir definitivamente, fue
un 27 de mayo y hoy estamos a 26. Esos sueños son el aviso de que la historia
se repetirá.
Scully
dejó la servilleta que tenía entre las manos para exclamar:
—No puedes hablar en serio, Mulder. ¿De verdad crees que el espíritu de una
condesa decapitada hace casi quinientos años se ha reencarnado en la señora Neville?
—No me negarás que hay demasiadas similitudes y si no ¿qué explicación tiene
todo esto, además por qué Marjorie sueña esas cosas? –argumentó Mulder.
Apoyándose
sobre la mesa Scully se acercó a su compañero para replicar:
—Hay expertos que creen, basándose en investigaciones previas, que la memoria se
puede heredar. Determinadas vivencias de nuestros antepasados pueden residir en
forma de recuerdo en nuestro cerebro. Mientras tú ibas a registrarnos en el
motel yo he estado haciendo mis deberes y he indagado por internet sobre la
familia Neville. Son oriundos de Gran Bretaña y adivina en qué zona vivían sus
antepasados. Sí, Mulder, en el condado de Somerset.
—¿Heredar la memoria, Scully? –respondió Mulder–. Ahora eres tú la que no puedes
hablar en serio. En el caso de que así fuera ¿cómo pudo heredar ese recuerdo
Marjorie si la vivencia traumática de su antepasada Margaret fue en el momento
de morir?
—Es posible que el recuerdo heredado no provenga de la propia Margaret sino de
alguien que presenció su muerte, por ejemplo alguno de sus hijos –respondió muy
segura de sí misma Scully.
—Daré por un momento validez a tu teoría, Scully, solo por un momento. Pero,
¿me puedes explicar por qué precisamente ahora, cuando se va a cumplir la
efemérides de la ejecución de su antepasada y en el año en que las dos tienen
la misma edad, Marjorie tiene esos sueños inquietantes? ¿Por qué no los tuvo
hace años, por ejemplo?
—Quizás la propia Marjorie leyó algo sobre su antepasada y lo olvidó –respondió
Scully sin ceder un ápice de terreno en su teoría– y ahora su subconsciente le
haya traído el recuerdo. Los mismos expertos que apoyan la hipótesis de la
memoria heredada, afirman que los recuerdos pueden despertarse por sensaciones
relacionadas con la escena recordada, como un olor.
Scully
dio un sorbo más a su café y continuó.
—Me he dado cuenta de que en el porche de la casa de la señora Neville hay un
parterre con peonías. Esas flores también se dan con frecuencia en Londres, es
posible que el olor que desprenden, dada la época, haya sido el desencadenante
de todo esto.
—De todas formas, Scully, me quedaría más tranquilo si vemos a la señora Neville
mañana, el 27 de mayo –insistió Mulder.
—Como quieras, total ya doy por perdida la semana –contestó Scully.
***
Al
día siguiente volvieron a la casa de Marjorie Neville. Ella, una vez más salió
a recibirles en la entrada. Pasaron al interior de la vivienda y los dos
agentes pudieron constatar que la señora Neville tenía un aspecto mucho más
relajado que el día anterior. Según ella misma les relató, la pasada noche era la primera desde hacía varios meses en que no había tenido ninguna
pesadilla, ningún verdugo ni ninguna voz amenazante la visitaron mientras
dormía. El alivio y la esperanza se reflejaban en el rostro de Marjorie.
Los
dos agentes se despidieron de la señora Neville después de que ella les
agradeciera la cortesía y las molestias que se habían tomado al interesarse por
lo que, ahora estaba segura, había sido una manifestación de un estado de
ansiedad provocado por la edad.
Una
vez en el coche, Scully, se giró hacia su compañero para decirle.
—Bien, ya has visto que la señora Neville sigue teniendo la cabeza sobre los
hombros, además sus pesadillas han desaparecido de la misma manera que
empezaron.
—Parece que el caso se ha cerrado inesperadamente –contestó Mulder de manera
taciturna.
