Pestañas

14 de marzo de 2017

Doctoranda al borde de un ataque de nervios (IX)

La versión interminable



En una publicación anterior de este diario tan particular confesé cuánta aversión me produce la palabra “cita” (Y eso, ¿quién lo dice?). Hoy traigo otra que me produce escalofríos: “versión”.

Los diferentes apartados de los que consta una tesis se escriben por separado para que luego sean revisados por los directores. Como cabría esperar siempre tienen algo que corregir, de manera que un fichero tiene varias copias con modificaciones, es decir hay varias versiones del mismo texto.

Y aquí entra en juego una cualidad muy importante para escribir una tesis: tener muy claro por qué versión va uno; de lo contrario, la tragedia está servida.

Ya he comentado en otra publicación que yo tengo tres directores (Con tres basta) por lo que cuando envío un texto para su corrección recibo tres documentos con los respectivos comentarios. Después de intentar ajustar esas tres versiones corregidas envío la nueva versión a mis directores. Estos vuelven a corregir y a comentar y yo vuelvo a ajustar –y a desesperarme–. Cabría esperar que a la segunda o a la tercera tanda de correcciones la cosa ya estuviera terminada, pero no. Este proceso puede acabar en un bucle donde el número de versiones corregidas tiende al número n (el número n representa a cualquier número, por lo general el último número de una sucesión muy larga).

Esto se traduce en que se van acumulando varias copias con diferentes modificaciones del mismo texto y si uno no anda avispado la puede liar parda porque un error de etiquetado se traduce en corregir lo ya corregido o en escribir sobre una versión antigua donde no están incluidos cambios posteriores.

Una de las peores frases que un doctorando puede oír de su director es:

–Pero esto ya lo habíamos cambiado, ¿por qué vuelve a estar mal?

Cuando a mí me dicen esa frase, en mi cabeza suena la música de la película Psicosis, esa que se oye cuando atacan a la chica en la ducha.


Para evitar errores de este tipo hay varias maneras de marcar los ficheros, cada una tiene sus pros y sus contras:

§ Utilizar la fecha en que se escribe el texto. Esta táctica para mí no es muy útil porque al tener tres directores y como no se coordinan a la hora de reenviar los ficheros si me los mandan el mismo día puede dar lugar a confusión. Además, comprobar cuántos días van pasando –si comparo la fecha del primer fichero con la del último– me agobia mucho y me pone muy nerviosa.

§ Emplear las iniciales de quien lo escribe al lado de la fecha. Para evitar el inconveniente del punto anterior en cuanto a la autoría de quien corrige el texto esta técnica puede resultar eficaz, no obstante sigue teniendo la misma pega en cuanto al agobio de ver las fechas y comprobar cuántos días transcurren sin llegar al final.

§ Poner un número de orden delante del nombre y poner las iniciales de quien lo ha escrito al final. Esta técnica es la que solía utilizar al principio. Era aséptica porque al no venir fecha no se es tan consciente del paso del tiempo (y del poco avance de la tesis) pero deja de ser útil en cuanto a serenidad cuando las versiones sobrepasan el número 10. No viene la fecha pero no hace falta ser especialmente pesimista para reconocer que si se han escrito más de diez versiones corregidas es que la cosa no va bien.

Por eso, ahora utilizo otra técnica que yo llamo de autoayuda y que consiste en añadir un mensaje positivo después del nombre del fichero. Por ejemplo:

MaterialYMétodos Versión Casi Final.docx
MaterialYMétodos Final.docx
MaterialYMétodos Definitiva.docx
MaterialYMétodos Esta Sí Que Sí.docx
MaterialYMétodos Venga Que Esta Es La Buena.docx
MaterialYMétodos Como Esta No Valga Me Corto Las Venas.docx

Pero esta técnica también tiene un inconveniente, y es que Word no sabe de autoayudas ni de estados de ánimo y clasifica los ficheros por orden alfabético, por lo que para saber cuál es el último texto escrito hay que recurrir a la fecha de creación, provocando en mí el efecto agobio que ya he mencionado y que tan arraigado tengo últimamente.


Otra cosa de la que tengo varias versiones es la copia de seguridad. Es tal el pánico que me entra solo de pensar que mi portátil se estropee, y se pierda toda la información de la tesis, que suelo copiar todo en varios sitios. Para tal efecto tengo un disco duro externo, pero también guardo todo lo referente a la tesis en un pen-drive, en un disco virtual y ahora estoy pensando en pedirle a mi vecino de abajo que me permita almacenar en su ordenador una de dichas copias. Por si acaso.

