Pestañas

27 de octubre de 2020

Diario de un RE-confinamiento Parte V


       Día 28 (17 de octubre)

Desde que regresamos a la nueva normalidad ya no cojo tanto el transporte público como solía. Ahora me voy andando. Es bastante más sano, pero más engorroso porque tengo que salir mucho antes. Hace una semana tuve que hacer un trámite administrativo y me llevó toda la mañana; en la oficina pública no había gente, pero tardé tres horas en ir y volver caminando desde mi casa.

Estoy ahorrando bastante en billetes de metro y autobús, y me lo estoy gastando en zapatillas de deporte y suplementos vitamínicos.

Ayer cogí el autobús por primera vez desde que nos han vuelto a confinar. En el frontal del bus había un cartel avisando que, por seguridad, no se admitía más de un 60% del aforo total. No ponía nada sobre quién se encarga de contar los pasajeros, así que en cuanto me subí los conté yo: éramos 42, y si el aforo completo es de 80, estábamos dentro de lo permitido. Conté los pasajeros que se bajaban y los que se subían en cada parada, me hice un lío con una embarazada porque no sé si el bebé se cuenta aparte. Con tanto contar viajeros entrantes y salientes, se me pasó mi parada y tuve que deshacer el camino andando.

A ver cuándo se acaba esto porque es muy pesado todo, de verdad.

 

Día 31 (20 de octubre)

Ayer tenía ganas de marcha y estuve consultando los datos de la evolución de la pandemia. He mirado los datos de incidencia acumulada de los últimos catorce días donde, según parece, no se han metido los últimos cuatro porque pilla el finde. También he mirado el número de casos confirmados y el de sospechosos que no sé qué es (¿enfermos fichados por delitos comunes?). En la web advierten de que los datos están sujetos a una depuración continua y tampoco entiendo qué es eso (¿echan hidrogel a las tablas de Excel?).

Resulta que la incidencia acumulada media en España es de 300, en Bélgica es de 700 y en Países Bajos es de 500 (creo que los holandeses están pensando en gasear a sus ancianos para que no ocupen las camas de UCI).

Si miro las cifras por regiones, la cosa cambia. En Navarra están por los 800, en Aragón rondan los 600 y en Madrid… depende. Según la Consejería de Sanidad, estamos por debajo de los 500, según el ministerio tenemos 501,8 casos por cien mil habitantes (a ver si se cura el enfermo que hace el 1,8 y ya nos tranquilizamos todos un poquito).

En la web de mi comunidad autónoma hay datos por municipios, por barrios y por zonas básicas de salud. He hecho un rastreo y los he comparado con las fuentes de Sanidad: no coinciden ni de coña.

Dicen que el desajuste se debe a los periodos de tiempo en que se dan los datos porque no siempre se llevan al día. Me lo creo: hace una semana la CAM dio cifras del mes de mayo; se ve que les pilló el puente de la comunidad y el de San Isidro y se despistaron.

Mientras las cifras se actualizan y se ajustan yo me voy a repasar la tabla de multiplicar porque he ido a sumar dos más dos y me ha salido cincuenta y ocho. No puede ser.

Día 33 (22 de octubre)

Pasado mañana, en mi ciudad, se acaba el estado de alarma decretado por el ministerio. Por fin acabará esta tortura opresora del gobierno central.

Cuando estaba mirando en internet viajes de vacaciones a Alcalá de Henares, ha salido en la tele el consejero de Sanidad diciendo que quiere el toque de queda. He cancelado la reserva, pero luego ha salido el consejero de Justicia y ha dicho que nada de toques ni de alarmas, que si acaso pondrán restricciones de la movilidad nocturna, que yo creo que es lo mismo que el toque de queda, pero como no sé de leyes me tendré que fiar de lo que dice ese señor que para algo es juez. También han dicho que para hacer eso es preciso que el gobierno decrete el estado de alarma, ese que no querían ni de coña, pero que ahora que han mejorado los datos es necesario.

Además, a partir de ahora, el portavoz en cuestiones de salud va a ser el consejero de Justicia en lugar del de Sanidad. Supongo que el cambio se debe a que la gestión de la pandemia por parte de esta gente es de juzgado de guardia.

     Día 34 (23 de octubre)

Entre la Ayuso y el Murphy (el de la ley de ídem), me están amargando la existencia.

