Poemas y Cantares se despide de este año 2016 con una mujer, Concepción Arenal.
Concepción Arenal nace el 31 de enero de 1820 en Vigo (Pontevedra). Su padre es un militar de ideas liberales que le trajeron muchos problemas con el régimen absolutista de Fernando VII, de hecho muere a consecuencia de la tuberculosis que contrae en una de sus estancias en prisión.
Huérfana de padre a los nueve años, Concepción se va a vivir con su madre y hermanas a Cantabria, a la casa de su abuela paterna, allí recibe una férrea educación religiosa que la dejará marcada para siempre. Cuando Concepción tiene catorce años se va a Madrid y estudia en un distinguido colegio para señoritas.
Terminados los estudios acordes para una mujer de la época Concepción quiere ir a la Universidad, en concreto quiere estudiar Derecho pero no se lo permiten. Esto no es un obstáculo, pues se disfraza de hombre y así asiste como oyente a las clases. Pero su identidad se descubre y gracias a la intercesión del rector le hacen un examen que pasa exitosamente para así poder estar presente en las clases.
Con veintiocho años se casa con un abogado pero este muere de tuberculosis nueve años después. Viuda y con dos hijos se traslada a Potes (Cantabria) y allí funda un grupo femenino para ayudar a los pobres. Comienza así una actividad que caracterizará a esta gran mujer: la ayuda a los más necesitados.
En 1863 se convierte en la primera mujer que obtiene el título de Visitadora de Cárceles de Mujeres, pues entre sus obras de beneficencia las mujeres son su principal objetivo. Unos años después funda una sociedad que se dedica a construir casas asequibles para obreros.
Muere en Vigo el 4 de febrero de 1893 a la edad de 73 años.
Concepción Arenal fue consciente de la situación de inferioridad en que se encontraban las mujeres de su época –en el ámbito político, en el social, en el educativo y en el laboral– y se posicionó luchando por la emancipación de la mujer.
Ella sabía que mejorar las condiciones laborales de la mujer era un paso importante para su inserción en la sociedad como un miembro de pleno derecho. La Revolución Industrial demanda más mano de obra barata y esto lleva a la participación de la mujer en el mercado laboral aunque esta participación suscita recelos por parte de los trabajadores masculinos que consideran denigrante tener una esposa asalariada.
Si luchó por la igualdad de condiciones laborales para las mujeres hizo lo mismo con la educación. Fue una defensora a ultranza de la educación, especialmente de la de las mujeres obreras.
“Si la educación hace del sujeto una persona con cualidades esenciales generales no debe haber diferencias en la educación del hombre y de la mujer”
Siempre pensó que educar era el mejor vehículo para desterrar las desigualdades sociales y para conseguir un marco social y legal más justo.
Su obra principal es en prosa pero tiene una serie de fábulas con una carga importante de moraleja –algo propio de las fábulas– y hoy traigo aquí una de ellas: La pera verde y podrida.
Iba un día con su abuelo
paseando un colegial
y debajo de un peral
halló una pera en el suelo.
Mírala, cógela, muerde;
mas presto arroja el bocado,
que muy podrida de un lado
estaba y del otro verde.
Abuelo, ¿cómo será,
decía el chico escupiendo,
que esta pera que estoy viendo
podrida, aunque verde, está?
El anciano con dulzura
dijo: vínole ese mal
por caerse del peral
sin que estuviera madura.
Lo propio sucede al necio
que, estando en la adolescencia,
desatiende la prudencia
de sus padres con desprecio;
al que en sí propio confía
como en recurso fecundo
e ignorando lo que es mundo
engólfase en él sin guía.
Quien así intenta negar
la veneración debida
en el campo de la vida
se pudre sin madurar .
Concepción Arenal (1820-1893)
Creo que esta poesía expresa muy bien esa preocupación de la autora por la educación.
No tener la preparación necesaria y bajar del árbol antes de tiempo solo nos puede deparar que estemos muy verdes para afrontar la vida, pudriéndonos en el suelo por no saber madurar.
