—Mamá, ¿por qué el abuelo vuelve a trabajar?
—Tu padre y yo nos hemos quedado en el paro y no tenemos
ingresos, pero el abuelo sí ha conseguido trabajo y así contribuye a los gastos.
—¿Y tiene que trabajar en nuestra casa precisamente?
—Bueno, salió un puesto de ascensorista aquí y… lo
aprovechamos.
—Es que no hace nada, mamá. Solo está sentado dentro del
ascensor y dormido, cuando le digo “al tercero” no me hace caso, siempre tengo
que darle yo al botón.
—Estaba, digo… está sordo, ya lo sabes. Pero tampoco pasa
nada si pulsas tú el piso.
—Además, el abuelo huele mal.
—Al abuelo no le gustaba… no le gusta mucho ducharse, lo sabes
también. Deja de quejarte y date prisa que llegamos tarde al cole.
Mientras el niño fue a su habitación por la mochila del colegio,
su madre pensó cómo podría solventar lo del olor del cadáver de su suegro. La
mala situación económica familiar les impedía declarar el fallecimiento del
abuelo cuya pensión era la única fuente de ingresos.
Los vecinos no se habían quejado del nuevo ascensorista porque
en el inmueble todos estaban en una situación similar, de hecho, el cadáver de
la suegra de la del sexto era la nueva portera, y el del padre del vecino del
quinto era el nuevo vigilante de trasteros.
Pero ese olor… Quizás habría que ir pensando en cambiar de
trabajo al abuelo y ponerle como jardinero, con el tiempo podría convertirse en
abono para las plantas.
Ay, Paloma, eres genial. Te has superado a ti misma. Es curioso como una situación tan terrible se puede contar con sentido del humor y es que si perdemos el humor no nos quedará nada. Claro, siempre que el humor no nos sirva de burla hacia el prójimo, sino hacia nosotros mismos y el mundo que nos rodea.
ResponderEliminarTu relato me ha recordado a Amador, la película de Fernando León de Aranoa que, si no has visto, te recomiendo.
Un beso.
Tu comentario, y el de los demás participantes, me deja más tranquila, Rosa. Estuve dudando de publicar esto porque sentí cierto temor de haberme excedido con el humor negro. Después de lo que han pasado nuestros mayores con la pandemia me daba algo de reparo hacer humor con lo de que sus pensiones son el sustento de sus hijos y nietos.
EliminarNo he visto la película que citas, así que no conozco a Amador, pero me la apunto.
Un besote.
Que poca empatía la del nieto, el abuelo recién comienza en su nuevo trabajo y ya lo está criticando a sus espaldas. NO le ha dado chance siquiera de que se hinchara je je je ¿alguien ya está investigando quién mata a los ancianos de ese edificio?
ResponderEliminarSi de recordar películas se trata, a mi me ha recordado a High Rise con Tom Hiddleston. Una película super rara de un edificio donde pasa de todo pero nada bueno.
En principio, nadie se está cargando a los ancianos porque parece que sus pensiones de jubilación son el sustento de sus familias, así que les trae más cuenta que estén vivos, pero yo no descarto que haya algo turbio tras tanto fallecimiento.
EliminarTampoco he visto High Rise, soy una inculta del cine, veo muy pocas películas últimamente, me falta paciencia para estar dos horas viendo una misma historia. Debería ponerle remedio.
Un abrazo.
Quizá el ejemplo se extienda y todos los cadáveres del barrio acaben ocupando puestos de trabajo que no impliquen moverse, ja,ja,ja. Tal como está el patio, los abuelos están para echar una mano a la famiia, aunque sea cuando ya han estirado la pata, je,je.
ResponderEliminarEntretanto no le encuentran a este otro destino, creo que tendrán que buscar un ambientador lo suficientemente fuerte como para ocultar el verdadero olor del pobre ascensorista en descomposición.
Muy buena aportación al microrreto.
Un beso.
Hola, Josep Mª.
EliminarYo también pensé en un buen ambientador para solventar el problema pero en un recinto cerrado como un ascensor... me da que no sería suficiente.
Como le comento a Rosa, me daba reparo hacer humor con el tema de las pensiones de los abuelos, pero el caso es que muchas familias viven de esos ingresos, y que el abuelo o la abuela fallezcan a la tristeza por la pérdida de un ser querido, se añade un grave quebranto en la economía familiar, aunque en el edificio de esta gente parece que han sabido encontrar solución (de momento).
