Pestañas

22 de octubre de 2020

Diario de un RE-confinamiento Parte IV


 Día 16 (5 de octubre)

Ayer fui a trabajar dispuesta a ser parada por algún control controlador ya que la universidad en la que doy clase está fuera del municipio de Madrid y tenía que salir del perímetro de los apestados. Curiosamente, ahora que toda la capital está confinada, no vi ni un coche patrulla, así que llegué a mi puesto de trabajo sin contratiempos.

Por la tarde me acerqué al centro de la ciudad y como no me salía de mi municipio me relajé. Hice mal. En plena plaza de Callao había un control. No sé muy bien qué hacía allí porque, que yo supiera, eso no es la frontera con otra área libre de virus; llegué a pensar que por culpa del Madrid Central de Carmena, esa zona sea ahora un municipio independiente.

El caso es que nos pararon a un señor bajito y a mí. Primero le pidieron la documentación al señor; resulta que era de Cuenca, aunque vivía en Madrid, pero no estaba empadronado y el policía le echó una bronca de padre y señor mío. Creí que se lo llevaban al calabozo, pero al final lo dejaron ir. Con la bronca que se llevó yo me puse muy nerviosa y, aunque he nacido en Madrid y siempre he vivido en la ciudad, miré bien mi DNI para comprobar qué domicilio ponía no fuera a ser que la cosa se pusiera tensa.

Antes de mirar mi documentación el señor agente me preguntó cuál era el motivo de mi presencia allí. Le iba a decir la verdad, que iba a una famosa librería de la Gran Vía a comprar un libro, pero me di cuenta de que eso podía ser sospechoso (lo de comprar un libro y, por tanto, leer), así que no quise arriesgar y preferí mentir. Como sé que algunos jueces consideran que fumar es un derecho fundamental, le dije: «Voy a comprar tabaco, que se me ha acabado». El policía ni miró el DNI, me deseó una buena tarde y pasé el control sin problema.

 

Día 19 (8 de octubre)

Isabel Díaz Ayuso dice que los datos de contagios están mejorando. Fernando Simón dice que no se fía de esos datos. Salvador Illa dice que no se están cuestionando los datos de Madrid. Ignacio Aguado dice que hay que tomar más medidas porque vamos mal. Ruíz Escudero dice lo que se ha hecho es suficiente porque vamos bien.

El ministro nos confina. Los jueces nos desconfinan. Antes del confinamiento total, mi barrio ya estaba confinado, y ahora no sé cuántos confinamientos me han quitado los jueces, si solo uno o los dos. En la tele dicen que no vale el último confinamiento porque se vulneran derechos fundamentales, pero que el primero sigue vigente porque ahí ya no hay vulneración, no me ha quedado claro si porque en esos barrios no tenemos los mismos derechos o simplemente que no tenemos derechos.

La Comunidad de Madrid dice que mañana dará nuevas órdenes, así que voy a aprovechar para marcharme hoy de mi barrio y de mi ciudad. Tengo que buscar un lugar donde no haya ni políticos ni jueces, creo que Marte estaría bien. No, mejor Júpiter, que está más lejos.

 

Día 20 (9 de octubre)

Al final nos han encasquetado un estado de alarma, precisamente lo que Ayuso quería evitar a toda costa, o eso dijo ella, porque yo creo que lo estaba pidiendo a gritos.

Dicen que, antes de tomar esta medida, el presidente de España no ha podido hablar con la presidenta de Madrid, que no le llamaba y que cuando lo hacía él no le cogía el teléfono, o algo así. También dicen que ha sido la vicepresidenta del gobierno central la que ha podido hablar con el viceprisidente autonómico, y que este le ha pasado el recado a su jefa. Mientras, el consejero de Sanidad ha ido a lo suyo y ha puesto más áreas sanitarias confinadas (es tenaz e insistente este hombre con lo de confinar por trozos, qué manía). Por lo visto, al final ha llamado nuestra presi para hablar con el presi de todos, pero este ya no se podía poner porque estaba reunido con los ministros redactando, esperemos que esta vez bien, la nueva ley o dictamen, o lo que sea, que establece el estado de alarma.

