Día 55 (13 de noviembre)
Este confinamiento me está volviendo loca y paranoica. Ayer se fue la
luz durante casi dos horas y yo estaba segura de que era por culpa de la Covid,
o lo que es lo mismo, por culpa de los políticos que gestionan la pandemia.
Como la Ayuso piensa dotar el nuevo hospital de pandemias con personal
sanitario de otros centros, al irse la luz lo primero que pensé fue que habían
encendido el alumbrado navideño y para no gastar nos habían quitado el
suministro eléctrico en nuestro barrio. Salí de mi error cuando me enteré de
que, aunque las luces ya están puestas, aún no están funcionando. El apagón
debió de ser una simple avería.
De todas formas, y por si acaso, pienso hacerme con una buena provisión
de velas, con mi presidenta todo es posible y más vale prevenir; no quiero
quedarme a oscuras esta Navidad. Lo que no sé es cómo conseguir un horno de
leña para asar el cordero de Nochebuena. Miraré en internet.
Día 57 (15 de noviembre)
Tengo una amiga que vive en mi mismo barrio pero que pertenece a otra
área básica de salud, pero la suya no está confinada y la mía sí. La frontera
que nos separa está en una calle y como el Skype es tan frío, ayer decidimos
vernos, aunque con una calzada y un paso de cebra entre medias.
Cuando podíamos vernos como Dios manda, solíamos tomarnos un café al
tiempo que nos poníamos al día de nuestras cosas. En esta ocasión yo me pedí un
café en el bar que estaba en mi zona (aunque estemos con un alto índice de
contagio, se ve que el virus en la zona confinada no es contagioso para los
residentes y podemos socializar entre nosotros). Ella, también se pilló otro
café en el bar de su lado de la calle y cada una desde nuestra acera, nos
pusimos a charlar. Aunque la calle no era muy ancha tuvimos que gritar bastante
de manera que nuestra conversación pronto reunió un corro de vecinos, de uno y
otro lado. Alguno incluso se decidió a meter baza y a opinar. La tertulia se
acabó cuando pasó un coche de policía y nos dispersó porque la reunión superaba
las seis personas.
Con lágrimas en los ojos me fui a mi casa mientras tarareaba la canción
de Nino Bravo, «Libre», esa que dicen está dedicada a la primera victima que murió
al intentar cruzar el muro de Berlín. Inconscientemente le cambié un poco la
letra (no sé qué me pasa que estoy versionando canciones antiguas).
Llevo casi dos meses reconfinada y ya estoy
cansada de aguantar
pero tras la calle está mi amistad,
mi mundo y mi ciudad.
Pienso que la calzada sólo es
un trozo de alquitrán:
algo que nunca puede detener
mis ansias de cruzar.
Libreee,
como el sol cuando amanece
quiero ser libre
como los demás.
Libreee,
como mi amiga que se libró
y puede al fin escapar.
Libreeee
como el viento que recoge
mi cabreo y mi pesar,
camino sin cesar
detrás de sanidad
y saber lo que es al fin la libertad.
Cualquier día me lío la manta a la cabeza y cruzo la calle. Que sea lo
que Dios quiera. Lamentablemente Nino Bravo ya no podría componerme una
canción, pero quizás Sabina o Serrat, sí. Quién sabe.
Día 60 (18 de noviembre)
Estoy pasando por una crisis de identidad social. Y todo por culpa de la
Ayuso y de un científico que salió el otro día en la tele.
Una cadena catalana preguntó a un investigador qué estaba pasando en
Madrid con la pandemia. Entre otras cosas dijo que la evolución del contagio
había ido de los barrios más pobres a los más ricos, que primero confinaron a
los lugares más deprimidos socialmente y ahora estaban confinados los más ricos
y más pijos (aunque lo dijo en catalán y estaba subtitulado, lo de «pijos» se
le entendió perfectamente).
Yo estoy confinada desde el principio y por ahora sigo igual. ¿A qué
clase social pertenezco? Si soy de clase baja, ¿debería intentar pedir alguna
ayuda monetaria de esas que dice la derecha dan a los desarrapados? Pero, si
soy de clase alta (y encima pija, ¡lo que me faltaba!), ¿debería dejar de pagar
impuestos como hace el emérito?
