En este mes de noviembre que hoy comienza el protagonista de Poemas y Cantares es Rafael Alberti.
Rafael Alberti nace el 16 de diciembre de 1902 en el Puerto de Santa María (Cádiz). Su familia proviene de italianos que recalaron en España para dedicarse al negocio vinícola.
Sus estudios los realiza en colegios religiosos pero la disciplina de este tipo de centros no le sienta bien al díscolo Alberti por lo que, con catorce años, es expulsado por mala conducta. Nunca terminó el bachillerato.
Con quince años se trasalada a Madrid con su familia. La vocación artística de Rafael comienza a manifestarse con la pintura. Pero en 1920 al morir su padre, Rafael escribe sus primeros versos inspirado por este luctuoso evento.
Sus delicados pulmones le obligan a trasladarse a la sierra de Guadarrama y allí, lejos del mar que le vio nacer, escribe los poemas que forman “Marinero en tierra” y por los que recibiría el Premio Nacional de Poesía en 1925.
Cuando se restablece de su afección pulmonar regresa a Madrid y entabla amistad con García Lorca, Vicente Aleixandre y Gerardo Diego en la famosa, y ya centro de reunión para mentes luminosas, Residencia de Estudiantes.
La mala situación económica por la que pasa, añadida a la salud endeble que tiene, junto a una pérdida de la fe le llevan a un estado de semi-depresión. Escribe en esta época sus versos más siniestros.
Pero la política viene a salvarlo. Participa en revueltas estudiantiles durante la dictadura de Primo de Rivera y se implica en la instauración de la Segunda República. Se afilia al Partido Comunista de España (PCE).
En esta fase Alberti entiende la poesía como un arma más poderosa que cualquier fusil para cambiar el mundo.
Durante la Guerra Civil española forma parte de la Alianza de Intelectuales Antifascistas (en este grupo también se encuentra Miguel Hernández y Luis Buñuel). En principio es una asociación cultural pero con actividades políticas donde se hacen llamamientos a la oposición al fascismo. Es en esta etapa cuando Alberti reprocha a algunos intelectuales su poco o nulo interés en combatir dicho fascismo, y entre estos intelectuales está Miguel de Unamuno, al que pone de vuelta y media en su sección de la hoja semanal El mono azul con un artículo titulado “¡A paseo!”.
En estos años de confrontación bélica Alberti tuvo un papel controvertido y aún hoy es motivo de polémica. Sus detractores le acusan de 'señorito comunista, disfrazado con un mono obrero' y lindezas de este estilo. Lo peor es que también le acusan de participar en las purgas políticas.
En el año 2009 un religioso redentorista, Antonio Hortelano, en su lecho de muerte acusó a Alberti de torturas, 'metía a los prisioneros en cabinas de teléfonos con las paredes electrificadas con alta tensión'. De difundir estas declaraciones se encargó el escritor Alfonso Ussía, de ideas políticas completamente opuestas a las del poeta. Además, Ussía tiene un contencioso con Alberti, pues le hace responsable de la ejecución de su abuelo, el escritor Pedro Muñoz Seca. Cuando el dramaturgo estaba preso en una checa por sus ideas monárquicas y católicas, un hermano de Rafael y amigo del prisionero intercedió por él ante Alberti pero sin éxito pues Muñoz Seca fue fusilado en Paracuellos del Jarama.
Pero los defensores de Alberti aducen que siempre militó por ‘el tratamiento humano del enemigo, a pesar de los fusilamientos y los bombardeos franquistas’. Como siempre que se trata este denigrante episodio de nuestra historia patria las versiones son opuestas y, posiblemente, interesadas. Bien pensado, cuando se trata de esta época y cuando se trata de cualquiera otra las versiones siempre son interesadas, no hay más que ver dos noticiarios de dos cadenas de televisión distintas para ver cuánta diferencia hay en la forma de contar un mismo hecho.
Donde sí parece haber consenso es en reconocer que Alberti colabora en la evacuación de los fondos del Museo del Prado para preservar este patrimonio de los bombardeos que la capital de España sufre durante la guerra.
Durante todo el conflicto emplea el arma que mejor maneja, la poesía, y escribe varios versos para incitar a la resistencia en un Madrid asediado.
Durante todo el conflicto emplea el arma que mejor maneja, la poesía, y escribe varios versos para incitar a la resistencia en un Madrid asediado.