Ante tanto desencuentro telefónico, yo me pregunto: ¿esta gente no tiene whatsapp? ¿o messenger? ¿o instagram para mandarse un privado? Incluso, TikTok, lo mismo si se enviaran un par de vídeos bailando al son de “Échame a mí la culpa” de Albert Hammond se relajaban un poquito.

 

Día 23 (12 de octubre)

Me siento rara: hoy me he levantado nacionalista, y yo nunca he tenido esas tendencias, debe de ser porque hoy es el día de la fiesta nacional y algo flota en el ambiente. Esto es raro en mí porque siempre he pensado que creerse mejor por ser de un sitio determinado y encima llevar una bandera para jalearlo, era cosa de paletos. Tampoco es que yo me crea ciudadana del mundo, como dicen los antinacionalistas, porque yo mundo conozco más bien poco.

Pero hoy me siento muy de mi pueblo. Estoy exaltada, sobre todo desde que se nos ha encerrado, y como algunos llevamos dos semanas más de acumulación respecto a otros lugares de la ciudad, la cosa está enquistada. Tanto señalarnos como apestados hace piña entre los que nos hemos visto relegados a un gueto, a ese lugar excluyente, pero también exclusivo. Ahora comprendo a los judíos.

Desde hace varios días, he notado cierta complicidad entre mis vecinos, un sentimiento de identidad común. Además, ahora que toda la ciudad está confinada, nos seguimos sintiendo diferentes respecto a otros barrios a pesar de la supuesta homogeneidad que nos da el estado de alarma.

Cuando empezó todo esto, en otros sitios de la ciudad se nos miraba por encima del hombro (la Lomana nos insultó y todo) y ahora, que también les toca a ellos, van de coleguitas. Pues no, ahora ya no vale. Además, este nuevo sentimiento de identidad no puedo compartirlo con otras zonas de Madrid con las que no tengo nada que ver. Ni con virus ni sin él, el barrio de Salamanca y el mío nunca han estado hermanados a pesar de ser colindantes.

Mañana me iré a la asociación vecinal del barrio a proponer un proyecto nacionalista. Debemos tener una bandera, un himno y alguna chorrada más, digo, alguna cosa identificativa y cohesiva que nos convierta en un rebaño, digo, que nos identifique como pueblo. Como hoy es fiesta, nacional, aprovecharé el asueto y pensaré en un plan de acción. Algo se me ocurrirá. 

 

Día 24 (13 de octubre)

Desde el gobierno central dicen que la Comunidad de Madrid no está haciendo nada para combatir la epidemia. ¡Eso no es verdad! Fuentes fidedignas me han informado de que la presidenta acude todos los días a misa.

Yo también estoy rezando mucho.

 




22 comentarios:

  1. Hay que desahogarse, y decir lo que se piensa, aunque sea en letras. Di que si. La verdad es que es todo un sin vivir, pero es lo que hay. Besos, y cuidate.

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    1. La verdad es que este diario es una válvula de escape a tanta sinrazón como estamos viendo en esta pandemia, desde nuestros gobernantes y desde algunos ciudadanos que se toman esto a la ligera saltándose las normas.
      Gracias por esos ánimos. Cuídate tú también.
      Un beso.

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  2. La verdad es que analizado desde el absurdo se pone de manifiesto todo el absurdo de la situación. Hay cosas que según los jueces va contra los derechos de las personas, pero eso solo pasa si alguien lo ha denunciado porque si no, los jueces no se pronuncian y los derechos no importan. Yo creo que si se trata de preservar la salud, el resto de los derechos deben quedar un poco postergados. Ya sé que tengo derecho a ir a donde me dé la gana y reunirme con cuanta gente se me antoje, pero si con ello pongo en riesgo mi salud y la de los demás. Yo creo que lo que no se debe hacer es recurrir medidas que son razonables y no obligar a pronunciarse a los jueces que lo tienen que hacer con la ley en la mano (presupongo jueces imparciales que juzguen según la ley porque si juzgan según sus simpatías políticas, creo que me exilio del mundo).
    Un beso.

