Colegio Mayor de San Ildefonso |
Hoy es Santo Tomás de Aquino, el patrón de la Universidad (y de sus profesores y estudiantes), así que hoy quiero hablar de mi universidad. O mejor dicho, de la universidad donde yo estudié, la de Alcalá de Henares.
Esta universidad fue el sueño de un hombre que amaba la sabiduría y amaba la ciudad de Alcalá de Henares. Ese hombre era el cardenal Cisneros. Francisco Jiménez de Cisneros nació en la localidad madrileña de Torrelaguna, en 1436, pero se trasladó a Alcalá para estudiar teología en el Estudio General que allí había. Ya cardenal, se empleó en conseguir permisos y bulas pontificias para convertir el modesto Estudio General en una universidad en toda regla.
Estatua del Cardenal Cisneros frente a la fachada del Colegio Mayor de San Ildefonso |
También compró terrenos por la ciudad con la idea de edificar distintos centros donde impartir clase, y así conformó el primer campus universitario del mundo. Al principio no había facultades como las entendemos ahora, eran colegios dirigidos por diferentes órdenes religiosas. Porque en el siglo XV la Teología era el eje central de los estudios superiores, como disciplinas ‘secundarias’ se encontraban el Derecho (canónico, claro), la Filosofía, la Medicina, la Gramática y la Retórica.
Además, quería construir edificios que albergaran la enseñanza de todas estas disciplinas pero su edificación requería buenos dineros y también mucho tiempo. Cisneros era ambicioso pero también práctico, ya tenía unos años y cabía la posibilidad de que no pudiera ver con sus propios ojos su sueño.
La piedra, material idóneo para construir con calidad, había que ir a buscarla a la sierra del norte de Madrid pues en las cercanías de Alcalá de Henares ese material no existe, y eso conllevaba un gasto y un trabajo adicional. Por esto las obras del Colegio Mayor de San Ildefonso (núcleo central de la universidad) se iniciaron con materiales baratos y fáciles de manejar como la arcilla y el adobe. El rey Fernando el Católico le cuestionó esta medida pues sabía que un edificio con esas características iba a durar más bien poco, a lo que el cardenal le contestó:
“Estas paredes de tierra algún día serán de mármol”
Y así fue, en remodelaciones posteriores este colegio mayor, y referente de toda la universidad, sería adornado con una fachada majestuosa -cargada de simbolismos- y más acorde con la importancia del edificio. Cuando, en el siglo XVII, se reconstruyó el patio mayor 'Tomás de Villanueva' (uno de los primeros alumnos de la universidad y además santo) en la parte superior se grabaron las palabras “Et luteam olim celebra marmoream” (antes en barro, ahora en piedra) en clara alusión a aquella conversación entre el cardenal y el rey católico.
Patio mayor Tomás de Villanueva |
La agrupación del Colegio Mayor de San Ildefonso y otros cinco colegios menores conformó la Complutensis Universitas, la Universidad Complutense. Este nombre proviene del topónimo que los romanos, allá por el siglo III, le dieron a la ciudad de Alcalá: Complutum.
Escudo de la Universidad de Alcalá: los dos cisnes hacen alusión al apellido del fundador, Cisneros; el sombrero y las borlas hacen referencia al cargo eclesiástico. |
Fue tal la implicación de Cisneros en su afán de modernizar una sociedad a través de la cultura, que el principal templo de la ciudad, la Magistral (en realidad se llama Santa e Insigne Catedral-Magistral de los Santos Justo y Pastor, pero los alcalaínos abrevian con un solo nombre), tenía una peculiaridad: su cabildo estaba formado por clérigos con estudios universitarios, convirtiéndose así en una diócesis muy bien preparada y nada habitual.
En los siglos XVI y XVII, esta universidad alcanzó renombre y prestigio por toda Europa siendo el lugar preferido para estudiar teología por parte de muchos flamencos e irlandeses, llegando estos últimos a tener su propio colegio. El éxito europeo de esta universidad radicó no solo en la excelencia de sus profesores (Antonio de Nebrija dio clases allí), también en un hecho novedoso: las clases se impartían en latín (el inglés de aquella época) por lo que alumnos de diferentes países podían asistir sin problemas.
Del suelo patrio fueron célebres personajes a estudiar allí. Lope de Vega, Mateo Alemán, Ignacio de Loyola, Quevedo, Calderón de la Barca y Jovellanos son algunos de sus alumnos ilustres. Curiosamente, el hijo más famoso de la ciudad, Miguel de Cervantes, no pisó las aulas de la universidad.