Un beso.
Menudo plan eso de que los abuelos se reciclen para seguir siendo útiles.
ResponderEliminarMuy original a la par de macabro. está claro que los niños son los únicos, junto a los locos, que dicen siempre la verdad.
Besos.
Los niños saben ver lo que los adultos intentan ocultarles, son más listos que el hambre.
EliminarY sí, me ha salido un relato de lo más macabro, cosas de la situación que estamos viviendo, no tengo el cuerpo para alegrías, la verdad.
Un besote.
Buenísimo, Paloma. Como dice Rosa, una situación terrible contada con mucho humor. Me ha encantado. El tono, la crítica social, la originalidad de la historia. Un micro genial.
ResponderEliminarGracias, Marta.
EliminarDicen que el humor negro es la manera de defenderse los débiles ante situaciones injustas. En mi caso, si no fuera por ese humor negro creo que no podría afrontar muchas cosas que veo y siento.
Un abrazo.
¡Hola, Paloma! Un micro brutal, una verdadera maravilla que lo tiene todo. Te prometo que todavía estoy con la boca abierta ante el hecho de que el reto haya hecho realidad este micrazo. Lo que empieza como una denuncia social, el abuelo que debe volver a trabajar porque los padres se quedaron en paro, alcanza niveles sublimes al descubrir la circunstancia del abuelo y no solo ello, descubrir que el resto de vecinos hace lo mismo. Esto es un ejemplo de una historia que crece conforme se lee y desarrolla, un ejemplo de lo que debe ser la denuncia social en ficción. Cruenta, dura, pero siempre con un toque literario, de ficción que la diferencie de un docudrama. Un micro magistral, Paloma. Un abrazo y una reverencia!!
ResponderEliminar¡Ay, David, muchas gracias! Tus palabras me dejan más tranquila. A punto estuve de no publicar el micro porque creí que me había excedido.
EliminarA veces me dejo llevar por lo que me pide el cuerpo y cuando estoy muy estresada, enfadada o deprimida, libero las tensiones en forma de humor ácido o negro, según, y temo que pueda herir sensibilidades sin ser consciente de ello.
Supongo que ese es el riesgo de los que escribimos, que podemos pisar callos e, incluso, recibir alguna patada. No me importan las críticas, pero sí herir a quien no se lo merece y en este caso no quería hacerlo con nuestros mayores que tanto han pasado con la pandemia, precisamente.
Gracias por tus palabras. Como siempre, un gustazo participar en estos retos que tanto me "pinchan", ja, ja, ja.
Un abrazo.
Qué maravilla de micro, es genial, la historia, la denuncia social, la forma de hilarlo todo, cada hecho macabro... Enhorabuena! Lo dicho, pura maravilla. Saludos!!
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Mayte. Dan mucho ánimo tus palabras. Me alegro de que hayas disfrutado con este micro tan macabro.
EliminarUn abrazo.
Genial micro, ¡te luciste! imaginativo, original, además con su parte de denuncia social y una pizca de humor negro. Te felicito.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana. Es un placer saber que lo que una escribe, gusta.
EliminarUn abrazo.
Me gusta el humor negro del relato.
ResponderEliminarLa ventaja que nadie denunciará, porque están en similares situaciones.
¿Cuánto cuesta un desodorante o un perfume? Podría ser una solución.
Un abrazo.
El desodorante debería ser muy potente para enmascarar el olor de la descomposición en un lugar cerrado como es un ascensor. Además, habría otro problema añadido que no he citado en el texto por no ponerme demasiado desagradable, y es que más pronto que tarde aparecerán gusanos y moscas... En fin, esa familia tiene un grave problema.
EliminarUn abrazo.
😂 La gente se une en los momentos difíciles.
ResponderEliminar👏🏻👏🏻👏🏻
Sí, Raúl, cuando la miseria aprieta hay que buscar soluciones desesperadas, y si esa miseria es compartida la solidaridad brota más fácilmente.
EliminarGracias por esos aplausos.
P.D. A ver cuándo encuentro un hueco para comentarte "lo tuyo". Ahora estoy con exámenes, pero en un par de semanas creo que podré escribirte largo y tendido.
Me ha encantado, muy divertidos los distintos giros que das a la historia.
ResponderEliminarUn saludo y buen finde.
Gracias, Ángel. Me alegra que te haya gustado.
EliminarUn abrazo y buen finde también para ti.