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    1. Yo también creo que por encima de nuestros derechos está el sentido común, y además esas restricciones son por un corto periodo de tiempo, no son perpetuas, Más bien veo en estas "denuncias" ganas de tocar las narices y evitar que algo funcione, más o menos.
      De la actitud de los jueces yo también espero lo mismo que tú, pero viendo que sus resoluciones no son iguales en todas partes (en unas comunidades autónomas tumban lo que en otras se acepta) ya no sé qué pensar, si son las leyes que están mal "redactadas" y dan lugar a confusión o son los que dejan que sus ideas influyan.
      A este respecto tengo grabada una frase que le dijo el abogado de un sindicato a mi abogada cuando toda la plantilla de la clínica donde yo trabajaba fue despedida por cierre, y cuando estábamos a punto de entrar en la sala. La frase fue: Hemos tenido suerte con el juez que nos ha tocado. A lo que yo me dije: ¿es que hay que tener suerte en un juicio? Creía que la justicia no dependía de esas cosas, pero no sé...
      En fin, a ver cómo acaba esto y de qué manera.
      Un besote.

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  3. Y siguen "despropositodeando" ¡Ya! ya se que esta palabra no existe; pero cada uno parece ir por libre, así que yo también.
    Yo me iría a vivir a un lugar donde no hubiera ni jueces, ni polis ni políticos, ni ejercito, ni ideologías ni religiones fanáticas, ni extremismos; pero sobre todo imbéciles pincha uvas, abrazafarolas, perros flautas y todo ese etc de variada fauna en la que de vez en cuando deberíamos incluirnos todos por mojigatos y conformistas.
    Besos.

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    1. Vaya, Javier, tú sí que sabes utilizar el vocabulario con palabras bonitas y con sentido, no como las que a raíz de esta pandemia están saliendo, que si cogobernanza, que si desescalada y otros "palabros" más.
      Intenté irme a Júpiter pero no conseguí averiguar desde dónde salían los cohetes o lo que quiera que haga falta para ir hasta allí, y luego ya me pilló el confinamiento y no pude escaparme.
      Un besote.

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  4. ¡Vaya! Ahora en la cuarta entrega de tu diario del reconfinamiento, te has pasado a la crónica diaria y realista o acaso al teatro del absurdo, no se como catalogarlo. No soy quien para decir como tienes que escribir,ni a ti ni a nadie. Pero me voy atrever a decir que me gustaba a la vez que me divertía más, cuando exagerabas y o "inventabas" en este tu diario. Este realismo en el que has caído no me hace mucha gracia. En cualquier caso tal como están las cosas y siguiendo la vena "pía" ¡ que Dios nos coja confesados". Un abrazo Paloma.

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    1. Ay, Pura, es tal el grado de crispación en el que me encuentro por tanto incompetente, que a veces se me marcha el sentido del humor y me pongo muy ácida, o muy crítica o no sé cómo llamarlo y tengo que liberar la mala baba que esta situación me genera.
      Lamento mucho que esta entrega no te haya gustado.
      Un besote.

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    2. Me ha gustado, jolin, era pura ironia.

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    3. Jobar, pues no lo había pillado, ja, ja, ja. Ya te digo yo que ando tan cabreada que hasta se me están nublando los sentidos. Un besote.

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  5. Esto es un diálogo de besugos. Estas situaciones absurdas me recuerdan a las películas de los hermanos Marx.
    El caso es que los barrios están confinados, quién los desconfinará, el deconfinador que los desconfine, buen desconfinador será. Con esto, todo está dicho. Ahora a esperar los resultados.
    Un beso.

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    1. Y en este diálogo de besugos, en medio, los pringaos que estamos pagando los platos rotos de tanto inepto tomando decisiones que les vienen grandes.
      No sé quién va a desconfinar los barrios, la Ayuso desde luego no. Hoy, como ya se acaba el estado de alarma ha vuelto a su erre que erre, a confinar por zonas. Si el confinamiento total del municipio de Madrid de poco ha servido a los hospitales madrileños (los que se beneficiaron fueron los municipios a los que se podían ir los que tienen segundas residencias,), al menos era más justo, pero ahora, volvemos a la segregación y será igualmente ineficaz, por mucho que canten las cifras que están maquilladas según la ocasión, cuando no son directamente falsas.
      Esto es una mierda, Josep Mª, porque el virus sigue campando a sus anchas y las UCIs están copadas, signo más que evidente de que esto que hacen no sirve para NADA. Lo siento por la economía (por cierta economía, supongo la que le vota a esta señora, de ahí su empeño), pero mientras el ocio y los lugares de reunión sigan abiertos, esto no se va a controlar. Limitar la movilidad "a medias" es una estupidez.
      Yo ya no espero ningún resultado porque lo que nos dicen, de un lado y de otro, está manipulado. Tan solo me fío de las informaciones que me llegan de gente que conozco y que trabaja a pie de cama en los hospitales, y lo que me cuentan no es nada alentador.
      Besos.