Resulta que cuando la presidenta decidió confinar por zonas sanitarias excluyentes a mí me tocó. Cuando el ministerio tomó cartas en el asunto decretando el estado de alarma y confinando a toda la ciudad, resulta que la comunidad había establecido que mi zona se libraba del confinamiento porque los resultados habían mejorado mogollón, pero como prevalecía lo que ordenaba el gobierno central, me confinaron igualmente con el resto de la capital. Ahora que se ha acabado el estado de alarma, los de la comunidad vuelven a su planteamiento segregador de confinar por barrios (estos tíos son tercos como mulas y con la misma inteligencia que esos bichos), y a mí me vuelve a tocar la china porque mi zona sanitaria pringa de nuevo; se ve que los resultados no son tan molones como cuando se quejaban de que era innecesaria la intervención gubernamental.

O sea, que sigo confinada.

Una vez más, la idea sectaria y segregadora que tienen los que nos dirigen vuelve a prevalecer y a mostrarse incoherente, además de injusta, ya que, según los resultados que la propia comunidad publicó, una de las zonas con mayor incidencia de contagios es la de Moncloa, lugar pijo por excelencia y con una renta per cápita súper chachi, pero ahí, inexplicablemente (o a lo mejor sí que se explica desde el punto de vista de los dirigentes de Madrid), no hay confinamiento. Manda huevos.

Sigo encerrada y sigo escribiendo este diario interminable. A este paso, viendo qué bien nos gestionan la pandemia y la mala suerte que me acompaña, el diario va camino de convertirse en una enciclopedia. Me veo escribiendo esto por los siglos de los siglos. Amén.




 


16 comentarios:

  1. Vaya, la pandemia que anda por aqui y por alli, es similiar en todos los paises. Ha cambiado pues el modo de vida e incluso nuestra manera de pensar. Pero algo es cierto, es fuente de inspiracion. Lo que escribes servira de testimonio para generaciones futuras de que paso aqui.

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    1. No sé yo si cuando alguien lea esto dentro de unos años se lo va a creer porque es todo tan absurdo que hasta a mí me cuesta trabajo pensar que es cierto.
      Un saludo, Hugo.

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  2. Menudo diario testimonial estás dejando cual libro de bitácora, para navegantes de procelosos mares virulentos.
    Espero que esto pase cuanto antes, pues si no nos mata el puto virus nos mataran esos otros malos bichos que no saben llevar el timón del barco en el que navegamos por ese proceloso mar de angustias. Sobre todo con la Ayuso dando continuados golpes de timón y cambiando de rumbo cada dos por tres. menudo mareo niña.
    Besos

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    1. Este barco se va a pique sin remedio pues la tripulación no tiene ni pajolera idea de cómo se maneja ni con mar en calma ni, mucho menos, con una tormenta como la que tenemos encima. Creo que nos ha pillado esta borrasca con los peores capitanes de barco que se podían tener, son ineptos y han debido de sacarse el título en una tómbola. Así nos va.
      En fin, habrá que buscarse un buen salvavidas y perfeccionar nuestras dotes de natación porque naufragamos sí o sí. Qué triste.
      Un besote.

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  3. Ese matarán con un acento, por si acaso.

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  4. Tu diario está genial, como siempre. Está cargado de razón y verdad. Es todo un montón de cotradicciones y no hay quien se entienda porque todo es producto de una pésima gestión.
    Me ha encantado leerlo.
    Un besito, Kirke

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  5. Sigo leyendo tus entregas porque me parecen muy amenas y relajadas.
    Un beso matutino

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    1. Pues me temo que tienes entregas para leer por mucho tiempo porque a mí no me dan la libertad ni por casualidad, así que me toca escribir para desahogarme.
      Un besote.

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  6. Hola Paloma, para que no haya malos entendidos: me gusta tu diario, aunque me encantaría que más temprano que tarde te quedaras sin "guión" a seguir. Todo lo que cuentas es de un "realismo" y absurdo que asusta.
    Dentro de unos años si alguien lee tus diarios te catalogará como escritora de gran inventiva e imaginación, una maestra del absurdo.
    En cuanto a las cuentas,si no te cuadran a ti, toda una doctora, imagínate a los que vamos por la vida con el graduado escolar cogido por los pelos, no comprendemos ni entendemos nada de nada.
    Yo estoy pensando seguir el método y la doctrina de Isabel, dado los buenos resultados que a ella le están dando, es decir: fingirme la tonta ( a ella no le hace falta fingir es así de nacimiento) y hacer lo que me de la real gana, eso si siempre en beneficio propio y la de mis amiguitos, y al resto del mundo, que le vayan dando.
    Un beso.

