Hace unos meses leí “El caso de la mano perdida”, una novela entretenida que tenía como protagonista a un peculiar sargento de la Guardia Civil: Carmelo Domínguez. Este sargento se caracteriza por utilizar métodos muy poco convencionales a la hora de resolver asesinatos.
En esta segunda entrega el sargento, y todo su equipo de guardias que el cuartel de la benemérita tiene en Santa Honorata, ha de saber quien, en días diferentes, ha colgado de un alcornoque en las afueras del pueblo, al cura, al director de la escuela y al alcalde.
Carmelo no tiene prisa, ni demasiado interés, en averiguar la autoría de estos hechos. A pesar de las presiones de los poderes fácticos del pueblo: el cacique y un adinerado vecino que ganó su fortuna gracias al estraperlo. La desidia del sargento, en este caso, no es debida a su pereza habitual en el trabajo. En esta ocasión se debe a que lo que aparece colgado del alcornoque no son cadáveres, sino muñecos que representan a los personajes citados.
De todas formas, los afectados quieren saber qué elementos subversivos están detrás de este desafío a la autoridad, pues así ven lo que parece una broma sin mayores consecuencias.
Cuando Carmelo realmente se pone a investigar es cuando empiezan a aparecer muertos de verdad. Es entonces cuando la perspicacia de tan singular detective resalta para aclarar los asesinatos.
Esta segunda novela me ha resultado igual de entretenida que la primera, pero me he vuelto a encontrar las mismas pegas: diálogos poco creíbles, dando un nivel de educación al hablar poco acorde con el estatus social de los personajes o con su edad (hay un niño de once años que parece que tiene veinte cuando habla). El tono empleado con algunos personajes era completamente inadecuado.
La descripción del ambiente de una casa cuartel es igual de buena que en la primera novela, también el ambiente sórdido y deprimente de los años de postguerra. Más de lo mismo, pero como es bueno no importa la repetición.
Sin embargo, en este segundo libro la perspicacia que caracteriza al sargento para resolver enigmas se sale de madre y llega a resultar casi fantástica. Aunque en esta novela, y en la anterior, hay cierto halo ‘paranormal’ (muy tenue), la forma de “deducir” un dato clave en la resolución del caso me pareció exagerada y un punto discordante en la historia. Dado que afecta al desenlace de la novela —sin ese dato no se podría cerrar el caso— esa nota discordante me pareció un error grave.
De todas formas la novela se lee bien, tiene un ritmo ágil y el personaje sigue siendo tan entrañable como me lo pareció cuando leí su primera aventura. Seguiré leyendo más casos de este singular sargento si el autor tiene a bien crear nuevas andanzas para él.
Ya me llamó la atención aquella primera reseña. De tus palabras deduzco un tono distendido y agradable que hace que se lea en un suspiro. En cuanto a la deducción del detective, ¡puff! ¡qué te voy a contar! Ando escribiendo mi primera novela, de género negro, y no te puedes imaginar los quebraderos de cabeza que supone que las pistas se produzcan de manera lógica. Al margen de otros pequeños detalles que siempre se te pasan y que te hacen borrar un buen número de páginas. Un abrazo!!
ResponderEliminarAunque no sea una fanática del género negro reconozco que es un género difícil. Mantener la atención del lector con un enigma (léase asesinato, robo, etc.) desde el inicio es complicado, pero lo es mucho más la resolución de ese enigma. Si se crean demasiadas expectativas cabe la posibilidad de que el final sea decepcionante. En otras ocasiones, como fue este caso, se forzó una situación para resolver un asesinato y así explicar lo que no tenía explicación.
EliminarPor eso admiro tanto a quienes escriben buenas novelas policíacas, porque es muy difícil. Espero que la que te traes entre manos pronto vea la luz y podamos disfrutarla (si te dejamos los blogueros que tanto tiempo te robamos con nuestras publicaciones).
Un abrazo, David.
Hola,Paloma.
ResponderEliminarEs una pena que su lectura haya sido más de los mismo y no veo que te haya entusiasmado en exceso, por eso la voy a dejar pasar. Besos
El autor ha apostado sobre seguro y ha variado muy poquito la dinámica respecto a la primera novela. A mí eso no me importó demasiado porque son casos independientes y la lectura es muy ágil. Me molestó más esa situación forzada para averiguar quién era el asesino.
EliminarUn besote, guapa.
Pues no se hable más, no voy a leerla, jajaja.
ResponderEliminarHablando en serio, ya he comentado en más de una ocasión que el empleo de diálogos artificiosos e inadecuados para quien o quienes los protagonizan me parece una falta imperdonable que le quita toda credibilidad y, por supuesto, naturalidad a una parte importante de la historia. Un niño tiene que hablar como un niño, del mismo modo que un analfabeto no puede usar expresiones cultas. No entiendo como los autores que caen en esta incorrección no son conscientes de ello.
Un libro menos en la larga lista de lecturas pendientes, jeje.
Muchas gracias por esta reseña tan ilustrativa.
Un abrazo.
De todos los elementos que tiene una novela creo que los diálogos son los que mejor nos presentan a los personajes. Lo que dicen estos y cómo lo dicen nos dan una visión de los mismos. Si esos diálogos no cuadran con quien habla viene el desconcierto y la falta de credibilidad.
EliminarSi uno obvia esto (que para mí es mucho obviar) y pasa por alto cómo se resuelve el caso, la novela está bastante bien ;)
Gracias a ti, Josep Mª, por pasar por aquí a comentar.