La guerra termina y Alberti pertenece al bando perdedor. Se exilia en Francia pero las autoridades de aquel país lo consideran un comunista peligroso y se va a Sudamérica. Supongo que esa peligrosidad se basaría en que este personaje se dedica a escribir y vieron en esa actividad un alto riesgo. La pluma es más mortífera que la espada.
Tras pasar por Argentina y Chile, recala de nuevo en Europa, concretamente en Roma. Cuando Franco muere regresa a España. Es diputado por el PCE pero por poco tiempo, renuncia a su escaño para dedicarse a la pintura (afición que no abandona nunca) y a la poesía.
Su labor como poeta es reconocida con galardones muy prestigiosos, como el Premio Cervantes, el Premio Roma de Literatura o el Premio Lenin de la Paz. También le conceden el Premio Príncipe de Asturias, pero debido a sus fuertes convicciones republicanas renuncia a él. Además de buen poeta es muy coherente, algo que no suele abundar mucho, como la buena poesía.
Muere el 28 de octubre de 1999 en el mismo lugar que le vio nacer, tiene noventa y séis años.
Hay varias poesías conocidas de este autor pero me parece que la más famosa es la versionada en forma de canción por Serrat (posteriormente también por Ana Belén): La paloma. Dado que yo me llamo igual creo que es obligado que sea este poema el que aparezca en la publicación.
Se equivocó la paloma,
se equivocaba.
Por ir al norte fue al sur,
creyó que el trigo era el agua.
Creyó que el mar era el cielo
que la noche la mañana.
Que las estrellas rocío,
que la calor la nevada.
Que tu falda era tu blusa,
que tu corazón su casa.
(Ella se durmió en la orilla,
tú en la cumbre de una rama.)
Rafael Alberti (1902-1999)
Dejando las bromas aparte (en otra publicación, “Mi nombre”, hacía alusión a las chanzas que sufrí en el colegio por culpa de ese ‘se equivocó la paloma, se equivocaba’) me parece una poesía llena de significado. Esa desorientación que sufre la protagonista del poema es ahora mismo el estado en que muchos de nosotros nos encontramos, al menos yo.
Confundir el trigo con el agua, el mar con el cielo o el calor con la nieve lo estoy viviendo con especial crudeza estos días. Los últimos meses mi país se ha sumergido en un sinsentido digno de una opereta de tres al cuarto o de los sueños delirantes de unos locos dementes.
Ando confundida y desnortada, aunque no me importaría ir al sur si allí encuentro un poco de sensatez y cordura para no equivocarme más y centrarme un poquito, que falta me está haciendo. Que falta nos hace a muchos, no solo a mí.
Es inevitable meterse en política y no tener detractores, tanto como admiradores. Antes era más comprometidos con las causas los artistas, se me hace.
ResponderEliminarSaludos.
En cualquier campo es difícil no tener detractores pero la política es la que más se presta a ello, sobre todo a la crítica gratuita y poco seria. Se critica al contrario solo porque opina diferente y sin pararse en otro tipo de valores.
EliminarUn saludo.
Preciosa entrada y precioso homenaje al poeta.
ResponderEliminarHace años en un curso de escritura me dieron una interpretación de la poesía de la paloma que pones al final. Sí, era desorientación en un mundo caótico, concretamente el de la Segunda Guerra Mundial en cuya época (1941) está escrita.
Un beso, guapa.
No sabía de esa interpretación, ni siquiera me había fijado en el año en que fue escrita. Pero ese confundir el norte con el sur, el calor con la nieve, etc. es síntoma de la desorientación que todos padecemos en algún momento de nuestras vidas y por tanto es fácil comprender el sentimiento que se vierte en esos versos.
EliminarUn besote, amiga.
Estupenda crónica de un gran poeta. Supongo que, al margen de acusaciones interesadas o de interpretaciones erróneas, son y han sido muchos los intelectuales (poetas, artistas, filósofos, políticos, etc.) que han vivido sus propias contradicciones y errores. Si hasta en matemáticas, calificadas como ciencias exactas, se pueden hacer trampas, qué no se hará con la historia, a la que se le cambia el color según el cristal con la que se la mira.
ResponderEliminarYo ahora mismo también quisiera ser paloma, pero no sé si mis alas soportarían tan largo viaje como el que me gustaría hacer.
