Madrid, año 1861. En la casa de la adinerada familia Ribalter aparece muerta una de las criadas, Lorenza. Todo parece indicar que ha habido un asalto en la vivienda y tras el robo algo se torció dando como resultado la muerte de la asistenta.
El asesinato se da en la Carrera de San Francisco y la investigación corre a cargo del inspector de vigilancia y seguridad del distrito sur de La Latina: José María Benítez Galcedo.
Benítez y su equipo –Fonseca, Domínguez y Carmona más un nuevo miembro llegado de Málaga, Ortega– se dedicarán a desentrañar la historia de un robo que esconde más de lo que aparenta.
Actual Carrera de San Francisco, al fondo la Basílica de San Francisco El Grande |
Benítez lleva muchos años en el cuerpo, es perro viejo y sabe investigar. Lo que no sabe es capear los mandatos de los altos mandos políticos, más interesados en sus puestos dependientes del gobierno de turno, que de averiguar quién mató a una desgraciada criada.
De esta manera nos adentramos en una historia de corte policial. Los que por aquí pasáis sabéis que no me gusta mucho el género negro. Sin embargo, con las novelas policíacas me pasa como con las judías verdes; a palo seco no me gustan, pero si van aderezadas, rebaño el plato.
Esto me ha pasado con “La cajita de rapé”, que no solo es una novela policíaca, es mucho más y por eso me ha gustado tanto. Rebañé el plato con fruición –o sea, me leí el libro casi de tirón– porque me gustó mucho.
El maravilloso aderezo que la novela contiene consiste en una estupenda descripción de la situación política en la segunda mitad del siglo XIX en España, cómo los diferentes gobiernos que se alternaban con un ritmo frenético llevan al país a una inestabilidad social. En 1861 quien gobierna es O’Donnell y su grupo parlamentario cada día cuenta con un miembro menos pues muchos se marchan a la oposición al no cumplir la mayoría de sus promesas electorales y al mostrarse más reaccionario de lo que su programa proclamaba.
En esta situación inestable hay descontento popular, el régimen constitucional de la reina Isabel II no ha traído igualdad; los poderosos se benefician de las leyes y también de evitar ir a la guerra –la que se libra en Marruecos– mediante el bochornoso sistema de redención (si pagas no te reclutan o mandas a otro en tu lugar).
Otro aderezo que tiene esta novela son los personajes y los diálogos. Desde el más encumbrado aristócrata o burgués a la más humilde portera, la caracterización es estupenda. Unos personajes hablan con el acento propio de su lugar de origen, pues Madrid es el punto de encuentro de gentes procedentes de toda España, pero otros lo hacen con el acento chulesco tan característico de las zonas populares madrileñas y eso me sacó más de una sonrisa. Y es que la acción discurre mayormente en uno de los barrios más castizos de la capital: La Latina.
Y este fue el principal condimento de la novela: el escenario. La descripción del Madrid de aquella época es fabulosa. El autor hace gala de un gran conocimiento del callejero haciéndonos transitar, de la mano del inspector Benítez, por las calles y callejones de un barrio que aún hoy conserva algo de su chispa decimonónica. Para bien, o para mal, se ha salvado de la invasión turística (salvo los domingos con El Rastro) que tienen otras zonas céntricas de Madrid, como el Barrio de Las Letras, y eso le confiere un plus de autenticidad (y, quizás también, de pobreza).
A este barrio de La Latina suelo acudir en ocasiones para tomar unas cervezas o unos vinos por lo que las calles donde se desarrolla la acción las conocía casi todas y me sentí espectadora de primera fila junto a José María Benítez persiguiendo pistas e indicios sobre el caso. Tanto es así que no pude evitar recorrer físicamente, esta vez a propósito, algunos de los sitios que en la novela se mencionan (las fotos así lo demuestran).
Pero no solo la acción se ubica en este barrio. La Puerta del Sol, el Ministerio de la Gobernación, el Café Suizo, y otros lugares emblemáticos de la ciudad en el siglo XIX también aparecen por sus páginas.