—Nunca hubo caso, Mulder. Tan solo una historia que tu mente excesivamente
imaginativa formó alrededor de unos hechos sin demasiada importancia. El mundo
onírico es tremendamente extraño. Anda, volvamos a casa.
El
Mondeo Berlina negro enfiló la carretera y cuando tomó la primera curva dejó
atrás la casa de la señora Neville. Justo en ese momento un hombre, con el
torso desnudo y con una caperuza negra que le cubría completamente la cabeza,
entraba por la puerta principal pisoteando previamente el parterre de peonías; en
su mano derecha portaba un hacha.
NOTA: Margaret Pole
fue ejecutada acusada de conspiración contra el rey Enrique VIII de Inglaterra.
Como fecha de su muerte consta el 27 de mayo de 1541, pero otras fuentes
señalan que realmente fue decapitada el día 28.
FIN
¡¡¡¡Qué bueno!!!!!
ResponderEliminarCon lo difícil que es escribir usando personajes tan conocidos como Mulder y Scally y te ha quedado genial, además el enfoque me ha encantado, menos extraterrestres y más fantasmas y pasado y presente entremezclados, efemérides de hechos un tanto...siniestros.
Un final de diez, además adoro el mondeo, jejeje.
Besos y me ha gustado mucho, se lee de maravilla.
Muchas gracias, Gemma, me alegra saber que te gustó este episodio de Expediente X. De verdad, me hace mucha ilusión porque estaba muy insegura cuando me adentré en un tipo de escritura que no es habitual en mí.
EliminarUn besote muy grande, guapa.
Genial tu relato. Muy buen dominio del diálogo. Un final muy bueno. Me ha gustado mucho. Enhorabuena. Se ve que el relato medio, se te da igual de bien que el micro. Ahora a por el de veinte páginas.
ResponderEliminar¿Ya se sabe quién ganó?
Un beso.
Ahora veinte páginas, luego cincuenta y el próximo un tocho, jajaja.
EliminarBueno, no te negaré que ya estoy pensando en escribir algo más largo, no sé cuántas páginas alcanzará. Quién sabe, lo mismo me lío y me lío y acabo haciendo una novela (es broma).
En la calificación de los administradores obtuve un 8 de nota, me superaron dos, uno con un 8,2 y el otro con un 8,6. En cuanto a los votos emitidos me quedé la segunda, con un voto menos que el ganador (sniff).
El caso es que aprendí mucho porque las indicaciones de los que me corrigieron el texto me ayudaron a ver errores de los que no era consciente.
Un besote.
Muy buen relato Paloma, te ha salido de diez, quien ganó el primero premio tendría que ser muy bueno porque el tuyo es superior. Un abrazo
ResponderEliminarMe saldría de diez pero me pusieron un ocho. Fueron unos evaluadores muy exigentes, jajaja.
EliminarEl que sacó más nota estaba muy bien escrito, esa es la verdad. Pero te confieso que el argumento me gustó más el mío, aunque yo, claro, no soy una juez imparcial.
Un beso grande.
Ostras! Menudo error de cálculo por parte de los historiadores, jeje. Pobre mujer, al final se confirma que no se estaba fumando el perejil. Pero yo me pregunto ¿de dónde salió ese verdugo? ¿Es un viajero en el tiempo o viene de una realidad paralela? Aquí hay tema para un libro, así que ya sabes Paloma...
ResponderEliminarBesos
De dónde salió el verdugo, si venía del pasado o de una realidad paralela, lo dejo a gusto del lector. Yo soy como Scully, no creo en fenómenos paranormales pero reconozco que hay cosas que, de momento, no tienen explicación.
EliminarLa pobre Marjorie, mucho me temo, que compartió el mismo sino que la aristócrata inglesa ¿por qué? Aún no hay datos científicos que lo expliquen, pero puede que más adelante sí.
Mi marido me ha recomendado lo mismo que tú, que siga escribiendo más sobre la misma historia.
Un beso.
Qué buen final Paloma, lástima que tanto Mulder como Scully nunca sepan que sí tenían un caso para investigar, :) Aunque… podrías hacer otra entrega y así nos descubres al verdugo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Besos.