Estas copias también deben ser debidamente etiquetadas pues si se quiere recuperar algo que se borró o perdió accidentalmente hay que saber a qué versión hay que ir a buscar. Suelo poner la fecha como dato informativo; un dato bastante inútil en cuanto a información pues saber la fecha me sirve de bien poco ya que cuando pierdo un fichero no suelo acordarme de cuándo era y en el caso de que me acuerde siempre es, por pura Ley de Murphy, de un día del que no hay copia de seguridad.

De momento aquí estoy con todas estas versiones, esperando la definitiva VERSIÓN FINAL, la que se enviará a la imprenta y quedará registrada, la versión válida y la incambiable. Pero mientras esa quimérica Versión Final llega yo tengo en la cabeza varias versiones de MI final, de DÓNDE voy a acabar YO:

Versión 1:En la planta de Cardiología de un hospital.
Versión 2:En la planta de Neuro Psiquiatría de un hospital.
Versión 3:En la planta de enfermos peligrosos de un manicomio.
Versión 4:En un penal, por masacre indiscriminada.
Versión 5:En un convento de clausura.
Versión 6:En una secta.

    Estoy pensando cuál de todas me gusta más y no me entusiasma ninguna. Creo que tendré que seguir corrigiendo y versionar más.


Kirke


35 comentarios:

  1. ¡¡¡Ánimo!!!
    Solo con leerte me he agobiado, pero al final todo va a salir bien, y en nada nos estarás contando que has podido con todo, que has acabado y estás contenta con los resultados.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Espero poder decir que ya he terminado de escribir la tesis en cuestión de cuatro semanas (es cuando se acaba el plazo), de cómo he terminado... ya no sé qué contaré.
      Un beso muy grande, Gemma.

      Eliminar
  2. Jajaja. Esto es un nunca acabar, Pero, si te consuela, piensa que tarde o temprano pondrás fin a ese martirio. Por cierto, hablando de martirio, se me ocurre una versión 5.1: en los altares, por mártir (porque lo otro ya doy por supuesto que no).
    Y yo me pregunto, ¿cómo era el procedimiento de revisión y corrección allá por el siglo XIX?
    Un abrazo y que sea leve.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo me preguntó cómo lo hacían no ya en el siglo XIX, sino en el XX antes de los ordenadores. Tanta corrección a mano debía de ser un espanto y un auténtico martirio tener que mecanografiar todo de nuevo, o al menos la hoja donde estuviera la corrección.
      Al final, va a resultar que no me puedo quejar...
      Un abrazo, Josep.

      Eliminar
  3. ...O firmando libros en el Corte Inglés de tu ingeniosa saga doctoranda.
    ¡En fin! Todo puede ser posible. Pero que el humor nunca te falte aunque sea salpimentado con mucho sarcasmo. -Y pensar que el Risto Mejide no te gusta-
    Ánimos y besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues mira, si todo este suplicio me acaba dando un trabajo remunerado... lo daré por bueno.
      Risto no me gusta porque el sarcasmo que utiliza va dirigido en contra de alguien y para hacer daño.
      Mi intención no es ofender a nadie (y si he ofendido a alguien desde aquí pido disculpas), solo pretendo descargar en forma de humor toda la tensión acumulada.
      Gracias por tus ánimos y besos.
      Un abrazo grande, grande.

      Eliminar
  4. Madre del amor hermoso, menudo caos con las revisiones. Yo añadiría una más y la mandaría a los tres directores de tu tesis: "Si esta no es la definitiva alguien va a morir y no me gusta señalar", jaja. A ver si alguno se atreve a añadirle o quitarle algo. No te estreses que ya va quedando menos. Besos, guapa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo de amenazar "veladamente" también lo he pensado yo, pero luego recapacito y me pliego al criterio de quienes me corrigen que saben mucho más que yo y que, gracias a ellos, harán de la tesis un buen trabajo.
      Y sí, ya queda menos, cuatro semanas concretamente, para bien o para mal el tiempo pasa y todo se acaba.
      Un beso grande, Marina.

      Eliminar
  5. Menos mal que no me he metido en ese jardín porque según soy, acabaría teniendo solo la primera versión antes de corregir, repetida con todos los nombres posibles. So,lo de pensarlo me dan los siete males.
    Genial tu entrada. Transmites perfectamente el agobio que puede provocar.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Agobio es la palabra que mejor describe lo que estoy pasando. Supongo que dentro de unos meses, y ya pasado todo el trance, recordaré estos días con una sonrisa en la cara (o con una camisa de fuerza, no sé).
      El caso es que ahora mismo tengo mucha ansiedad, tengo pesadillas y me despierto con un nudo en el estómago. Pero es lo que hay.
      Un besote, amiga.