¡Genial! ¿Cuánto de realidad tiene el micro? Miedo me da, sobretodo porque desde las cinco y medía de la mañana estoy oyendo una discusión a cuatro bandas por el patio de luces de mi casa- ( no es vacile) y no sé si llamar a la policia o coger la maleta y mudarme. Un beso.
ResponderEliminarHola, Pura.
EliminarEl micro es pura ficción, lo juro. En mi ascensor me he encontrado de todo (algún día debería escribir sobre ello), pero un cadáver nunca, así que lo que cuento es completamente inventado.
Sí es cierto que algunas familias viven de la jubilación de los abuelos porque todos están en el paro, algo que me parece dramático y sé de más de uno que vive con auténtico terror que su padre/madre muera, no solo por la pena de perderlo sino porque se quedan sin ingresos estables. Lamentable.
Espero que la tangana vecinal no haya ido a más, Pura, me dejas preocupada. Situaciones así son inquietantes.
Cuídate.
Un beso.
Estamos atravesando tiempos de crisis, se entiende que al menos algunos si tengan trabajo y sabrosas pensiones.
ResponderEliminarCada uno afronta la crisis como buenamente puede, algunos recurriendo a la pensión del abuelo.
EliminarUn saludo
Me ha encantado. ¿Y aún dices por ahí que dudaste si publicarlo? Tú, ante la duda, publica. Que no se pierdan cosas como esta por tus dudas sin fundamento. Muy bueno. Felicidades.
ResponderEliminarGracias, Macondo.
EliminarSí que dudé, sí. A veces me entra una moralina tonta... pero luego se me pasa.
Un saludo.
Hola, Paloma! Humor bien bien negro y del bueno!
ResponderEliminarEl trasfondo, una queja social que no pasa desapercibida.
Me gustó mucho.
Un abrazo
Muchas gracias, Mirna.
EliminarMe alegra que te haya gustado.
Un abrazo.
¡Qué bueno ese ascensor que sirve de armario de muertos! Genial Paloma. Hay humor negro, sarcasmo, buenos diálogos naturales y una crítica social a determinadas situaciones. ¿Qué más se puede pedir?
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Gracias, Isabel.
EliminarLa verdad es que cuando empecé a escribirlo no sabía que me iban a entrar tantas cosas, ja, ja, ja. Cosas de la escritura y su propia evolución.
Un abrazo.
Hola, Paloma. Vaya tanda de vecinos más prácticos y listillos, pero un poco macabros, ja, ja. Aunque claro, cuando el hambre aprieta el fin justifica todos los medios.
ResponderEliminarUn relato genial, imaginativo y llevado de una forma magistral.
Un abrazo
Muchas gracias, Pepe.
EliminarSituaciones desesperadas hacen que la imaginación se estimule.
Un abrazo.
Te quedó redondo Paloma que bueno en esa comunidad todos usaban los muertos para no perder su pensión.
ResponderEliminarGenial micro te felicito.
Un abrazo
Puri
Muchas gracias, Puri.
EliminarEncantada de que te haya gustado este micro.
Un beso.
Hola Paloma, este tipo de micros-protesta son un reflejo de una realidad. Macabro y exagerado. Pero, como digo, real. ültimamente salen noticias en prensa sobre familiares que no han comunicado la muerte de un progenitor para seguir viviendo de su pensión. Así que no es nada descabellado. Lo es, cuando todo el bloque esconde los cadáveres de sus abuelos. Esto ya es la pera. Lo que si me ha resultado curioso es el comienzo y el giro que le das a la historia. Es genial. Los abuelos trabajando de nuevo para sacar a su familia adelante, pobres, con la pensión tan miserable que tienen algunos y encima seguir currando. Un abrazote.
ResponderEliminarLo que está haciendo la generación de nuestros padres es alucinante, han sufrido una guerra civil, han trabajado como mulas toda su vida para sacar adelante a la familia, y ahora siguen manteniendo a los hijos con el fruto de lo que debería ser su merecido descanso. Son unos héroes muy poco reconocidos.
EliminarSí que he querido resaltar esto de manera esperpéntica y ácida, es la forma más directa de llamar la atención.
Un besote, guapa.
Hostias, que bueno. Y que no podemos declarar su muerte... un humor negro , negrísimo que me ha encantado.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Pedro.
EliminarUn honor saber que te ha gustado tanto.
Abrazos.