Al principio del reconfinamiento me enteré de que yo no estaba en el
barrio que pensaba. A ver si resulta que vivo en Aravaca y no me he enterado.
De hecho, me estoy fijando más en el campo de fútbol de enfrente y estoy
empezando a sospechar que es un campo golf y lo estamos usando mal.
No sé, todo esto me confunde. Voy a mirar bien mi casa, que estoy en la idea
de que vivo en un piso de un edificio y lo mismo es un chalet de cinco
plantas.
Ja ja. Lo que me he reído. ten cuidado con los hornos de leña que deben de ser difíciles de manejar y nosotras ya no somos nuestras abuelas y no tenemos ni idea. A ver si estas navidades quemas el chalet de cinco plantas, te echan de Aravaca y descubres que vives en un piso y lo que tienes delante es un campo de fútbol.
ResponderEliminarAhora en serio. No soy sospechosa de simpatizar con Ayuso, pero parece que su estrategia, sea la que sea (no es fácil discernir) no le ha salido mal porque la Comunidad está mejorando mucho. A este paso no os libráis de ella hasta el 2030. Pero, bueno, si consigue que disminuyan los contagios...
Yo estoy con confinamiento municipal y como vivo en un límite de mi municipio, muy lejos del pueblo más importante (de hecho llego antes a Santander que a la cabeza de mi municipio), no sé si se me permite mejor recorrer los quince kilómetros hasta mi ayuntamiento, o los dos que hay hasta el de al lado. En fin, una movida. Claro que ayer en la tele vi a un señor que tiene la entrada delantera d esu casa en un municipio y la trasera en otro. No sé en qué parte se habrá confinado.
Un beso.
Es cierto que los datos están mejorando (o eso nos quieren hacer creer porque no sería la primera vez que mienten descaradamente). En cualquier caso si la cosa mejora no es por este tipo de confinamiento absurdo por calles, entre otras cosas porque la gente hace lo que le da la gana presa del hartazgo de tanta medida política.
EliminarPuede que si algo mejora (en algunos hospitales la cosa no está tan chachi) sea debido a los cribados masivos de antígenos que están haciendo ahora, y solo ahora, porque a una servidora le hicieron esa prueba MES Y MEDIO después de llevar confinada. Se ve que en algunas zonas la tipa no tiene mucha prisa en levantarnos el encierro, algo que sí pasa con otras zonas pijas (de las de verdad).
Mañana dirán qué zonas permanecen confinadas y cuáles se libran, ¿qué te apuestas que la mía sigue y eso que hemos mejorado mogollón? Lo verás.
Que los confinamientos se hagan por municipios tiene más sentido que la técnica de esta mujer, aunque siempre se pueden dar casos estrambóticos como el que comentas del señor que tiene la casa en dos municipios distintos, eso ya es de traca.
Un besote.
¡ES buenísimo el diario! Es una manera de criticar diferente. La verdad es que se está poniendo de manifiesto a cada momento la ineptitud de nuestros políticos para gestionar la pandemia. Es todo un sin sentido, En los bares no se puede uno meter dentro, pero si se puede ir en el autobús unos pegados a otros, también se puede venir de otro país sin control ninguno y si te pones enfermo y tienes síntomas leves o no los tienes, no pasa nada, puedes ir a trabajar tranquilamente.
ResponderEliminarY ya no me meto con la gestión de los hospitales que es un desastre para los sanitarios, escatimando mascarillas y epis, así somos el primer país de Europa que más infectados tiene en este sector ¡Por algo será!
Bueno , podíamos seguir hablando mucho más pero sirve de poco, solo tenemos derecho a la pataleta y ya está.Habrá que tener paciencia y esperar que llegue la vacuna pronto
Un abrazo
Hola, Rita.
EliminarEs cierto que el hartazgo de la población está llegando al límite, y no porque haya que seguir tal o cual regla, sino porque detrás de algunas normas o medidas están escondidos intereses políticos que básicamente se fundamentan en llevar la contraria al partido que está enfrente.
En mi caso, el confinamiento por calles es un auténtico desatino y la gente no lo entiende, por mucho que digan que está funcionando (ya te digo yo que no) es de sentido común que una calle no puede ser la frontera entre una zona segura y otra no segura, más cuando a un lado están unos negocios que son necesarios para los que viven en el otra lado (en mi área básica de salud no hay pescaderías, pero tenemos dos gasolineras). Es, como tú comentas, un sinsentido total.