¡¡¡¡Buenos días!!!!
ResponderEliminarHas dado en el clavo con Concepción y con el poema.
A veces creo que no está lo suficientemente valorada, si preguntamos en mi ciudad la mayoría nos dirán que tiene una calle, no creo que pasen de ahí.
Besos y cuánto daño ha hecho la ignorancia, hay que luchar por una educación aunque hoy en día creo que además de estudiar podemos completarla con lectura, exposiciones, Internet...siempre se puede aprender, solo hay que tener curiosidad.
¡¡¡¡Besos!!!!
La curiosidad y el interés son importantes cuando de aprender se trata. Ahora no somos conscientes de la suerte que tenemos al poder disfrutar de la enseñanza. Antes era mucho más complicado, especialmente si se era mujer y además de un estrato social bajo.
EliminarUn beso, Gema.
Te felicito por haber pensado en Concepción Arenal para cerrar este año esta sección de "Poemas y Cantares", ya que has reparado en la primera española que asentó las bases para lo que más tarde se conocería como feminismo. Su biografía, que tan explícitamente nos compartes, está llena de ese entusiasmo, generosidad, pero sobre todo de rebeldía a la hora de luchar por esta causa de igualdad de género, donde lo esencial es el derecho a la educación para ambos sexos y no como a ella le ocurrió que tuvo que disfrazarse de hombre para asistir a la universidad y escuchar las clases de derecho que impartía su futuro esposo o quizás ya estaba casado con él, no recuerdo bien las fechas para poder asegurar una cosa u otra. La muerte de su marido fue otro mazazo en su vida, ya que no duró muchos años su matrimonio, del que también se le murió uno de los dos hijos. Su marido fue quien la animó a fundar asociaciaciones caritativas o de beneficiencia para ayudar a las mujeres principalmente y a sus familias que vivían en la marginación social.
ResponderEliminarMe ha encantado también esta publicación, querida Paloma, de modo que gracias por pensar en esta gran educadora y feminista.
Un besote enorme.
Compruebo que sabes mucho de la vida de esta estupenda mujer.
EliminarJunto a Clara Campoamor creo que es todo un referente en la lucha por los derechos de las mujeres en nuestro país.
Desconocía que su marido le impartió clases. Creo que se casaron después de asistir a la universidad porque me parece que los dos ya eran abogados.
Quería hacer un homenaje a esta mujer extraordinaria recurriendo a esta fábula tan apropiada.
Un beso, Estrella, y gracias por la visita.
hola paloma! gracias por descubrirnos esta maravilla, tu tambien posees las antenitas necesarias para estos fabulosas cosas que gustamos leer y compartir. que bello. gracias y abrazosbuhos.
ResponderEliminarMuchas gracias a vosotras por vuestras palabras y vuestra visita.
EliminarUn abrazo brujo.
Hola, Paloma. Sabes qué? Que gracias a ti he puesto autoría a esta fábula-poesía que me sonaba un montón. Besos
ResponderEliminarYo crecí escuchando fábulas de boca de mi abuelo, y hasta que no fui más mayor creí que todas eran de Esopo o de Samaniego, no sabía que había más escritores que escribieran este tipo de cuentos.
EliminarUn besote, guapa.
Muy buena elección, Kirke. Especialmente para mí por la vinculación de la autora a Cantabria. El poema de la pera es muy bueno. Tiene ese aire de las poesías que me leía mi madre cuando yo aún no sabía leer.
ResponderEliminarA veces me pregunto que diría esta gente que tanto confiaba en la educación si viniera ahora y viera que estando la educación al alcance de cualquiera, se la aprecia y respeta tan poco y el nivel cultural general está tan por los suelos. Creo que sería un buen debate.
Un beso.
Yo siempre oí a mi abuelo quejarse de no haber podido estudiar, cuando supo que yo asistiría a la Universidad se le saltaron las lágrimas porque para él era todo un logro que alguien de su familia accediera a estudios superiores (era la segunda de mi generación que lo conseguía).