Un abrazo.
Creo que tú también estás padeciendo lo mismo que muchos compatriotas y también se traduce en querer marcharse lejos, muy lejos, de tanta estulticia y cabezonería como estamos viendo en nuestros dirigentes.
EliminarIntentaremos capear el temporal como buenamente podamos y a ver si ya de una vez encontramos el norte, o el sur. Pero que sea un lugar donde ir y sentirnos confortados.
Un abrazo, Josep Mª.
Qué bonita entrada Paloma, has hecho un genial homenaje a un gran poeta. Desgraciadamente, le tocó vivir una época poco agradable.
ResponderEliminarUn besito, guapa
Supongo que con la distancia que dan los años transcurridos es muy fácil juzgar determinadas actitudes, otra cosa es actuar cuando se dan unas circunstancias muy concretas.
EliminarA saber qué habríamos hecho nosotros en esa época convulsa de conflicto bélico. Quizás nos asombraríamos de nuestro proceder.
Un besote, María.
Interesantísimo todo lo que nos cuentas de Alberti en este post. Desde lo más personal, como que era de salud delicada y que ni siquiera acabó el Bachiller, hasta todas las "movidas" en que se vio envuelto (con Unamuno, Ussía...).
ResponderEliminarPreciosa la canción de Serrat del poema que lleva tu nombre, y respecto a tus párrafos finales decirte que me solidarizo contigo, como casi todos me atrevería a decir. A ver si no tardamos en recuperar el norte.
Un beso, pretty.
A mí me llamó también esa salud frágil, pues al final falleció nonagenario. Lo de que no acabara el bachillerato también es sorprendente pues sus versos son realmente preciosos y cuesta trabajo creer que no tuviera una preparación académica elevada (al menos una preparación académica oficial).
EliminarOjalá recuperemos el norte, Chelo. Yo también lo deseo pero ahora mismo soy muy pesimista al respecto.
Un besote grande.
Hola Paloma, una especial y muy delicada crónica hacia un hombre al que se le puede denominar como un gran artista, entendiendo este término en un amplio concepto. La frase de la pluma es más mortífera que la espada tiene una gran enseñanza implícita. Me gusta esta sección que tienes y la glosa que has realizado de Alberti con sus luces y sus posibles sombras.
ResponderEliminarRespecto al país en el que vivimos, cada vez se parece más a los esperpentos de Valle-Inclán.
Un abrazo y gracias por tu atinado texto.
Sí que es esperpéntica esta época que estamos viviendo. Tan esperpéntica que algunas noticias que se difunden por la red yo creía que eran chistes y luego resultó que eran noticias reales.
EliminarPor cierto, a Valle-Inclán le tocó protagonismo el mes de septiembre pasado, unos días antes de sumergirnos en este sainete de pacotilla en el que vivimos, y creo que fueron las meigas paisanas de don Ramón María quienes me inspiraron para escribir sobre el creador de un estilo que ahora está en voga en los noticiarios a la vista de lo que está pasando.
Un abrazo y gracias por tu visita, Miguel.
Qué maravilla de entrada. El episodio de Paracuellos sigue dando que hablar, Alberti vivió tiempos convulsos.
ResponderEliminarYa he contado en alguna ocasión que en clase de lengua de EGB felicitábamos al oeta por su cumpleaños, me encantaba.
Y mi madre guarda como un tesoro la poesía que le dedicó a la Pasionaria firmada por él, y con un dibujo. Es mi herencia.
Besos y feliz noviembre.
Guarda esa poesía firmada, es un legado muy bonito.
EliminarEs de admirar que un artista se implique con una forma de ver la vida y asuma sus consecuencias. Creo que eso se valora ahora mucho más viendo cómo los protagonistas de nuestra actualidad política quieren nadar y guardar la ropa, sin mojarse y sin afrontar responsabilidades.
Alberti se implicó con un partido y luchó por lo que él creía justo. Determinados entresijos de su actuación parece que no están claros y es comprensible que los, supuestamente, afectados por su proceder quieran "venganza". Pero siempre quedará la duda ante la falta de pruebas contundentes.
Como tú comentas, fueron tiempos convulsos.
Un besote, Gemma, buen mes de noviembre también para ti.