En principio este episodio está terminado. La serie tuvo unos cuantos capítulos donde el final no quedaba muy claro, y yo quise hacer un homenaje a ese tipo de historias. De todas formas, el final tan brusco fue en parte buscado así, adrede, pero también porque me quedé sin espacio (no se podían exceder las seis páginas). A lo mejor hago una versión extendida, o no, jajaja.
EliminarMe alegra saber que te gustó.
Un besote.
Muy bueno, Kirke. Los diálogos son muy convincentes y la historia se lee bien. Felicidades por él. Y, como ya te comentan, a por el relato largo. Se te da muy bien.
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias, Ángeles. Lo cierto es que me he sentido cómoda escribiendo una historia más larga de lo que es habitual en mí. Este verano, que tengo más tiempo libre, puede que inicie una aventura diferente en esto de escribir.
EliminarUn beso muy grande.
Es muy sugerente, lo de heredar las experiencias de nuestros antepesados. Cuando mis padres o mi abuela me han contado algo que les había sucedido de jóvenes, siempre he tenido esa sensación, como si yo hubiera estado allí. Por suerte, no había hachas ni peonías, jaja.
ResponderEliminarMe gusta como se cierra el relato, la espera ha merecido la pena. Sigue así.
Abrazos.
La teoría de la memoria heredada es cierta, aunque tiene bastantes detractores. Se empezó a plantear cuando algunos primates criados en cautividad desarrollaban habilidades que no habían podido "copiar" de sus semejantes pues no vivían con otros congéneres.
EliminarA este respecto a mí me ocurrió que de adolescente visité la casa de mi bisabuela, donde se crió mi madre, por primera vez y la recorrí sabiendo dónde se encontraban algunas estancias e incluso supe de un cerezo que estaba en el patio antes de verlo. Intuición, buena recreación de algo que me habló mi madre, o memoria heredada, a saber.
Me alegro que te gustara esta historia.
Un abrazo.
Es un relato que huele a Expediente X por los cuatro costados. Destaco sobre todo algo que sin haber leído esta parte te comenté en la primera. Lo más fascinante de la serie es que nunca se decantaba por una opción: fuera la fantástica o la más científica. Y tu lo has bordado con este final en el que esa duda es doble. Por una parte la más obvia como es la postura de Mulder o Scully ¿quién tendrá la verdad?. Pero luego está ese inciso final en el que se plantea la posibilidad de la decapitación el día 28, con lo que el lector se queda con ese gusanillo, o gusanazo, de conocer si a la cabeza de la buena señora le quedará un solo día más sobre los hombros. Doble duda fantástica. Un abrazo!
ResponderEliminarCuánto me anima este comentario, David. Saber que he plasmado el espíritu de esta serie tan emblemática me sube mucho la moral.
EliminarUno de los principales atractivos de Expediente X, al menos para mí, es esa indefinición al terminar los episodios. Siempre se deja una puerta abierta, de tal manera que no se puede decir a ciencia cierta quién de los dos agentes tiene la razón.
Yo quise reflejar eso en este relato. Quién es exactamente ese hombre que entra por la puerta y cuáles son sus intenciones es algo que dejo que resuelva cada lector.
Un abrazo, David, y gracias por tus palabras.
Un final estupendo, como debe ser. Mulder rara vez estaba equivocado.
ResponderEliminarLas teorías de Scully eran más descabelladas, ja.
Saludos.
Veo que tú prefieres a Mulder, algo que no me sorprende por otra parte. Sin embargo, yo soy más partidaria de Scully, aunque algunas cosas no se pueden explicar (de momento) y ahí Mulder juega con ventaja pues puede fabular e idear posibles explicaciones.
EliminarLa teoría de Scully sobre la memoria heredada existe, puede que suene raro pero hay científicos que la defienden.
Un saludo.