EliminarCuando supo que algunos de mis primos se negaban a seguir estudiando no lo podía comprender.
No sabemos apreciar las cosas que están a nuestro alcance y no somos conscientes de cuánto tuvieron que luchar antes algunos para que esas cosas sean accesibles ahora. Una lástima.
Un beso.
Muy bueno amiga, la fábula y tu exposición. No la conocía. Un saludo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Pepa, por tus palabras.
EliminarUn abrazo.
Me han gustado ambas cosas, saber un poco de Concepción Arenal (que si supe, me olvidé) y esta atinada fábula en verso. Un beso.
ResponderEliminarMe alegra que esta sección sirva para desempolvar recuerdos sobre escritores que estaban arrinconados o para descubrir nuevos datos sobre ellos.
EliminarUn beso grande.
Ahora entiendo por qué hay tantos colegios con el nombre de Concepción Arenal. Aunque había oído este nombre en infinidad de veces, no tenía ni idea de quién era esta mujer que se disfrazó de hombre para poder asistir a clases de Derecho ¡de qué cosas nos enteramos contigo!
ResponderEliminarPreciosa la reseña y preciosa la fábula.
¡Kisses, Kirke!
Cuando me entero de cuántas dificultades debieron pasar algunas mujeres para disfrutar de lo que ahora casi todas tenemos siento una gran admiración por ellas. Fueron mujeres valientes que con su empeño y arrojo nos abrieron el camino a las demás, luchando por unos derechos que nos eran negados.
EliminarUn besote muy grande, compañera.
Has traído a esta sección, además de una incansable luchadora por los derechos de los más pobres y en particular de las mujeres, a una paisana de mi misma ciudad. De hecho en Vigo hay calles y plazas con su nombre, entre ellas una céntrica alameda que la recuerda. Tu reseña biográfica nos ha acercado un poco más a esta ciudadana anticipada a su tiempo que tuvo que luchar contra dificultades hoy en día superadas gracias a gente como ella. Un abrazo Kirke.
ResponderEliminarMi madre era de La Coruña y tengo muchas fotos, en diferentes etapas de mi niñez, posando en la estatua que en la ciudad hay dedicada a Concepción Arenal. Siempre que paseábamos durante las vacaciones de verano por el parque en el que está situada era obligado hacerse una foto allí. Es todo un ídolo en Galicia, y con toda la razón.
EliminarComo le comento a Chelo, fue una valiente que nos abrió el camino para que ahora disfrutemos de derechos que antes no teníamos.
Un abrazo, Jorge.
Esta clase de poesía es bastante digerible para mi acotado gusto literario. Tiene mucho de narrativa a lo Martín Fierro, el cual cuenta y deja enseñanzas.
ResponderEliminarSaludos.
A mí también me gustaron siempre las fábulas. Son como cuentos en verso.
EliminarUn saludo.
Una mujer excepcional como pocas de la época en la que le tocó vivir.
ResponderEliminaren mi localidad tenemos un instituto con su nombre, otro en Getafe. en Madrid un colegio público y un centro de servicios sociales a su vez una calle con su nombre cercana a la Gran Vía. El monumento dedicado a su figura está situado en el paseo del pintor Rosales, paso al lado de él cada vez que me traslado en bicicleta a Madrid (Parque del Oeste).Este monumento se erigió en 1934 por suscripción popular y figura en su basamento un texto que reza: “Concepción Arenal, amó la ciencia, consoló el dolor”.La guerra civil lo adorno con muescas de balazos.
Un libro de la autora Clara Campoamor y otro en la que se le nombra como la "visitadora de cárceles" título del libro: -Si a los tres años no he vuelto-
Muy interesante tu reseña que es todo un homenaje a esta mujer con elevados ideales a favor de la igualdad de las féminas y de su educación.
Una mujer muy celebrada al menos en cuanto a nombre de calles y monumentos pero, a mi modo de ver, poco citada en los libros de texto. Mi hija no tenía ni idea de quién era.