Fíjate que soy aficionado a la poesía, pero Alberti nunca me ha acabado de entrar. El poema que citas es muy bonito. La interpretación política es plausible, aunque me quedo con otra menos combativa. La figura de Alberti tiene luces y sombras, es difícil salir de una guerra civil sin mácula y menos para los que tuvieron algún tipo de cargo o puesto de importancia. Tampoco es justo reducir 96 años de vida a ese periodo crítico, que habría que vernos a cualquiera en un contexto semejante. Lo que ocurre a día de hoy es una opereta en comparación, aunque tiene y tendrá sus consecuencias. Alguien comentaba que los artistas están menos comprometidos hoy día, pero no es del todo cierto. El problema es que si mueven ficha luego les hacen escraches, difunden rumores falsos sobre ellos o les lapidan de forma anónima en Twitter (caso de Isabel Coixet), así que entiendo que muchos hagan mutis. En fin, tenemos a la paloma (no a la que escribe, ojo) más desorientada que nunca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya le comento a María Delgado lo que tú también reseñas: a saber qué habríamos hecho nosotros de haber tenido que vivir en una época tan convulsa como fue la guerra civil, máxime si además estás afiliado y comprometido con un partido político.
EliminarEs normal que cuando uno sale a la palestra sea el objeto de las miradas de los demás. Lo que no es normal es que se pretenda que todos opinen igual y que se reciban parabienes hagan lo que hagan (que es lo que pretenden algunos de nuestros políticos).
En la actualidad el anonimato y la rápida difusión de todo (falso o verdadero) es un motivo más para pensarse lo de salir a la palestra, eso también es verdad.
Esta paloma, la que escribe, está más desorientada que la del poema, también te lo digo. De hecho, estoy intentando no leer demasiado el periódico o ver menos noticiarios porque los cabreos que me agarro están provocándome malas digestiones e incluso alguna que otra pesadilla.
Un abrazo, Gerardo.
Alberti no es uno de mis poetas de referencia ni de los más conocidos. Concretamente los versos que nos has dejado son de los más conocidos de su obra. Cierto que cuando un personaje público y conocido, se ve involucrado en sucesos luctuosos y en una época no muy amable de nuestra historia; puede verse salpicado por habladurías y acusaciones infundadas, yo digo como las abuelas: "Si el río suena es que agua lleva" y cuando otros personajes de renombre exponían cuitas al respecto contra él, por algo sería también. No juzgo, para eso está la historia y el tiempo. También las obras que dejaron los que por aquí pasaron.
ResponderEliminarUna buena entrada que en lo personal me ha enseñado detalles que desconocía de este personaje de las letras españolas.
Un beso.
Cuando uno se implica de lleno en una actividad se expone a la mirada escrutadora de todo el mundo y a ser juzgado por algunos. Lo malo es cuando esos juicios están corrompidos por intereses espurios.
EliminarA mí no me gusta juzgar tampoco, sobre todo cuando no tengo todos los elementos necesarios para hacerlo de una manera más o menos justa.
Indagando sobre este personaje he descubierto al Alberti pintor y me gustan mucho sus creaciones. Nunca te acostarás sin saber una cosa más.
Besos, Francisco.
Una buena entrada de este artista Rafael Alberti. Desconocía que era de salud débil en su juventud. Pues a pesar de esa salud vivió muchos años. Yo creo que los grandes viven una eternidad. Tuve la suerte de hablar con Alberti dos veces una en el Parador de Soria y nos firmó un autógrafo que guardo con mucho cariño. Y otra vez en el hotel que entré para buscar habitación y allí lo volví a saludar. Ya le faltaba poco tiempo para morir. Un abrazo
ResponderEliminarQué bien que pudieras conocerlo en persona y además acercarte y decirle unas palabras.
EliminarA mí me falta valor. En una ocasión coincidí con Pérez-Reverte en un restaurante, estaba con dos personas más y me dio tanto corte acercarme que me quedé como una lela sentada en la mesa de al lado mirándole con cara de boba pero sin decir una palabra.
Un abrazo, Mamen.
Algún día tendré que darle una oportunidad a la poesía. Creo que porque en el colegio me enseñaron a "odiarla" puesto que aquellos profesores parecían obsesionados con que memorizáramos las distintas clases de poemas, su métrica y demás tecnicismos que parecían más un rompecabezas que otra cosa. En fin...
