Cuando inicié la serie 'Doctoranda al borde de un ataque de nervios' nunca imaginé que disfrutaría tanto y que tendría tan buena acogida. Además el soporte moral que me disteis quienes habéis seguido las diferentes publicaciones fue fundamental a la hora de superar el estrés de presentar la tesis doctoral.
Lo que tampoco podía sospechar cuando empecé a escribir esa serie fue que algunas publicaciones trascenderían el blog y llegarían a los ojos del editor de una revista científica. Pero el caso es que así fue y este editor me ofreció amablemente colaborar en su publicación con otro artículo escrito en clave de humor.
Me puse manos a la obra y el artículo ya está publicado. Se titula "Lo impactante que es tener un buen factor de impacto". En él ironizo sobre una característica de algunas revistas científicas, el factor de impacto, y cómo un índice que se supone sirve para evaluar la calidad de un trabajo se convierte en un elemento distorsionador de la realidad (en el artículo explico qué es dicho factor y para qué sirve).
Me gustaría dar las gracias al doctor Culebras por darme la oportunidad de traspasar las fronteras del blog y al profesor Sánchez Muniz por animarme a hacerlo.
El enlace a la revista es este
y el del artículo este otro,
La
opinión de toda una multitud siempre es más creíble que la de una minoría.
MIGUEL
DE UNAMUNO
Para que un ser humano pueda
vivir necesita fundamentalmente agua, oxígeno, energía y nutrientes(1).
Si ese ser humano se dedica a la investigación necesita otro elemento más:
publicar en revistas científicas.
Un investigador científico si no
publica se muere, o no existe, que para el caso es lo mismo.
Escribir un artículo exige mucho
trabajo, primero hay que recopilar datos en el laboratorio, luego hay que
procesarlos, evaluarlos y extraer conclusiones —a ser posible conclusiones que
sirvan para algo—. Después hay que plasmar de forma concisa todo y bien
sustentado bibliográficamente; el artículo ha de entenderse y ser atractivo
para el editor de turno. Porque no solo hay que escribir, hay que publicar y en
este proceso es donde el investigador ha de demostrar que está hecho de una
pasta diferente a la del resto de los mortales.
El artículo ha de pasar una serie
de evaluaciones en las que el autor del mismo es sometido al tercer grado de
tantos requerimientos y explicaciones que piden algunas editoriales; conozco a
más de uno que ha necesitado apoyo psicológico e incluso tratamiento
psiquiátrico después de contestar a los comentarios de los revisores.
Si el editor y los benditos revisores
deciden que aquello merece la pena y se puede publicar, el investigador además
de sentirse eufórico, afortunado y agradecer a los dioses paganos y oficiales
la inmensa merced, está convencido de haber cumplido su misión. O no…
Porque aunque publicar cuesta un
Potosí —léase esto de manera figurada y también literal ya que en algunas editoriales
hay que pagar verdaderas fortunas para que te publiquen(2) — resulta
que no es suficiente. Y es que además de publicar hay que hacerlo en una
revista con un buen factor de impacto.
El término en sí ya da malas
vibraciones.
Impacto es sinónimo de “choque”, “colisión”
y “encontronazo”; estos vocablos, al menos para mi subconsciente, van acompañados
de la palabra “sufrimiento”.
¿Qué significa que algo tiene
impacto? Según se mire puede ser bueno o malo. Es como una sorpresa, puede ser
una sorpresa agradable (eso es bueno) o puede ser una sorpresa desagradable
(eso es malo). Impactar implica impresión, y volvemos a lo mismo, todo depende
de cómo sea la impresión. A todo esto hay que añadir que cuando de sensaciones
se trata hay un componente subjetivo que es imponderable y por tanto muy
difícil de cuantificar.
Pero volvamos al factor de impacto
en las revistas científicas.
Recalé en la investigación
después de años dedicada a otros menesteres profesionales alejados de ella, por
eso la primera vez que oí hablar de ese factor me puse en guardia pues me vino
a la mente el concepto “impacto” junto a todos sus sinónimos y la otra palabra
que yo asocio, “sufrimiento”.