Plaza Puerta de Moros (donde se puede ver una plaza, pero ninguna puerta, como es habitual en muchos lugares de Madrid) |
Para los que sí gusten de la novela policíaca comentaré que la trama está muy bien llevada, que todas las piezas acaban encajando y que la resolución del caso es satisfactoria.
Una novela muy entretenida, bien documentada, con unas localizaciones muy buenas y con una narrativa más que correcta. En fin, una novela muy buena.
En Nota del autor, el escritor comenta que este es el primer caso del inspector Benítez, así que espero que haya más entregas de este sagaz policía porque si tiene que resolver más casos yo quiero averiguar en qué consisten, aunque no me guste la novela policíaca.
Cuando las judías verdes van bien aderezadas, rebaño el plato y repito otra vez.
Me has dejado claro que tus gustos culinarios son variados, pero que las judías aderezadas o como las denomino yo junto con otros muchos platos. "Potes" son de tu entera satisfacción y que rebañas y repites si hace falta.
ResponderEliminarHabía oído hablar del libro e incluso creo que lo compré vía Internet, con lo cual lo tengo descargado no se en donde, y tampoco tengo muy claro porque no me he puesto todavía con él dado que yo tenía tantas expectativas puestas. Por lo que veo no te ha defraudado, al contrario te ha entusiasmado de tal manera que has salido a recorrer las calles de nuestro querido Madrid para fotografiar la literatura.
Eso me ha impulsado a buscar el archivo allá donde se encuentro...¡Seguro que está por ahí!
Gracias por tu reseña.
Besos
Las judías a las que hago referencia son las verdes, las de los potes me gustan más, pero si están aderezadas estas últimas con almejas, con chorizo y morcilla... mejor que mejor.
EliminarDejando la alimentación a un lado, el libro es una maravilla. Recupera ese libro de donde lo tengas guardado y ponte con él. Tú, que también conoces la zona como madrileño que eres, vas a disfrutar mucho con la lectura, te lo aseguro.
Un beso.
Esto de no poder corregir los errores escritos después de comentar es toda una frustración, me doy cuenta lo mal que escribo cuando lo hago rápido.
ResponderEliminar"Allá donde se encuentre" y el "Por qué" en vez del "Porque" que te dejé por ahí arriba.
¡Qué desastre!
Sé que la protección para que no se copie el texto de las entradas implica el incordio de tampoco poder copiar los comentarios para poder rectificarlos, lo siento. Creo que hay alguna manera de solo proteger la entrada y no lo comentarios pero no sé cómo se hace.
EliminarAy cómo me ha apetecido, a mí si me gusta la novela negra y esa España cambiante, con O´Donnell me gusta, es una época interesante.
ResponderEliminarBesos y como siempre una reseña estupenda.
Pues anímate a leerla, te gustará.
EliminarUn besote, guapa.
Hola! No conocía este libro y aunque parece entretenido la verdad es que no termina de atraerme del todo y tengo miles de pendientes así que esta vez lo dejo pasar. Muchas gracias por la maravillosa reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
Otra vez será, Beatriz. Hay una gran oferta literaria y mucho donde elegir.
EliminarUn abrazo.
Ahora pienso que igual no tenía que haber leído esta reseña pues todavía no he escrito la mía 6 podría influirme, pero no me he podido resistir.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en todo. La pena es que yo no conozco Madrid como tú porque tiene que añadir mucho disfrute, al ya propio de la novela, el recorrer los escenarios en tu cabeza a medida que lees. Aunque el autor los describe tan maravillosamente, que casi lo he conseguido.
Yo también me he quedado con más ganas de Benítez.
Fantástica reseña y fotos.
Un beso.
Quizás para quien no conozca la zona ese escenario tan bien descrito no se valore tanto, es posible. Pero, como tú comentas, las descripciones son muy buenas por lo que no es complicado seguir el trayecto, aunque no tan visualmente como la hacemos quienes sí conocemos las calles que menciona.
EliminarEn cualquier caso, la novela es muy amena y los diálogos son estupendos por lo que ponerse en situación es sencillo.
Espero ansiosa tu reseña.
Un besote.
Jajaja. Muy bueno lo de las judías verdes. A mí me ocurre igual, el aderezo es lo que cuenta.