ResponderEliminarAlberti es una figura histórica y todas tienen claroscuros. Pero qué más quisiera que en la política actual hubiera gente como él. El otro día no sé dónde comente que parece mentira que tras cuarenta años de dictadura, de represión, con una enseñanza pública rácana, hubieran políticos tan dispares como González, Fraga, Carrillo o Suárez que fueran capaces de alcanzar un acuerdo de convivencia renunciando todos ellos a sus convicciones más extremas en aras al bien común. Por el contrario, cuarenta años de democracia, de libertad, de educación pública desarrollada y un acceso como nunca lo ha habido a la cultura, nuestros políticos sean unos profetas dogmáticos y caprichosos. ¿Será cierto aquello de que el hambre o la necesidad nos hace mejores? Un abrazo!
Yo también odiaba la poesía por los mismos motivos que tú, David. Me obligaron a memorizar un montón de versos que no entendía. La métrica y los aspectos técnicos de los sonetos, romances y demás tipos me amargaron la asignatura de literatura.
EliminarPor eso creé esta sección, Poemas y Cantares, para 'obligarme' a indagar sobre los poetas y sus obras. He comprobado que cuando uno conoce la vida personal de un autor entiende mejor lo que escribe, los motivos que le llevan a contar lo que cuentan y cómo lo cuentan.
Haces una reflexión muy interesante sobre la calidad de los políticos. Creo que ahora no llegan ni a la suela de los zapatos de los de antaño. Ahora cualquiera puede afiliarse a un partido y prosperar sin tener ni preparación y, lo que es más grave, sin vocación de servicio público. Van a su propio beneficio, esa es la diferencia.
No sé si es el hambre o la necesidad lo que nos hace mejores, o simplemente el recuerdo de una dictadura que muchos vivieron de manera especialmente penosa, pero yo también creo que el avance en derechos a algunos los ha instalado en la molicie y en el egoísmo.
Un abrazo, David.
Interesante la biografía de Alberti. Siempre he pensado que todo el mundo tiene sus claroscuros y que en las circunstancias más negras es cuando se mide la honestidad y la moral de cada uno. En este caso no sé, pues la sinrazón y el afán de venganza pueden calar hasta en el más cuerdo en tiempos de paz. No pongo, pues, la mano en el fuego por nadie (comento en alusión a lo que se le acusaba). La prueba, ya que también lo comentas, es cómo el extremismo sigue prendiendo en las mentes de personas que en apariencia se las dan de democráticas y no violentas y, sin embargo, no reparan sobre quienes han de pasar por encima para lograr sus objetivos. La sinrazón no nos abandona y puede provenir del más templado.
ResponderEliminarMe gusta ese poema por la canción de Serrat, pero mi sensibilidad poética es escasa. En ocasiones asemejo los poemas a los microrrelatos dividido en líneas cortas, los cuales, a veces, me han parecido lecturas para vagos, de consumo rápido y efímero (y en mi estima se encuentran en los últimos peldaños). Puede que algún día desarrolle esa sensibilidad que me falta.
Un beso, Paloma.
Completamente de acuerdo contigo, Ángeles, sobre la sinrazón que nos vuelve irracionales. El fanatismo y la obcecación en algunos los convierte en burros con anteojeras y les impide ver más allá de su obsesión, la falta de visión periférica hace que solo sepan andar en una única dirección. En fin, que no me quiero extender más sobre el tema.
EliminarEn cuanto a la poesía yo tampoco ando sobrada de sensibilidad. Indagando sobre poetas para esta sección me he encontrado con algunos poemas que he necesitado leer tres y cuatro veces, para al final no conseguir enterarme de nada. O el poeta en cuestión es demasiado hermético o mis neuronas no son capaces de captar el sentido y menos la belleza. Cuestión de capacidades o de sensibilidad, no sé.
Un beso grande.
Me alegrado mucho asomarme, porque he aprendido cosas de Alberti que desconocía completamente, de modo que como aprender cosas siempre es muy sano, te lo agradezco.
ResponderEliminarY si tú eres pesimista en estos días convulsos, no eres la única, yo también a veces quisiera ser Paloma y viajar a un mundo donde no haya políticos que se dejan llevar tanto por sus intereses a veces creo que delirantes, y no vean que así no se ejerce la política ni pueden anteponer sus intereses, en este caso ilegítimos, pero sabes porque no por mí, ya entrada en los cincuenta, si no por mi hijo que tiene diecinueve años y con una carrera recién comenzada y si esto sigue así que país va a tener, no sé, en fin espero y deseo que todos recuperemos el optimismo pero de momento me da que va a ser que no. un beso. TERE.