Recuerdo que a raíz de mi primer
artículo publicado alguien me preguntó qué factor de impacto tenía. Yo,
ignorante de mí, me lo tomé al pie de la letra y contesté que sí que estaba
impactada pero que esperaba recuperarme pronto de la impresión. Después de que
mi interlocutor me sacara del error —y los colores de la vergüenza tras el
patinazo— busqué más información sobre el tema.
Resulta que el factor de impacto (FI)
indica el prestigio de una revista científica y parece que se relaciona con la
credibilidad otorgada a la misma. O sea, a mayor impacto, mayor credibilidad. El
FI de las revistas se publica cada año en el "Journal Citation
Reports", es como el ranking de la ATP pero en lugar de tenistas salen
revistas científicas.
Hasta aquí todo va bien. La cosa
se tuerce cuando uno indaga cómo se calcula dicho factor.
El FI resulta de un cociente, en
el numerador va el número de artículos de la revista que han sido citados
durante dos años, en el denominador va el número de artículos publicados en esa
revista y durante esos mismos dos años(3).
A mí este método no me termina de
convencer, porque cantidad (que es lo que realmente mide ese cociente) no es
sinónimo de calidad. Que algo esté en boca de todo el mundo no quiere decir que
ese algo sea bueno.
Si trasladamos este razonamiento
a los éxitos literarios me viene a la mente
“50 sombras de Grey”, superventas donde los haya la autora vendió los
libros como churros, ha sido citada en muchos medios de comunicación y hasta en
alguna que otra junta de propietarios, pero la novela es una birria de tomo y
lomo.
Que conste que no pienso que las
revistas con un FI elevado sean malas. Pero igualmente no creo que las revistas
que no tienen un buen FI —o que simplemente no lo tienen, ni bueno ni malo—
sean de peor calidad que las que sí lo poseen.
Encima eso de que es mejor
publicar en una revista con un buen FI ejerce el efecto llamada. Todos los
investigadores intentarán publicar en esas revistas por lo que tendrán muchos
artículos que publicar y también serán citados con mayor asiduidad, lo que hará
que el FI crezca sirviendo de reclamo para más investigadores. Es como la
pescadilla que se muerde la cola, y también como decía mi abuela: cría fama y
échate a dormir.
Además, aquí aparece otro tema
también controvertido: las citas —y no me refiero a los encuentros entre dos o
más personas sino a las bibliográficas que son bastante más aburridas que las
otras, dicho sea de paso—. ¿Quién cita a quién y por qué? Lo normal, cuando uno
investiga en un campo concreto, es que se cite a quien trabaja en algo
parecido, incluso de su mismo grupo. Esto es lo normal, pero lo picaresco
incluye que algunos se citen a sí mismos para subir ese FI en beneficio propio.
Con todo este embrollo de cita a cita y cito porque me toca, lo de la
pescadilla que se muerde la cola se convierte en un bucle sin fin y en otro
dicho de mi abuela: Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como.
En este escenario las nuevas
revistas, las que intentan hacerse un hueco en esto de publicar ciencia, lo
tienen más que crudo. Iniciar una nueva andadura siempre es complicado, pero
cuando se empieza una aventura en este campo con un lastre como es el FI, la
aventura puede convertirse en una auténtica odisea y los aventureros en héroes
espartanos.
Pero puede que se vislumbre una
luz al final del túnel. Desde el año 2012 la Declaración sobre Evaluación de la
Investigación de San Francisco (DORA) cuestiona recurrir al FI como un buen
indicador para evaluar los méritos de una investigación científica(4).
En esta declaración se defiende
que un trabajo de investigación se valore por lo que es y no por dónde se
publica, algo con lo que una servidora está completamente de acuerdo. Antes he
mencionado lo difícil que es para las nuevas revistas hacerse un hueco en el
mundo editorial científico, pero los nuevos investigadores lo tienen igual de
mal, o peor incluso.