Un beso.
No he leído esta segunda entrega de la serie y la verdad es que me apetece, pero con todo lo que tengo pendiente y vistos los fallos que le achacas, me lo tomaré con calma y tal vez la deje pasar... aunque esa casa cuartel y esos años cincuenta...
ResponderEliminarUn beso.
Tú, Rosa, que has leído el primer caso de este sargento tan peculiar, ya sabes que la lectura es ágil y se lee bien. Esta novela no es demasiado extensa y para pasar un ratillo no está mal, pero si tienes otras lecturas más atractivas es lógico que la dejes para otra ocasión.
EliminarUn beso.
Hola Paloma, observo que has sabido ver en la novela algo que comentabas en una entrada anterior en relación al modo inadecuado en el que hablan algunos personajes. Son detalles bastante técnicos y que dicen bastante de ti en la observancia crítica con la que te enfrentas a una novela, sobre todo luego a la hora de reseñarla. Respecto al título de la novela, abría que abrir un capitulo aparte en la elección de algunos de ellos. Y es que El alcornoque de los muertos, aunque llamativo, da incluso hasta repelús a la hora de enfrentarse a su portada. En definitiva, gracias por la buena reseña que probablemente me parezca más interesante en lo personal que el propio libro. Ya nos contarás si hay tercera entrega. Un gran abrazo.
ResponderEliminarLa portada es algo siniestra, sí, pero creo que muy acorde a la época en que se desarrolla la acción. Son los años de la post-guerra y se respira cierto tono de tristeza en toda la narración. A mí no me gusta la imagen pero me parece acertada.
EliminarNo obstante, sé de otros lectores que fueron atraídos precisamente por la portada (la del primer libro era aún más llamativa).
A pesar de los fallos que reseño, como el estilo narrativo es bastante fluido creo que leeré la tercera entrega si se da el caso. El sargento Domínguez es entrañable y saber más cosas de él creo que me gustará. Ya veremos.
Muchas gracias, Miguel, por tu visita y tus palabras.
Un besote grande.
Qué capacidad tienes de fijarte en todo el libro y descubrir que un niño no habla como un niño. No se te escapa ningún fallo. Yo leo, y a veces me da la sensación que no me entero lo que leo. Un abrazo.
ResponderEliminarComo le comentaba a Josep Mª, los diálogos muestran cómo son los personajes, si están mal hechos la historia chirría y uno no se puede imaginar bien la escena descrita. Ahora que a mí me toca escribir también, me doy cuenta que hay que ponerse en la piel del personaje para que sea él quien hable y no el escritor.
EliminarSi no te enteras de lo que lees lo más seguro es que la culpa no sea tuya, sino de quien ha escrito eso, que no se ha sabido explicar bien. Espero que de esta reseña sí te hayas enterado, ja, ja, ja.
Un beso, Mamen.
A mi también me pasa que si los diálogos creo que no coinciden me acaban sacando un poco de la historia y tengo como a un pepito grillo que va diciendo esto no va y acabo no disfrutando todo lo que la novela podría dar.
ResponderEliminarYa veré cuándo la leo porque tengo tal lista que de momento ya me va bien no ponerme más lecturas pendientes.
Besos
Esta novela se lee bien porque es ligera, pero es verdad que esos diálogos poco creíbles lastran la historia.
EliminarPuedes dejarla para más adelante sin ningún problema.
Un besote.
Me ha gustado, como siempre, tu análisis de la forma y del contenido en pocas palabras.
ResponderEliminarVa ser que lo dejaré pasar después de todo lo que has contado, aunque sí da la sensación de que entretiene.
¡Bien! Uno menos para la lista.
Un beso, Paloma
Como ya he comentado es un lectura entretenida pero nada del otro mundo. Como es muy corta tampoco lleva demasiado tiempo leerla.
EliminarUn beso, compañera.
hola Kirke! vemos que casi compartimos la lectura sin saberlo, lo que cuentas y demuestras de los diálogo, a nosotras algo nos sonaba a raro pero no supimos a que atribuirlo, tu eres mas técnica y valoramos mucho tu comentario, en fin, nos resulta una historia distinta con un paisaje que nos atrae, esos pueblecitos donde nada parece que sucede hasta que si lo hace, y el conocer a este personaje del que debemos leer mas!gracias por compartirla, y por visitarnos, saludosbuhos.
ResponderEliminarPara mi gusto, esa descripción tan buena de los paisajes de Sierra Morena, con ese pueblo tan típico, Santa Honorata, es mucho mejor en el primer libro del sargento: El caso de la mano perdida.
EliminarUn saludo.
veremos de leerla también! saludosbuhos
ResponderEliminarNo he leído todavía el primero porque no habido manera de encontrarlo en edición digital y esta segunda me da que tampoco va a haber manera, de modo que al final me tocara comprarla, porque aún teniendo esos fallos de dialogo, que no acierto a entender como el escritor los comete, ya que alguien como tú se puede dar cuenta, pues quitan algo de atracción a la novela y una novela para ser buena tienen que ser buenos hasta los diálogos, aún así, como es entretenida y a mi la novela negra y policíaca me gusta mucho pues haré por leerme las dos, en poder conseguirlas.
ResponderEliminarBesos.
Es una lectura ágil y entretenida, si uno no busca complicaciones y no mira con detenimiento los fallos, puede pasar.
EliminarEspero que te gusten, si consigues los libros.
Un beso grande.