Pero los tiempos cambiaron y el aprendizaje de la teología quedó relegado en pos de otras doctrinas más acordes con una nueva era de ciencia. Fue entonces cuando empezó la decadencia de esta universidad. En 1836 se traslada su sede a Madrid, pasándose a llamar Universidad Central. Los edificios de Alcalá se malvendieron a particulares que los emplearon con usos de lo más variopinto. Uno de los propietarios quiso establecer un criadero de gusanos en el Colegio Mayor de San Ildefonso, afortunadamente no lo logró, pero un posterior dueño se llevó de la ciudad gran cantidad de obras de arte e incluso destruyó parte de la fachada. Un grupo de vecinos, indignados por el destino de edificios tan ilustres, se unieron para formar la 'Sociedad de Condueños de los Edificios que fueron Universidad' de manera que, al día de hoy, son propietarios de muchos de esos inmuebles que ahora están arrendados a la actual universidad.
Por tanto, en el siglo XIX la Universidad Complutense desaparece de Alcalá. Esta desaparición se convierte en definitiva cuando se trasladan todos los fondos de la biblioteca a la sede de Madrid. Para rematar la faena, en 1970 la Universidad Central pasa a llamarse Universidad Complutense de Madrid (UCM), con lo que a la de Alcalá le arrebatan también el nombre.
En 1975, la UCM se encuentra saturada y decide descongestionar la sede madrileña poniendo más facultades en Alcalá de Henares. La unión de estas facultades “supletorias” formó la llamada nueva Universidad de Madrid con sede en Alcalá de Henares. Entre las facultades congestionadas se encontraba la de Farmacia y una servidora, allá por el año 1980 quiso estudiar esa carrera. En aquel entonces aún no existía el distrito único universitario por lo que en Madrid había zonas adscritas a diferentes universidades. Yo pertenecía a la Universidad Autónoma, pero en esta no hay facultad de Farmacia por lo que me mandaron derechita a la supletoria de Alcalá. Lo que en principio me pareció un destierro –Alcalá se encuentra a más de treinta kilómetros de Madrid– se convirtió en el lugar entrañable donde pasaría una de las etapas más fascinantes y más bonitas de mi vida.
En 1981 pasa a llamarse Universidad de Alcalá de Henares, ya con entidad propia y no dependiente de la de Madrid. Desde 1996 tan solo se llama Universidad de Alcalá (aunque mantiene el acrónimo UAH para no confundirse con la Universidad de Alicante). A pesar de que el rectorado de la UCM se opone, los alcalaínos no pierden la esperanza de recuperar, algún día, su gentilicio “Complutense”.
Paraninfo (en esta sala se entregan los premios Cervantes) |
Esta es, a grandes rasgos, la historia de mi universidad. Pero yo tengo otra historia más cercana, más entrañable: la que se encierra tras los muros de sus aulas, la del ambiente estudiantil de su campus. Pero esa la contaré otro día.
Hoy, como es Santo Tomás de Aquino, celebremos a nuestro patrón y alegrémonos pues (gaudeamus igitur).
Qué entrañable homenaje a tu Universidad. Desconocía todos los datos que aportas. Vergüenza me da mi ignorancia, pero me alegro mucho de que hayas venido a sacarme de ella de manera tan didáctica y amena.
ResponderEliminarMañana no tengo clase porque aquí se celebra, coincidiendo con Santo Tomás de Aquino, el día del docente.
Un beso.
Salvo las universidades de nuevo cuño que salieron hace pocos años, todas las españolas tienen su historia y su encanto.
EliminarAlguna de las cosas que cuento me enteré hace bien poco, las cosas como son. Pero más vale tarde que nunca.
Mañana también es día no lectivo en la universidad. Feliz día del docente, Rosa.
Un beso.
¡Qué interesante me ha resultado esta entrada! Además de lo bien narrada y documentada, me ha resuelto una duda que siempre había tenido: la verdadera identidad de lo que se conoce como Universidad Complutente. En un principio creía que era la de Alcalá de Henares, como así fue por lo que cuentas, pero luego pensé que andaba confundido y que se refería a la de Madrid capital. Por fin has logrado "desfacer el entuerto". Cuestión de culturilla, jeje
ResponderEliminarUn abrazo. colega.