¡Qué relato más intrigante! La testarudez de Scully obliga a Mulder a tirar la toalla, a lo que contribuye que la Sra. Neville experimentara ese paréntesis sin sueño premonitorio, apaciguando así las sospechas del buen agente. Pero tenía que ser de este modo pues, de lo contrario, no habríamos podido disfrutar de ese desenlace tan inesperado.
ResponderEliminarMuy buen trabajo, Paloma. Quedo a la espera de más relatos fantásticos.
Un abrazo.
Encantada de que un escritor tan imaginativo como eres tú se haya visto sorprendido por el final.
EliminarComo le comento a Ángeles, puede que este verano me decida a escribir algo con más envergadura. Ya veremos.
Un abrazo, Josep Mª.
Veo con agrado que poco a poco te estás animando a escribir y además con buenos resultados.
ResponderEliminarYe ha quedado una historia muy realista con final inquietante.
Sigue así y terminarás escribiendo una novela.
Besos.
Me alegra saber que te gustó y que el final te pareció inquietante, esa era la intención.
EliminarLo de la novela es algo muy a largo plazo pero que no descarto, aunque solo sea para regalar a los amigos ;)
Un beso.
¡Ye,ye! Je,je,je
ResponderEliminarNo había tenido tiempo de leer el relato hasta ahora, Kirke. Pero lo he devorado en un abrir y cerrar de ojos gracias al ritmo ágil y atrayente que adquiere la narración. Un tema de lo más perturbador contado como las buenas novelas de misterio.
ResponderEliminarA ver qué más nos traes para tus próximos relatos :D
Un besote.
Me he sentido muy cómoda escribiendo este tipo de historias y me lo he pasado muy bien, algo que creo es fundamental a la hora de escribir, así que no descarto insistir.
EliminarPero, por desgracia, mi imaginación es bastante limitada, así que tendré que esperar la visita de las musas.
Un besote grande.
Muy bueno Paloma, el final te ha quedado fantástico.
ResponderEliminarMuchísimas felicidades por un relato que se lee muy bien, que te atrapa y que hace que quieras seguir leyéndolo.
Besos.
Muchas gracias por tu amable comentario, Conxita. Tú también sabes atrapar al lector por lo que tu valoración tan positiva me anima mucho.
EliminarUn beso muy grande, amiga.
Al final te sales con la tuya, que no es la mía y le echas la culpa a los aromas de peonías, que alguien del Siglo de Oro relata como alucinógeno y culpable de las locuras de algunas de Chamberí y de la otra parte del charco.
ResponderEliminarMenos mal que al final te cargas a la anciana de 67. ¡Cuidado, la doctora ataca!
Los fines de semana me dan subidón y desvarío.
¡Sigue escribiendo!
Desconocía ese efecto alucinógeno de la peonía, aunque supongo que el componente que lo provoca no será volátil y ejerza su función al respirar el aroma porque habría más cultivos de estas flores por los jardines, jajaja.
EliminarLa ancina de 67 en el relato se queda viva, de momento. Lo que pasa después de que entre ese verdugo es cosa del lector. En cualquier caso yo no me la cargo.
Un beso.
Se lee con atención deseando saber que le ocurre a la mujer. En este caso el olfato de Mulder se ha quedado un tanto corto, superado por la racionalidad de Scully, aspecto este que por cierto has retratado muy bien. Bien también en lo que se refiere a la documentación respecto a los sueños y la memoria heredada. así como los hechos históricos relacionados con la muerte de Margaret Poole. El final se intuye aunque al no cerrarlo por completo nos dejas con esa inquietud, es de suponer que la anciana muere pero... vete a saber. Interesante relato Paloma. Un saludo.
ResponderEliminarEl final abierto, y te lo confieso a ti, Jorge, es porque tengo el corazón dividido. Yo soy más Scully que Mulder, tiendo a racionalizar todo, pienso que siempre hay una explicación científica para todo lo que ocurre a nuestro alrededor, pero también soy consciente de que hay cosas que no se explican (de momento) y hay muchas cosas entre el cielo y la tierra que no podemos entender.
EliminarComo diría mi madre: Yo no creo en meigas, pero haberlas, haylas ;)
Un abrazo.