      Eliminar
  6. Mi ventaja es que SOLO tengo una directora de tesis. Mi desventaja es que la deje durmiendo la siesta en el año 2007 y me he tenido que cambiar de plan de Estudios porque el mío se ha extinguido. ������ A corregir, revisar y modernizar todo lo que ya eran versiones definitivas después de n revisiones ��������������
    ¿Me río o lloro? Aún me lo,estoy planteando. ¡Ánimo! ¡Venceremos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues si tienes una directora solo no tendrás los mismos problemas que yo para ajustar las diferentes opiniones de tres directores.
      Tengo a varios compañeros que, como tú, aparcaron la tesis por un tiempo por diferentes motivos y al retomarla les ha costado un montón de trabajo, porque hay que revisar todo y adaptarlo.
      Lo de los planes de estudio daría para otra publicación. La semana pasada fui al decanato a informarme de los trámites administrativos y casi me da un soponcio. Según a qué plan pertenezcas tienes que hacer una cosa u otra y salí de allí mareada.
      No llores Margarita, haz como yo, tómatelo con humor y así ¡venceremos!
      Mucha suerte.
      Un abrazo.

      Eliminar
    2. No te preocupes, llorar no lloro. Gracias a Dios esto lo hago, desde el principio, por amor al arte, jejej. Eso sí, ahora terminar ya es cuestión de amor propio: con los kilómetros que llevo a la espalda para el trabajo de campo, las horas de biblioteca, a. I ( o sea antes de Internet 😉😉) y el money que llevo gastado (libros, fotocopias, gasolina...) ya te digo... ¡Sí o Sí! 👍 ánimo.

      Eliminar
  7. No te quiero agobiar más, pero estaría bien que guardaras una copia en la nube. Por tenerlo en un soporte que no sea físico. Te lo dice un fríe pendrives y quema discoduros. Bromas aparte, te incluyo un hipotético final siete, el más lógico visto todo ese esfuerzo que te has metido: en una playa paradisíaca o montaña brumosa, con una botella de vino, ostras y etcétera. Mejor que cualquier tipo de masacre: en cuanto le des al botón de imprimir, carretera y manta.
    Mucha suerte!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando puse que guardo una copia en un disco virtual me refería a lo que tú comentas de la nube. Es curioso, siempre pensé que esa utilidad era poco segura y resulta que es la mejor. En la sección de informática del CSIC, me lo recomendaron como la opción más fiable.
      Lo de llevar la tesis a la imprenta es, ahora mismo, una quimera. Lo veo tan difícil de conseguir...
      Teniendo en cuenta que la defensa de la tesis será por mayo, puede que me tome unos días de asueto, no sé si en una playa paradisíaca o en un pueblo de la Comunidad de Madrid, pero que me voy es casi seguro. No puedo con mi alma de tanto agobio.
      Gracias por tus deseos.
      Un abrazo.

      Eliminar
  8. Qué injusta y paradójica es a veces la vida... Con el aprecio que te tenemos todos los que te leemos y resulta que nos dan risa tus "desventuras". No me tengo por insolidaria, pero no lo puedo remediar, ¿me predonas? jajajaja.

    Yo me he agobiado solo de imaginar tu agobio, así que puedo hacerme una idea aproximada de lo que sientes pero en miniatura. Yo a veces también tengo versiones de un mismo documento (nada importante, cosas de andar por casa) y con tres ya me vuelvo loca, así que no quiero ni pensar en lo tuyo.

    Espero que al menos estas entradas te sirvan de terapia, Paloma. A mí me siguen encantando :))

    ¡Un beso enorme y muchos ánimos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya lo he comentado en otras ocasiones, tomármelo con humor sirve para desdramatizar y ver las cosas desde otra perspectiva. Si lo analizo bien, hay cosas peores en la vida que escribir una tesis, pero es cierto que el problema que me (pre) ocupa en este momento es el entregar a tiempo y bien la puñetera tesis.
      Escribir esto me desahoga pero vuestros comentarios me animan muchísimo, de verdad, y que os riáis conmigo no solo no me importa, me encanta.
      Sois gente maravillosa por el continuo apoyo que me estáis dando.
      Muchas gracias, Julia, que tengas buen jueves.
      Besos.