A lo largo de mi corta labor
investigadora, he tenido que luchar contra molinos de viento en forma de
editoriales de revistas científicas con un FI elevado. Como tienen tantos
trabajos para publicar —recordemos que todos los investigadores quieren
publicar ahí porque así se les valorará más— cuando les llega un artículo de
alguien sin un pasado glorioso —léase sin muchos artículos publicados en revistas con FI elevado— yo
creo que ni se leen el título. Si a esta falta de pasado glorioso se le añade
que los datos no son demasiado relevantes o dan resultados negativos, la
tragedia está servida en forma de no publicar nada de nada, o como diría
también mi abuela: no te comes una rosca.
El caso es que cada vez son más
las instituciones que se suman a esta declaración de San Francisco y parece que
algo se está moviendo al respecto. Siempre es una buena noticia que el sentido
común se imponga, y para la que esto escribe un motivo de esperanza.
Sea como fuere, yo cada vez que
consiga que me publiquen un artículo en una revista —con un buen FI, con uno
malo o sin ninguno, da igual— me sentiré fuertemente impactada (en el sentido
positivo de la palabra). Ver mi trabajo editado y divulgado siempre es un
placer, y un impacto también.
Agradecimientos.
Mi más sincero agradecimiento al profesor Francisco José
Sánchez Muniz por la lectura crítica de este texto y por sus certeros consejos
y puntualizaciones.
BIBLIOGRAFÍA
1. Gil A. Tratado de nutrición. Editorial Médica
Panamericana: Buenos Aires; 2017.
2.
Sánchez-Muniz FJ., Bastida S. Y aún dicen que el
pescado es caro. JONNPR. 2016; 1(7):
239-243.
3.
Garfield, E. Journal citation reports. Current contents. 1976; 30: 5-20.
4.
Franco-López A., Sanz-Valero J., Culebras JM. El
factor de impacto ya no es el patrón oro; la declaración de San Francisco sobre
evaluación de la investigación. JONNPR.
2017; 2(5): 173-176.
Paloma, eres una fenómena!! Me alegro mucho de esta publicación, porque eres única escribiendo y dándole un tono de color a tus historias. Besos
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras, Marina. La verdad es que me sentí muy a gusto escribiendo este artículo.
EliminarUn beso grande.
Escribes divinamente, Paloma. Y cuando además estás en tu terreno científico te mueves como pez en el agua. Transmites muy bien esa impotencia de no pocos investigadores jóvenes que se enfrentan con ese muro editorial que es el adecuado FI.
ResponderEliminarUn beso
El artículo está escrito en clave de humor pero cuenta la cruda realidad. Es muy complicado el mundo editorial científico y lo malo es que sin publicaciones un investigador no tiene ningún futuro ni reconocimiento.
EliminarGracias por tus elogios, Juan Carlos.
Un besote.
Felicidades Paloma.
ResponderEliminarEres muy pedagógica escribiendo, haces fácil lo difícil y especialmente en tus artículos más científicos es cuando para los que no entendemos nos lo explicas tan facilito que no queda ni una duda.
Al margen de eso, me he sonreído y he asentido con alguna de tus afirmaciones. Lo del impactada me ha llegado al alma, jajaja y creo que hubiera pensado lo mismo. Después el prestigio de unas y otras revistas, me ha hecho pensar que a veces las tan prestigiosas acaban dificultando la publicación de muy buenos artículos porque sus autores no son tan reconocidos como otros y porque no han publicado en revistas importantes. Total que puede acabar en un bucle en el que resulte difícil acceder a los desconocidos aunque el contenido que vayan a publicar fuera más novedoso o incluso, por qué no, más bueno. Lo cierto es que cuesta que se arriesgue por los desconocidos, en el terreno que sea.
No sé si me he explicado muy bien.
Besos guapa y feliz finde
Empezar sin un pasado en cualquier terreno es siempre complicado. Los nuevos escritores, del tipo que sean, tienen difícil hacerse un hueco. Las editoriales no suelen arriesgar y prefieren ir a lo seguro. Pero, y esto ya lo comenté en una de las entradas de Doctoranda, si se buscan novedades hay que aventurarse. No se puede nadar y guardar la ropa.