EliminarCon mi modesto granito de arena pretendo corregir esta injusticia.
Un beso.
Conocía la historia de Concepción Arenal, por Clara Campoamor, como cita el comentario anterior, pero no sabía que también se hubiera embarcado en aventuras literarias. La labor de estas pionera me parece un ejemplo muy valioso, que nostalgia de tiempos en los que algunas personas veían la educación como un instrumento que ayudaría a mejorar la sociedad y no un arma arrojadiza.
ResponderEliminarAbrazos.
Su obra literaria es bastante extensa aunque prácticamente casi toda son ensayos sobre la problemática social de la mujer y/o de los obreros.
EliminarReconozco que traer a esta mujer a Poemas y Cantares es algo forzado pues en verso solo escribió unas cuantas fábulas. Pero esta que adorna la publicación me pareció muy adecuada en estos momentos en que, como bien comentas, la educación se ha convertido en un arma arrojadiza.
Ahora que cuestionamos continuamente el papel del profesor, que no queremos que nuestros hijos hagan deberes en casa, que minamos la autoridad del docente, creo que esta fábula tiene una moraleja muy interesante.
Un abrazo, Gerardo.
Como Gerardo, el anterior comentarista, conocía el papel de Concepción Arenal en defensa de la igualdad de la mujer, la importancia de la educación y especialmente su labor por la mejora de la situación de los presos en las prisiones; pero desconocía totalmente su labor literaria.
ResponderEliminarPor eso me ha encantado tu reseña y en especial esa fábula que amén de educar lo que pretende también es denunciar la insolencia adolescente (¡y creemos que es cuestión exclusiva de nuestro tiempo!) que cuestiona la autoridad que se debe a los mayores.
Besos
Todos pasamos por una etapa en nuestra vida en la que nos creemos saberlo todo (precisamente cuando realmente no tenemos idea de nada) y despreciamos el consejo de quien sí sabe y tiene experiencia. Hasta ahí es lo natural.
EliminarEl problema es que ahora se incentiva esa actitud, se entiende como una sana rebeldía y estamos haciendo de nuestros jóvenes unos eternos adolescentes, que no respetan nada. Una actitud que solo reporta frustración e inadaptación. Es preocupante.
Un beso, Juan Carlos.
Gracias por esta reseña Kirke, me encanta esta manera de homenajear a esas mujeres valientes que tanto han hecho por la educación en general y por la mujer en particular.
ResponderEliminarCuando releo lo que han hecho estas personas me doy cuenta de lo afortunada que soy por haber podido disfrutar de una buena educación y seguir creyendo que lo que hace mejor a un pueblo es el respeto que muestran por la educación, aunque ese respeto en este país cada día esté más en entredicho y parezca que se valore más la incultura y el no saber que el esfuerzo y la educación, yo soy de las que sigo creyendo en el papel fundamental que tiene la educación para cambiar las vidas de las personas.
Un beso
Yo también opino como tú, Conxita, somos muy afortunados por poder acceder a la educación, el mejor vehículo para tener criterio propio y no ser presa fácil de la manipulación.
EliminarTambién creo que gracias a estas mujeres, como Concepción Arenal, hemos podido evolucionar y progresar. Su lucha es todo un ejemplo.
Un beso grande.
Una mujer luchadora junto con Clara Campoamor por la mujer y la educación. Es una mujer con mucho valor por su lucha por los pobres y las mujeres. La poesía la conocía de oír a mi madre recitar. Has traído para el colofón del año a una mujer valiosa y querida por lo que dejó como semilla. Un abrazo
ResponderEliminarSí que es una mujer para admirar y emular. Siento debilidad por todos aquellos que se enfrentaron, de una manera u otra, a las trabas que la sociedad les imponía, bien por su condición femenina o por cualquier otro motivo injusto.
EliminarMe parece entrañable que tu madre te recitara esa poesía.
Un beso, Mamen.