Relato presentado en la comunidad Escribiendo que es gerundio, en el apartado "Una imagen, un relato".
Qué gran serenidad me invade, qué
plenitud siento. Mi cuerpo parece levitar y esa quietud que recorre mis venas
me hace sentir ligera. La sensación de paz es muy agradable y esa luz opalina
que todo lo envuelve me resulta acogedora.
Ni recuerdo la última vez que me
sentí así de bien. El estrés del trabajo, las tareas domésticas después de una
jornada agotadora, el cuidado de los niños. No puedo más. Esta paz es tan
extraña como inesperada.
Desde donde estoy, en esta roca
alejada de todo y de todos, las nubes se presentan como un lecho acogedor, un
mullido colchón que promete un cálido recibimiento. Quiero ir hacia allí, sé
que así la paz será eterna.
No sé por qué estoy desnuda, ni
por qué estas cuerdas de goma me impiden moverme. Quiero ir hacia las nubes,
pero las ataduras en mis brazos y en mi cara no me dejan. Ya está, he
conseguido arrancarlas, ya soy libre de saltar. Qué feliz me siento. ¡Allá voy!
***
—¡Doctor! ¡Doctor! Tenemos un problema.
—¿Qué ocurre, enfermera?
—La paciente del quirófano 6, está muy agitada, no consigo
que se calme y se ha arrancado la vía y la mascarilla de oxígeno. En cuanto el
anestesista le administró el óxido nitroso empezó su
comportamiento extraño. Se le fue la mano.
—¿Qué quiere decir con "se le fue la mano"?.
—Creo que se equivocó de dosis, doctor.
—¡¡¿Qué?!! ¡Menuda denuncia nos va a caer! Esto es
intolerable, se nos va a venir todo un ejército de abogados encima cuando la
paciente despierte. Eso si despierta y no se nos queda tiesa en la mesa de operaciones.
—Puede que no nos denuncie, doctor, después de todo.
—¿Por qué lo dice?
—No sé, no parece que lo esté pasando muy mal. Ahora mismo
tiene una sonrisa de felicidad en la cara.
Transmites tan bien, en la primera parte, el sosiego que dan ganas de chutarse el mismo gas para estar así de relajada. Estupendo micro Kirke. Un beso.
ResponderEliminarCuando trabajé en un hospital lo que contaban algunos pacientes sobre la anestesia era muy curioso, aunque no es plan de ir por ahí inhalando gases peligrosos sí es cierto que a veces dan ganas de chutarse algo así.
EliminarUn beso, Ángeles.
Ohhh muy bueno!! Yo también pertenezco a la comunidad pero no me da tiempo de escribir. Me ha encantado la sensación de felicidad y libertad que reflejas con las palabras!! Un besito!! :))
ResponderEliminarEs complicado encontrar tiempo para escribir todo lo que queremos, incluso para (en mi caso) leer lo que escriben los demás.
EliminarGracias por tu comentario.
Un beso.
Jajaja, me encanta. En algunas ocasiones a mí me habría venido bien ese "óxido nitroso", pero solo en momentos muy puntuales, eh?
ResponderEliminarBesos.
No me gustaría con este relato incitar al consumo de sustancias peligrosas pero, como le comento a Ángeles, a veces sí que se echa en falta algo que nos relaje de manera contundente.
EliminarUn beso, Gemma.
Hola Kirke!
ResponderEliminarMe ha entrado una Felicidad absoluta ..jaja que relajada estaba leyendo y de repente el quirófano.. Muy bueno el relato Kirke, me ha gustado.
Un fuerte abrazo.
A veces, la felicidad se encuentra de la manera más insospechada, la mujer del relato la encontró en un quirófano, ¡quién se lo iba a decir!
EliminarGracias, Xus, me alegra de que te haya gustado.
Un beso.
Un relato tremendamente ocurrente y divertido, Paloma. Creo que nos has puesto a todos a soñar con una "pasadita" por el gas mágico jajajjaa.
ResponderEliminar¡Un beso grande de miércoles!
Las sustancias químicas pueden tener efectos secundarios que no siempre son excesivamente dañinos. A mi protagonista desde luego no parece que le sentara demasiado mal ese chute.
EliminarUn beso grande de sábado, Julia, disfruta del finde.
Razón tiene Ángeles, ¿qué crees que tomó la paciente para estar tan beatíficamente relajada?
ResponderEliminarMuy bueno tu relato. Yo esta vez, no me he animado. Suerte, maja.
Un beso.