EliminarLo que cuento sobre mi respuesta cuando me preguntaron sobre el impacto de mi primer artículo no es una licencia literaria, me ocurrió de verdad. No había oído hablar de ese factor nunca.
Por cierto, varios miembros de mi tribunal de tesis me aconsejaron que me dedicara a la divulgación porque, según ellos, tengo facilidad para la comunicación.
¿Me habré equivocado de carrera y debería haber estudiado periodismo? jajaja.
Un besote, guapa.
¡Enhorabuena, Paloma! Si ya es difícil publicar obras de ficción no quiero pensar en las revistas científicas. Ese factor impacto, o repercusión social, sin duda es la cara económica de la publicación, de hecho, en ocasiones, determinadas revistas ofrecen artículos sobre cuestiones más populares, como vidas en el espacio, o cosas así... para intentar mayor difusión. Aunque imagino que las más elitistas debe ser un mundo aparte. Sea como fuere me alegra muchísimo tu publicación y respiro aliviado que al ver el título pensé en cualquier cosa. Un abrazo!!!
ResponderEliminar¿Te preocupó el título con ese "secuelas"? jajaja. En el sentido estricto de la palabra creo que sí salí dañada de aquella experiencia pero fue por culpa de la tesis no por la serie de Doctoranda. Estoy convencida que he perdido una buena cantidad de neuronas.
EliminarLas revistas científicas "elististas" no buscan divulgación; yo creo que cuanto más complejo es el artículo, aunque no se entienda nada, para ellas es mejor. Se deben creer que si no se entiende es porque es bueno y solo es accesible para las mentes más brillantes, algo que yo no comparto en absoluto.
Yo ya llevo varios artículos científicos publicados y cada uno te aseguro que ha sido como un parto malo, porque el sufrimiento pasado para conseguir que te acepten un 'paper' es tremendo. Pero es lo que hay, y esas son las normas de este juego. Cuando uno se introduce en este mundo hay que asumir lo que implica publicar.
Un abrazo, David.
Enhorabuena, Paloma. Tu artículo es genial, está divinamente escrito y es muy divertido. Además es didáctico porque he aprendido cosas que no sabía.
ResponderEliminarEstá claro que la fama no significa calidad. En publicaciones científicas, no estoy muy enterada, pero en literatura, creo que las obras con más calidad quedan relegadas a los estantes de unos pocos y la fama se la llevan Ken Follett o el plasta de las sombras.
Un beso.
Escribiendo este artículo he disfrutado mucho, me sentí cómoda utilizando el sarcasmo-ironía que a mí tanto me gusta. Por desgracia, no siempre me permiten escribir así en una revista científica por eso le agradezco tanto al editor de esta publicación que me dejara explayarme con el estilo que yo prefiero.
EliminarCreo que muchas de las cosas que cuento se pueden extrapolar a otros campos que no tienen que ver con la investigación científica. Ese "cría fama y échate a dormir" está presente siempre.
Un besote.
¡Jo, Paloma, qué pasada! No creo que sea solo una apreciación personal si digo que has dado un salto importante en lo que a publicar artículos se refiere (no de los científicos, sino de los que cuentan cosas, nos enseñan y nos hacen sonreir más de una vez) :) Cuánto me alegro por ti, imagino lo orgullosa y contenta que tienes que estar. De aquí al estrellato hay un paso, que lo sepas. Al final la tesis te va a aportar más cosas de las que pensabas.
ResponderEliminarUn beso grande y mis felicitaciones. Como fiel lectora de la saga "Doctoranda la borde de un ataque de nervios" puedo decir que estoy muy orgullosa de tí.
Muchas gracias, Julia, por tu comentario. Si algo he obtenido "extra" de mi tesis doctoral es el soporte moral que me habéis dado los que habéis seguido mis cuitas doctorales. Nunca estaré suficientemente agradecida por ese apoyo, de verdad.
EliminarEsta publicación ha supuesto para mí un orgullo, la verdad.
Ya he publicado más artículos en revistas científicas, y sin desmerecer ninguno pues todos me supusieron un gran trabajo, a este que hoy traigo le tengo un cariño especial.