P-D.- Seguro que la segunda parte me encantará, pues las experiencias de la vida universitaria no tienen desperdicio, jajaja
No eres el único al que el término "Complutense" confunde cuando se habla de la universidad de Madrid. El contencioso que se traen entre las dos universidades está principalmente promovido por la población de Alcalá, y no les falta razón a quienes protestan por usar un gentilicio donde no corresponde.
EliminarPero para mí más importante que recuperar el nombre sería que volvieran todos los fondos de la biblioteca que se han quedado en Madrid, ahí hay documentos muy valiosos, imagínate en pleno Siglo de Oro lo que habría en esa biblioteca.
La segunda parte la publicaré más adelante (se me acumulan las entradas y no quiero cansar al personal, jajaja), será mucho más lúdica porque, como bien comentas, la vida universitaria no tiene desperdicio.
Un abrazo fuerte, boticario.
Estupenda entrada de una universidad que desconocía que hubiera sido la primera de toda Europa. Si es que cuando nos ponemos a hacer las cosas bien somos pioneros en mucho, lástima que después, cuando todo está levantado lo tiremos todo por la borda.
ResponderEliminarGracias por este baño de cultura académica.
Besos.
La universidad de Alcalá fue la primera en estar formada por un campus universitario, con varios edificios donde se impartían distintas doctrinas y abarcando una extensión amplia.
EliminarCreo que la primera universidad como tal en Europa fue la de Salerno. En España el título lo ostenta la de Palencia (ahora absorbida por la de Valladolid).
Besos.
hola! preciosa, nostalgica y enternecedora historia que nos cuentas entrelazando historia con datos muy precisos, estas argentinas se enorgullecen de conocerla y compartirla, todo un lujo! gracias, abrazosbuhos
ResponderEliminarGracias, búhos por vuestra visita y vuestras cariñosas palabras.
EliminarUn abrazo grande.
Hola Paloma, que gusto y que buenos recuerdos tienes que tener de haber podido cursar tus estudios superiores en una universidad tan legendaria y en una ciudad a su vez tan hermosa en su casco histórico. Ya nos contarás tus andanzas,ja,ja,ja. Respecto al texto, es un regalo de cultura que me ha valido para saber datos muy precisos que desconocia, tanto de nomenclatura como de la propia historia de la construcción de la universidad.
ResponderEliminarSuelo ir al menos un par de veces al año a Alcalá. Un gran abrazo.
Yo creo que la etapa universitaria siempre se recuerda con mucho cariño por quienes la vivieron. Los malos momentos de estudiar encerrado en casa y las decepciones de los suspensos tienden a olvidarse y solo queda lo bueno, los recuerdos entrañables. La mente es selectiva tiende a quedarse con lo mejor.
EliminarAdemás la universidad de Alcalá es muy pequeña, comparada con otras, como la Complutense de Madrid, y eso le confiere una ventaja para las relaciones sociales.
Me alegra saber que he aclarado el origen de ese nombre de Complutense y a quién pertenece realmente.
Alcalá de Henares bien merece un par de visitas al año como mínimo.
Un abrazo, Miguel.
Qué interesante todo lo que nos cuentas, Paloma. Para mí la Complutense siempre había sido la Universidad de Madrid, sin imaginarme que el título era "prestado" si no apropiado de la de Alcalá de Henares. Ha sido una bonita forma de festejar el día de Santo Tomás y de recordar años muy felices, porque yo creo que los de la Universidad son de los mejores.
ResponderEliminarGracias por este "baño cultural" :))
¡Un beso!
Creo que he conseguido el principal objetivo de esta publicación: reivindicar el nombre de Complutense, al menos que se sepa de dónde procede y a quién pertenece de verdad.
EliminarComo el doctorado lo hice en la Universidad Complutense de Madrid pensé que era una ironía del destino que me hacía tener al final ese gentilicio en mi expediente, aunque fuera de manera distinta a la deseada (hubiera preferido que la universidad de Alcalá fuera la Complutense, como la ideó Cisneros).
Pero no siempre las cosas se desarrollan como uno quiere, sino como la vida decide.
Un besote grande, que tengas un buen martes.
Mira ya se algo más sobre la Universidad donde cursa Jorge Periodismo, la Complutense. Que bueno es siempre aprender.
ResponderEliminarDeseando estoy leerte con esas vivencias universitarias.
Besos.
Siempre viene bien que sepas por dónde anda tu retoño, ja, ja, ja. Pero que Jorge siempre tenga en cuenta que el nombre Complutense es "cogido" de otra universidad.