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    1. Hola, Pura.
      Gracias por la aclaración que ando yo muy espesa estos días: entre la confusión de tanta cifra y el cabreo las neuronas no me funcionan muy bien.
      Creo que, en el hipotético caso de que alguien lea esto dentro de mucho tiempo, se pensarán que es un diario de ciencia ficción porque algunas cosas no hay quien se las crea, pero todo lo que cuento es real como la vida misma.
      Yo también voy a hacer como la presi, mirar al infinito e irme a vivir al país de Yupi para crearme un mundo paralelo donde todo está chupi lerendi.
      Por cierto, a ti también se te da fenomenal el sarcasmo y la ironía: "a ella no le hace falta fingir es así de nacimiento" está genial, qué bueno.
      Esto que pasa no lo entiende ni un premio Nobel porque no tiene ni pies ni cabeza.
      Un besote y a ver si se me acaban los motivos para escribir este diario interminable.

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  7. Veo que el humor se va adueñando de este diario de forma más explícita que hasta ahora. No sé cómo terminaremos todos. Imagino que se llegará a una situación como la de marzo. Motivos ya hay, pero la paralización de la economía presiona mucho. Parece mentira que en la disyuntiva entre salud y economía, no se tengan las cosas más claras, pero tampoco me extraña porque la economía se ha enseñoreado de todos los aspectos de la vida hasta llegar a ser tan importante como la salud. Lógico, por otra parte en un sistema capitalista.
    Un beso, guapa. A ver cuántos volúmenes del diario te da tiempo a escribir antes de que esto mejore notablemente.
    Un beso.

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    1. Esta manera de proteger a la economía a mí no me parece que sea tan efectiva porque, a la postre, los centros de ocio siguen quejándose de que tienen pérdidas, así que tampoco está funcionando. Quizás sería más efectivo cerrar dos semanas, descongestionar los hospitales algo y volver. Este sí pero no, estas medidas a medias, solo generan desconcierto, cabreo y nulos resultados, ni en la economía ni en la salud.
      Yo estoy muy desanimada ante tanta ineptitud, si me apuras, lo veo más negro ahora que en marzo porque no hemos aprendido nada.
      A lo tonto, a lo tonto, llevo más de un mes confinada, aunque sea por trozos (a veces puedo salir de mi barrio y a veces no). Es curioso porque acabo de oír a mi presidenta decir que los confinamientos perimetrales no sirven para nada, así que me pregunto por qué coño ha confinado a algunos barrios: las constantes contradicciones en las que incurre esta mujer son para tirarse de los pelos, de verdad.
      Un beso.

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  8. Una vez más se demuestra que, por mucho que las Matemáticas sean una ciencia exacta, los números pueden manipularse a voluntad, y lo que hoy suma 500, al cabo de unos minutos resulta ser 400, según quien haga el cálculo. Es como cuando dos adversarios poíticos se enzarzan en discutir la situación del paro: uno muestra una gráfíca que demuestra que ha bajado sustancialmente y el otro una que demuestra todo lo contrario. Todavía no hemos sabido separar la ciencia de la política, y así nos va.
    Está muy bien que vayas escribiendo este diario. Así tus nietos conocerán lo que pasó en el 2020 y lo que llegamos a sufrir. Será como el Diario que Ana Frank scribió durante su reclusión forzada, con la diferencia de que tu, por fortuna, acabarás mucho mejor que esa pobre niña.
    Un beso y una palmadita a la espalda.

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    1. Se está hablando mucho ahora de "ingeniería estadística" o "estadística creativa", lo estoy flipando porque, sin ningún tipo de rubor, se reconoce que los datos se cambian al antojo de quien los emite y busca una explicación que le conviene.
      Fíjate si las matemáticas cambian según quién las emplee que, por ejemplo, 400 es superior a 500 y a 700 según las autoridades sanitarias de Madrid. Se supone que han confinado las zonas que superan los 500 casos por 100.000 habitantes, pero mi barrio confinado tiene 400, en cambio lugares con una IA de más de 700 están libres de confinamiento. Yo no entiendo nada, pero nada de nada.
      No sé yo si también acabaré como Ana Frank porque si no me mata el virus, lo hará un infarto por tener que aguantar las estupideces que dice mi querida presidenta; cada vez que la oigo me sube la tensión arterial.
      Un besote, Josep Mª.

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