Un beso muy grande y que tengas un buen domingo, guapa.
Mi más sincera enhorabuena, tu entrada está muy bien documentada, el análisis de las revistas científicas o seudocientíficas, el (FI), al leerte se nota una gran observadora de los detalles, haciendo una crítica a esas revistas que no tiene ningún desperdicio.
ResponderEliminarLo narras con humor del bueno. Un abrazo literario ;)
Como ya he comentado anteriormente me he sentido muy cómoda utilizando el humor. A veces es necesario emplear la ironía para denunciar situaciones injustas. Puede parecer que ese tono distendido le resta importancia al problema, pero no es así.
EliminarPara mí, la ironía o el sarcasmo (no consigo diferenciar muy bien estos dos términos) son herramientas muy útiles para la denuncia y muy incisivas.
Un abrazo, Lola. Gracias por tu visita.
Madre mía, y yo sin enterarme. Ahora estoy a la espera de que me contesten, si me aceptan un artículo, o no en una revista de literatura oral muy reconocida y, no es que no duerma, pero no deja de ser una espera entre fastidiosa y agobiante ������
ResponderEliminarLeyendo un artículo de mi directora de tesis hace como un mes, vi mi nombre citado ������������ ¡,no te cuento el impacto!! Se lo enseñé a toda mi gente. Citaba un formula de entrada en un cuento oral muy particular que aparecía en mi Memoria de Investigación. Estuve flipando durante días. No quiero ni pensar, si me publican el artículo, jajajaja.
En lo de los investigadores novatos te doy toda la razón.
¡Felicidades por tu artículo! Disfrútalo mucho y espero que te sigan publicando.
El primer artículo publicado, Margarita, es como el primer amor. Puede que no sea el mejor pero se le recordará siempre con mucho cariño.
EliminarTen mucha paciencia. Mi primer artículo tardó más de un año en ver la luz, me lo rechazaron en tres revistas y tras cambiar un montón de cosas conseguí publicarlo en una bastante bien situada en ese ranking del factor impacto. No quiero desmoralizarte pero es lo que hay.
Lo de que tarden tanto en contestar es un rollo y desespera bastante. De hecho, ahora mismo tengo un artículo enviado el 6 de julio del que no tengo noticias, me meto en la web y me pone que está en revisión, pero lleva así más de dos meses. Es muy cansado.
Mucho ánimo y no desesperes. El que la persigue, la consigue. Suerte.
Un abrazo.
Pues enhorabuena por haber traspasado las fronteras del blog y llegar hasta una revista científica. La verdad que el artículo es muy ameno y está bien escrito, nunca te acostarás sin saber una cosa más y leyéndote he aprendido que es el FI, que dicho sea de paso y de acuerdo con tu opinión no me parece un método muy fiable para medir precisamente el impacto. Un saludo Paloma.
ResponderEliminarEse FI cada vez está más cuestionado, pero quienes se benefician del 'statu quo' no quieren cambiar nada.
EliminarEntre mis colegas, cuando nos rechazan un artículo, siempre recordamos a un premio Nobel de química al que le rechazaron en muchas revistas de renombre el trabajo por el que posteriormente le dieron el famoso premio. El que no se consuela es porque no quiere, jajaja.
Gracias por tus felicitaciones.
Un abrazo, Jorge.
¡Felicidades, Paloma! Me alegro de que te propusieran esa colaboración porque tienes maña para los artículos divulgativos con toques de humor. Se te dan muy bien. Hasta yo ya deseaba leerte uno. Un beso grande, mi niña.
ResponderEliminarGracias, Ángeles. Yo también tenía ganas de escribir en clave de humor.
EliminarNada más terminar la tesis me sumergí en la escritura de dos artículos "serios" y me aburrí bastante, para qué te voy a engañar. Con este me liberé de tensiones.
Tengo en mente escribir más en este plan, si no me lo publican en revistas al menos lo haré en el blog, donde yo soy la editora y la jefa ;)
Un besote, guapa.