EliminarMis andanzas universitarias aparecerán en breve, espero que las leas y te rías.
Un beso muy grande, Tere.
Jo, la blogosfera es un lugar maravilloso que permite que cada uno aporte sus conocimientos para disfrute del resto. De la Universidad solo conocía el nombre y ni me planteaba que estuviera en Madrid o Alcalá. Tu excelente exposición me ha sacado de la ignorancia y me deja con los dientes largos a la espera de conocer tus experiencias que sin duda nos sacaran más de una sonrisa. Un fuerte abrazo!!
ResponderEliminarSupongo que al no tener ninguna relación con esas universidades la nomenclatura es algo accesorio. Para los que estudian en una u otra sí que les resulta extraño el nombre de Complutense. Además, muchos creen que la de Madrid fue la que fundó Cisneros porque en el escudo de esta también sale un cisne y da lugar a confusión, aunque ese animal simboliza también al fundador de la universidad primigenia. Un lío.
EliminarPermanece atento a la pantalla del ordenador porque en breve hablaré de un estudiante que por la universidad de Alcalá pasó: yo. Hubo otros mucho más ilustres, pero de esos apenas puedo contar nada, en cambio de mi vida universitaria sí tengo información, ja, ja, ja.
Un abrazo, David.
¡Qué interesante todo, Paloma! Cuánta información que ignoraba. Y va, muchos años después me encuentro con que mi sobrina está residiendo durante su etapa universitaria en un colegio mayor que se llama Jiménez Cisneros.
ResponderEliminarLo de pretender usar como criadero de gusanos el Colegio Mayor de San Ildefonso, sin palabras...Menos mal que no se consiguió.
Y en el plano personal, coincido contigo en que la época universitaria es de las más fascinantes de mi vida. Quedo a la espera de leer la continuación.
Kisses, Kirke!!
Pues tu sobrina reside en un colegio también con mucha solera, creo que es de los más antiguos de la Ciudad Universitaria.
EliminarEsos años de juventud en la universidad dejan huella y yo solo los puedo evocar con cariño.
La continuación de esta entrada verá la luz mañana, precisamente estaba ahora dándole los últimos retoques y buscando fotos (por cierto, me he dado cuenta de que tenía muy pocas y he tenido que recurrir a la red).
Un besote grande, Chelo.
Interesante entrada Paloma, muy didáctica pues desconocía muchos de los aspectos que comentas acerca de la Universidad de Alcalá. Sí conozco la Villa aunque no estuve más que un día visitándola y tengo que decir que es muy bonita y conserva edificios dignos de ver. Quedamos a la espera de que nos cuentes tus desventuras universitarias (hasta donde se puedan contar). Un abrazo.
ResponderEliminarQue no te oiga ningún alcalaíno llamar "villa" a Alcalá. Ellos tienen a gala que es una ciudad, mientras que Madrid, por mucha capital que sea, es una villa. No veas la matraca que me dieron mis compañeros de allí, cuando estudiaba, a cuenta del término villa y ciudad.
EliminarEstoy de acuerdo contigo es que es un lugar precioso y lleno de historia.
Mañana publicaré mis desventuras universitarias sin censura porque yo era muy simple en aquella época (más o menos como ahora).
Un abrazo, Jorge.
Estupenda entrada Paloma, muy instructiva. En espera y con ganas me quedo por leer tus experiencias universitarias.
ResponderEliminarComo siempre un gusto leerte, abrazos.
Mañana tendrás disponible la segunda parte, y última, de esta publicación. Espero que te lo pases tan bien leyéndola como yo recordando viejos tiempos para escribirla.
EliminarUn beso, Mer, y gracias por tus palabras.
¡Hola!
ResponderEliminarPues me ha encantado, no me enrollo con el comentario que voy a la siguiente parte, lo bueno de ir atrasada con los post es que los leo del tirón, sin esperar, jejeje.
Besos.
Sí, lo de pasar más tarde tiene eso de bueno.
EliminarEn este caso las dos entradas son muy diferentes entre sí aunque el nexo de unión sea la misma universidad, verás que se cuentan cosas bastante diferentes, ja, ja, ja.
Un beso.
Pues mira yo he leído la otra parte primero, y en esta he sabido algo más de la Universidad donde estudiaste. Me he perdido conocer Alcalá de Henares y su Universidad. Un abrazo
ResponderEliminarYa sabes, cuando vuelvas a Madrid has de incluir una visita a Alcalá. Te gustará.
EliminarUn beso.