A mí también me preocupa el escenario que les estamos dejando a nuestros hijos. Qué enseñanzas les van a quedar y cómo afrontaran lo que está por venir.
EliminarSupongo que esa preocupación es universal e intemporal. Creo que a todos los padres de todas las épocas siempre les ha preocupado el futuro de sus hijos antes las incertidumbres sociales. Esperemos que la calma, o algo parecido a ella, vuelva pronto, yo no pierdo la esperanza.
Un besote.
Precioso homenaje, Paloma. Me gusta como nos descubres a diferentes autores, y de ellos extraes lo que fue parte de su vida, para más tarde cedérnoslo a nosotros.
ResponderEliminarMe quedo con esta frase: La pluma es más mortífera que la espada. Qué gran frase. La palabra viaja libre y sin miedo, es el mejor modo de expresión y sin duda es más mortífera, debería ser ganadora.
Un gusto enorme, leerte.
Besos y feliz fin de semana.
Las palabras pueden llegar más lejos, y hacer más daño, que las balas. Una idea puede mover conciencias y causar más efecto que una bomba.
EliminarCreo que los intelectuales siempre han sido motivo de preocupación para muchos dirigentes y no les falta razón.
Por desgracia también hay mucho analfabeto que no se entera de lo que hacen las plumas y prefiere tomar la espada.
Nosotras, Irene, de momento nos dedicaremos a emplear la pluma y ver las obras de otros que deciden hacer lo mismo.
Un besote, guapa.
Hola Paloma
ResponderEliminarNo soy yo tampoco mucho de poesía y me habéis hecho recordar que quizás en la escuela se enseñaba mucha métrica y poco el sentimiento, ahora de tanto en tanto leo algún poema y no sé si lo entiendo pero sé si me gusta o no.
Estoy contigo en que juzgar lo que pasó en una época muy terrible y viendo cómo nos comportamos en la actualidad siempre es muy complicado. No parece que se haya aprendido nada y los tics más retrógrados vuelven a campar por todos lados.
Para mi, la diferencia es buena, que no todos pensemos igual es enriquecedor, que nos escuchemos y respetemos es algo que nos hace crecer a todos, que no se puede andar a palos y obligar a sentir y que no nos merecemos que después de tantos años todo se reduzca a desviar la atención y a enfrentarnos unos con otros.
No aprendemos y eso me produce mucha tristeza. Me duele ver el odio que parece haberse apoderado de la gente, esa rabia, las ganas de humillar y castigar, actitudes que pensaba se habían superado y no han vuelto.
Me viene a la cabeza ese poema que era de Martin Niemöller aunque falsamente atribuido a Bertol Brecht.
Un beso y disculpa pero aún estoy conmocionada por lo que está pasando.
Ese enfrentamiento y ese encono dirigido de manera espuria e interesada prende siempre que hay terreno preparado previamente. De aquellos barros estos lodos.
EliminarYo también creo que pensar diferente siempre es enriquecedor, siempre y cuando uno piense por sí mismo y no se dedique a reproducir lo que otros quieren movidos por sus propios intereses.
En este país de aficionados a los toros siempre he pensado que algo del genoma de esos animales se nos ha incrustado, porque es enseñarnos un trapo de colores (léase una bandera) y allá que vamos a embestir, con los ojos cerrados y sin reparar en las consecuencias que tienen las cornadas.
Entiendo tu conmoción y la siento como propia, Conxita. Yo, desde la distancia (geográfica y emocional pues intento no implicarme demasiado para ser más objetiva, que "aquí" también nos dan mucha matraca) sufro por quienes estáis en medio de una situación que si no fuera tan grave podría verse con cierto humor, ya que la forma de actuar de algunos es digna de una comedia (ha habido algunas noticias reales que yo creí eran chistes de internet).
Mucho ánimo, amiga, y piensa que no todos somos borregos que nos dejamos llevar por soflamas e himnos. Un beso muy grande.