ResponderEliminar¡Pero esto no puede ser! Si seguimos así me voy a arruinar. A mí me gustan, y mucho, las novelas el género negro y policíaco y no puede evitar sucumbir a la tentación de comprarme un libro cuando leo una reseña tan bien hecha como la tuya. Así que antes de escribir este comentario he ido rápidamente a la web de Amazon para ver si la tenían y ¡zas! ya la tengo en mi ebook, jeje.
Desde luego tiene muy buena pinta y supongo que, en tu caso, el hecho de describir las calles del Madrid que tan bien conoces, es un aliciente adicional. A mí me ocurre igual con novelas históricas que transcurren en la Barcelona de siglos pasados.
Gracias por darme más madera para quemar.
Un abrazo.
Reconozco que pasear por calles que ya conozco, y además de una zona que me gusta mucho, ha añadido un aliciente más a la lectura.
EliminarCuando leo novelas ambientadas en otras ciudades pienso que quienes viven allí o las conocen tienen un factor más para disfrutar, pero eso no me impide que yo también me lo pase bien leyendo.
Esta creo que te gustará, más si eres amante del género negro. Creo también que esos diálogos tan chisposos te harán sonreír como a mí.
Un abrazo, Josep Mª, y siento que tu economía se vea un poco mermada por culpa mía ;)
Me parece que a tí te gustarían mis judías verdes con tomate, y a las cuales les pongo hierbas, tomillo, me salen muy buenas, de modo que no eres la única que les gustan con aderrezo.
ResponderEliminarEn cuanto a la novela, estoy deseando leerla porque aparte de que el genero me gusta mucho, las novelas policiacas y novela negra son de mis favoritas, esta no me la pierdo, de modo que voy a ver la forma de hacerme con ella porque tú reseña es muy buena y merece la pena, de modo que deseando estoy ponerme con ella, y así además tendré una excusa la próxima vez que vaya a ver a Jorge de dar una vuelta por esos lugares que se describen en la novela, siempre esta bien conocer un poco mas Madrid. Besos.
Si a mí, que no me gusta mucho la novela negra, este libro me encantó, a ti que sí te gusta ese género te va a agradar mucho, seguro.
EliminarSi vienes a Madrid y quieres pasear por esas calles que en la novela aparecen no te olvides de acercarte a las corralas que aún se conservan (quedan ya muy pocas, pero alguna hay todavía). Yo me ofrezco como cicerone si quieres.
Seguro que tus judías con tomate y hierbas están de rechupete.
Un besote, guapa.
Ah por cierto la portada de tú blog con ese toque Navideño me gusta mucho.
ResponderEliminarNo soy muy navideña yo pero quise darle un toque más festivo y apropiado para estas fechas.
EliminarGracias.
Hola Paloma, me ha gustado mucho más la reseña tan bonita que has hecho de nuestra ciudad, que la propia temática policial del libro. En cierta manera, tu narrativa entronca con las descripciones tan bellas que hacías en Moche de máscaras con ese Madrid gótico del siglo XIX. Y además no dudo de el libro sea excelente, más bien es descanso del género policial que llevo dos seguidos. Las fotografías y esa Latina, maravillosas y buen lugar de vinos y tapas.
ResponderEliminarUn abrazo y de Madrid al cielo pasando por tu magnífico blog.
Del Madrid antiguo tengo predilección por el barrio de Las Letras porque en esa zona vivieron grandes escritores y está lleno de historia de la literatura (y porque en la calle Huertas hay un par de garitos que me encantan).
EliminarPero La Latina tiene un ambiente más popular, más castizo, y tomar unas cervezas en las terracitas de la Costanilla de San Andrés es una gozada. Además, y para rematar, yo nací relativamente cerca de ese barrio, hacia la parte de Embajadores (en la calle Vizcaya), debe de ser que la cabra tira para el monte y por eso me gusta tanto esa zona.
Tú también eres un enamorado de nuestra ciudad por eso me imagino que te gustó la reseña en cuanto describí el escenario ;)
Un abrazo, Miguel, y muchísimas gracias por el comentario y por la frase final.