El óxido nitroso puede ser alucinógeno en algunas personas, pero según lo que dice la enfermera el anestesista se equivocó y le administró otra cosa. Que yo sepa los gases que hay en quirófano son el óxido nitroso y el oxígeno, así que me he tomado una licencia literaria para dejar en el aire (nunca mejor dicho lo de aire) qué pudo endosarle el médico a la pobre mujer.
EliminarUn besote.
La felicidad a cualquier precio,... incluso si es necesario pasar por la salas de operciones ;-)
ResponderEliminarOcurrente relato Ángeles!
Como ya he comentado anteriormente la felicidad se puede encontrar en los lugares más insospechados, como un quirófano.
EliminarMe gusta mucho el nombre de Ángeles pero mi nombre real es Paloma, aunque por estos lares firmo con el de Kirke. De todas formas si me has confundido con Ángeles Impíos no me importa nada porque ella escribe como los ángeles (precisamente).
Saludos.
Muy buen relato. No hay mal que por bien no venga. Vete a saber lo que le han suministrado (no creo que sea LSD). Ya me gustaría a mí experimentar, aunque solo fuera por unos segundos, esa sensación de libertad y de serenidad tan plena. Creo que cuando la paciente despierte pedirá más.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ese es el problema de las sustancias que actúan en el sistema nervioso, que producen adicción, cuando la dependencia aparece la cosa ya no es tan divertida.
EliminarQuizás la paciente se aficione a que la operen para revivir la experiencia, puede ocurrir, a la cantante Cher le pasó ;)
Un abrazo, colega.
A mí me gustó mucho, Kirke. La mezcla de esa sensación de bienestar que provocas en la primera parte con la nota cómica con la que acabas.
ResponderEliminar¡Vaya error el del doctor! pero en este caso no hay mal que por bien no venga.
Un beso y una carita feliz ;-)
Hay que ver el lado positivo de las cosas, una equivocación del médico fue beneficioso para la paciente, al menos desde el aspecto sensorial.
EliminarUn beso grande y que tengas un buen fin de semana, compañera.
Muy logrado relatos basado en la imagen. Transmitís muy bien las sensaciones de la protagonista, tanto en la realidad como en el sueño vívido.
ResponderEliminarSaludos.
La protagonista se lo estaba pasando muy bien, y seguro que cuando la despertaron lo lamentó. Por desgracia, la realidad es menos placentera que los sueños.
EliminarUn saludo, Raúl.
Y... que era lo que le suministraron a la paciente, que me ha entrado la curiosidad? desde luego feliz si que parecía a tenor de la estupenda descripción que haces al principio. Nos quedamos con las ganas de saber si habrá o no denuncia, todo dependerá de la resaca que deje el elemento jaja. Resulta curioso ver como has llevado la imagen a tu terreno escribiendo un relato médico. Muy bueno. Un saludo.
ResponderEliminarAdemás del óxido nitroso, en anestesia se suelen emplear derivados modernos del halotano (este último ya no porque es muy hepatotóxico) aunque creo recordar de mis clases de farmacocinética que este tipo de gases no producen alucinaciones.
EliminarQuién sabe qué le puso el anestesista, o puede que fuera la enfermera la que se equivocó y esto lo digo por una experiencia personal cuando trabajaba en un hospital, donde el preanestésico que suelen administrar las enfermeras potenció el efecto de la propia anestesia y el paciente se agarró un buen colocón.
No es por asustar, pero lo que puede ocurrir de puertas adentro en un quirófano da un poquito de miedo, jajaja.
He llevado la imagen a mi terreno porque la cabra siempre tira para el monte.
Un abrazo, Jorge.
Creo que te comenté por la comunidad.
ResponderEliminarEs un relato que sorprende por las circunstancias en los que se desarrolla y ese giro sorpresivo con el que nos sorprendes al final.
Los fallos médicos no tienen que ser siempre negativos.
Besos
En este caso se podría decir que no hay mal que por bien no venga.
EliminarUn beso.
Cuando se está bien, qué bien se está!
ResponderEliminarNi siquiera importan las circunstancias que nos han llevado a ello, jeje
Muy bueno, eso sí, espero no nos toque a nosotros ser víctimas de estos personajes, ;)
Un fuerte abrazo.
Quizás, y para contrarrestar ese fallo médico, podría decirse que el fin justificó los medios. Si la paciente se sintió mejor lo daremos por bueno.
EliminarAunque, al igual que tú, yo también opino que es mejor que no se equivoquen los médicos.
Un abrazo, Irene.