Seguiré desahogándome con este diario porque, para más inri, y más sinsentido, resulta que ayer salieron las zonas confinadas de las siguientes semanas y a mí me toca seguir pringando, y si digo que no tiene sentido es porque dicen los de la consejería que se confinan a los de IA mayor de 400 y nosotros tenemos 338, ¡no saben matemáticas! lo que me faltaba.
Un besote.
¡Canta, canta! " que quien canta su mal espanta". Me acabo de dar cuenta que yo hace meses que no lo hago, y eso que soy de las que en todo momento cantaba, cuando estaba cabreada y cuando estaba contenta, a lo peor por eso no se ha espantado, la p... pandemía, y la p... P. A partir de este mismo momento, me pongo a calentar la voz...
ResponderEliminarEn cuanto a que las cosas están mejorando en Madrid,me da a mi ( ojala me equivoque) que nos están tangando con los datos, o a mi al menos no me cuadran. Como puede ser que haya tantísimos ingresados en UCI, tal colapso en la atención primaria y hospitales y tantos fallecidos, y la cosa este mejorando?. Repito: ojala me equivoque y sea verdad que la cosa empieza a mejorar.
Me gustaría comentar tu alusión a las clases sociales, pero no lo voy hacer porque no quiero meterme en ese "jardín" que seguro no es el mio, solo un apunte: eso de echar la culpa de todos los males a las otras clases sociales, a los extranjeros etc, etc. y hacernos creer que nosotros no pertenecemos a esos grupos, es una manera muy sutil o no tan sutil de seguir tomándonos el pelo.
Un abrazo.
Paloma sigue contandonos
Hola, Pura.
EliminarYo me temo mucho que no estás nada equivocada con tus sospechas. Aquí la cosa no está mejorando ni de coña. En el lugar de mi trabajo los contagios se cuentan por decenas, no te digo más. Así que yo tampoco me creo esos datos. De hecho, no cuada nada. Como le comento a Rita, ahora el punto de corte para confinar o no confinar es una IA de 400, los que están por encima se encierran y los que están por debajo no. Pues mi área básica de salud tiene una IA (desde hace dos semanas) de trescientos y pico (el jueves lo miré bien y era de 338, datos de la web de la CAM), o sea, deberíamos estar "libres", pues no, seguimos confinados ¿Cómo se come eso?
Con lo de las clases sociales yo hago chiste, pero la verdad es que no tiene demasiada gracia, y además, ahí se les vuelve a ver el plumero a muchos dirigentes. Ahora alardean de que La Moraleja ha sido confinada, como diciendo que "los ricos también lloran" y que reparten "desgracia" a todos. Para empezar, estar confinado en un lugar con servicio doméstico que te trae y te lleva las cosas, con hectáreas de jardín para darte tus paseos y muchas cosas más... pues creo que no es igual a los del Puente de Vallecas, que viven siete en un piso de cuarenta metros cuadrados. Pero los de la consejería sacan pecho y argumentan que ellos no son clasistas. No, qué va.
Es todo un asco, Pura.
En fin, a aguantar aunque yo estoy en punto de ebullición y creo que tanto pasotismo por parte de la oposición es una vergüenza.
Un besote.
Ja, ja, ja..., Paloma, eres crítica y divertida. La cosa es difícil de resolver aquí (España) y parece que en otros muchos países también. Como ayer me decía mi dentista lo que ocurre es que se sabe muy poquita cosa de la enfermedad del bicho y se dan palos de ciego por ver si suena la flauta por casualidad. En fin..., todo es complicado.
ResponderEliminarY como dice Rita el jardín de las clases sociales siempre es tema vidrioso. Yo añadiría que lo es tanto por lo que se afirma como por lo que se da por supuesto, como por lo que se entiende de lo dicho por unos y por otros. Pero vamos, enfermedad y sus consecuencias es algo de lo más democrático que desde siempre existe, pues no distingue de clases. Decía el palentino Jorge Manrique eso de que en el morir todos los ríos son iguales:
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.
En fin, ante el final y sus prolegómenos los "bichitos" no se andan con distingos.