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  6. Me temo que esto del absurdo ha entrado en una espiral o reacción en cadena, no sé cómo llamarlo y nos encaminamos a lo de marzo. Da casi miedo pensar en pasado mañana. Al menos nos queda la ironía, que sabes dosificar tan bien en este diario.
    Ánimo.

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    1. A mí, después de lo que ha decretado hoy la comunidad de Madrid, ya ni la ironía me queda, Gerardo. Con el fin del estado de alarma, volvemos al confinamiento por barrios, o por áreas de salud. Lo peor, es que por ahora, todo lo que están haciendo, unos y otros, no sirve para absolutamente nada. Toman medidas poco estrictas, como a medias, y eso no lleva a ningún lado. A mí ya me da miedo pensar en hoy mismo, estamos colapsados y no solo los hospitales, también están en estado de sock las mentes pensantes que tienen que sacarnos de esta porque lo que dicen y hacen no funciona por mucho que nos intenten convencer de lo contrario.
      ¡Qué asco!
      Gracias por esos ánimos que me hacen mucha falta.
      Un abrazo.

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  7. ¡Hola, Paloma! El humor siempre es algo desestresante y desde luego que me has sacado varias risas. Aunque ello no me haga olvidar la ineptitud casi criminal de nuestros políticos y gobiernos. Y me dan igual las iniciales, todos son unos incompetentes. Tampoco sé de qué nos sorprendemos. Eran unos inútiles antes de la pandemia, así que poco podíamos esperar de su gestión. Además, desde mayo, el coronavirus ha pasado a ser para ellos una munición más de sus disputas de poder. Vergonzoso.
    En junio, solo tenían que tomar tres medidas, las únicas que me parecían y me parecen efectivas. Reforzar el sistema sanitario, blindar la entrada del virus en residencias, centros sociosanitarios y hospitales y, por último, controlar de manera estricta las fronteras. En lugar de ello se dedicaron a tomar medidas inútiles a mi modo de ver y más centradas en pasar la responsabilidad al ciudadano que en dar respuesta a la pandemia.
    Desde junio se han buscado cada cierta semana sus cabezas de turco, bares, los que no se ponen la mascarilla al aire libre, los botellones, los centros turísticos, los fumadores, los adolescentes... Es de precisión matemática, con el apoyo, por supuesto, de los medios de información, que para eso recibieron sus quince millones de euros en abril.
    En mi ignorancia, repito, pienso que pretender evitar la propagación de este virus es como ponerle puertas al campo. Como pretender evitar la gripe o el resfriado común. Es imposible. Medidas como las mascarillas en la calle me parecen absurdas y hasta cierto punto contraproducentes, visto que comenzó a obligarse a ellas en la primera semana de julio y ya vemos su eficacia. Creo que han provocado más autocontagios por su mal uso que otra cosa, aunque es una buena medida de control social y de parecer que se hace algo.
    En fin, mi sensación ahora mismo es esa. Nos están metiendo en una espiral de medidas sin tampoco demasiada base estadística. ¿Algún informe que analice la presencia del coronavirus en el aire de nuestras calles? ¿Algún estudio de la presencia del mismo en los bares y restaurantes? Nada, como mucho informes americanos de vete a saber qué universidad y en la mayoría de casos con datos muy pobres. El último que me ha llamado la atención es el que dice que para contagiarse en un avión se precisa estar en contacto con el contagiado ¡53 horas! Y aquí a llevar mascarilla por si te cruzas con alguien durante medio segundo.
    Y otro día te comento mi experiencia con los PCR... ¡Un fuerte abrazo!