Uno que lo es, se siente orgulloso de muchas cosas y en particular de haber sembrado inquietud en ti y que encima me lo agradezcas.
ResponderEliminarEsto no es más que el principio, ahora buscamos otros reconocimientos y en el camino estamos y pronto lo veremos y disfrutaremos... y si no, pues nos liamos la manta a la cabeza y me diriges una tesis en literatura que ya lo voy necesitando.
Besos.
Cómo no te voy a agradecer tu apoyo y tu guía, Paco. Si no fuera por ti yo habría tirado la toalla hace mucho tiempo. Tu perseverancia y buen hacer son un referente.
EliminarEsos otros reconocimientos se están mostrando esquivos, pero esperemos que lleguen.
Gracias por creer en mí, pero no me veo yo dirigiendo una tesis a nadie, y menos a ti.
Un beso.
Me alegro que trascienda las fronteras del blog. La serie de "Doctoranda..." fue muy divertida y este artículo lo es. Aunque creo que en el blog te movías más a tu anchas, ¿no te parece? Sería buena idea retomar aquellos artículos y darles un formato libro. Ahí lo dejo.
ResponderEliminarBueno, no quiero liarte que es sábado.
Un abrazo.
Has dado en el clavo, Gerardo, y además doblemente.
EliminarCuando me puse a escribir para esa revista al principio me sentí cohibida. Una cosa es escribir en un blog y otra en una revista científica, con su web y con sus lectores. De hecho, el primer borrador era bastante más soso y fue mi director de tesis (Frasan en estos lares) quien me dijo que me soltara la melena y que diera rienda suelta a mi "verbo incisivo" (sic). Con todo y con eso no quise excederme y me corté un poquito. Mi marido también me hizo un crítica muy similar.
Digo que has acertado doblemente porque la serie Doctoranda va a pasar a papel. Ya está en la imprenta. Quería dar la noticia cuando tuviera los ejemplares en la mano, pero tú te me has adelantado. No obstante, es una autopublicación y como una no anda sobrada de dineros serán pocas unidades.
Como ves ya estoy liada, jajaja.
Un abrazo.
Me ha gustado mucho tú articulo, no solo porque brilla tú sentido del humor, si no porque usas frases que a lo largo de mi vida también le he oído a mi abuela paterna y a mi madre después, de modo que es muy bueno, por eso porque tiene calidad, porque tiene ironía y sentido del humor y porque me gusta que los dichos que hemos oído siempre no se pierdan, estoy segura que nuestros hijos no conocen tanto estos y es una pena.
ResponderEliminarEnhorabuena porque hayas traspasado la serie que nos ofreciste en el blog a una revista científica, la que vale vale, y ya he leído que va a ver hasta libro, me alegro muchísimo. No pierdas nunca ni la ironía ni el sentido del humor que tal como va el mundo, en todos los sentidos, mucha falta hace.
Besos Paloma. TERE.
Las frases de nuestros mayores encierran mucha sabiduría y yo tuve la suerte de disfrutar de mis abuela muchos años por lo que aprendí mucho con ella; aprendí las cosas que no te enseñan ni en el colegio ni en la Universidad.
EliminarGracias por tus palabras, Tere, intentaré mantener el sentido del humor aunque últimamente cuesta bastante.
Queda en entredicho la justicia de las editoriales, al igual que el de las revistas científicas prestigiosas en las que se valoran criterios que no tienen que ver con el contenido de calidad y sí con las preferencias del mercado, las modas, las tendencias y los oportunismos. Obviando las elecciones caprichosas a dedo y recomendaciones ominosas.
ResponderEliminarCreo que en esta sociedad tan competitiva nada es tan transparente como no lo quieren hacer ver.
Tú conseguiste tu objetivo batallando lanza en ristre contra esos gigantes disfrazados de artículos de investigación. Los derrotaste, llevándote los laureles correspondientes, y los aplausos de los lectores de blog a los que les sacaste más de una sonrisa.
Un beso.
No sé yo si he llegado a derrotar a esos gigantes que aludes, pero alguna batalla sí que les he ganado. Y con eso me quedo.