Bello poema el que has elegido para tu estupenda entrada Paloma, me gusta leerlo y me gusta oírlo en la voz de Serrat. Fue esta una generación muy sufrida, pero de mucha creación literaria, brillantes. Gracias por recordarnos a grandes autores como Rafael Alberti. En cuanto a tus sentimientos Paloma, empatizo totalmente contigo, te entiendo y comprendo tu estado de ánimo en este sinsentido que estamos viviendo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Me gusta indagar sobre la vida de estos poetas, así creo que me facilita la comprensión de sus obras y de paso me culturizo un poco que soy algo ignorante en cuanto a poesía (y también en muchos otros campos).
EliminarCreo que toda persona cuerda y con un mínimo de sentido común se siente horrorizada por todo esto que estamos viviendo. Es, por eso, alentador comprobar que quienes por aquí se pasan, como tú, son de ese tipo de personas. Quizá no todo esté perdido.
Un beso muy grande, Mer.
Cuando se anda metido en política y se milita en alguno de los bandos con convicción, sobre todo en tiempo de fuertes confrontaciones, es inevitable que te hagas enemigos y también que acabes cayendo en algún exceso "por la causa". Si además tienes una forma especial de hacer adeptos y denunciar, la escritura en el caso de Alberti, está garantizado que te vas a señalar y que vas a tener problemas si pierdes o a causárselos a otros si ganas... Ya lo dices tú misma en tu estupenda semblanza del poeta, a él no le gustaban los que no se implicaban como él consideraba que debían hacerlo y arremetía contra ellos. Creo que todo ello denota que era un hombre de carácter fuerte.
ResponderEliminarNinguna de todas estas cosas sabía de Alberti, así que me ha parecido muy interesante tu post. Creo que lo he dicho muchas veces ya, no me ha gustado nunca la poesía, así que estoy poco familiarizada con la biografía de los poetas. A lo mejor ambos cosas no deberían estar relacionadas, pero así sucede. El poema que nos traes lo conocía por la canción, y aunque nunca le he encontrado el sentido, sí que me parecía muy bonito.
Respecto a tu forma de sentirte, qué te puedo decir. Somos muchos los que estamos estupefactos desde hace meses ante la situación. Confiemos en que prevalecerá el sentido común, el consenso, el diálogo y las soluciones pacíficas.
¡Un beso grande, Paloma, y ánimo!
La vida de cada uno siempre encierra recovecos difíciles de entender. Nadie es coherente al cien por cien, o eso creo yo. Cuando una persona decide saltar a la palestra se muestra al ojo escrutador de todos los demás y eso implica riesgos. Si, además, la actividad a la que se dedica es tan llamativa y se da en tiempos de confrontación donde hay bandos con ideas e intereses opuestos... la polémica está servida.
EliminarEn estos casos me siento un poco impotente, se supone que deberíamos tener herramientas para juzgar estos hechos, cuando son históricos me refiero. Pero hasta los historiadores están sujetos a sus propios sentimientos, supongo, y eso les hace vulnerables hasta el punto de no ser objetivos.
Creo que somos muchos los que no sabemos captar toda la belleza que encierran los versos. En mi caso, además se añade un impedimento más, y es que no tengo paciencia. Algunos poemas los medio entiendo cuando los leo más de dos y tres veces y después de 'obligarme' a leer más despacio. Requiere mucho esfuerzo para mí.
Un besote muy grande, Julia. Que pases un feliz lunes.
Hermoso homenaje a uno de los referentes de nuestras letras, a quien como a muchos compatriotas le tocó vivir una época convulsa y difícil, época que esperemos no vuelva a repetirse en esta España de extremos que algunos nunca han dejado de alentar por conveniencia. Un abrazo Paloma.
ResponderEliminarSiempre que se habla de "nuestra" guerra solemos decir que esperamos que no se repita, como un conjuro para ahuyentar las malas vibraciones.
EliminarEn mi familia paterna aquella guerra se vivió en un pequeño pueblo y el encono de los dos bandos se vio recrudecido por rencillas personales. Siempre oí a mis abuelos que ese encono no se borraría nunca, que solo con la muerte de sus protagonistas, por la vejez o por la enfermedad, se terminaría.
Han pasado más de setenta años de aquello, prácticamente todos los protagonistas están ya muertos y yo sigo viendo rencores pasados, rencillas pendientes, clichés repetidos. No tenemos remedio, Jorge. No aprendemos nada.
Perdona el pesimismo, a mí los lunes me ponen en plan cenizo.
Un beso.