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    1. Hola, David.
      Súper interesante todo lo comentas. A ver si consigo responder a la mayoría de los temas que tocas y que tienen su enjundia.
      Que en marzo pillaran a todos los dirigentes en bragas (y perdón por la expresión) es hasta cierto punto normal, pero que ahora estén cometiendo los mismos errores es una vergüenza que no se puede tolerar. Acudir a la responsabilidad ciudadana para tapar su ineptitud es algo que a mí me subleva. Nuestros dirigentes (del signo que sea porque ninguno da la talla) hacen las cosas mal y ahora resulta que es porque la gente no respeta las normas (que es es cierto pero que no es lo único). A mí me dan ganas de ser "responsable" y tirar una bomba en el Congreso de los Diputados y en la Asamblea de Madrid para quitarnos de encima a tanto imbécil como nos está gobernando.
      El tema de las mascarillas en la calle es controvertido, creo que la obligatoriedad de llevarlas en todo momento es una forma de asegurarse de que se ponen cuando realmente hace falta, cuando estás muy cerca de alguien (hay lugares donde el tránsito de personas es muy denso) y, por supuesto, en los espacios cerrados, pero también en la calle cuando uno está quieto, y aquí me refiero a que por mucho que estés al aire libre si toses o exhalas encima de una superficie que es inmediatamente tocada por otro, hay un alto riesgo de contagio.
      El tema de los aerosoles o del contagio por el aire también está generando mucha controversia entre los científicos. Hasta donde yo sé, Science y Lancet han publicado informaciones preocupantes, no estoy al tanto de qué radio de incidencia tienen los estudios, pero parece que hay evidencia de que sí que se contagia por aire, algo que explicaría la expansión del virus en lugares cerrados donde, incluso con mascarilla, habría un alto riesgo de contagio y aquí la única solución sería una ventilación adecuada o sistemas de renovación aérea. A esta última parte de las "investigaciones" yo les estoy dando mucha credibilidad (es algo personal mío, lo reconozco) porque, como ya he comentado, explicaría el porqué estamos como estamos. De momento yo, en clase, tengo las ventanas abiertas de par en par y la puerta también para que haya corriente.
      Desde luego hay mucha información contradictoria, algo que hasta cierto punto es normal en el inicio de algo nuevo como es este virus, pero si a esto le añadimos la intervención interesada de los medios de comunicación que cuentan lo que quieren y como quieren, el desconcierto es aún mayor.
      Yo también pienso que no se puede evitar la propagación del virus, pero sí evitar que se colapsen los hospitales, lo que ahora mismo es el objetivo de todos, o debería. Y para evitar ese colapso hay que aminorar los contagios, reducirlos lo más que se pueda porque es un hecho evidente que esta pandemia está matando a gente, y no solo de coronavirus sino de otras enfermedades que no se tratan de manera eficaz.
      Hace unos días asistí a la webinar de varios virólogos del CSIC y aprendí algo que ya sospechaba: la única manera de frenar esto es con una vacuna, aunque sea regular, que serán las que salgan primero, pero si queremos alcanzar ese deseada inmunidad colectiva, el único medio es la vacunación, de manera espontánea es imposible antes de veinte o treinta años, algo que no nos podemos permitir. Esto, de todas formas, será algo que trataré en el blog de Demencia: la concienciación colectiva y la vacunación.
      Me dejas intrigada con tu experiencia con las PCR, porque yo también tengo algunas anécdotas al respecto y bastante evidencia de que se hacen la mayoría de las veces cuando no es necesario o cuando no tiene sentido, que ese es otro disparate más de todo lo que está pasando.
      En fin, que esto es un no acabar y que tenemos un problemón en todos los sentidos.
      Un abrazo.

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  8. Que todo es un despropósito es evidente, pero que es un despropósito con resultado de muerte, también. Si todo se quedase en que unos dicen Diego donde yo dije digo estaría bien, pero estos irresponsables que con increíble cara se llaman a si mismos 'Presidentes' de todo tipo (de España, de Madrid, de Galicia...) cuando sólo lo son de los Gobiernos respectivos de esos territorios, se comportan como si los muertos no existiesen, como si el dolor que ocasionan su inepcia y sus peleas no estuviese diezmando la credibilidad de la población en ellos. Sólo quieren estar en el machito respectivo y les importa un pimiento lo demás.
    Estoy muy cabreado, Paloma. Pero al menos leyendo este Diario de un Re-confinamiento consigo echar unas risas y eso, amiga mía, no tiene precio.
    Un beso