Un micro con un humor negro que además rezuma crítica social, denuncia de la pobreza a la que muchas familias se ven abocadas y como se buscan la vida para subsistir. Es esta una comunidad de vecinos muy peculiar, en la que los muertos se ponen a trabajar en cualquier esquina para sacar unos cuartos. Me han hecho gracia los diálogos en los que la madre intenta hablar del abuelo en presente pero se le escapa el pasado. Muy bueno, Paloma. Un abrazo.
ResponderEliminarA la madre el subconsciente le traiciona delante de su hijo, hay cosas que no se disimulan tan fácilmente.
EliminarMe alegra mucho saber que te ha gustado este micro, Jorge.
Un abrazo.
Vaya, Kirke. Una comunidad de lo más especial. Todos tirando de sus padres (y de los cadáveres de sus padres) para mantener la paga. No va a haber ambientador de pino que cubra el olor. Un saludo.
ResponderEliminarYo también creo que esa comunidad va a tener en breve un serio problema de olores desagradables, aunque, viendo la imaginación que le echan al asunto, lo mismo dicen que es cosa de la bajante...
EliminarUn saludo, Bruno.
Genial propuesta, Kirke, especialmente cuando introduces el penúltimo párrafo del micro en donde haces cómplice a toda la comunidad de una realidad insoportable. Es un relato que va creciendo y deja una medio sonrisa a pesar de la dureza del contenido. ¡Felicidades!
ResponderEliminarGracias, Matilde.
EliminarEsa era la intención, mostrar que el caso del abuelo protagonista no era único, que la cosa estaba "extendida".
Un abrazo.
Ya te vale , y digo yo hay alguien más vivo a parte de la madre y el niño
ResponderEliminarpor que vamos , esa urbanización bien podría llamarse , la casa de los horrores
no me voy a vivir allí ni loca , jajajjajajajaj muy bueno tú relato.
Te deseo una feliz semana , besos de flor.
Harías bien en no ir allí a vivir, lo de los olores debe ser un grave inconveniente para la convivencia más o menos normal, por no hablar de que encontrarte con cadáveres cada dos por tres es algo muy poco recomendable.
EliminarUn beso, Flor.
Ironía y buen humor, de lo mejor que exite para leer. Muy bueno
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Albada.
EliminarUn abrazo
La idea de que la crueldad pueda ser útil es ya de por sí inmoral, pero evidente en estos tiempos. Dejo mi saludo desde Colombia.
ResponderEliminarLa moralidad queda en un segundo plano cuando el hambre aprieta, no obstante hay por ahí otros inmorales con motivos menos acuciantes, como algunos políticos, por ejemplo, ja, ja, ja.
EliminarUn saludo.
Hola, Paloma. Impresionante relato. Una idea genial y un desarrollo no menos bueno. Seguro que entre todos le les curre algo para los olores. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, Isan.
EliminarYo también estoy segura de que buscarán soluciones, esa comunidad de propietarios tiene pinta de ser muy imaginativa.
Un abrazo.
Me ha gustado un montón el relato. El humor negro y la ironía están muy bien usados para realizar una denuncia.
ResponderEliminarBuen micro.
Un saludo.
Gracias, Cyinthia, me alegra que te haya gustado.
EliminarUn saludo.
Me ha parecido genial de principio a fin. Y sí que es un humor negro, negrísimo y real como la vida misma, por desgracia, pero todo tiene su punto si se sabe desarrollarlo como tú has hecho. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarUn saludo.
Si has leído otros de mis comentarios, dudé mucho a la hora de publicar esto, no estaba segura de no haberme excedido con el humor; es complicado, a veces, saber dónde está el límite.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Un abrazo.
¡Hola, Paloma! ¡Qué relato tan sorprendente! Has abordado la trágica muerte del abuelo, y la crítica a la precariedad de los mayores, desde una narrativa exquisita. Me ha gustado mucho, ¡enhorabuena por conectar tanto con el lector! Un abrazo desde la Buhardilla de Tristán.
ResponderEliminarMuchas gracias, Javier. Dicen que con la ironía se denuncia más, no sé yo si es así, pero me ha salido con este tema mi lado humorístico más negro.
EliminarUn abrazo.
Hola Paloma. Que bien combinados está el humor con esa triste realidad de la muerte del único proveedor familiar. Excelente relato! Un abrazo 🐾
ResponderEliminarMuchas gracias, Rosa.
EliminarEs triste tener que recurrir a esos extremos cuando los ingresos son tan precarios.
Un abrazo.