Un beso
Tienes razón, Juan Carlos, a la hora de morirse todos somos iguales... más o menos. Le comento a Pura, que los de la consejería sacan pecho para negar que no son clasistas porque han confinado a La Moraleja. ¡Ja! Me van a comparar lo que supone un confinamiento en San Diego con el de La Moraleja. ES que ni de coña. Encima alardean de que lo han hecho rigurosamente porque el tope es de IA 400 y ellos tienen 403. ¡Ja! El rigor lo sufrimos otros que tenemos 338, bastante menos que 400 y nos confinan igual (haré una publicación al respecto en FB y luego por aquí), pero estoy que echo humo.
EliminarEl virus no se anda con distingos pero lo tiene más fácil con la población que vive hacinada y no tiene locomoción propia por lo que tiene que ir a trabajar en el metro apiñados como latas en sardina ya que el teletrabajo no abunda en ciertos sectores "deprimidos". Así que no tengo yo tan claro que la clase social no influya.
Un besote.
Creo que todo esto nos está desquiciando un poco. Últimamnete no sé qué me ocurre, pero me dejo cada dos por tres la mascarilla en casa y, cuando me doy cuenta de la omisión (al ver a mis convecinos y paseantes con ella) tengo que volver a la carrera tapándome la boca con una mano para que no se me note tanto. Lo peor es cuando me ocurre al salir a pasear con el perro, que el pobre no entiende nada cuando ve que tiro de él en el sentido contrario al de la marcha y, además, corriendo como un loco. Él me mira como preguntándose: pero qué le ocurre ahora a este, si todavía no he hecho pipi ni caca. Y yo le voy diciendo, "ahora volvemos, Pelut, ahora volvemos", como si me entendiera. Aunque con la de veces que me ha ocurrido, creo que ya empieza a comprender lo que pasa, pues solo entrar en casa me pongo la maldita mascarilla y volvemos a salir pitando. A veces me doy cuenta tan pronto como piso la calle, pues no pasa nada, pero a veces me percibo del fallo cuando ya llevo andados 500 metros. La gente que se cruza conmigo debe pensar que me he vuelto loco, viéndome tirar del perro como un poseso y maldiciendo en alto mi mala cabeza.
ResponderEliminarCreo que todos podríamos escribir un diario de lo que estamos viviendo y luego hacer un recopilatorio para venderlo por fascículos, je,je.
Un beso.
¡Qué bueno! El pobre Pelut también va a acabar desquiciado por culpa del puñetero virus.
EliminarA mí también me pasa alguna vez eso de dejarme la mascarilla, pero como no tengo perro no extraño a ningún animal, tan solo a algún transeúnte que me ve dar la vuelta despavorida para regresar a casa y ponérmela. De hecho, ya llevo en el bolso una mascarilla de repuesto porque alguna vez me he dado cuenta de que no la llevaba cuando estaba bastante lejos de casa.
Esta situación absurda y casi surrealista que nos está tocando vivir es para escribir páginas y páginas. yo ya lo estoy haciendo, pero creo que todos podríamos tener varios tomos de vivencias "curiosas".
Un besote.
Como siempre no dejas de dar puntada sin hilo y es una juerga la que nos estamos corriendo contigo en base a este diario.
ResponderEliminarLa letra del "libre" de Nino Bravo te ha quedado muy ilustrativa para lo que es tu actual realidad. Que triste tener que andar con estas zarandajas; me da por sospechar que el virus ha sido la escusa perfecta para tenernos quietecitos, separaditos y casi incomunicados. Lo que es seguro que esto les está viniendo muy bien a algunos.
Besos
Este pretexto de confinar con el oscuro deseo de tenernos amarrados e incomunicados, no les está funcionando porque la gente ya está muy harta y se pasa el confinamiento por el Arco de Cuchilleros, también te lo digo. Las reuniones sociales puede que hayan disminuido, pero lo de quedarse cada uno en su zona... ya te digo yo que no, porque la gente no es idiota y sabe que eso no sirve para nada. Si nos quieren confinar que lo hagan con todas las de la ley y no nos dejen salir de casa, pero ese sí pero no, es una auténtica estupidez. Y si no nos encierran en casa a cal y canto es porque no tienen valor, que luego los de los negocios se les echan encima, así que o no estamos tan mal o, lo que yo me sospecho, les da lo mismo y solo quieren aparentar que hacen algo.
EliminarUn besote desde mi confinamiento "relativo".