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    1. Yo también estoy muy cabreada precisamente por lo que tú dices, porque este desatino tiene al final consecuencias mortales.
      Hacía tiempo que los políticos no me ponían de tanta mala hostia, y mira que los hemos tenidos súper malos, pero ahora es aún peor, por increíble que pueda parecer.
      Ahora no es cuestión de si se hacen aeropuertos que no tienen aviones (que está mal), o de que se lleven dinero de los contribuyentes para sus chanchullos (que está mal), o de que rescaten a la banca con dinero público mientras los curritos van al paro (que está muy mal), ahora la ineptitud de esta gentuza hace que los hospitales se colapsen y que mucha gente muera por no tener la atención necesaria. Esto es inadmisible desde cualquier punto de vista y ahí viene la crispación general.
      Te confieso que llevo varias semanas muy alterada con este tema, mi marido me lo ha hecho notar, pero es que oigo a mis amigos que están trabajando en hospitales y en farmacias... y me pongo de los nervios. Por ellos me informo de la situación real, ya que lo que cuentan los medios y los políticos, no es más que información interesada que deja mucho que desear en cuanto a rigor. Lo que me dicen mis amistades es para poner los pelos de punta, y cuando veo que los dirigentes no hacen nada, me dan ganas de matarlos, así de claro. Es desesperante sentir tanta impotencia.
      Este diario a ti te saca unas risas y me alegra muchísimo saberlo, de verdad, porque a mí me está suponiendo también de mucha ayuda escribirlo, es una válvula de escape a tanta indignación y mala leche como ahora mismo siento.
      Un besote, amigo.

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  9. Felicitaciones por el blog y gracias por las risas! ¡Muy bueno! Aquí en argentina tampoco está maravillosa la cosa. Maravilloso diario de confinamiento ( si quieres sentirte mejor, nosotros vamos por el día 232). Ah, si tienes ganas, tengo un humilde blog que empecé en cuarentena: escritosenchancletas.blogspot.com. ¡ besote, fuerza y gracias!

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    1. Bueno, yo voy por el día treinta y tantos de este segundo confinamiento, pero previamente sufrí, junto a toda España porque el primer confinamiento afectó a todo el país, casi cien días, así que no llego a lo que estáis pasando los argentinos, pero en mi barrio vamos por el mismo camino.
      Gracias por la invitación, me pasaré por ese blog a ver qué se te ha ocurrido escribir en cuarentena.
      Un saludo.

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  10. La verdad eres un soplo de aire fresco ante tanto desastre, y se agradece muchísimo, de verdad y por lo menos lo que también me alegra mucho es que por lo menos tengas un medio por donde desahogarte y echarle humor, al menos eso es un consuelo.
    Y si te pones a pensarlo tu y yo estamos acompañadas por tu marido y tu hija y yo por mi marido pero imagínate la gente que esta absolutamente sola, como Chari, que ya la pobre le habla a la tele, que lleva desde febrero sin hacer vida normal y es que se empieza deprimir, o sea que dentro de todo lo malo de todo esto, tu y yo tenemos gente a nuestro lado.
    Y con respecto a la gestión, mejor no hablo porque me tienen contenta los unos y los otros. De verdad como le decía a mi marido este año no vamos a tener una Navidad normal, Jorge lo mas probable es que no pueda ni venir, madre mía que navidades me esperan, pero independientemente de eso, este año voy a decorar la casa mas que nunca y voy a planificar un buen menú para esos días, la fiesta de fin de año, aunque sea la música a todo trapo pero no pienso parar de bailar aunque sea en casa, y las uvas me las tomo y mando este año a Júpiter o Marte pero que se vaya ya.
    Un besote y mucho mucho ánimo.

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    1. Qué razón tienes cuando dices que nosotras, al fin y al cabo, tenemos gente a nuestro lado en nuestra propia casa, pero quienes viven solos, esta situación debe de ser desesperante y muy triste. No me lo puedo ni imaginar.
      Desde luego estas navidades van a ser muy diferentes a otras, y tendremos que apechugar con lo que hay. Mejor sacrificarnos estos meses que no arrastrar el problema varios años porque el efecto de las vacunas (el único remedio que puede frenar realmente esto) no se verá hasta dentro de muchos meses.
      En fin, a aguantar y esperar que podamos soportarlo todo.
      Un besote y gracias por esos ánimos porque aquí, en Madrid, la borrica de la presidenta hace aún más duro todo esto.

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