      Eliminar
  9. Paloma, qué agobio de versiones, por Dios y cómo me he identificado con ese odio por ellas.
    Es horrible y me has hecho reír con tus mensajes positivos, como dice Julia tú pasando nervios y nosotros riéndonos con tus desventuras, menos mal que tienes el sentido del humor para sacar esos nervios. Bien por ti.
    He sentido esa desesperación cuando algo que ya se ha cambiado vuelve a aparecer, ¿existen los duendes malvados? porque cuando tienes que entregar algo y empiezan a jugar con las versiones es para enloquecer, no me extraña pobrecita con ¡¡¡¡tres!!!! y tropecientas versiones tienes que estar al borde de un ataque jajaja
    Un beso guapísima

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No sabes qué rabia me da cuando me he equivocado con la versión y he escrito sobre una antigua; en esas ocasiones cuando veo que las cosas cambiadas no están pienso que en realidad no las he cambiado, que lo mismo lo había pensado pero luego no lo hice... Es una auténtica locura.
      Ahora lo que me da pánico es llevar a la imprenta la versión equivocada, solo de pensarlo me pongo mala. Supongo que la releeré mil veces antes de enviarla.
      Un beso, Conxita.

      Eliminar
  10. Eres única contando las cosas, compi. La verdad es que solo por el trabajo que hay detrás, a todo el que se meta en este fregado (permíteme la palabra), debería reconocérsele de algún modo.
    Me he reído mucho imaginándote llamando al vecino de abajo ("oye, que si no te importa,¿me puedes guardar una copia en tu PC? jajaja).
    Con los nombres de las versiones me has recordado a mí que creo carpetas en "Mis sitios de red" (en el trabajo) y, como luego no tengo forma de encontrarlas, las he llamado "ésta es la que busco" o "ésta es la verdadera".
    Al igual que Gerardo, yo auguro ese final que está por escribir, el 7, celebrándolo con tu gente y con nosotros (los Sufridores en casa).

    ¡Un besazo enorme y hasta pronto! Contigo me despido de los blogs hasta la vuelta de mi viaje.
    Besos a todos los amigos también.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. He soñado más de una vez que se destruían todas las copias de la tesis y que me quedaba a cero. En esas ocasiones me despierto con una taquicardia...
      Es alucinante cómo puede llegar a obsesionar el tema del ordenador. Estos aparatos nos ayudan mucho pero como se estropeen nos pueden amargar la existencia.
      Gracias por sufrir conmigo este martirio. Me siento muy acompañada en esta aventura.
      Espero que te lo pases fenomenal en Escocia, guarda en la retina los maravillosos paisajes que vas a ver, no sabes qué envidia me das.
      Un besote.

      Eliminar
  11. ¡Ánimo, Paloma! que está chupao. Te tienes ganado el cielo. Yo lo que haría dejar de hacer tantas versiones y darle a tus directores esta página y verás como si leen todo lo que has escrito te aprueban la tesis. ¡Eres un cielo! cómo nos trasmites tus angustias con buen humor. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Alguno de mis directores ya me lee, e incluso ha llegado a comentar. Pero eso no es impedimento para que siga corrigiendo y corrigiendo la tesis, jajaja. De todas formas, esas correcciones hacen de la tesis un buen trabajo, así que tengo que aceptar que al final saldrá un buen resultado gracias a su "ojo corrector".
      Gracias por tus palabras, Mamen, un beso muy grande.

      Eliminar
  12. Vos seguí adelante, coleccionando archivos de word que vas a ver que tu versión siete será un doctorado con honores.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ojalá sea así, Raúl, ojalá consiga el anhelado "Cum lauden". Aunque ahora mismo con aprobar creo que me conformaría.
      Un abrazo.

      Eliminar
  13. Vamos, que de milagro no te da un ataque de esquizofrenia. Mi hija, por suerte, tiene uno solo, pero un tanto perezoso en corregirle. Si de esta sales sana mentalmente será un gran mérito. Ánimo, preciosa.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que tu hija solo tenga un director puede jugar a su favor, solo se tiene que 'pelear' con uno. El que sea perezoso para corregir puede resultar un grave problema; no es mi caso, afortunadamente, mis tres directores son muy diligentes en ese aspecto y aunque sus múltiples actividades los tienen muy ocupados siempre encuentran un hueco para atenderme, algo que es de agradecer por mucho que luego yo me agobie con tanta corrección.
      Espero salir de esta relativamente indemne, ya veremos.
      Gracias por tus ánimos, guapa.
      Un beso enorme.