Cuando leí otra reseña de Rosa, donde figuraban varias novelas de este género negro, estaba también esta que hoy nos reseñas, "La cajita de rapé", que todavía no la he leído y no tenía ni idea de su argumento, trama, ambientación, etc. de modo que ahora que ya estoy bien informada, porque como ya te he comentado en otras ocasiones, porque también valoro mucho la manera de profundizar en los textos contándonos al milímetro cada detalle, como en este caso, esa importantísima documentación por parte del autor para dar vida y credibilidad a este escenario de época ubicado en el Madrid de la segunda mitad del XIX y con una trama sin dejar cabos sueltos, lo cierto es que me has dejado con ganas de leerla, por lo que la anoto en mi lista de futuras lecturas.
ResponderEliminarTambién me ha gustado muchísimo tu aporte fotográfico, Paloma, que nos adentra en el conocimiento de estos lugares madrileños donde se desarrolla la novela y me imagino que la habrás disfrutado mucho más al poder desplazarte personalmente por todos estos lugares históricos.
Por cierto el decorado navideño del blog me ha encantado.
Un besote grande.
Sí que disfruté mucho paseando con la mente, y luego en persona, por alguna de las calles que describe la novela.
EliminarComo he comentado anteriormente, La Latina es un barrio muy castizo y sus callejuelas te transportan fácilmente al Madrid decimonónico. Visualizar con la imaginación coches tirados por caballos o manolas asomadas a los balcones es muy fácil.
Gracias por tu estupendo comentario, Estrella.
Un beso muy grande.
Hola, Paloma. Si te soy sincera, esta novela me atrajo desde el mismo momento en que me enteré de su publicación porque cuenta con todos los ingredientes necesario para gustarme, pero la he ido dejando pasar por opiniones menos entusiastas que la tuya. Y si continúo siendo sincera, vuelve este título a mi lista de pendientes porque confío mucho en tu criterio. Gracias, guapa, y besos
ResponderEliminarQuizás mi entusiasmo radique en el escenario más que en la trama policial en sí, y al gustarme tanto dicho escenario haya disfrutado más que otros lectores.
EliminarDe todas formas, escenarios aparte, la novela es buena, está bien escrita y entretiene.
Espero que mi entusiasta reseña no te lleve leer una novela que no te guste.
Un besote, Marina.
Qué buena la comparación entre la novela negra y las judías verdes jajaj La novela negra no es que sea mi género preferido, mejor en cine que en literatura, pero últimamente estoy leyendo más libros de este género. En pequeñas dosis, claro jejej
ResponderEliminarLo que más me ha llamado la atención de la novela es el ambiente de calle que comentas. Parece que es una novela negra bastante urbana.
Una de las veces que estuve en Madrid salí por La Latina, y la verdad que es un gran sitio para salir de bares. Comí y bebí demasiado bien jajajaj La siguiente vez no recuerdo el sitio excato por dónde empecé a salir, pero debía de ser cerca de la plaza del Callao, porque dormí por ahí y fuimos andando a los bares y a la discoteca (no recuerdo el nombre), lo que sí sé es que acabamos en Chueca, en la terraza de un hotel. Lo bueno es que las veces que he ido siempre ha habido alguien (amiga, amigo o amigo de amiga, que nos ha hecho un poquito de guía por la Madrid nocturna, y eso suma bastantes puntos).
¡Muy buena reseña guapa, un besito! muuaaaa
Buen adjetivo el que has empleado, María: novela negra urbana. Está muy bien definido.
EliminarCompruebo que tus guías turísticos por Madrid, cuando has venido de visita, te llevaron a buenos lugares, así que poco puedo añadir yo. De todas formas, la próxima vez que vengas yo me ofrezco como cicerone, si quieres.
Un besote grande.
Con esta entrada me diste hambre de lectura. Le tomé el gusto al policial y a la novela negra, y la época me gusta gracias a novelas como La dama de blanco o Armadale de Wilkie Collins (en esta última supe del rapé y su caja), las cuales te recomiendo.
ResponderEliminarSaludos.
La dama de blanco la tengo en espera desde hace tiempo, puede que la ponga en los primeros puestos de la lista. La de Armadale no la conozco pero tomo nota.
EliminarGracias.
Un saludo.