EliminarLa verdad es que tejemanejes los hay en todas partes y la injusticia está más repartida de lo que creemos o de lo que nos gustaría creer. Pero nadie dijo que la vida fuera fácil.
Gracias por tus palabras, Javier.
Un beso.
Fe de erratas: "Nos lo quieren hacer ver" Una "S" se me fue de paseo.
ResponderEliminarPaloma muchas felicidades! No sólo has trabajado y te has esforzado, has sabido ser cómica y darle un enfoque positivo a todo lo que iba sucediendo! Eres una máquina, muy buena en los artículos científicos!! Conseguirás lo que te propongas! Un besote :)
ResponderEliminarMuchas gracias, María. Dicen que la ironía es la defensa de los inteligentes, aunque por ahí he leído otra versión que dice que es la de los débiles.
EliminarNo sé, el caso es que me gusta ironizar y denunciar con humor mejor que con exabruptos y palabras malsonantes.
Muchas gracias por tus palabras, María, y bienvenida a estos lares.
Un beso.
¡Enhorabuena, compi! Qué ganas tenía de que le tocara el turno de "visita" a tu casa, y me encuentro con algo de lo que te puedes sentir muy orgullosa, y una temática a la que le has sabido poner esa chispa que tú sabes (y tienes).
ResponderEliminarCuidado con lo que deseas, ¿eh? que te veo a un pelo de conseguirlo, de seguir así ;-)
¡Un beso enorme!
Muchas gracias, Chelo, por tus palabras y por tu deseada visita.
EliminarNo sé hasta qué punto que se cumplan los deseos es peligroso, ahora mismo me gustaría publicar artículos del estilo que aquí traigo y además... que me paguen. Tú crees que lo conseguiré? A mí me da que no ;)
Besos, guapísima.
¡Enhorabuena!!! :)
ResponderEliminarYo como estuve apartada durante un tiempo del blog no pude seguir esta sección al completo, y cuando regresé ya me encontré con el final y la mejor parte que es la celebración. Pero no, con todo el esfuerzo que ello conlleva.
Así que me alegro mucho por ti, de verdad.
Te lo mereces.
Un besazo.
Muchas gracias, Irene.
EliminarParece ser que en algunas ocasiones el esfuerzo se ve materializado en algo bonito.
Un beso muy grande.
Paloma, eres maravillosa, que orgullo es tener una compañera que aparte de que nos ha divertido con tu Ataque de nervios por tu tesis, ahora nos deleitas con estos escritos en fase de humor para la revista científica con lo serias que son. ¡Enhorabuena, Paloma tu vales mucho! Un abrazo
ResponderEliminarA mí me ha encantado que revistas científicas que, como bien comentas, son muy serias (porque han de serlo, que conste) dejen un rinconcito para artículos en clave de humor. Aunque en este caso ironizo mucho en realidad es una denuncia.
EliminarMuchas gracias por tus palabras, Mamen. Un besote.
Muy cierto es que escribir un artículo requiere de esfuerzo, Kirke.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu blog, es magnífico.
Un beso.
Muchas gracias, María.
EliminarBienvenida a este blog.
Un abrazo.
Enhorabuena, Paloma, lograste traspasar la frontera del país del los blogs para lograr una proyección más "internacional", jeje
ResponderEliminarMuy buen artículo.
Un abrazo.
Gracias, Josep Mª.
EliminarMe hizo mucha ilusión que este manera de contar las cosas fuera del agrado de un editor y que un artículo en este plan acabara en una revista seria.
Un abrazo.
Los de la revista tuvieron buen ojo. Es un artículo increíble el que te mandaste, el que, si no se aprecia la ironía y el humor, puede herir al susceptible.
ResponderEliminarTe felicito. Espero que sigan lloviendo ofertas.
Saludos.
No sé si alguien se habrá sentido ofendido pero por aquí decimos que 'el que se pica, ajos come'. En cualquier caso sí que buscaba poner el dedo en la llaga, pues el factor de impacto está dificultando el trabajo de muy buenos investigadores (y no lo digo por mí).
EliminarUn abrazo.