      Eliminar
  14. Menudo agobio Paloma uf, en fin mucho ánimo, ya va quedando menos y al final tendrás tú recompensa ya verás, luego piensa en el merecido descanso y sobre todo la buena recompensa, estoy segura que saldrás airosa de tu tesis doctoral. Yo te recomendaría que si no conoces la Costa Blanca, Alicante y su costa e interior son maravillosos, para pasar unos dias de relax, estoy segura que esta zona te servirá para relajarte y olvidarte de estos meses de tanto ajetreo.
    POr cierto ande por la capital para ver a mi hijo y me acorde mucho de tí me encanto pasear por Madrid y sobre todo disfrutar de mi hijo, lo poco qu epude porque las malditas lluvias de estos días me hicieron adelantar el viaje y tuve que venirme antes de lo previsto, agrr, en fin cosas que pasan, afortunadamente me encontré la casa en perfectas condiciones, pero una vecina nos llamo y nos asustamos bastante cuando nos dijo que había recogido tres cubos de agua de su casa y salimos el martes por la mañana disparados hacia Alicante. Un beso enorme y no pierdas a pesar del agobio que supone la tesis ese sentido del humor. mucho ánimo. TERE.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues mira, no conozco de Alicante casi nada. Estuve en Elche hace muchísimos años con compañeros de la universidad, así que lo mismo te tomo la palabra y me voy allí a desestresarme. Aunque yo para relajarme solo necesito un buen sofá y un buen libro, jajaja.
      Qué pena que tuvieras que interrumpir tu estancia en Madrid por culpa de esas lluvias torrenciales, al menos no tuviste daños en la casa. Madrid en primavera está especialmente bonita (a mí me encanta en cualquier época del año porque soy una enamorada de mi ciudad), pasear por sus animadas calles con estas temperaturas tan agradables es una auténtica gozada, sentarse en las terracitas a tomarse una cerveza fresquita... En fin, que supongo te lo pasarías fenomenal aunque en tu caso supongo que el estar con tu hijo fue el principal motivo de ese disfrute. Espero que le vaya muy bien en esta etapa universitaria.
      Un besote grande, Tere.

      Eliminar
  15. Me he sentido muy identificado con la parte de las inumerables copias de seguridad, cuando un trabajo se hace extenso, la posibilidad de llegar a perderlo se teme más que a la llegada del fin del mundo. Así que yo también suelo hacer infinitas copias, por si acaso (mis dos discos externos mas el disco duro del ordenador son las de rigor, y algún pen drive suele caer también). Por otro lado no veo que te peque la versión del convento de clausura, así que me decantaría entre la del penal y el manicomio jajaja. Mucho ánimo, que ya queda menos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo tampoco me veo en un convento de clausura, todo el día rodeada solo de mujeres y encima rezando, quita, quita.
      En cambio la versión del manicomio, y viendo el estado de confusión mental en el que me estoy sumiendo, está ganando puntos. No me gusta, pero los finales a veces no los podemos elegir.
      Gracias, Jorge por tu comentario.
      Un abrazo.

      Eliminar
  16. Sigues bien y llena de chispa. Espero que tu cuchillo no me ataque cuando esté en la ducha y tu dedo medio sea benigno.
    Lo de la secta ya estás, así que tendrás que buscar otro reducto.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tú sí que tienes chispa.
      El dedo medio no lo suelo utilizar por no molestar a nadie, nunca he sido yo de hacer peinetas, y mucho menos a uno de mis directores, así que pierde cuidado.
      Tampoco soy de coger un cuchillo que la sangre es muy escandalosa y mancha mucho.
      Supongo que la secta a la que te refieres es la que formamos tu grupo de investigación, ¿no?;)
      Besos, jefe.

      Eliminar
  17. Ja, ja, ja Me lo paso de miedo con "tus penas". Salvando las distancias, he reconocido ese problema cuando escribí mi primer libro de relatos, y eran solo diez. Primera versión, segunda, versión segunda corregida, versión segunda corregida 2... versión definitiva, versión definitiva2... Y así en cada uno de los diez relatos. A eso añádele el problema de no desactivar el control de cambios. Y con todo, siempre aparece una errata cuando lo ves en papel. En fin, la perfección no está en el resultado sino en el esfuerzo. ¡Mucha fuerza en lo que te quede! Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo de ver una errata cuando ya se ha publicado algo y después de haberlo repasado decenas de veces es algo recurrente en mí. Me pasa incluso en el blog: escribo una entrada, la leo, la releo, la vuelvo a leer y cuando ya creo que está bien, la publico. A los diez minutos y sin fijarme apenas me doy cuenta de que hay una errata, me da una rabia...
      Bonita frase la que pones sobre la perfección y el esfuerzo, me ha encantado.
      Gracias por los ánimos.
      Un abrazo.

      Eliminar